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"separation and board of directors"

Maratón: 3/3

Narrador Omnicnete

1 Hora antes....

NUMERO CINCO APARECIO AFUERA DE EL CALLEJON DONDE HABIA APARECIDO ANTES EL Y SU FAMILIA.

—estúpido simio, ahora juega sucio—dice entre dientes.

Se escucha un sonido en el techo, Cinco mira hacia arriba y se encuentra con Lila, quien lo observaba sin expresión alguna.

Pronto la chica se echó a correr, Cinco frunció el ceño y comenzó a seguirla.

Caminaron varios minutos hasta llegar a un lugar abandonado, Lila entro por una puerta y Cinco se teletransporto.

Pero algo no andaba bien, todo era muy tenso, Cinco se preparó para lo que viniera.

De pronto, escuchó un extraño sonido detrás suyo, se giró lentamente encontrandose con algo que no pensó ver en toda su vida.

Ahí estaba aquella chica castaña de pecas, tirada en el suelo, atada de pies y manos

━━Carajo, Jade━━maldice Cinco totalmente sorprendido mientras rapidamente se hacercaba a ella.

Las lágrimas eran evidentes en los ojos azules de la chica, quien solo se alivio un poco al verlo. Sin dudarlo ni un poco, Número Cinco comenzó a quitar las ataduras que impedían que ella fuera libre.

Más los ojos de la chica se abrieron tanto como pudo al notar una presencia femenina detras de Cinco, quien desapareció de ahí dejando rastros de neblina azul.

Las escena dió un giro rotundo cuando Número Cinco y Laila Pits peleaban por toda la bodega, dispuestos a ganar con la muerte de uno.

Casi si fuerzas, Jade quito el resto de sus ataduras y quitó la mordaza de su boca. Pero algo repentinamente la jalo, tomándola por le cabello.

Era la Encargada, quien la hizo callar amenazandola con lo peor.

“Si no haces exactamente lo que te pido el sufrirá…”

Recordó las palabras de la de cabellos blancos y furiosa se doblegó.

Fácilmente, Número Cinco ganó la batalla contra Laila, apretando su cuello con su pie si piedad alguna.

La Mujer obligo a la ojiazul a caminar aún tomándola de el pelo, alzando su rostro por la fuerza que ejercía.

—Tienes los sentidos bastante agudos—hablo la peliblanca con total serenidad, como si no estuviera ejerciendo fuerza en el cabello de la chica.

—¿Sabes? Fue buena idea hacer que ella se hacerque a el idiota de mi hermano solo para poder hacercarse a mi—alago el chico intentando mantener la calma, aligerando el ambiente solo un poco.

—bueno, la manzana no cae lejos de el árbol, ¿No lo crees?—sonrie mientras mira a la castaña.

Cinco fruncio el ceño con total sorpresa—…espera, ¿Es tú…?—la de traje extravagante lo interrumpio soltando una carcajada.

—¿Hija?, Si, y es la única, me encantaría que dejaras de intentar destrozar su garganta—pide.

—bueno, ¿Que tal si tú dejas de intentar arrancarle la cabeza a Jade?—sonrie con total falsedad.

La Mujer simplemente bufo y asintio mientras simplemente ahora la tomaba de el cuello. Número Cinco finalmente dejo ir a Lila, quien a orden de la mirada de su madre se fue de ahí intentando decir algo pero finalmente decidió guardarlo para ella misma.

Luego de mirar como Laila se hiba de ahí, La Encargada decidió hablar—¿Te gusta el jazz Cinco?

—prefiero lamer un rallador de queso—respondio con una sonrisa totalmente sarcástica.

—el jazz es como una mujer hermosa—señalo a la castaña mientras acariciaba la mejilla de esta misma, quien se aparto con brusquedad—compleja, emotiva, y difícil de complacer…ella no te lo entrega fácilmente…

—solo ve a el grano, dime qué tiene que ver Jade en todo esto…—pidio Cinco al borde de perder la paciencia.

—bajo mi liderazgo, la comisión sonaría como el…jazz—hizo enfasis en aquella palabra mientras imitaba suaves sonidos de aquel tipo de música ignorando lo segundo que le había dicho.

—¿Y que dirá la junta directiva?—cuestiono el azabache con una sonrisa apretada, mirando unos segundos a Jade.

—aqui es donde entras tú, querido—toca la punta de la nariz de el azabache, quien se alejo con incomodidad.

—no, nada de eso—sonrie con falsedad mientras posa sus ojos verdes profundos en los de la encargada.

—no es que tengas opción que digamos—se encoje de hombros la mujer con diversión plantada mientras toma entre una de sus manos el rostro de Jade y lo apretuja un momento. Luego deslizó su mano por su saco color carmesi y dejo ver aquel control, haciendo que Jade intentará liberarse al ver sus intenciones—¿Sabes que esto?—alza una ceja sonreído con encanto.

—no, y no quiero saber de qué se trata—freno Cinco con un toque de temor.

—bien, entonces asecina a la junta directiva y me encargaré de que ella no sufra las consecuencias, oh, y como broche de oro podría mover mis influencias cuando por fin pueda liderar la comisión, para que tú y tu familia regresen a dos mil diecinueve —ofrece como si fuera la mejor opción de el mundo.

—¿Que me dices de la tercera guerra mundial?

—Cuando se vayan, desaparecerá.

—¿Y el apocalipsis de dos mil diecinueve?

—tambien se esfumará, claro, siempre y cuando mantengan bien controlada a su pequeña y poderosa hermana—se encoje de hombros restándole importancia.

—¡JA! Recuerdo exactamente que me dijiste que ese Apocalipsis tenia que pasar, ¿Que lo hace diferente?—alza una ceja Cinco, la encargada nuevamente hizo aquellos suaves sonidos de música—jazz—emitio Cinco comprendiendo todo—¿Que hay de la junta directiva? Porque nadie sabe quiénes son.

—Cinco querido, no pierdas más el tiempo haciendo preguntas, está claro que se en que fecha y lugar estarán. Bueno, a menos de que quieras que tú noviecita muera desangrada…

Cinco desvió la mirada con un toque de preocupación muy bien disimulada al ver lo débil que se veía Jade.

—carajo, ¡Dime dónde es!—exijio el chico exaltado.

La mujer sonrió con sorna y de su saco dejo ver un sobre—…no te queda mucho tiempo—canto la mujer después de repetir aquellos sonidos—muy bien, linda. Nos vamos—avisa la mujer como si fuera una señal.

Laila salió de la oscuridad con un pañuelo bañado en cloroformo, y cuál estrujó en la cara deja la adolescente, quien quedó totalmente inconciente.