◞¡ cuarta alma ،

¿Por qué duele tanto? Si se supone que ya me había acostumbrado

Kai está recostado contra la pared, escribiendo en su cuadernillo como de costumbre. Le gusta aprovechar el tiempo escribiendo los sueños que tiene con Soobin. También disfruta de hacer algunos dibujos de vez en cuando.

Esta vez está redactando su último encuentro, aquel en el que estuvieron fantaseando sobre qué harían una vez se encontraran.

No puede evitar mantener una sonrisa durante el proceso, sonrisa que se borra cuando la puerta del sótano se abre abruptamente.

Se apresura a guardar su libreta y lápiz bajo el colchón. Fueron un regalo de Terry en su cumpleaños número quince y no quiere perderlo.

―¿Mamá? ― Pregunta levantándose, pero no tiene tanta suerte.

Hay un hombre en la puerta de su habitación. Yoona siempre está cubierta de un aroma parecido, por lo que supone que este es Jaewook, su esposo.

Se queda en silencio y retrocede inconscientemente, sintiéndose demasiado nervioso e inseguro. ¿Por qué está él ahí? No lo vio ni una sola vez en sus diecisiete años, por lo que su presencia le resulta sospechosa.

Jaewook cierra la puerta tras él. Cuando Kai se da cuenta de que están solos, su primer instinto es buscar una escapatoria a pesar de saber ya de antemano que no hay alguna.

―Ni siquiera te esfuerces ― Articula el hombre, ajeno a su estado de alerta máxima.

Cuando Jaewook se ve cerca, una de sus manos se precipita a apresar la garganta de Kai, ahorcándolo. El Omega patalea como un pobre intento de defenderse, y cuando se ve sin aire las lágrimas de terror comienzan a resbalar por sus mejillas.

No entiende por qué está en esa situación, o por qué este hombre del que jamás tuvo noticias de repente quiere hacerle daño.

―Sería tan fácil simplemente asfixiarte. No podrías impedirlo de ninguna forma, por que eres un asqueroso albino.

Kai abre los ojos horrorizado cuando comprende las implicaciones de sus palabras. Su condición lo hace débil, por lo que no podría defenderse si Jaewook decide asesinarlo.

Ni siquiera su pequeño y cobarde lobo podría protegerlo.

―No me mires como si fuera un monstruo. Todo es tu propia culpa. Solo puedes agradecerte a ti mismo.

―¿Qué... hice? ― Inquiere Kai con voz ahogada, sintiéndose demasiado impresionado por la peligrosa experiencia de casi morir asfixiado.

-No finjas que no lo sabes. Ha estado pasando por más tiempo de lo que alguna vez debimos haber permitido.

Su corazón se para en ese mismo instante. Espera a que Jaewook siga hablando para asegurarse de recibir más información antes de actuar precipitadamente.

No quiere considerar que hayan descubierto a Terry. Estaría devastado.

―Así que lo sabes ― Menciona pensativo ―Es aún peor de lo que pensé. Sabías que el alfa Choi está enlazado con Kaiwoon, y aún así decidiste que era buena idea tratar de interferir en su lazo. Eres una criatura realmente horrible.

No tiene tiempo de alegrarse por que esa desagradable visita no está relacionada con Terry. Una pequeña corriente de aire que entra por la rendija le hela el cuerpo entero y el shock le impide moverse.

―Qué estás... diciendo ― Susurra con la mirada perdida ―No puede ser... no...

―Vaya. ¿Entonces no lo sabías, o eres muy buen actor? ― Pregunta JaeWook, acercándose ―De todos modos no importa. Consciente o inconscientemente, eres una molestia. Casi me das pena. Hubiera sido mejor que murieras asesinado una vez se manifestaron tus rasgos malditos.

El alfa se agacha dispuesto a atacarlo de nuevo, pero Kai lo frena dándole una fuerte patada en la espinilla. Recibe un gruñido molesto como respuesta pero no se amedrenta, estando demasiado concentrado en su propia desesperación como para sentir miedo.

Tercamente, Kai lucha contra él, lo que lo hace perder fuerzas gradualmente; para cuando ya no puede más, ha colapsado en el piso sollozando erráticamente.

―¿Terminaste? ― Pregunta el lobo emanando molestia.

Kai niega, todavía aferrado a la idea de que lo que está diciendo Jaewook son mentiras. Tienen que serlo, por lo que él no puede permitirse ser llevado lejos de su alfa antes de siquiera verlo.

El hombre pelinegro maldice, yendo a sentarse en la cama de Kai.

―Realmente eres patético. Te aferras con tanta fuerza que es penoso. ¿Eres siquiera consciente de tu aroma? ― Inquiere ―Estás tratando de alertar a tu alfa del peligro. Un alfa que no existe.

―Sí existe ― Afirma sin mucha convicción ―Me estuve comunicando con él durante mucho tiempo, nosotros...

―¿Sabes por qué dicen que los albinos están malditos? ― Interrumpe Jaewook, impaciente.

Hay un silencio sepulcral en medio, el cual le da tiempo a Kai de negar.

―Es por que pueden interferir con el destino hasta cierto punto, pero es una lastima incluso para ustedes mismos ― Escupe ―Los lazos que forman los albinos no son reales, y aquellos que lo son, condenan a ambas partes a la miseria. Ustedes pueden incluso interferir en los lazos del destino, y aunque quizá no lo sepas, es sagrado para todos. Por eso, cuando nace uno, es asesinado inmediatamente.

» Ustedes no están destinados a ser felices, pero en cambio, sí están destinados a hacer infelices a los demás. Tu madre no tuvo corazón para matarte, y es por eso que todavía estás vivo. Te mató de hambre con la esperanza de que te mantuvieras débil y jamás fueras un problema, pero ayer casi destruyes el lazo entre Kaiwoon y su alfa.

Deja que las palabras se asienten en él con fuerza y su cuerpo se adormece, somatizando toda la información repentina. Soobin es el alfa de Kaiwoon. No su alfa.

―¿Vas... a matarme?.

―No me mancharé las manos con tu sangre. Vine aquí para llevarte al lugar donde vas a morir eventualmente. No puedes estar en el castillo después de lo que pasó ― Suspira ―Te dije todo esto porque sé que te aferras a la ilusión que tú mismo creaste, y sería un problema a largo plazo si intentas escapar persiguiendo lo que tú crees que es la felicidad.

Kai asiente, incapaz de hacer algo más. Nota un atisbo de compasión en los ojos de Jaewook durante un segundo, pero es tan fugaz que resulta irreal.

―Te voy a ahorcar para que estés inconsciente. Hueles demasiado fuerte a tristeza y eso llamará la atención.

El Omega vuelve a asentir, sorprendido de que Jaewook incluso se haya molestado en darle una explicación.

Es consciente a duras penas de las manos que envuelven su cuello, y lo último que siente antes de entregarse a la oscuridad es un enorme hueco en el lugar en donde debería estar su corazón.

Cuando Kaiwoon se asegura de que Soobin está dormido, abandona la habitación para encontrarse con Yoona. Le había dicho que tenía que hablar con él urgentemente.

―¿Qué fue lo que pasó? ― Pregunta inmediatamente al entrar a la habitación de sus padres, sentándose en una esquina de la cama.

―Kai trató de comunicarse con él, y casi lo logró. Encontré a Soobin cerca del sótano.

―¡¿Qué?! ― Grita ―¡Pensé que lo tenías bajo control!.

―Yo también ― Dice la omega metiendo la mano entre sus pechos ―Pero no contaba con que Kai tuviera la suficiente fuerza como para romper la lácrima de magia cuantiosa que mandé a hacer.

―¿Lo... rompió?.

―Inconscientemente. Estoy segura de que no era su intención ― Suspira ―Está confundido sobre el porqué no se puede comunicar con Soobin, y lo trató tanto que la lácrima no aguantó.

―Ese maldito...

―Tu padre ya se encargó de él, sin embargo, tienes que estar muy pendiente de Soobin. Evita que se acerque a ese lado de la torre, y que haga demasiadas preguntas.

―No se suponía que algo así pasara ― Gruñe ―Quiere robar a mi alfa y casi lo logra esta vez. Me dijiste que estaría cada vez más débil y eventualmente moriría de tristeza, pero esto señala lo contrario.

―Tranquilízate y confía en mí, Kaiwoon. Kai no volverá a intentarlo.

―¿Cómo tienes certeza de eso? También dijiste que no se podían comunicar, y casi...

―Basta ― Dictamina Yoona ―No puedes cuestionarme tan fuertemente por un único error. Ese fue su último aliento; gastó toda su fuerza cuando destruyó la lácrima. No volverá a intentarlo y es definitivo. Ahora cállate y hazme caso.

Kaiwoon aprieta los labios cuando se ve tentado a contradecirla, sabiendo que no es algo inteligente de hacer. En su lugar, regresa hecho una furia a su habitación.

Yoona ve a Jaewook entrar por la puerta un minuto después. Su olor emana ira, pero al mismo tiempo un atisbo de afección. La Omega entrecierra los ojos ante ese detalle, pero no menciona nada.

―Imagino qué Kaiwoon no se lo tomó bien - Dice Jaewook.

―No. Sabes que jamás ha querido a Kai, y esto...

Jaewook asiente, no necesitando cualquier otra explicación al respecto. Exhala y se estira en la enorme cama.

―¿Hiciste lo que te pedí?.

―Sí. Acabo de regresar.

―Veo que no te agradó.

―No me gusta aterrorizar omegas. Menos a los débiles ― Dice el alfa escuetamente, dando fin a la conversación.

Yoona asiente y se voltea, ocultando la mirada llena de sospecha en su rostro.

» ¿Por qué lo odia tanto?.

» Por que le teme.

La luna está llena de miradas que se perdieron buscando en ella una respuesta


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