Capítulo 5

Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....-   diálogos
●●●● cambio de escena

Los últimos cuatro años habían habido muchos cambios para todas las naciones y pueblos del mundo, la mayoría de los líderes se habían casado y formado una familia. Gaara había encontrado el amor en Matsuri, una chica menuda y castaña que siempre le había admirado. Por su parte Naruto había encontrado a una bella sacerdotisa de nombre Shion, de quien se enamoró en una visita al templo para buscar quien instruya a las chicas de su palacio a petición de su madre. Incluso Shikamaru, quien actualmente dirigía el templo de los Nara, se había casado con la hermana de Gaara, Temari.

Aunque las cosas habían sido muy diferentes para la tierra del fuego, pues Itachi había caído enfermo dos años atrás. Se decía que estaba a punto de morir, por ende el consejo había presionado para que Sasuke tomara el lugar de su hermano en contra de las peticiones de Mikoto, quien no se sentía cómoda con todo el asunto. Pues por alguna razón algo no iba bien con toda esa situación. Su hijo mayor gozaba de una excelente salud, por tanto le resultaba extraño su repentina enfermedad.

Madre — llamó Sasuke a la pelinegra, quien se encontraba velando por la salud del joven Itachi — Es hora — el joven había estado a cargo de todo en la ausencia de su hermano, tratando de llevar las cosas como él no lo había hecho.

¿No crees que te estás apresurando? — le dijo desde que dejaron la habitación — Tu hermano aún no se recupera y tú ya estás dando por hecho que no va a hacerlo al querer proclamarte oficialmente como el gobernante de esta tierra

La nación necesita de alguien que la guíe como se debe — amaba a su madre, pero justo en esos momentos no quería escuchar sus sermones — Y por suerte no necesito de tu aprobación para hacerlo

Se dirigió al lugar donde llevarían a cabo la ceremonia, dejando a su madre con un semblante triste, preguntándose dónde había quedado su hijo adorado y quién era ese ser frío que caminaba frente a ella.

●●●●

El matrimonio entre Neji y Hinata no podía estar mejor, Neji se había vuelto la cabeza del pueblo que habitaban trayendo prosperidad como nunca antes. Los cultivos eran más numerosos, la lista de hombre y mujeres que trabajaban tanto en la tierra como en las artes de lucha habían aumentado considerablemente, al igual que la cantidad de infantes.

La tierra del arroz se había vuelto un lugar popular, era foco de visitas de numerosas personas e incluso muchos habían decidido dejar su vida en las grandes ciudades para formar parte de aquel maravilloso paraje.

La idea de ambos de formar una gran familia, en cambio, no iba tan bien como quisieran. Pues a pesar de que cada noche compartía ardientes pasiones con su amada, esta aún no quedaba en cinta de su primer hijo. Estaba algo desanimado, le hacía mucha ilusión poder tener hijos con el amor de su vida, en especial si el primero era varón.

Bienvenido cariño — le dijo su esposa inmediatamente cruzó la puerta de entrada — ¿Cómo fue todo?

Todo está bajo control preciosa — se acercó a Hinata con una sonrisa cansada y le dio un tierno beso.

Había vuelto de una reunión importante con el consejo; su padre, su tío y él mismo estaban preocupados por la situación tensa que se estaba desarrollando en la tierra del fuego, pues según habían podido apreciar, estaban teniendo problemas internos. Neji conoció a Sasuke aquella vez, cuando fue al templo de los Nara para refinar su formación y el chico no le daba buena espina, para él no eran buenas noticias el hecho de que el joven sucediera a su hermano en el puesto de líder de esas tierras.

¿Qué hiciste hoy? — le preguntó para cambiar de tema, no quería preocuparla sin necesidad.

Tu favorito — le dijo emocionada, tenía algo importante que compartir con él — Frijoles, pescado y bolas de arroz — se le hizo agua la boca de sólo escucharla, estaba hambriento.

Le ayudó a poner la mesa, se sentaron juntos en un ambiente armonioso. Tenían comida suficiente para saciarse los dos y guardar para más tarde. Luego de unos minutos de charla amena, el joven paró de comer un momento y tomó la mano de su amada.

Tengo algo que decirte Hinata — "Qué curioso, porque yo también tengo cosas que decirte" pensó la peliazul, pero esperaría a que él terminara de hablar.

Te escucho

Mañana partiremos a las tierras de Naruto — guardó silencio esperando su reacción.

¿Mañana? — preguntó confundida. Si se iba tan pronto entonces ¿Por qué no le había avisado antes?

Son asuntos importantes que surgieron en la plática de hoy — le comentó, la conocía bien como para saber las preguntas que rondaban por su cabeza — Necesitamos exponer ciertos puntos con ellos, Gaara también estará. Queremos ajustar algunas cosas

Entiendo... — dijo bajando la mirada.

Hey — llamó apretando su mano suavemente — Prometo volver lo antes posible, quizá hasta tomemos un descanso de los viajes. Así podré pasar más tiempo contigo — le regaló una sonrisa tranquilizadora.

Tienes razón — aunque no le hiciera gracia estar lejos de él por varios días, debía apoyar a su esposo pues conocía sus responsabilidades. Ya tendría oportunidad de compartir su secreto cuando volviera, pero esa noche se aseguraría de que en su piel quedara una buena razón para regresar.

Se despidió de su esposa al alba, cerca de su hogar lo esperaban Hiashi y Hizashi junto a algunos hombres. No era una comitiva muy extensa, sólo lo necesario para poder defender al líder y los integrantes del consejo, pues debido a la popularidad del pueblo podrían ser blanco de alguna emboscada.

El camino a las tierras del viento era largo y tedioso, principalmente porque luego de salir de los límites de su hogar y llegar al muelle, debían tomar una balsa para poder llegar hasta la isla donde los Uzumaki estaban asentados. Según las palabras de Naruto estaba contemplando hacer una especie de conexión entre la isla y tierra firme, algo así como un puente.

Al arribar fueron recibidos por los guardias que custodiaban el lugar, los encaminaron hasta el castillo donde estaba su viejo amigo. Kushina, Minato y Shion los recibieron a la puerta, estaban felices de ver a aquellas buenas y humildes personas.

Sean bienvenidos

Después de las formalidades y tomar un descanso del largo viaje, los hombres se reunieron en el salón. Gaara y Shikamaru habían llegado el día anterior, estaban muy a gusto de volver a encontrarse pero la carta que Neji había enviado unos días atrás los tenía algo preocupados. Sentados a la mesa redonda, encabezada por el anfitrión, dieron inicio a la reunión.

Bien Neji, ¿Cuál es la razón de que estemos aquí? — habló Minato, nunca era buen augurio que alguien tan tranquilo como ese joven convocara un comité de emergencia.

Como líder de un pueblo pequeño — empezó luego de que su padre y su tío asintieron en su dirección — Me preocupa la extraña situación que está ocurriendo en la tierra de los Uchihas, no sé si están enterados pero Sasuke ha tomado el lugar de su hermano al frente de las líneas

¿Y eso en qué nos afecta a nosotros? — preguntó Gaara con su semblante impasible.

Quizá nos traiga repercusiones negativas — dijo Shikamaru, entendía la preocupación del castaño, Sasuke tendía a ser muy inestable.

Comprenden que no podemos volvernos contra un gobernante por algo que pensamos quizá pueda pasar ¿Verdad? — en ese momento todo quedó en silencio porque por primera vez, el cabeza hueca de Naruto tenía razón.

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Kaguya irrumpió en la habitación donde se encontraba Kakashi, el nuevo dios de la noche se había vuelto alguien sumamente ocupado, pues era la mano derecha de la gran diosa.

Kakashi

Mi señora... — respondió despacio mientras enarcaba una ceja, la diosa no solía abordar a las personas de esa manera tan apresurada — ¿Me necesita para algo?

¿Has estado al pendiente de Hoho los últimos días? — la verdad era que no, con todas sus nuevas obligaciones Kakashi no había podido echarle un ojo a su amada diosa.

¿A qué viene la pregunta? — cuestionó, no le estaba gustando nada la expresión de la mujer frente a él.

No tengo un buen presentimiento — le dijo caminando de un lado a otro por la habitación — Algo me dice que se avecinan problemas... — no pudo seguir porque Tsunade entró en el lugar.

"¿Acaso es el día de, entremos todos a la habitación de Kakashi sin tocar?" se preguntó con molestia el peliplata.

Mi señora... las deidades quieren hablar con usted — volteó a ver a Kakashi — Con ambos

Dile al consejo que pueden esperar — espetó Kaguya, restándole importancia al asunto.

No hablo sobre las deidades del consejo... — la mujer la miró con fastidio y confusión — Son las deidades del plano astral

Ni bien terminó de decir la frase ambos adultos salieron de la habitación rápidamente. El llamado de las antiguas deidades sumado al presentimiento de Kaguya, no auguraban buenas noticias.

●●●●

Días habían pasado desde que su esposo y sus padres habían regresado de las tierras del viento. Neji, aunque lo negaba constantemente, se veía preocupado todo el día y eso la estaba afectando. Ver a su esposo tan ocupado y con el semblante tan serio no le gustaba nada, ni siquiera después de amarse con pasión las últimas noches había cambiado la expresión en su rostro. Por esa razón no había podido compartir su secreto con él.

¿Estás segura de lo que dices Hinata?

Lo estoy — contestó — Es mi esposo, por más que intente ocultarme las cosas al final me doy cuenta de ellas

Se encontraba charlando con Hanabi mientras preparaba las telas de los próximos trajes a confeccionar. Como se había convertido en la esposa del actual líder, Hanna le encargó la tarea  de supervisar los bordados, pues se le daba de maravilla.

Creo que estas exagerando por tu condición Hinata — le dijo su hermana en tono despreocupado — Aunque madre piensa que hay algo extraño también por la actitud de padre... pero como ninguna tiene pruebas de nada se resume todo a simple preocupación

Tal vez tengas razón — si sopesaba las palabras de la menor tenían mucho sentido.

Pero claro que la tengo — le dijo con una radiante sonrisa, le encantaba ganar los debates y nada era mejor que tener la razón.

El día pasó tranquilamente, se ayudaron entre ellas para terminar sus deberes antes y así poder ayudar a Hanna con la comida.

Compartirían la mesa todos juntos, para tratar de relajar el ánimo de los hombres. Pero sucedió lo que nunca pensaron que pasaría en su próspera tierra. Mientras charlaban tranquilamente alguien llamó a su esposo, su padre y su tío para hablarles, según decía era algo urgente.

¿Qué sucede querido? — preguntó la mayor de las mujeres cuando estos volvieron a entrar.

Estamos en guerra... — comentó Hiashi con gesto serio, para ellos las cosas no pintaban bien.

Los tres hombres alistaron todo cuanto pudieron y se prepararon para defender su hogar.


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Tomé como referencia el paisaje de Kimetsu no Yaiba para que tengan una idea de cómo me imagino la tierra de los arrozales.

Nos leemos (✿◡‿◡)


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