☇︎︎ ׅ dos 𔖮!
Kai estaba enojado.
Ya habían pasado dos semanas en que los del equipo de hockey entrenaban junto con él.
Eran ruidosos, descuidados y muchas veces pudo haber sido peligroso, especialmente está vez que Sunghoon y Choi decidieron intentar ver cual de sus compañeros podrían empujar más lejos mientras estos estaban acostados, los empujaron tan lejos que llegaron al área de Kai donde éste estaba dando saltos, los idiotas chocaron con él pero Soobin patino rápido hacia él para evitar que el Omega cayera al suelo.
Kai estaba en la cafetería.
La temperatura de hoy era de dos grados, había un poco de nieve y Kai se estaba mentalizando para ir a correr como Jihoon le había ordenado.
Aun tiene tareas que completar de la universidad, y preparar la clase de esta semana para sus alumnos más pequeños.
Kai estudiaba psicología en una universidad privada a en el centro de la ciudad, tenía una beca deportiva e intentaba conseguir una académica, era costoso, pero no tenía opción, en la universidad pública de la ciudad le negaban tiempos si es que tenía entrenamientos o competencias.
El sonido de unos Alfas bromeando se escucho por toda la cafetería.
Al ver a la entrada, Kai vio a Soobin y Yeonjun, los dos se habían cambiado por ropa un poco más cálida.
Yeonjun al ver a Kai, empezó a empujar a Soobin para que se acercara a Kai.
―¡Acércate! ― Yeonjun susurró ―No te comerá - Rió Yeonjun.
Soobin negó.
―¿Estás loco?, él es un salvaje, me matara incluso si solo le digo hola, ¿No viste como me vio cuando lo salve de caerse?.
Yeonjun rió recordando como Kai golpeo a Soobin con sus manitas haciéndolo que lo soltara y se alejo como si Soobin tuviera garrapatas.
―Es lindo ― Dijo Yeonjun viendo al lindo Omega con un gorrito azul claro con un pompón en la cabeza de color blanco ―También es agradable, el otro día me ayudo cuando mis patines se atoraron en los casilleros.
Soobin negó.
―Me detesta, y además creo que es insoportable, es tan antipático y frío como el presidente Han.
Kai se levanto de su silla y paso al lado de los Alfas.
―Hola, Kai, ¿Cómo estás? ― Yeonjun le sonrió al Omega que le sonrió un poco.
―Bien, Yeonjun. nos vemos, tengo que ir a correr ― Kai ignoro a Soobin y salió de la cafetería.
Soobin le señalo a Yeonjun eso.
―Tiene una personalidad espantosa, ni siquiera volteo a verme.
Yeonjun rodo los ojos.
―Tal vez puede ser por que gracias a ti y a Sunghoon casi cae en el hielo.
Soobin bufó y vio hacía afuera.
Hacía mucho frío, ¿Qué demonios hacia el demente de Kai corriendo?.
La verdad es que Kai estaba sobrecargándose.
La competencia era importante, no podía dejar de pensar en esta y no podía dejar de entrenar.
Se había empezado a despertar a las cuatro de la mañana para poder hacer sus ejercicios de flexibilidad, se enfocaba en sus trabajos de la universidad para no tener ningún extra y sus entrenamientos se extendieron.
Kai estaba un poco estresado, pero realmente necesitaba ganar esta competencia, sino lo hacía perdería patrocinadores y una oportunidad en el futuro de trabajar como un patinador artístico profesional.
Al salir del centro deportivo, Soobin empezó a caminar lento hacía su auto, hasta que vio a alguien acostado en una banca.
Reconocería donde fuera ese gorro con un esponjoso pompón en la punta.
―¿Kai?.
Se acerco y vio al Omega que estaba con sus ojos cerrados.
Sus manos estaban abrazándose a si mismo y la punta de su nariz, mejillas y labios se veían rojos.
Soobin se dio cuenta que probablemente el Omega se había quedado dormido.
Le dio una palmada a la frente del Omega que despertó asustado y cubrió sus ojos para evitar la brillante luz molesta del día.
―¡¿Qué demonios, Choi?!.
―¿No querrás decir "gracias por salvarme de congelarme afuera"? ― El Alfa levanto la ceja.
Kai se levanto de la banca, quitándose la nieve de encima.
―Gracias ― Susurró ―Pero no tenías que golpearme ― Acaricio su frente.
Soobin sonrió.
―Era eso o despertarte con un mágico beso en los labios.
Kai hizo una mueca.
―En tu vida dejaría que me besaras, Choi.
―En mi vida querré besarte, Huening.
Kai se dio la vuelta y empezó a trotar.
Tenía que seguir con su entrenamiento.
Soobin lo siguió.
―¿Sabes que esta terriblemente helado aquí afuera? ― Soobin caminaba junto a él, sus pasos largos eran técnicamente igual a cuando Kai trotaba.
Kai seguía viendo hacia adelante.
―Podrías dejarme correr solo, e irte a tomar chocolate caliente a tu casa ― Dijo el Omega sarcástico.
Soobin sonrió involuntariamente, el aroma del Omega era dulce, era parecido al chocolate caliente con malvaviscos, le pareció adorable por un momento, hasta que recordó que era el mismo omega que lo había empujado cuando estaba entrando a la pista haciéndolo caer al suelo el otro día.
―Solo creo que un Omega tan delicado como tú debería de estar resguardándose del frío.
Kai se detuvo un segundo.
―¿Qué es lo que quieres, Choi?.
Soobin se detuvo frente a él.
―Quiero saber porqué me odias tanto.
Kai frunció el ceño.
―No te odio, simplemente no me interesa hablar contigo.
―¿Y por eso me empujaste hace unos días?.
―Tapabas la entrada a la pista ― Dijo el Omega obvio.
―Tiraste mi chocolate caliente.
―Lo dejaste al lado de mi maleta donde no se veía ― Kai se cruzo de brazos, empezando a alejarse del Alfa molesto.
―¡Rompiste mi palo de hockey! ― Se paro enfrente del Omega.
―¡Me golpeaste con él! ― Kai dijo exasperado.
Estaban cerca, con Kai viéndolo enojado, sus respiraciones eran agitadas.
―¡Tal vez te golpee por accidente y tu lo tomaste demasiado en serio!.
―¡Patinaste hacia mi, idiota!.
Soobin rió sarcástico.
―¡¿Qué tal si hablamos de la vez que decidiste usar toda la pista por todo un día?!.
Kai abrió la boca impresionado por la osadía del Alfa.
―No sé si lo sepas, Choi, pero tengo una competencia importante en unos meses, necesito la pista completa a veces ― Kai dijo exasperado ―Y si hablamos de cosas insoportables que decimos o hacemos, ¡¿Podemos hablar de como todo el tiempo rebajan mi deporte?!.
Soobin frunció el ceño y rió.
―¿De qué hablas? ― Rió.
―¡Ustedes creen que son lo mejor!, ¡Que su deporte es mejor que el mío!, ¡Bola de Alfas inútiles! ― Kai de verdad se veía furioso.
―¡Solo estas bailando en el hielo, cualquiera podría hacerlo! ― El Alfa grito exasperado, ni siquiera pensaba lo que dijo, él solamente podía pensar en lo exasperante que era Kai. se volteo y empezó a caminar, pero se detuvo al sentir un golpe fuerte y frío en su nuca.
Al voltear se dio cuenta que Kai le aventó una bola de nieve.
El Alfa se sacudió la nieve del cuello.
―Que inmaduro eres, Huening.
―Tú eres un idiota.
El Omega se fue con pasos enojados dejando al Alfa viéndolo a lo lejos.
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