Capítulo 10: "Irrompible"

   Martes.
   Otro nuevo día.
   Otra vez la misma basura.
   La alarma chillaba en mis oídos.
   Estiré mi brazo difícilmente para apagarla.
   Al levantarme, Blackie saltó sobre mis piernas.
  Me incliné y acaricié su cabeza, gesto con el cual movió su colita rápida y alegremente.
   Él era de los pocos a los que amaba.
   Su lealtad era más sincera que la de cualquier persona.

   Luego de ese momento con mi mascota, continué mi rutina como habitualmente hacía.
   Con muy poco entusiasmo, me vestí.
    Un suéter gris oscuro, unos pantalones negros y zapatillas blancas conformaban mi atuendo.
    Nada original.
    Llena de una gran escasez de energía, bajé las escaleras.
    Desayuné apresuradamente.
    Estaba muy apresurada.
    Apenas tenía tiempo de respirar.
    Muy apresurada, me dirigí hacia la escuela.

    Cuando por fin llegué a la imponente institución de Moonlight High, me dirigí hacia mi salón.
    Me senté en mi asiento, como siempre.
    Nicolás todavía no había llegado, cosa que se me hizo muy extraño.
    Simplemente ignoré la situación y decidí organizar mis materiales de estudio.
    Un rato más tarde, llegó el niño prodigio con una expresión de preocupación en su rostro.

Hola Lo saludé mientras sacudía mi mano.

Hola Saludó un tanto preocupado, mientras se sentaba a mi derecha.

¿Estás bien? Pregunté con curiosidad.

Eh sí, bueno, de hecho no Dijo transmitiendo su preocupación hacia mí — La directora dijo que falta muy poco para los exámenes, y tengo miedo de no poder llegar a estudiar con todos

¿Y no hay más personas que pertenezcan al apoyo escolar? Pregunté.

Sí las hay pero, la directora me asignó para estudiar contigo y con los demás, no quiero defraudar a nadie Dijo cada vez más preocupado.

Sé que lo lograrás, solo mantén la calma, piensa, y luego actúa Dije serena, dándole ánimos, o un intento de eso.

Gracias por el apoyo Agradeció No sabía que dabas consejos

No hay de qué, y así es, los consejos son lo mío Le dije — La próxima vez deberás pagar por el siguiente

    Su intranquilidad se esfumó en la pequeña sonrisa que sus labios formaron.
    Repentinamente, llegó la profesora cargando unas cuantas carpetas.
   Aquel rostro arrugado expresaba fatiga y enfado.
   Típico de ella.
   En resumen, solo fueron cuatro horas con profesores que me bombardeaban de tareas como si fueran cañones.
   Pasado ese periodo de tiempo, muy cansada, salí de la escuela.

   Inesperadamente, me encontré con una escena que no esperaba.
   Básicamente era Amaya, siendo acorralada por Isidora y Wendy, para así golpearla, otra vez.
   ¿Por qué digo "otra vez"?
   Sencillo: Esas dos, han atormentado la vida de unos cuantos estudiantes, incluída Amaya, incluída yo.
   Aunque lo intentaba, no podía dejar de pensar en mi pasado.
   Mi rencor hacia ellas no desaparecía.
   No superaba el hecho de que se hayan aliado con el idiota de Gardner para convencer a todos que era fácil y que, entre otras palabras, me calentaba con cualquiera.
   Yo le di mi corazón, y lo único que pudo hacer él fue torturarlo, dañarlo, acabarlo, marcando para siempre mi situación amorosa, arruinando mi vida.
   Digamos que llegar a casa llena de moretones, no es el sueño de una chica de catorce años común y corriente.
   Llena de furia y con más de miles de pensamientos, decidí enfrentarlas como se debe.

Suéltala Le dije a Isidora con seriedad.

    Bruscamente, la falsa pelirroja empujó a Amaya contra la pared de la escuela, para así acercarse a mí.

Awww, mira Wendy, la pequeña Ayelén está defendiendo a su estúpida amiga Dijo Isidora falsamente tierna, para luego volver a hablar de manera amenazante Deja de meterte en lo que no te importa, perra

¿Perra? ¿¡Perra!? Le pregunté entre risas, para luego fruncir el ceño Querida, yo reprobé cuatro materias

¿Y eso qué? Me preguntó Isidora.

Yo reprobé cuatro materias, pero las aprobaré con esfuerzo y dedicación, sin la necesidad de, ya sabes, hacer "trabajos prácticos" en la casa de los profesores durante la noche Dije a lo que Isidora se molestó Ya que estamos hablando nuevamente ¿Ya te has postulado para el trabajo? Seguro que sí, solo basta con ver tu cara

Sin Nick no aprobarías ni una sola materia Me dijo Isidora con seriedad.

Pues, admito que Nicolás es un gran tutor, pero yo también trato de mejorar cada día, sin pasar por la cama de algún profesor Dije molesta y cruzada de brazos.

No tienes pruebas de que yo hice o hago eso Dijo molesta.

¿Ah no? ¿Y qué hay del griterío que se oía desde el salón la semana pasada cuando ya era hora de irse? ¿Y la vez que le dijiste al profesor de ciencias que serías su "conejita"? Dije sonriendo victoriosamente, a lo que ella se sonrojó avergonzada Todos en la escuela saben que eres fanática de las zanahorias "reina", pero yo no dije nada de eso a pesar de que tú dijiste que quería violar a Gardner, o alguna de esas idioteces que salen de tu cabeza hueca

¿Sabes qué? No seguiré hablando contigo idiota, pero esto, esto no se quedará así, perra Dijo volviendo a hablar desafiante, mientras le hacía un gesto a Wendy para así irse.

Adiós, reina La saludé entre risas — Y por favor, diles a los profesores que eres pura silicona, no quiero que se ilusionen con alguien como tú

   Las dos arpías se fueron, dejándonos solas a Amaya y a mí.

¡Eso fue fabuloso, Ayelén! Dijo alegremente — ¿Cómo lo haces?

No lo sé, solamente sale Dije sonriendo Si quieres, puedo acompañarte a tu casa

De acuerdo Dijo con una sonrisa.

   De esta forma, ambas caminamos hacia nuestras ubicaciones, hablando un poco.
   Llegamos a su casa y nos despedimos con un "hasta pronto".
   Ya en mi casa, más precisamente en mi habitación, arrojé la mochila al suelo, liberé mis pies de los zapatos que llevaba, y me lancé sobre la cama.

Mmm, camita Dije muy agotada Preciosa camita, no sabes cuánto te he extrañado

    Luego de almorzar como se debe - ya que la comida de la cafetería no llena ni a una hormiga - , terminé mis deberes escolares pendientes, leí los libros que el niño prodigio me mandó para estudiar y permití que Kyon me utilize de modelo humana para así practicar peinados y muchas otras estupideces.
    Cerca de las cinco, me dirigí a la pastelería "Exquisiteces dulces", mi lugar de trabajo.
    Al llegar, fui recibida por la señora Analía.

Hola, Ayelén Saludó amablemente la señora.

Hola, señora Analía Saludé educadamente.

¿Cómo has estado? Preguntó amigablemente.

  "¿Cómo le explico que sufro de baja autoestima, inestabilidad emocional y depresión al mismo tiempo?", pensé.

Muy bien ¿Y usted? Dije con una sonrisa.

También bien, gracias Dijo con esa dulzura en su voz que la caracterizaba Mira, tengo algo para ti

¿Qué es? Pregunté curiosa e inocentemente.

Esto Dijo la señora Analía sacando de una caja blanca una camiseta blanca y una falda granate Este será tu uniforme de trabajo

Es muy bonito Dije mientras admiraba el uniforme, el cual se sostenía gracias a mis manos.

Me alegra que sea de tu agrado Dijo alegremente — Si vas a ese pasillo a la derecha, puedes cambiarte en el baño

Muy bien Dije antes de caminar hacia el pasillo.

    Ya en el baño, me cambié de atuendo.
    El uniforme, a pesar de todo, era bastante cómodo.
    La falda estaba unos diez dedos arriba de mis rodillas.
La camiseta me quedaba un poco ancha, pero ese detalle me agradaba.
     Salí de allí, y volví hacia la parte de la pastelería.
     Cuando llegué, me encontré con la señora Analía platicando con la extraña Amaya, quien ya tenía puesto el uniforme.

¡Hola de nuevo, Ayelén! Saludó la irritable y extravagante voz de la extraña Amaya.

Oh, hola de nuevo, Amaya Saludé tímidamente.

Muy bien, muchachas Dijo la señora Analía — Debemos comenzar a preparar los pasteles

Está bien Dijimos ambas.

   Pasamos por la pequeña puerta del mostrador, para así llegar a la cocina decorada con hermosos muebles blancos y una espaciosa mesada de mármol.
   Tenían una gran cantidad de electrodomésticos para preparar maravillas culinarias.
   Mis ojos miraban con asombro aquel lugar.

Bien, hoy haremos masas secas Dijo la señora Analía O bueno, lo harán ustedes, yo debo encargarme de la caja registradora

De acuerdo — Dijimos las dos nuevamente mientras la señora Analía se iba al mostrador.

   Repentinamente, vibró un celular.
   Era el de Amaya.
   Cuando lo sacó de su dispositivo, vio una notificación con entusiasmo.
   Al ver lo que sea que estaba viendo, comenzó a morder sus labios, cautivada por lo que veía en la pantalla.

Ahm... ¿Amaya? Pregunté algo confundida, a lo que ella giró varias veces su cabeza, volviendo en sí.

¿Sí? Preguntó con una sonrisa nerviosa.

¿Cómo preparemos las masas secas? Pregunté otra vez.

Oh, es verdad Dijo volviendo a guardar su celular en el bolsillo de su falda, acercándose al refrigerador Mi madre dejó la masa por aquí

    Amaya sacó la masa del refrigerador, la cual estaba cubierta de un ligero papel film.
    También trajo moldes plásticos.

Esto no es tan complicado Dijo Amaya Solo debemos darle forma a las masas secas, cocinarlas, rellenarlas y bañarlas

¿Con cualquier molde y de cualquier forma? — Pregunté.

Normalmente sí, pero la clienta que las ordenó pidió que fueran estrictamente donas semibañadas Explicó Amaya.

    Yo solo asentí con la cabeza.
    De esa manera, comenzamos a moldear las masas secas en forma de donas.
    Horneadas y frías, comenzamos a bañarlas en chocolate, pero solo por la mitad.
    Cuando terminamos las masas secas, nos pusimos a decorar pasteles.

¿Así está bien? Pregunté mostrándole a Amaya las mariposas de azúcar que posteriormente añadiría a un pastel cubierto de crema batida lila.

Así está genial Respondió ella.

    Algunos pasteles frutales, algunos chocolatosos.
    Algunos con crema chantilly y otros con mousse.
    Vainilla, chocolate, los sabores variaban, al igual que los rellenos.

Debes formar el nombre "Julia" con las perlas comestibles Me indicó Amaya.

Cielos, sí que la clientela es exigente con los pedidos que hacen — Dije algo sorprendida.

   Cuando acabábamos un pastel, un chico vestido con los mismos colores que nosotras se lo llevaba a la casa del cliente.

Eres nueva ¿Verdad? Me preguntó aquel chico.

Asentí.

Pues mucho gusto, mi nombre es Jeremy Se presentó.

Lo mismo digo Jeremy, mi nombre es Ayelén Me presenté.

   Así pasaron las horas.
   Tanto Amaya como yo terminamos agotadas por tanto trabajo.
   Solo quería volver a mi cama, al igual que al mediodía.

Y... — Dijo Amaya mientras hacía la última flor de crema batida con la manga en el pastel ...Listo

Por fin Dije muy cansada.

Sí... Dijo con cansancio — Tomaré un café ¿Te gustaría uno?

Sí, por favor Dije ya sin fuerzas existentes.

Que sean tres Dijo Jeremy entrando en la cocina, agotado al igual que Amaya y yo.

¿Tú también, Jeremy? Preguntó Amaya mientras calentaba el agua para el café.

Así es, hoy han sido muchos pedidos para repartir Dijo Jeremy apoyando su frente en la pared.

¿Siempre te encargas de todo aquí en la cocina, Amaya? Pregunté.

Oh, no Negó Amaya, a lo que yo suspiré con alivio mentalmente Hay días en los que cambiamos de rol

¡Chicos! Exclamó la señora Analía con felicidad mientras entraba a la cocina.

¿Qué pasó? Preguntamos los tres.

¡Una pareja nos ha encargado un pastel de cinco pisos, tres docenas de cupcakes, tres tartas y cincuenta postres individuales para su boda! ¡Y todo para mañana! ¿No es genial? Dijo la señora Analía sonriendo.

   Amaya, Jeremy y yo nos miramos.
   Careciendo de fuerzas, nuestros cuerpos de gelatina se desplomaron sobre el suelo.

Ahm ¿Chicos? Preguntó la señora Analía algo preocupada.

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Fecha original de estreno: 10/10/22.

Fecha de edición: 18/10/22.

Bueno valentásticos, hasta acá el capítulo de hoy.

(Escuchen la canción que puse en este capítulo, es oro puro).

Espero que de corazón les haya gustado. ❣︎
Y si es así, me encantaría leer sus comentarios y ver sus votos.

Dios los bendiga. 🙏🏻❤️

Los amo infinitamente. ❤️

¡Saludos y abrazos virtuales!
(⁠。⁠・⁠ω⁠・⁠。⁠)⁠ノ⁠♡(⁠◕⁠ᴗ⁠◕⁠✿⁠)

- Atentamente, con amor, Valen. ☆゚.*・。゚

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