Y la luz diurna le dio el saludo al nuevo día para Yoongi, aunque para él, un feliz día no era, ni siquiera podía considerar si sería una grandiosa idea abrir las cortinas para dejar entrar los rayos de luz, prefería quedarse en su oscuridad por unos minutos más, quizás horas si era posible.

—¡A levantarse, Min Yoongi! —la puerta fue abierta con violencia dando a conocer a su mejor amigo, y por supuesto compañero de apartamento, Jung Hoseok, pero en cuanto el de gran sonrisa miro que su amigo se encontraba totalmente apagado enredado en sus cobijas, sin dejar siquiera ver su rostro, le parecía la escena más deprimente de toda su vida—. No es momento para tus escenas de tristeza porque no conocerás a Kim Taehyung, Yoongi.

El mencionado soltó un suave quejido, ni siquiera estaba llorando por ese maldito tonto que le había insultado y humillado en la calle, aunque... sorbió su nariz, jamás imagino que su ídolo sería así de malo.

—¿Yoongi?

—¿Qué se debe hacer cuando tu ídolo te odia? —hablo Yoongi, para después dejar ver su rostro, Hoseok se percató del semblante de su amigo, las ojeras que cargaba debajo de sus ojos, esa mirada perdida, y esa curvatura negativa en sus labios, definitivamente era la tristeza en persona.

—Oye, oye —trato de animar Hoseok, camino en dirección a la ventana para después tomar las cortinas y abrirlas con fuerza para dejar que algo de luz diurna entrase a la habitación—, Taehyung no te odia, no tienes por qué comentar algo como eso.

—¡Él me odia, Hoseok! —dijo Yoongi para después volver a cubrir su rostro con las cobijas—. Me insulto y me humillo en la calle, me detesta, ¡él lo dijo!

Hoseok parpadeo un par de veces, ¿acaso su amigo había tenido una terrible pesadilla? Soltó un suspiro, quizás Yoongi puede llegar a ser un total exagerado en algunas cosas, se acercó a la cama para después sentarse en la orilla y colocar su mano sobre el brazo envuelto en las cobijas de su amigo.

—Yoongi, eres prácticamente el fanático numero uno de esos chicos, y sobre todo de ese Taehyung, así que no deberías de sentirte triste, seguramente fue un mal sueño... —pero Yoongi le interrumpió.

—No fue un sueño —menciono para después dejar ver su rostro de nuevo—, Me encontré a Kim Taehyung después del concierto.

Su amigo parpadeo un par de veces, esto no podía ser cierto, aunque por más que mirara a los ojos a Yoongi, no podía siquiera ver algún rastro de la mentira, las palabras de su amigo eran reales, totalmente ciertas, y eso sí que estaba alterándolo, no muchos fanáticos tienen la grandiosa oportunidad de poder conocer a sus ídolos, y Yoongi había tenido la fortuna de inclusive conocer a su bias, ¡esto era más que increíble!

—S-sí me estás jugando una broma, será mejor que me lo digas.

—No es broma —negó Yoongi, se incorporó sentándose en su cama y mirando a su amigo—, en verdad me lo encontré...

—¡Yoongi eso es más que maravilloso! Es... ¡Wooaaa! ¡Fantástico! —Yoongi sonrió levemente al escuchar a su amigo, Hoseok es un gran fanático de varias cantantes, pero nunca ha podido conocer a ninguna, así que entendía esa emoción—. Pero, ¿por qué no estás feliz? Él es tu ídolo supremo.

El de piel más pálida dejo de sonreír para después soltar un suspiro, y recargar su peso en el respaldo de la cama, si su amigo supiera lo horrible que había sido pasar ese momento, entonces lo comprendería mucho mejor.

—¿Paso algo? —pregunto Hoseok, necesitaba saber porque su amigo se encontraba tan decaído.

—Bueno... —apretó sus labios—, Yo quería pedirle un autógrafo a Taehyung, sabes que lo admiro mucho y que siempre los he seguido inclusive desde el debut del grupo pero... —trago grueso, de sólo volver a recordar las palabras de Taehyung, sentía las punzadas en su corazón, ese ídolo se lo había roto por completo—, él, e-es muy distinto fuera del escenario.

—¿A qué te refieres con distinto? —Hoseok frunció el ceño.

—No es lo que esperaba, prácticamente me insulto, y me humillo en la calle, me dijo lo mucho que detesta a las personas como yo, y que prácticamente no volviera a pedirle nada, y que ni siquiera me atreviera a hablarle de nuevo... —Yoongi se sentía mal, esa mirada de odio de parte de Taehyung, y esa ira que descargo sobre él, sintió sus ojos humedecerse debido a la tristeza en su corazón—, nunca creí que él fuera capaz de decir esas cosas, él se ve tan animado y feliz en el escenario, en las entrevistas... supongo que me equivoque.

—Es una mierda.

—Hoseok...

—No me digas que no lo insulte, se lo tiene bien merecido, Yoongi —Hoseok tenía razón—, lástima que no estuve allí contigo, porque si así hubiese sido, entonces hubiese sido yo quien le dé una lección, nadie insulta a mi amigo de esa forma y se sale con la suya.

El de piel más pálida sonrió ante el comentario de su amigo, sabe que Hoseok siempre estará allí para brindarle el apoyo y consuelo que necesita, aunque ahora sus ánimos están demasiado decaídos, miro hacia el lado izquierdo, en donde se encontraban perfectamente ordenados su colección de álbumes, además de las fotografías de esos chicos y los posters, y los peluches de colección, soltó un suspiro.

—¿Piensas deshacerte de algo de eso? —pregunto Hoseok—. Con gusto te ayudaré a romper lo que quieras.

—Descuida —Yoongi le regalo una sonrisa—, supongo sólo me desharé de algunas fotografías de Taehyung, y venderé los posters en donde sólo se encuentra él...

—Sí, es buena idea, mientras más rápido de olvides de ese ídolo de pacotilla, mejor.

Yoongi asintió al comentario de su amigo para después soltar otro suspiro, odia sentir esa tristeza, desde que conoció a esos chicos la tristeza se había ido rápido, se ha concentrado en ellos mucho tiempo, viviendo alegre con las canciones que ellos componían, con esas letras tan dulces que amaba, y ahora uno de ellos le decepciona, y lo peor de todo era que se trataba del chico que más admiraba y amaba de ellos.

—¿Tenías bias wrecker? —Yoongi sonrió por la pregunta de su amigo, y dio un asentimiento con la cabeza en respuesta—. ¿Quién es?

—Jimin... —se acomodó en su cama—, aunque a veces Jungkook ganaba el puesto.

Ambos soltaron una risa, al menos Hoseok había ayudado a animarlo un poco aquel día, eso era un alivio para él.