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Sanemi Shinazugawa tenía una constante con beber alcohol, atrapado en un ciclo de sobriedad y Sake. Si bien, a veces lo relajaba y lo libraba del dolor interno que conllevaba con su pasado, además de la muerte de su hermano, el alcohol le generó una paranoia; la traición y el abandono.
No tenía el derecho, él hacía cosas imperdonables ante las espaldas de Giyuu, pero se rehusaba a perder un ser querido más. Si tiene que privarlo del mundo, así sería.

Los días nublados se hacían cada vez más presentes, el cortar leña fue de bastante ayuda para las bajas temperaturas que empezaba a recorrer por los lugares. Su cuerpo sentía un calor intenso que contrastaba con el frío, claro, esto con ayuda del sake y el hibachi del hogar. 
Apoyado en el chabudai agarrando la botella del trago a la vez que lentamente se iba moviendo del zabuton. Se estaba por dormir hasta que escuchó los pasos de su novio pasar afuera del shoji, rápidamente se recompuso en el cojin y aclaró su garganta para manejar una mejor modulación. ━ ¡Giyuu! ¿¡Dónde carajos vas!?

El azabache corrió la puerta sin entrar a la habitación aún para dar aviso a Sanemi.  ━ Voy donde mis niños ¿Se te olvidó? ━ Comunicó tratando de ocultar su incomodidad de ver a su pareja en ese estado, otra vez.

El peliblanco chasqueó su lengua con molestia, le jodia que su novio pasará tiempo con esos mocosos. 
Posicionó la botella de mejor manera en la baja mesa y se levantó. ━ No irás.

Giyuu arqueó una ceja dando un solo paso que lo adentra en el salón. ━ Tengo que hacerlo, además, siempre me esperan en la puerta. Es de mala educación dejarlos plantados. ━ Su tono neutro estaba intacto, no obstante, en su mente era lo contrario, sentía un augurio desagradable.

━ No es una petición, es una orden ━ Respondió a la defensiva, irritado ante la negación de su pareja. ━ ¡Me importa una puta mierda! ¿¡No me amas!?

Quedó un poco atónito, sin embargo, no le sorprendió. Era habitual ese comportamiento suyo en ese estado. ━ ¿Qué? Claro que te amo, una cosa no tiene nada que ver con la otra. ━ desvío la mirada incómodo.

━ ¡Quiero que me mires! ━ Se acercó sin más y agarró el mentón de su pareja hacia su dirección. ━ ¿Por qué no entiendes que no quiero que te vayas? ¡Te necesito! ━ La voz era una contradicción, estaba desesperado, pero molesto. No quería ser abandonado. 

Empujó con poca fuerza a Sanemi, lo suficiente para tener de nuevo distancia. A veces dudaba de lo que sentía por él, esa constancia de alcohol era desagradable para un hombre que era dulce en secreto, ignorando las pequeñas violencia que llega a ejercer. ━ Detente, no estás bien. Solo serán unas horas. Mañana nos veremos de igual manera, siempre nos vemos. ━ Recalcó con una voz tranquilizante mientras acariciaba el hombro de su pareja.

━ No está bien, Giyuu. ¡No está bien! ¡Pasas más tiempo con esos imbéciles que conmigo! ¿¡Alguna vez me amaste!? ━ Negó las caricias relajantes de su pareja, empujándolo con mayor fuerza para tener una distancia. Suspiró cansado a lo último, con desesperación apretó los hombros para no dejarlo escapar. ━ Por favor… 

Le dolía, sentía como su pareja le hundía sus uñas aferrándose a él. No solo eso, como el peliblanco cargaba con bastante dolor y tenía que recurrir al alcohol, aunque lo intentará sacar de esa situación, jamás se reflejaban sus intentos. 
Suspiro cansado, y le dió una suave sonrisa a Sanemi. ━ Está bien, mandaré a mi cuervo para informarles que hoy no iré.

━ Así se habla, mi amor. También sabes que soy mejor compañía que las niñitas esas. ━ Se aflojó su agarre, bajó sus brazos a la dirección de la cintura del contrario y lo abrazó con cierta fuerza. 

Afuera de la finca mariposa se encontraba Kanao, y Tanjiro esperando la llegada de Giyuu. Él se había convertido finalmente en un hermano mayor para quienes vivían en aquel lugar, le era agradable, además lo hacía también por las ex pilares.

A lo lejos, se divisó el cuervo de Tomioka. Ambos entendieron el mensaje antes de ser entregado; no vendría. Cuando no podía asistir por algún inconveniente siempre mandaba a su cuervo.

Entregada ya la carta, el cuervo se devolvió. Tanjiro guardó la carta, y se quedó mirando a su novia con un presentimiento algo extraño. ━ Giyuu-San nunca falta. El aroma de la carta es diferente.

━ Sabes que no nos dejaría plantados si no fuera por una razón que se escapa de sus manos o es importante. Ha de estar bien ━ Cerró la entrada de la finca. ━ Además tiene a Shinazugawa-san para que lo cuide.

Kamado no encontró una manera para explicarse, así que le resto importancia, al final su novia tenía razón. Se adentraron en el lugar agarrándose de las manos y conversando.

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Sinceramente, no me gustó como me quedó, pero no tenía muchas ideas de como reescribirlo.