La historia comienza mostrándonos a un joven de baja estatura y largos cabellos rojos, ojos del mismo color quien responde al nombre de Randy Flowers. este cumplió su rutina de siempre levantándose temprano, tomar una ducha, un leve desayuno posteriormente tomar sus cosas e irse hacia su lugar de trabajo; el cual es una compañía de diseño. Va solo tres veces a la semana mientras que los otros tres días va a la universidad.

Durante el trayecto se encuentra con Martín, su mejor amigo así como también hijo de su jefe, (de ahí la razón del porque tiene días libres para ir a estudiar). En el camino solo Martín es el único que se la pasa diciendo muchas cosas, y el peli rojo se dedica a escuchar. Finalmente llegan a la oficina y cada quien se va por su lado, Randy cumple con lo que le corresponde aunque de algún modo todo se le hace demasiado monótono.

—¡Vamos deja esa cara larga!.
—Martín, vuelve a tu lugar—dijo Flowers de mala gana.
—Tranquilo ya avance un poco, pero siempre tengo tiempo para asegurarme de que mi amigo se encuentre bien—contestó feliz.
—Bien sabes que me gusta la tranquilidad, así como también mi espacio—contestó sin quitarle la mirada de encima a su navegador.
—Hay yogurt de fresa en el comedor—soltó el rubio con algo de burla, en segundos el peli rojo de baja estatura ya había desaparecido de su vista. Él mejor que nadie sabe la adicción que su amigo tiene por ese lácteo, y le gusta usarlo a veces para obtener lo que quiere.

Una vez terminada su jornada laboral, Flowers tomando el tren se fue directo hacia su apartamento. Hace ya varios años que se había independizado y por lo general, siempre estaba solo, y por raro que parezca a él eso no le molestaba en lo absoluto. Al llegar dejó sus zapatos afuera mientras tomaba unas cómodos crocks verdes que siempre usa en casa. Llegó a la sala y ahí de mala gana arrojó sus cosas, de inmediato fue al congelador y sacó un bote con yogurt de fresa; eso era lo único que hacia que se calmara luego de un largo día en el trabajo. De repente llamaron a su celular resultando ser nada más ni nada menos que su madre.

—Hola hijo, hace tiempo que no sabía nada de ti.
—Supongo que el sentimiento en mutuo—dijo el oji rojo sosteniendo el celular con su hombro hacia su oreja, ya que sus manos estaban ocupadas disfrutando de su postre.
—Olvide esa forma tan particular que tienes para decir lo que sientes,—mencionó la mujer al otro lado—escucha no quiero hacer esto demasiado largo, pero hace unos días logré ponerme en contacto con tu tía lejana, estuvimos hablando y ella me dijo que su hijo ira a la escuela para niños especiales de Tokio, justo donde estas tú.
—¿Qué quieres decir con eso?—dudó el oji rojo un tanto nervioso de oír la respuesta, deteniendo sus bocados.
—Lo que quiero decir es que ese niño se quedará a vivir contigo durante las próximas cuatro semanas, espero que no lo tomes a mal después de todo es un primo lejano tuyo.
—¡Tiene que ser una broma!—exclamó enojado—Yo no pienso compartir mi casa con un completo desconocido que tú dices que es familia. no tengo ni la más mínima idea de quien sea, así que espero que hayas entendido que claramente mi respuesta es no.
—¿Así?, pues espero que tú también hayas entendido que yo pagué la mitad de ese apartamento, y yo decido que persona puede entrar allí. eres mi hijo y tienes que entender que esto lo hago por el bien de todos—soltó la mujer más firme.

Sabiendo que su madre decía la verdad el pelirrojo no tuvo mayor opción que soltar un suspiro y aceptar de mala gana su propuesta.

—Escucha muy bien, Gary tu primo llegará mañana en el tren blanco a las 10:00 h de la mañana, tienes que estar ahí por lo menos 15 minutos antes para recibirlo, para que puedas reconocerlo fácilmente tiene el cabello castaño y siempre lleva en sus manos un pequeño peluche en forma de corazón. dudo que encuentres a otro niño con esas mismas caracteristicas, pero bueno espero que hagas caso a lo que digo y, de todos modos infórmame si algo más sucede, nos vemos—finalizó la llamada a lo que Randy únicamente pudo colocar una mano en su frente, en verdad que no quería hacerlo, pero recién recordó que al otro día tenía que trabajar entonces, ¿Cómo haría para estar en ambos sitios a la vez?.

Entonces para no hacer todo más complicado decidió llamar a Martín, le explicó todo lo que había sucedido, a lo que este le contestó a su manera:

—¡Eso suena muy divertido!.
—¡No es divertido! ¡Es molesto!. Tú bien sabes que me gusta mi espacio, y no quiero que sea invadido por un tipo que ni conozco.
—Vamos por lo menos dale la oportunidad, tengo entendido que es un niño ¿no? entonces con mayor razón tienes que ser amable con él.
—¿Y mi trabajo?, bien sabes que mañana tengo que ir—dijo Randy quitándose la camiseta para buscar su pijama, hablaba con  Martín a través de video llamada.
—Entonces con mayor razón no te preocupes, puedes faltar mañana yo hablaré con papá, Y si quieres yo mismo puedo llevarte la estación de tren, traerlos de regreso a casa y ¿por qué no? invitarlos a comer un helado; sería como mi regalo de bienvenida para ese dulce niño—dijo el rubio colocando una mano en su mejilla.
—Sabes eso es lo que más me molesta de ti ese optimismo que desbarras por todos lados. Como sea acepto tu propuesta, vienés por mi a las nueve en punto, de paso tengo que ir a comprar algunas cosas antes—soltó el oji rojo dándose por vencido.
—Entonces te veo mañana, ¡adiós!—finalizo la llamada Martín de lo más feliz.

Para ya no seguir dándole más vueltas al asunto, Randy terminó de acomodar las cosas en su cama para posteriormente recostarse en ella y dormir, vaya que mañana le tocaba un largo día. La mañana llegó y finalmente Randy optó por hacer las mismas actividades que suele hacer todos los días, cuando esta parte ya la tenía lista revisó su refrigerador notando que ya no tenía yogur de fresa por lo que molestó cerró la puerta decidió pasar al supermercado antes que todo. Afuera del edificio Martín lo estaba esperando con una sonrisa en su vehículo, subiéndose los dos se fueron primero a donde Randy le indicó y posteriormente cuando ya había terminado las compras fueron a la estación de tren. Una vez ahí y revisando su reloj Randy Vio que faltaban 15 minutos antes de las 10, Por lo que sacó uno de los yogurts que había comprado y decidió comérselo mientras esperaba. Una vez pasado ese tiempo Delante de ellos apareció ese famoso tren blanco, y diversas personas comenzaron a bajar de él, ambos jóvenes trataban de encontrar algún niño con las características que había señalado la madre de Randy, pero no había ninguno.

—Esto sí que es raro, llegamos justo a la hora indicada pero Gary no está—dijo Martín preocupado.
—No puedo creer que me perdí un día de trabajo por esto, ¡era mi sueldo caramba!.—se quejó Flowers cruzando los brazos.
—Disculpe, ¿usted de casualidad es Randy-san?—Preguntó una voz tierna similar a la de un niño, Randy volteó a ver encontrándose con un oso en dos patas siendo unos centímetros más alto que él, de pelaje café el cual llevaba aparte de su maleta, en sus patas una almohada roja en forma de corazón. Por un momento Randy creyó que estaba soñando porque ese oso que podía hablar además que contaba con todas las características que su madre había dicho entonces eso quería decir que… ¡¿su primo lejano era un oso?!.
—¿Gary-chan?—dudó Martín acercándose—¡Eres muy lindo!—exclamó Martín abrazando al oso,—¡Bienvenido! No pensé que fueras así.
—Vaya que mi tía Dulce le hacía a todo—pensó Randy completamente desubicado—En fin niño yo soy Randy, vas a estar a mi cuidado durante las próximas cuatro semanas, Y espero que sepas comportarte porque no voy a aceptar ninguna clase de travesura ¿entendiste?.
—Por eso no se preocupe Randy-san, Prometo seguir todas las reglas que usted me indica. De hecho también traigo un sobre especialmente para usted lo mando a mi mejor amigo Mariano—dijo el oso extendiendo su pata mostrando el dichoso sobre.

—Hola querido Randy Flowers, mi nombre es Mariano soy el jefe y también mejor amigo de Gary espero que te encuentres muy bien y muchas gracias por recibirlo en tu hogar, te prometo que es un niño muy bien portado y no te dará problemas. en fin en este sobre aparte de mi saludo te mando cuatro cápsulas especiales; estás Gary las tiene que utilizar únicamente para momentos de peligro o que realmente sea muy muy necesario, asegúrate de no darle café su madre dice que solo lo altera mucho y podría afectar su salud. En unos cuántos días enviaré muchas más cápsulas que necesitará, el resultado de estas lo vas a ver con tus propios ojos no puedo dar muchos detalles, en fin espero que ambos se la pasen muy bien y ojalá puedas responder esta carta.

—Estoy ansioso por saber cuál es la función de estas cápsulas que me dio mi jefe, ¿por qué no probamos una?—Dijo el oso emocionado agarrando una de las pequeñas cápsulas azules para arrojarla al suelo, pero de inmediato fue detenido por Randy que molesto le dijo:
—¡¿Qué acaso estás loco?!, Esas cápsulas son demasiado peligrosas para que estés jugando con ellas, así que si ya terminaste de hacer esa tontería vámonos a casa.
—Lo lamento mucho, no era mi intención fastidiarlo Randy-san.
—OK OK, vamos a calmarnos esto nunca sucedió de acuerdo, ahora voy a cumplir mi parte del trato, vamos a comer helado y allí puedes explicarle las reglas que querías decirle a Gary—Intervino Martín a lo cual Flowers aceptó. Así sin más los 3 se fueron al vehículo del rubio y partieron rumbo hacia la heladería más cercana.

Una vez allí Martín se compró un banana Split, a Gary le compró un pequeño helado de chocolate mientras que a Randy le consiguió un enorme helado de yogur, él mejor que nadie sabía que ese postre hacía que se calmara. una vez que el asunto estaba tranquilo Randy comenzó a dar sus explicaciones:

—Escucha, no sé quién seas apenas llevo 20 minutos conociéndote, pero en mi casa hay muchas reglas que tienes que saber; primero no tocas nada del refrigerador a menos que yo te lo diga, segundo te vas a ir a la cama a las 9 en punto, no más tarde que eso, Y tercero por tu madre ¡deja de tratarme como un adulto solo soy 9 años más grande que tú!.
—Está bien, si gustas puedo tutearte, pero eso sí no puedo dejar mis honoríficos, es algo con lo que he crecido y estoy seguro que ustedes deben conocerlo a la perfección.
—Vaya, nunca creí que nos toparíamos con un niño tan tierno y educado como él, hasta parecemos una familia feliz ¿no crees?—dijo Martín ruborizado colocando ambas manos en sus mejillas.
—Mierda, esto va a ser mucho más difícil de lo que pensé—fueron los pensamientos de Flowers para cerrar sus ojos, y luego darle otra probada a su helado, después de todo eso era lo único que lo mantenía cuerdo.

De esta forma es como comienza la nueva y fantástica aventura tanto para Randy como para Gary, dos seres totalmente ajenos que inconscientemente la sangre los une, este solo es una de muchas aventuras que tendrán para el futuro, ¿quieres descubrir cuáles son? ¡pues no te pierdas el próximo episodio y lo descubrirás tú mismo!.

Continuará.