Finalmente, llegó el lunes.
   Todavía estaba sorprendida por las cosas que ocurrieron el día del cumpleaños de Mei Ling.
   Pero ahora tenía un nuevo problema: mis calificaciones.

   Deshonra.
   Me sentía una deshonra para mi familia.
   Mis notas cada vez eran más bajas.
   No sabía qué hacer.
   Odiaba la literatura.
   La detestaba en verdad.
   Era todo lo contrario a mis primas y a Kyon.
   Cuerpos perfectos.
   Caras bonitas.
   Estilos de vida soñados.
   Fiestas espléndidas.
   Atuendos glamorosos.
   Yo no tengo nada de eso.

   Lo que me aturde es el hecho de que mi familia paterna, en especial mi abuela, me lo recuerde cada dos segundos.
    No soy ellas.
    Soy diferente y no lo aceptan.
    Se burlaban de mí por ser distinta.
    Yo me burlaba de ellos por ser todos iguales.
    En fin, ese no era el caso.
    No sabía que sería de mí si no aprobaba la materia.
    Tenía que buscar a alguien que me ayude.
  ...Y tenía que ser lo más rápido posible.

   El cielo gris y las nubes conformaban el paisaje del lunes.
   Caminando pacíficamente, llegué a la escuela.
   Me sorprendí al ver a todos los estudiantes en los pasillos, sin contar que las paredes estaban llenas de carteles de bienvenida.
   Algo intrigada, decidí preguntarle a mi profesora qué era lo que pasaba.

— Buenas, profesora — Le dije — ¿Usted sabe por qué están todos en el pasillo? —

— Buenos días, joven Yang — Me saludó — Estamos todos reunidos para recibir al niño prodigio —

— ¿Niño prodigio? — Le pregunté a la profesora.

   “¿Quién se supone que es el niño prodigio?” pensé.
   Repentinamente y cuando la profesora estaba a punto de contestarme, apareció una chica corriendo.

— ¡Ya está aquí! — Gritó con felicidad la chica.

— ¿Ustedes creen que será guapo? — Preguntó la amiga de Bethany, creo que se llama Isidora.

— Yo creo que sí — Contestó Bethany con una sonrisa.

— Yo creo que no — Contestó otra amiga de Bethany, si mal no me equivoco su nombre es Wendy.

— Ya tengo ganas de verlo para poder dar mi opinión — Dijo Isidora con una sonrisa picarona, se notaba la maldad en sus ojos.

    Ja, otro estúpido creyéndose el mejor por ser guapo.
   Ya habían muchos idiotas de ese estilo en esa escuela.
   “Ni idea por qué se ilusionan si seguro es otro patán”, pensé.
   En fin, así eran la mayoría de las chicas.

— Estudiante estrella de Moonlight High, hábil en todas las asignaturas y ganador del torneo intercolegial por tres años seguidos, ¡Recibamos con un fuerte aplauso al niño prodigio! — Dijo la directora con felicidad tanto en su tono de voz como en su rostro.

    La puerta se abrió.
   Todos comenzaron a aplaudir.
   De esa forma, ingresó el tal "niño prodigio".
   Me sorprendí al ver que ese chico, era el mismo chico que vi en el terreno baldío cuando me escapé del cumpleaños de Mei Ling.
   Esta vez, vestía una chaqueta y un pantalón, ambos de mezclilla azul.
   Que vergüenza me daría si fuera él.
   O quizá no era.
   Estaba confundida.
   Bethany y Wendy quedaron boquiabiertas.
   Isidora estaba a punto del desmayo.
   Y yo... Yo quería reírme de las caras que ponían.

— Muchas gracias por la bienvenida, directora Smith — Dijo el "niño prodigio" — Para los que no me conocen, mi nombre es Nicolás Walker, he sido estudiante por tres años y, bueno, hoy volveré a reincorporarme a esta escuela, la mejor que ha habido, para estudiar y sobre todo para ayudarlos en las materias que se encuentren atascados —

— Siempre serás el orgullo de la escuela — Dijo la directora Smith al borde del llanto.

   En verdad están todos locos en esta escuela.
   Luego de mucho aplauso y muchas sonrisitas de parte del niño prodigio, ingresamos al salón.
   Estaba harta de que sea el centro de atención.
   Tenía pinta de engreído.
   Hace mucho no había un día tranquilo en esa escuela.
   Ya estoy cansada de todo esto.
   Para mi mala suerte, la celebridad de la escuela se sentó a mi lado.

— Hola — Me saludó el tan llamado "niño prodigio".

   No solamente pensaba que era engreído, si no que también tenía algo de vergüenza por lo ocurrido el sábado.
   La mala manera en la que le hablé.
   Lo patética que me veía.
   Con lágrimas en los ojos.
   Con los pies descalzos.
   La pregunta que se me vino a la mente fue:
"¿Se acordará de mí?"

— Hola — Lo saludé de manera fría leyendo mis apuntes, tratando de no mirarlo a la cara.

— Siento que te he visto en algún lado — Dijo confuso.

— ¿A mí? — Le pregunté despegando mis ojos de los apuntes.

    Nuestras miradas volvieron a chocar, como la primera vez en el terreno baldío.
     Y ahí supe, que era él.
     Sus ojos me generaron dolor de cabeza, como aquella noche.

— Sí, tu rostro se me hace muy familiar — Me confesó.

— No sé de qué hablas — Mentí volviendo a mirar mis apuntes.

— Siento que te he visto... El sábado en un terreno baldío... ¿Puede ser? — Preguntó recordando.

    Me recordaba.
    ¿Y si empezaba a hacer preguntas?
    ¿Y si preguntaba el motivo de mi llanto?
    ¿Y si me preguntaba por qué rechacé su ayuda?
    ¿Y si me preguntaba por qué me fui?
   ¿Debería sobornarlo para que no diga nada?
    Me dije a mí misma “Respira hondo, Ayelén.
   No creo que pregunte nada.”

— Creo que sí — Contesté fríamente, clásico de mí.

    Quiso contestarme.
    Pero en aquel momento, llegó la profesora.
    Esa vieja amargada, de cabellos grisáceos debido a la edad, y de ojos color café oscuro.

— Buenos días, alumnos — Saludó la profesora feliz.

— Buenos días — Respondimos demostrando nuestro hartazgo y cansancio.

     Las clases transcurrieron normal y tranquilamente.
     Nada novedoso.
     Disfrutaba de las expresiones en los rostros de Isidora y de algunas chicas más.
     Me tenían envidia porque el "galán" de la escuela se sentó a mi lado.
     Una increíble vista.

     La campana sonó.
     Todos salimos a receso.
     Mientras caminaba, sentí que alguien me seguía.

— ¡Chica del terreno baldío! — Gritó una voz.

   Volteé, y lo primero que vi fue el rostro de Nicolás.
   Sonreía el muy idiota.
   Fruncí el ceño.
   Me acerqué a él.

— ¿Ahora qué quieres, niño prodigio? — Le pregunté con seriedad, colocando mis manos en los bolsillos de mi sudadera.

— Me enteré de que tus notas en literatura son extremadamente bajas — Me dijo.

— ¿Qué te importa lo que pase o deje de pasar en mi vida? — Le pregunté molesta.

— Tranquila — Dijo tratando de calmarme, pero nada podía hacerlo — Que carácter —

— ¿En qué momento te enteraste de mis calificaciones? — Le pregunté con seriedad.

— Es mi deber saberlo — Dijo ahora con más seriedad — No sé si recuerdas, pero vine a esta escuela no solo para terminar la secundaria, si no también para ayudar a los demás a subir sus calificaciones —

— ¿Y? — Le pregunté.

— Bueno... Estaba pensando en que podría ayudarte a subir tus notas en literatura, quizá podría... — Dijo antes de que lo interrumpiera.

— Muchas gracias por tu ofrecimiento, pero creo que puedo solucionarlo por mi cuenta — Dije con frialdad.

— ¿Te das cuenta? Esta es la segunda vez en la que rechazas mi ayuda — Dijo serio, al parecer con algo de rencor.

— Rechazo tu ayuda porque no la necesito — Dije con seriedad.

— ¿Estás segura? — Me preguntó.

    Luego de ese "¿Estás segura?", me puse a pensar.
    Quizás este tipo arrogante sea mi última esperanza para aprobar literatura.

— Aunque, ahora que lo pienso mejor... No estaría mal algo de ayuda extra — Le dije.

— ¿Cambiaste de opinión? — Me preguntó.

— Eso te acabo de decir — Dije seria — Di algo antes de que me arrepienta —

— Bien, ¿Qué días estás libre? — Me preguntó.

— Siempre estoy aquí una hora antes de que comiencen las clases — Respondí.

— ¿Te parece bien estudiar los lunes, miércoles y viernes? — Me preguntó.

— De acuerdo — Dije sin abandonar mi expresión.

— Está bien — Dijo — Bueno, nos vemos luego, chica del terreno baldío —

— Oye, ya estoy harta de que me digas "chica del terreno baldío" — Dije esto último imitando su voz, cosa que no salió para nada bien.

— En primer lugar, eres muy mala imitando — Me confesó sonriendo — Y en segundo, aún no sé tu nombre —

— Mis imitaciones son increíbles — Dije ofendida, cruzando mis brazos — Y por cierto ¿La profesora te dijo mi promedio, pero no mi nombre? —

— Solamente me dijo "La chica que está sentada a tu lado" — Confesó.

— Pues, si no sabes mi nombre, ve a averiguarlo — Le dije con seriedad, para luego irme.

   Él sonrió algo confundido.
   Yo simplemente me alejé de allí.

—¡La solución no siempre es irse! — Me dijo sonriendo.

    Le contesté encogiéndome de hombros.
    Cuando me alejé de él a una distancia considerable, sentí que alguien me acorralaba contra una pared.
    Y ese alguien, era la tal Isidora, acompañada de Wendy.
   Bethany no las acompañaba.

— Estúpida, no te vuelvas a acercar a Nick — Me dijo Isidora muy molesta.

— ¿Qué? — Le pregunté divertida, mientras me reía en su cara.

— Lo que oíste, no te acerques a él o te arrepentirás cada minuto de tu miserable vida — Me dijo amenazante — Quieras o no quieras aceptarlo, él será mío —

— Pues, yo no lo quiero, te lo regalo con moño y todo — Le dije — Y mejor ahorra esas amenazas sin sentido, en menos de un minuto puedo acabar con tu innecesaria existencia —

   Empujé a Isidora con mucha fuerza, creo que me excedí.
   Luego, me fui caminando, sintiéndome victoriosa.
   Aunque no lo pareciera, el hecho de estudiar con Nick me traería cosas buenas.
    Y también bastantes nuevos problemas...

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(Canción que no tiene nada que ver con el capítulo be like: *La descripción* :v)

(Fecha original de estreno: 12/08/22.

Fecha de edición: 30/08/22.)

(Lo único que edité fue la canción :v)

(Edición 2: 17/10/22.
Tampoco fue mucho lo que cambié :v)

Bueno valentasticos, hasta acá el capítulo de hoy.
Este capítulo ya lo tenía pensado y un poco avanzado, hoy finalmente lo terminé de escribir.
Espero que les haya gustado.

Y ya que estoy acá, les digo que no se queden callados ante la presencia de cualquier tipo de bullying, verbal, físico o virtual.
Intenten solucionarlo sin violencia, siempre dialogando si es posible.

Bueno, creo que eso sería todo por hoy.

Dios los bendiga. 🙏🏻❤️

¡Los amo! ❤️

¡Saludos y abrazos virtuales!
(｡･ω･｡)ﾉ♡

- Atentamente, de corazón, Valen. ☆ﾟ.*･｡ﾟ

💗💗💗