Me parece increíble.
Que rabia.
Después de un verano,
Punzadas en el pecho,
Algún que otro amigo que
se aburrió de mí
Y lágrimas,
Sigo borrando cosas tuyas
Que quedaron grabadas dentro de mi.
Sigo borrando poesías para ti,
Mensajes destacados,
Corazones gigantes que latian en WhatsApp,
Pero no al otro lado de la pantalla.
Como era de esperar, mi pantalla se rompió,
Junto a mi corazón.
Ahora solo quedan cristales rojos gigantes,
Que antaño fueron mi vida y ahora,
Mi muerte.
Y no me queda más remedio
que ir descalza sobre ellos,
Pensar sobre ellos,
Dormir sobre ellos,
Morir poco a poco sobre ellos.
Que rabia.