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Luego de aquel suceso, habrian pasado sólo tres meses, ya que los Hunos querían ser "piadosos" y que el ejército imperial volviera a conseguir al menos la mitad de los soldados que mataron ellos.
Shan Yu terminaba de alimentar a su Halcón, mientras acariciaba a este lentamente. Su cabeza recordaba la noche del festival en el palacio, donde su equipo habría logrado dar el aviso de que seguían vivos, y no sólo eso, que habrían acabado con el capitán Li Shang, al menos quedando su cuerpo carbonizado y en coma, pero era seguro que no duraría tanto tiempo.
El hombre se levantaba, saliendo de la tienda para ver hacia unos metros a un grupo rodear a dos personas luchando en un duelo de espadas como entrenamiento.
Al acercarse, vería que era uno de sus hombres más fornidos contra TN, quien en todo momento se mantenía esquivando los golpes, mirando a este que lentamente se iba agotando.
Cuando aprendía bien sus movimientos, se apresuraba y con una fácil maniobra, lograba dejar sin espada al contrario y amenazando la punta de su espada en su cuello, dejándolo sin oportunidad.
-Sueles hacer movimientos bruscos y simples con la espada... Tu fuerte es tu cuerpo-Diría la joven con neutralidad, mientras miraba al Huno en silencio
-Soldado-
Al oír que Shan Yu la llamaba, la joven bajaba la espada antes de dejarla clavada en el suelo, para girarse hacia Shan y mirarlo.
-A mi tienda, ahora-
(...)
-Ya pasó un tiempo desde la advertencia. Supongo que podremos seguir con el plan-Diría el hombre una vez se quedaba con la joven dentro de la tienda
-Entiendo, ¿qué es lo que planea?-
-Ya deben de intuir que muchos de nosotros estamos infiltrados en la ciudad imperial, así que van a priorizar proteger al imperio-Diría este mientras miraba el mapa de China
-Son solo mil hombres, así que podrá ser sencillo-
-No si usan proyectiles en nuestra contra..-Diría la joven al saber que lo que ella hizo con Shang, podrían usarlo en su contra
-¿Qué piensas, soldado?-
Ante la pregunta de Shan Yu, TN se quedaba pensativa, mientras intentaba buscar un punto débil, antes de verlo al reconocer que el Emperador siempre priorizará a su pueblo que a él.
-Solo envía a cinco de nosotros al imperio... El resto, que sea un peligro para la ciudad-Proponía mientrasla chica se acercaba a la mesa y movía las fichas que serían los Hunos a la ciudad
-Si saben que estamos infiltrados algunos en la ciudad, los soldados estarán por todas las calles... Creerán que buscan matar a todos y dejarían al emperador para el final-
-¿Crees que con solo cinco podrán con el trabajo de meterse en el palacio?-
Ante la duda, TN alzaba sus ojos para verlo a la cara, mientras en sus ojos apenas habría una pisca de alma que ya había sido perdida.
-¿No crees que podamos hacerlo otra vez?...-Murmuraba retadora la chica, viendo a Shan Yu dar una leve sonrisa satisfecho
-En ese caso, serán los mismos que estuvieron la última vez junto a mí. Quiero ser el que vea que le corten la cabeza al emperador...-Diría mientras el hombre se levantaba, antes de caminar hacia la salida de su tienda
-¿Estás dispuesta a lo que conlleva esta parte del plan, soldado?-
TN se quedaba mirando a la nada, entendiendo a qué se refería, mientras sus manos se apretaban en puños, y su mirada se oscurecía.
-Completamente...-
(...)
-¡¿Planeaban dejar que muera?!-
Milan habría sabido aquello por parte del doctor del ejército cuando habría estado buscando información de los Hunos y más aún, de su nuevo integrante.
Claramente él no sabía aquella parte, ya que en ningún momento habría visto cuando la herida fue tratada.
-Esa bruja no merecía ni siquiera su vida, mucho menos el perdón del antiguo capitán-Diría Chi Fu recordando aquello, antes de verlo con seriedad
-Además, no olvides que usted también la dejó en la nieve como debía ser-
Ante aquellas palabras, Milan miraba al suelo, pensando que tenía razón. El más que nadie era culpable de que ella ahora estuviera con sus enemigos, cuando decidió dejarla ahí, aún si en su interior y en la mirada de la joven gritaban que no se fuera de su lado, y ahora entendía por qué.
-Hizo lo correcto, no podríamos dejar que más problemas ocurran y su honor y el del ejército fuera destruido-Diría el consejero real, antes de caminar hasta quedar a su lado, viendolo de reojo
-Le aconsejo aceptar la realidad. Ella ya no es de los nuestros, solo es una traidora para China... Y su traición se paga con su cabeza.. Espero eso le quede claro, capitán Fa-
Una vez se quedaba solo, el joven apretaba sus puños con fuerza, antes de dar un golpe a la pared, seguido de otro y otro más, perdiendo la cuenta hasta que sus nudillos sangraban, mientras este apoyaba su frente en la pared.
Su respiración era agitada y sus ojos se aguaban ante los recuerdos que tenía con la joven, desde niños hasta la actualidad, recordando una y otra vez, como se habría prometido a sí mismo que iba a protegerla cuando se infiltrara en el ejército, para luego terminar por traicionarla y dejarla tirada como si jamás hubiera sido especial para él ella y los momentos a su lado.
Estaba arrepentido, quería buscarla, abrazarla y poder sentir sus labios que jamás había tenido el valor de besar aún si estaban comprometidos. Quería acariciar su cabello, estar junto a ella en el campo donde trabajaban ambos para ayudar a su padre, y acostarse juntos disfrutando de la calma del lugar.
Pero todo eso, todo aquello que soñaba y deseaba, ya no podía hacerse realidad, y él lo sabía. No sólo porque ella no lo perdonaría, sino porque aunque ella quisiera volver, el imperio jamás la perdonaría y querrían su cabeza a donde sea que fuera.
Cuando escuchaba la puerta abrirse, sabía que se trataban de Yao Ling y Chein-po, quienes miraban a Milan en silencio, sabiendo lo que debía de estar pasando ahora que sabían que TN alguna vez fue su prometida, y ahora era su más grande enemiga.
-Ella vendrá hasta aquí... Y cuando la vean... Quiero que me la traigan con vida-Diría el joven antes de enderezarse, para mirar hacia sus compañeros, con una mirada que demostraba dolor, tristeza, pero al mismo tiempo, decisión al tener que hacer lo correcto
-Seré yo quien consiga su cabeza..-
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