El lunes finalizó tranquilo.
   El martes, también lo fue.
   Era miércoles.
   Uno de los tres días que Nicolás y yo acordamos para estudiar.
   Mi alarma me despertó.
   Las ojeras que tenía resaltaban mucho.
   Tendría que pedirle ayuda a Kyon, ya que ella tiene ese producto "mágico" (y digo "mágico" entre comillas), que supuestamente mejora tu piel y la deja radiante.
   Si tan solo existiera un producto para mejorar mi vida...

   Hice mi rutina matutina.
   Me duché.
   Me vestí con aquella sudadera ancha color granate, que se había convertido en mi favorita.
    Luego me puse mis pantalones negros, anchos en la parte de abajo, y mis zapatillas granate combinadas con blanco.
    Desayuné junto a mis padres y a Kyon, disfrutando de las crocantes tostadas, el sutil queso crema que se encontraba untado en ellas y de aquel café oscuro, amargo y de ligera espuma.
    Cuando terminé el desayuno, me despedí de mis padres y me fui corriendo a la escuela.
    Al llegar, fui recibida por el portero.

— Buenos días, señor portero — Saludé.

— Buenos días, señorita Ayelen — Me saludó — Si busca a Nick, la está esperando en la biblioteca, él mismo me pidió que le avise —

— Está bien, muchas gracias — Le agradecí.

    El portero solo asintió amigablemente.
    Por mi parte, me dirigí hacia la biblioteca.
    No tardé mucho en encontrar a Nicolás.
    Al parecer ya había reservado un escritorio.
    Llevaba unas gafas pequeñas mientras leía un libro.
    Su sudadera azul marino combinaba bastante bien.
    Al sentir mi presencia, subió la mirada hacia mí.

— Buenos días, Ayelén Yang — Me saludó.

   “Al menos ya no me dice "la chica del terreno baldío"”, Pensé.

— Hola — Lo saludé — Por lo que veo ya te aprendiste mi nombre —

— Ves bien — Dijo ojeando el libro — Apellido de origen chino ¿No es así? —

— Sí, así es — Respondí secamente.

— Aunque hay algo que no entiendo — Dijo pensativo.

— ¿Qué cosa? — Le pregunté seria.

— Porque, según mi investigación, "Ayelen" significa "Sonreír" — Dijo cerrando el libro — Y yo nunca te he visto sonreír —

— ¿Vinimos a estudiar o el propósito de esto era que yo sonría? — Le pregunté molesta.

— De hecho no, solo tenía curiosidad — Dijo.

— Si no sonrío, no es tu problema — Le dije con seriedad.

   Fruncí el ceño y me senté a su lado.

— Bien — Dijo sacándose los lentes — He estado repasando los contenidos de la materia para así poder estudiar —

— Empecemos — Le dije con firmeza y seriedad.

— Me alegra ese entusiasmo — Dijo haciendo una pequeña sonrisa.

   Comenzamos a estudiar.
   Leí libros de distintos géneros.
   Leí los contenidos.
   No entendí nada.
   El lenguaje que utilizaban era muy extraño.
   No podía entender como eso me ayudaría a estudiar.

— Oye... — Le dije a Nicolás.

— ¿Si? — Preguntó.

— Estos libros traen muchas palabras que no entiendo — Confesé.

— Debes realizar una lectura comprensiva — Me explicó — Es decir, comprender y entender el cuento y su significado ¿Acaso no te han enseñado eso? —

— No recuerdo — Dije pensativa — Seguramente sí, pero no lo recuerdo del todo —

— Intenta comprender lo mejor que puedas — Me dijo — Luego te daré algunas actividades —

— ¿Actividades? — Pregunté.

— Claro — Dijo — Debo saber tu manera de expresarte al responder y descubrir el porqué de tus malas calificaciones —

— Está bien — Dije con seriedad.

    Leer esos libros me dejó exhausta.
    Extrañaba lo bien que me    sentía recostada en mi cama.
    Leyendo cosas que sí me gustaban.
    Terror o suspenso.
    No esa basura que me obligaba a leer el niño prodigio.

   Las actividades que tuve que realizar no eran tan difíciles.
   Estaba respondiendo cada pregunta, cuando apareció Isidora, moviendo ese cabello pelirrojo, el cual precisamente no era natural.
    Su sonrisa era más falsa que los dientes de las personas en publicidades de pasta dental.
    Tenía el presentimiento de que no llegó con buenas intenciones.

— ¡Hola, Nick! — Saludó Isidora, hablando de forma "amable", aunque en mi opinión se veía patética.

— Ahm... ¿Hola? — Saludó Nicolás algo confundido.

— ¿Me recuerdas? — Preguntó en el mismo tono infantil de antes.

— La verdad, no — Le confesó Nicolás, aún confundido.

    Vi como la sonrisa falsa de Isidora se llenó de desilusión.
    No la conocía mucho, pero por lo poco que sabía de ella, no creí que se daría por vencida.

— Soy Isidora Wells — Se presentó mientras volvía a sonreír — Tengo unas cuantas materias bajas y vine a platicar contigo sobre eso —

— De acuerdo — Contestó él — Pero en algún otro momento, como verás estamos estudiando —

— Muy bien — Dijo Isidora amablemente, para luego lanzarme una mala mirada — Nos vemos luego, Nick —

    Isidora se fue muy molesta, lo noté en su mirada.
    Se ponía así cada vez que alguien la rechazaba.
    Al menos eso vi.
    Volviendo a lo importante, seguí respondiendo las preguntas.
    Cuando terminé, le enseñé las respuestas a Nicolás.

— Pues, admito que no está mal — Confesó — Redactas bien, hay pequeños errores, pero está bastante bien —

— Entonces ¿Por qué esa vieja amargada siempre me reprueba? — Le pregunté molesta y algo indignada, cruzando los brazos.

  Él solo soltó una risita.

— Por lo que me ha dicho la "vieja amargada" como tú le dices, eres de las personas que no cumple con las tareas, no participas en las clases y siempre duermes en el escritorio — Dijo.

   Rayos.
   No podía defenderme al respecto.
   Todo lo que dijo era verdad.

— Te mentiría si te digo que no es verdad — Confesé con seriedad.

— Bueno, creo que solo sería eso, te ayudaré a terminar los trabajos y tu calificación en el exámen va a sobresalir — Me prometió.

— ¿Tú crees? — Pregunté dudosa, arqueando una ceja.

— Por supuesto — Me dijo.

    No creía en la palabra de ninguna persona.
    Ni siquiera en mí misma.
    Esperaba seguir aprendiendo y finalmente aprobar esa materia que tanto me había atormentado.

— Si tú lo dices — Le dije sin mucha confianza.

— Además de seria, pesimista — Dijo con algo de seriedad.

— Además de burlón, irritante — Le dije.

    Me respondió negando con la cabeza mientras sonreía.
    No dije nada, pero por una extraña razón me sentía observada.
    Sentía que, detrás de esos estantes llenos de libros, alguien tenía sus ojos puestos en mí.
    Ese sentimiento me generó escalofríos.

— Por hoy ha estado bastante bien — Me dijo — Falta poco para que comiencen las clases —

— Está bien — Dije — Nos vemos en un rato —

   Me despedí de Nicolás.
   Faltaban veinticinco minutos para que comiencen las clases.
   Decidí caminar un rato por el campus.
   Nuevamente, me sentí observada.
   Escuché las hojas de los arbustos crujir.
   Me acerqué sigilosamente hacia el lugar del sonido.
   Lo que vi me dejó sorprendida.

— ¿¡¿TÚ?!? — Exclamé molesta.

-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-

Fecha original de estreno: 28/08/22.

Fecha de edición: 17/10/22.

Fecha de edición (2): 24/11/22.

Bueno valentásticos, hasta acá el capítulo de hoy.
Espero que les haya gustado este capítulo.
A mí no me convenció del todo, pero acá está.

(Canción de 3T y Michael Jackson que descubrí sin motivo aparente en la descripción)

Eso sería todo por hoy.

Dios los bendiga. 🙏🏻❤️

Los amo. ❤️

¡Saludos y abrazos virtuales!
(｡･ω･｡)ﾉ♡

- Atentamente, con amor, Valen. ☆ﾟ.*･｡ﾟ

💗💗💗