Al despertar, lo único que se encontró fue que él se encontraba en un bosque, parpadeo un par de veces antes de siquiera mantenerse concentrado en cómo rayos había llegado hasta ese lugar, no comprendía absolutamente nada de lo que estaba presenciando, miro detrás de él, encontrándose con varios árboles distribuidos que hacían una perfecta sombra, y luego miro al frente, una pradera, ¿por qué estaba allí?

—Un paraíso —la voz se le hizo conocida de inmediato, miro de su lado derecho, encontrándose con aquella deidad que le había hecho aquel hechizo—, por un momento pensé que sería mucho peor este lugar.

—¿De qué habla? —Taehyung no podía evitar sentirse molesto por haber obtenido esas orejas y cola como regalo por lo que había hecho, quería inclusive avanzar y exigir a la deidad que le devolviese a la normalidad, pero por supuesto, eso no pasaría—. ¿A qué me ha traído aquí?

La mujer soltó una risa, no dejaba ver su rostro con aquel abanico cerca de los labios y nariz, Taehyung solamente podía ver sus ojos dorados.

—Este sitio es tu refugio —Taehyung frunció el ceño ante esa respuesta—, aquí es donde te quedas para sentirte mejor, tu lugar feliz.

Taehyung no dijo nada, observo de nuevo la pradera, hace mucho que no necesitaba de ese lugar, no entendía porque aquella mujer le había hecho venir aquí.

—Tu padre era muy exigente —hablo de nuevo la deidad—, decía que tenías que ser el mejor en todo lo que hacías, que no debías dejarte llevar por palabras de otros, recibiste más un entrenamiento que el amor de una familia —era cierto, pero Taehyung jamás hablaba de eso—, te volviste frio después de ver que el amor no sirve para que alguien triunfe, y a pesar de que lo recibes, sigues pensando lo mismo.

—¿A qué quieres llegar con tanta habladuría? —la mujer lo miro de soslayo—. Jamás me intereso el amor, ni siquiera ahora, todas esas personas que dicen que te lo dan, simplemente es por hablar, jamás lo dan, son mentiras, el amor no existe.

—¿Estás seguro de eso?

—Completamente —dio un asentimiento—, no necesito saber lo contrario.

Pero por supuesto la deidad le demostraría todo lo contrario.

—Min Yoongi —hablo la mujer llamando de nuevo la atención de Taehyung.

—¿Qué?

—Su nombre es Min Yoongi.

—Taehyung —el ídolo escucho una voz a lo lejos, giro su rostro del lado izquierdo, pero no podía ver a nadie, pero la voz se escuchaba tan lejana—, Taehyung —de nuevo aquel llamado.

—Búscalo, no pierdas más tiempo, él es la única persona que puede ayudarte.

La pradera, y aquel bosque, estaban desapareciendo de a poco, volviéndose un paisaje blanco, y Taehyung volvía a escuchar aquel eco de voz, parecía estar más cerca, pero no veía a la persona que tanto le estaba llamando.

—Taehyung... ¡Taehyung! —de nuevo, y entonces cuando la luz blanca en aquel lugar se volvió más intensa, fue cuando él abrió los ojos—. ¡Demonios, Taehyung despierta!

Abrió los ojos encontrándose a Jimin, quien soltaba un bufido al ver que había despertado, todo lo anterior había sido solamente un sueño, pero aquella mujer le había dado lo que necesitaba, de inmediato y de forma brusca se sentó en la cama, sus orejas se irguieron, y su cola reposaba en la cama, miro hacia Jimin.

—Min Yoongi —dijo.

—¿Qué? —Jimin parpadeo un par de veces no entendiendo a que se refería con eso.

—El nombre del chico es Min Yoongi.

Jimin relajo sus facciones al comprender a lo Taehyung se estaba refiriendo, de inmediato se sentó en el borde derecho de la cama para ver a su compañero de grupo.

—¿Min Yoongi? —Taehyung asintió, Jimin estaba seguro de que había visto ese nombre en algún lado, llevo su mano a su boca tapándola mientras pensaba, él había visto ese nombre en algún lado.

—¿Lo conoces? —pregunto Taehyung.

—Creo que sé quién es —Jimin casi siempre se la pasaba viendo por las redes sociales todo lo que hacían los clubs de fanáticos, siempre le gustaba hacerlo, era divertido ver los edits que hacían, los dibujos, las historias ficticias, todo, le encantaba todo, de vez en cuando con sus perfiles oficiales le gustaba hacer comentarios sobre lo que había visto, darles las gracias e inclusive enviar algunas fotografías, siempre estaba muy activo en esos momentos—, Min Yoongi... —entonces Jimin recordó, el club de fanáticos, el más oficial de ellos, tenía como líderes a siete personas, la mayoría se ponía apodos para no revelar su nombre real, pero aquel chico no lo hacía—, ¡Sé quién es!

Jimin sonrió hacia Taehyung para que supiera que tenía la respuesta.

—¿Qué? ¿Quién? —Jimin soltó un suspiro.

—Es uno de los líderes del club de fanáticos —Taehyung levanto las cejas sorprendido por las palabras de Jimin—, tiene que ser él, si te pidió una autógrafo, entonces tiene que ser él, iré a investigar.

—¿En verdad crees que te darán acceso a datos de él?

—Taehyung, por supuesto que se puede —el mencionado cruzo sus brazos sobre su pecho—, simplemente hay que ver en donde será la próxima reunión de fanáticos, allí estará él.

—¿Cómo estás tan seguro de eso?

—Si te metieras más a ver lo que hacen los fanáticos, entonces lo entenderías —Taehyung rodo los ojos ante esas palabras, no creía que eso fuese tan necesario de hacer.

Ambos se dispusieron a levantarse para poder llevar a cabo la investigación, Jimin no dudo en tomar la computadora portátil de Taehyung para poder ingresar a la página oficial en donde siempre publicaban cosas los fanáticos, Taehyung estaba a su lado mirando como Jimin hábilmente navegaba en aquella página para saber quién sería la próxima reunión de fanáticos.

—Lo tengo —dijo Jimin feliz—, será en dos días —dijo Jimin—, tenemos tiempo, podemos dar explicaciones, sé que estamos de vacaciones, pero tenemos que ser muy discretos.

—Obviamente que lo seremos —Taehyung miro aquella página—, espero que todo salga bien.

—Mientras él te perdone, aunque es fan nuestro, supongo que te perdonará.

Y entonces, la puerta fue abierta, ambos chicos miraron en dirección a la puerta que era abierta rápidamente, y entonces lo vieron, Jungkook venía secándose su cabello debido a la ducha que había tomado.

—Jimin, me dijeron que estabas aquí, iba a decirte que ya pronto nos iremos de ho... —cuando dejo la toalla lejos de su rostro, sus ojos no pudieron evitar ver a Taehyung, y por supuesto a esas orejas y cola que sobresalían de él—, ¿te disfrazaste? Ni siquiera es Halloween.

Taehyung frunció el ceño, y eso provoco que sus orejas se bajaran y su cola se moviera de un lado a otro despacio, con fastidio, y Jungkook quien tenía una sonrisa se le esfumo, demonios.

—E-eso se mue-e-eve —señalo Jungkook.

—No tarado, ¿en verdad? —menciono Taehyung, pero Jungkook al ver que de nuevo esas orejas se erguían no pudo evitar sentirse demasiado impresionado y sin más se desplomo en el suelo en un ruido sordo.

—Lo mataste —dijo Jimin al ver a Jungkook tirado en el suelo, había sido demasiado para él—, tendremos que darle explicaciones cuando despierte.

—Detesto hablar de lo mismo.