-OO5

Era sumamente increíble, Taehyung no podía sentirse mucho más humillado, su cola se movía de un lado a otro en disgusto debido a las palabras de aquella mujer que se hacía llamar diosa del destino, ¿quién podría creer en tal tontería? Seguramente alguien sumamente estúpido, y él no es una persona estúpida, para nada lo es.

—¿Qué le hace pensar que creeré en tal tontería? —cruzo sus brazos sobre su pecho, Gameunjang-aegi sonrió ante lo dicho por el chico—. Sólo un completo tarado podría creer que esto —señalo sus orejas, las cuales se irguieron un poco más—, es real, esto solamente se trata de una pesadilla, una de las peores pesadillas de toda mi vida.

La risa de parte de la mujer frente a él se hizo notar, en verdad que aquel humano no sabía en lo que se estaba metiendo, la mujer paso su abanico por su rostro para brindarse un poco de brisa fresca, mientras que el zorro a su lado se encargaba de lamer una de sus patas delanteras, se estaba aburriendo en ese lugar.

—Bien, humano —hablo la mujer—, no hagas caso a mis palabras, si eso es lo que más quieres, pero quedas totalmente advertido, si necesitas algo, no dudes en llamarme.

Y antes de que siquiera Taehyung pudiera decir algo en protesta, el viento volvió a aparecer, cubrió su rostro para evitar que algo le entrase a los ojos debido al fuerte viento y cuando este término, y quito sus brazos de delante, aquella mujer había desaparecido, suspiro relajando sus hombros.

Su ceño se frunció, todo solamente había sido una ilusión, las ilusiones en la noche son más propensas a suceder, solamente había sido eso, nada fuera de lo común, no estaba viendo la sombre de su nueva cola moverse de un lado a otro, y tampoco estaban esas orejas puntiagudas, no, todo era producto de su imaginación.

Llevo su mano a su rostro, observando el reloj en su muñeca, seguramente sus compañeros ya se encuentren en el hotel descansando, mañana tendrían que regresar al estudio para grabar y creas nuevas canciones, la ventaja de esto, era que podían tomarse algunos meses de relajación sin tener que estar viendo a sus fanáticos, los meses que Taehyung más amaba de toda su carrera, sin más y tratando de ignorar la cola y las orejas de zorro en su cuerpo, camino en dirección al hotel, necesitaba un buen descanso, quizás una ducha, mordió el interior de su mejilla al recordar que compartía habitación con Jimin, otro problema más a su lista, ¿el destino está en su contra? Detuvo sus pasos al pensar en ello.

Por supuesto que estaba en su contra, acababa de conocer a la supuesta diosa del destino frente a sus narices que prácticamente había terminado por amenazarlo y hacer que estuviera ahora mismo con esas estúpidas orejas y esa cola que no dejaba de moverse, maldita sea, llevo sus manos con algo de temor a su cabeza, y allí pudo sentir las peludas orejas, demonios, pero seguían siendo una ilusión, Taehyung lo sabe, solamente son una ilusión, nada más, aquella mujer jamás apareció frente a él, y por supuesto jamás escucho a un zorro hablar, nada era real, todo era producto de su cerebro.

Y con esos pensamientos repitiéndose una y otra vez en su cabeza, comenzó a apretar el paso para poder alejarse por completo del lugar y llegar al hotel lo más rápido posible, no sabía cómo es que iba a hacer para entrar sin ser visto, apuesta a que le detendrán por creer que se ha vestido como si fuese un hibrido de zorro, ¡no quiere ser detenido!

—Cálmate, Kim Taehyung —se consoló a él mismo—, estás orejas no están arriba de tu cabeza y no tienes una maldita cola meneándose detrás, no hay nada, pasaré desapercibido, y obtendré la victoria cuando esté caminando al elevador, sí, será pan comido.

Siguió su camino sintiendo el frio de la noche en su piel, y entonces sus ojos pudieron divisar el dichoso hotel en dónde se quedarían hospedados hasta el día de mañana, corrió en cuanto lo vio y sin saludar al portero entro, necesitaba ser rápido, cuando la puerta se abrió ante él y miro dentro, se sintió aliviado, no había muchas personas, y el elevador no estaba tan lejos, esperaba que la recepcionista no se fijase en él.

Trago grueso y oculto su cola lo más pegada a su cuerpo y comenzó a caminar de lado, sin despegar su vista de enfrente y ocultando la cola entre la pared y su cuerpo, mientras que sus manos permanecían aplastando las orejas contra su cabello, por más que él quisiera tener en cuenta de que todo esto solamente se trataba de una ilusión, parecía ser más real de lo que imaginaba.

Siguió su camino sintiéndose como un espía a punto de entrar a territorio enemigo para descubrir sus secretos, y cuando por fin observo que estaba a escasos metros del elevador, pudo sentirse más aliviado, entonces siguió, apresurando sus pasos y cuando estuvo cerca de los botones, comenzó a presionar uno para llamar al maldito elevador, presiono una, dos, tres veces hasta que por fin la bendita campanita se escuchó y las puertas se abrieron, para su buena suerte estaba completamente vacío, entro de inmediato, pero no podía sentirse del todo seguro.

Miro por arriba de su cabeza, encontrándose con la cámara que parecía mirarlo solamente a él, aparto la vista y no bajo las manos de su cabeza, su cola parecía obedecer a la orden de quedarse quieta, en cuanto las puertas del elevador se cerraron, Taehyung protegió ambas orejas con una de sus manos para poder estirar su brazo libre y oprimir el botón del quinto piso.

El elevador comenzó a moverse, subiendo mientras que Taehyung se dedicaba a tamborilear con su pie izquierdo, ansiando por salir de inmediato del elevador, en cuanto vio el número cinco en la parte superior de la puerta y vio las puertas corredizas quitarse de su vista, salió disparado por el pasillo y esta vez dejando ver su cola y orejas, camino rápido, observando los números en las puertas de las habitaciones, 524... 527... ¡530! En cuanto vio aquella puerta no dudo ni un solo segundo en quedarse allí, su corazón dejo de latir tan desenfrenado, llevo sus manos a su cuerpo, tanteándose un poco hasta dar con la bendita tarjeta de acceso, sacándola del bolsillo de su camisa, y entonces lo paso por la cerradura y abrió la puerta.

Por unos momentos pensó que la habitación estaría a oscuras, pero no fue así, cerró la puerta en cuanto entro.

Jimin dejo de leer el libro en sus manos al escuchar la puerta abrirse y cerrarse de forma rápida, sabe de quién se trata, rodo los ojos y cerro el libro para dejarlo en la mesita de noche, se quitó los lentes y se puso de pie, estaba molesto, primero esa maldita pelea después de concierto, y ahora el señor importante llegaba a casi las dos se la mañana al bendito hotel, ¿quién se creía?

Camino despacio, pero en verdad estaba enfurecido, si él tenía que ser quien ponga a Taehyung en su lugar, lo haría, ya estaba harto de seguir con lo mismo.

—Espero que tengas una buena excusa para haber llegado tan... —Jimin se quedó estático al ver a Taehyung, quien abría los ojos en demasía, pero Jimin no pudo evitar ver las orejas sobre la cabeza de Taehyung y sobretodo la esponjosa cola detrás de él—. P-pero ¿q-qué carajos?

—Por favor dime que no las ves —pidió Taehyung, las orejas bajaron un poco, pero para Jimin eran más que evidentes.

—¿Cómo puedes decirme que diga eso, Taehyung? Es demasiado obvio lo que estoy viendo —estaba más que sorprendido, no esperaba tener que ver esas orejas sobre la cabeza de su compañero de grupo y tampoco aquella cola—. ¿Qué fue lo que paso?

Taehyung soltó un suspiro, no quería tener que decirle todo lo ocurrido, pero tendría que hacerlo, odia tener que dar muchos detalles al respecto, pero bueno, quizás Jimin le pueda ayudar, aunque duda mucho que haya solución para esto.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top