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"Mom"





Maratón: 1/3

Narrador Omnicnete

Continuando con el anterior capítulo...

JADE Y CINCO CAMINABAN RUMBO A CASA DE LA CHICA A RECOJER ROPA Y ALGO DE DINERO. No se encontraba muy lejos de donde Luther, por lo que les pareció fácil llegar.

—¿Seguro que no quieres ropa?, acá tengo algo de ropa de hombre, y seguro te queda bien—señala un cuarto que en realidad era un enorme closet.

—no, estoy bien—dice con las manos en los bolsillos. Jade se encoje de hombros restándole importancia.

—iré a abajo por dinero, siéntete como en casa—dice de manera rápida y la joven desaparece de ahí.

Cinco se dispone a explorar un poco el cuarto de la chica, ve que sus gustos no han cambiado mucho. Y eso le alegra, habían 2 cuadros, en estos uno de Jade inaugurando su tienda, y otro de ella con Charlie.

No vio nada más y decidió ir a en busca de la pecosa.

La cual estaba en la cocina revisando el correo. Facturas de algunas cosas, y varias invitaciones.

Entre ellas una de el consulado Mexicano, especialmente de Sr Reginald Hargreeves.

Lo cual la sorprendió.

—¿Qué es eso?—pregunta Cinco exaltando a la joven.

—¡Diablos!—dice y se toca el pecho. Cinco se limita a reír—solo veo una invitación, me la envió papá —dice sería con una mueca.

—genial, está invitación nos puede acercar a papá—la felicidad se notaba en los ojos verdes del azabache.

—yo no puedo ir de esta manera—señala su pierna.

—no te preocupes, yo te cuidare—Jade hace un gesto de ternura.

—que modesto eres Hargreeves—aprieta su mejilla con ternura, Cinco se limita a sonreír.

Retira su mano y la toma acercándose un poco a la joven, quien traga saliva nerviosa.

—¿Qué intentas niño?—pregunta la chica de manera burlona.

—no lo sé, ¿quieres averiguarlo?—contesta de manera juguetona el de ojos verdes.

—no gracias—finaliza y se aleja de el de manera brusca—ya tengo todo, vámonos.

—¿Cuál es la necesidad de llevar 2 maletas?—pregunta desconcertado.

—antes muerta que  no diva—se limita a decir guiñando un ojo, Cinco rueda los ojos evitando sonreír.

Ambos toman un taxi y se van directo a casa de Elliott.

No pasó nada más importante, hasta el día siguiente, que era el día de ir al consulado.

Jade se arregló espectacular, pues tenía que dar una buena imagen a su empresa.

Lila se vistió con un vestido azul, que la misma Jade le regaló, este hacia que su piel resaltará a lo grande.

Diego se vistió con un traje de gala, y Cinco simplemente se siguió reusando a cambiar su uniforme.

Muy pronto todos llegaron, Jade por un lado y los otros 3 por otro, ya que, ellos no estaban invitados.

Diego y Lila se fueron a un lugar lejos de la pecosa y el azabache, por lo que tuvieron un momento a solas.

—dime Jay, ¿Qué a sido de tu vida estos últimos 3 años?—rompe el hielo Cinco.

—conocí a Charlie, nos hicimos mejores amigos, monte mi tienda y me hice famosa—dice restándole importancia.

Ambos toman una copa de vino blanco y beben de esta con tranquilidad.

—pensé que tú y ese Charlie era pareja oh algo así—hace una mueca.

—oh, claro que no, el es....gay—Cinco la mira sorprendió—si lo sé, no parece, pero, ya sabes, está época no ve bien a este tipo de gente—ríe.

—olvidemos a ese Charlie—bebe lo que queda de la copa—y vamos a bailar, como nos enseñó papá—no espera respuesta y toma de la mano a la chica, guiándola a la pista.

—okey, pero solo un rato—Cinco sonríe  y ambos se acomodan para bailar.

Y así es, aunque su baile no coordinaba con la música de fondo—la cual era mexicana—bailaron tal cual, les enseño su padre.

Y la burbuja creció y creció, hasta que todo despareció a su alrededor.

Era totalmente mágico, y nada ni nadie podría hacer nada para impedir lo que pasaba.

Jade no pudo soportarlo más, y no le importo que todos la vieran. De manera rápida se acercó más a Cinco y lo beso, con algo de temor, temor de ser rechazada, pero Cinco le siguió, y ella se alivio.

Fue el mejor beso de sus vidas.

Y al momento de quedarse sin aire, se separaron y se abrazaron de forma dulce mientras seguían bailando.

Algunos de su alrededor los miraron, pero a ellos no le importo. Todo termino cuando se escuchó que una persona hizo un sonido para llamar la atención.

Cinco y Jade se separaron y miraron a la persona, quien era joven y muy apuesto.

Cabello rubio, ojos azules, tes muy pálida—además de perfecta—un chico rubio les miraba sin expresión alguna y con una copa en la mano.

—perdón por interrumpir—al parecer era extranjero—pero, necesito hablar contigo, Jade, si no me equivoco—aquel chico alza una ceja.

—si, soy yo, ¿Qué se te ofrece?—pregunta de manera cortes.

—oh, no me eh presentado—hace una reverencia—mi nombre es Björn Andrésen, es un placer—toma la mano de la joven y la besa, Jade se sorprende—soy el modelo que se asoció con usted en su empresa.

—ohhh, claro, el gusto es mío—sonríe con amabilidad—dime...Björn, ¿De que quieres hablar?—pregunta.

—oh, perdone, no hablo muy bien inglés, solo quería presentarme contigo—dice apenado.

—oh, no hay de que, me alegra conocerte—Cinco la mira con reproche, pero ella lo ignora.

Acababan de tener un momento mágico ¿y ella lo ignora? excelente.

—bien, si no es mucha molestia, me retiro—dice de manera corta.

—bonita noche—responde de igual forma y mira a Cinco, quien se veía molesto—¿Qué sucede?—Cinco la mira incrédulo.

—¿Acaso te gusta ese?—señala con el dedo índice a Andersen.

—pfff, no—ríe—solo fui cortes y ya, tranquilo Hargreeves—acaricia su mejilla.

Y parece funcionar.

—si, okey, okey—se deja llevar un poco por las caricias de Jade.

—bien, ve a investigar dónde está papá y yo iré a buscar a Diego y Lila—ordena Jade quitando su mano.

—oh, cierto, papá—Cinco se exalta levemente—nos vemos en siete—ordena de manera corta y desaparece de ahí.

Jade se fue por el lado donde los chicos se habían ido, con la mirada, busco entre la gente a Lila y Diego.

Encontró a Lila, quien bebía una copa, además se veía molesta y estaba sola.

—¿Qué sucede?,¿Dónde está Diego?—pregunta la menor mirando a Lila.

—el me dejó y se fue a conversar con una rubia—dice con un toque de tristeza.

—es un idiota—afirma Jade y Lila se hecha a reír.

—uno muy grande por cierto—ambas asienten.

—bueno, iré a buscarlo, si?—se aleja un poco, Lila se limita a asentir.

Y ahí estaba, Diego conversando con una mujer, la cual Jade no reconoció al momento, pero al estar más cerca, se dio cuenta de quién era.

Grace, su madre.

—¿Mama?—sale de la boca de la chica sin pensar, y la mujer frunce el seño sonriente—oh, lo siento, me eh confundido de persona—dice al darse cuenta de lo que dijo.

—¿Jade, verdad?—pregunta la mujer dándole un trago a su copa.

—exacto, es un gusto—dice de manera cortés.

—Grace—ambas estrechan la mano. Diego se limita a verlas—bien, iré a esperar a Regí—se despide de manera cortante y se va de el lugar.

—¿Y Cinco?—se limita a preguntar Diego.

—no lo sé, vamos a buscarlo, se por donde se fue—ordena la chica.

Ambos suben unas escaleras y ven a un Cinco peleando con uno de los suecos, valla que estos tipos eran muy pesados.

—mierda—se limita a decir Jade.

Diego comenzó a atacar de igual forma, mientras que Jade intentaba hacer algo.

Por un momento escuchó es su mente una voz familiar, siguió concentrándose hasta que logro sentir sus ojos con un leve ardor.

Sus poderes habían vuelto.

De forma rápida mando a dos de sus cómplices a matar a los suecos que luchaban con su familia.

Los cuales no lo vieron venir. Aquellos seres tomaron de los cuellos a los hombres y los dejaron asfixiarse por un momento, después los lanzaron por unas ventana y cayeron al segundo piso.

Jade hizo hacerlos volver y soltó un suspiro de alivio.

—gracias—se limita a decir Cinco exhausto.

—¿Todos están bien?—pregunta mirando a él azabache y al moreno.

—si, todo bien—responde Diego firme.

Jade roda los ojos sonriente—bien es hora de—se queda callada al sentir una punzada en el estómago.

Los gritos de la gente comenzaron, instintivamente miro hacia atrás, el más bajo de los suecos le había disparado.

Jade calló al suelo.

—¡Ocho!—grita Cinco espantado.

Diego va tras el sueco mientras que Cinco se acerca a Jade.

—rayos, duele horrible.... pero...se siente familiar—ríe a lo bajo pero pronto hace una mueca.

—idiota, no hables, deberías estar asustada—Cinco coloca su mano en el abdomen de la chica.

—lo se, pero....—Jade Cierra levemente los ojos.

—¡No!, No te irás hoy, ¡No!—exige Cinco.

Jade ríe—Bésame cariño—dice de manera pícara, pero a Cinco no le dio gracia—parece que mi entrenamiento no sirvió, ¿Eh?

—interesante—se escucha una voz masculina detrás de ellos.

—¿Björn?—dicen ambos Hargreeves al mismo tiempo.

—que inteligentes—sonríe de boca cerrada—a un lado Número Cinco, me llevaré a Jay Jay.

—¿Disculpa?—pregunta Cinco algo molesto.

—ya sabes, caprichos de la encargada—Cinco se sorprende.

—sabia que algo no cuadraba contigo—dice Cinco serio.

—no hagamos esto más lento, necesito completar la misión ya —Björn deja el maletín y se saca el saco.

—que estupidez—dice Jade cansada.

Pero no les importo, Cinco se teletransporto hacia el rubio, quien no se inmutó y de un momento a otro, ya tenía puesto el saco, traía el maletín, y Cinco estaba atado a una puerta.

—¿Que?—habla Jade sorprendida.

—no tengo tiempo de explicar—dice de manera cortante y toma del brazo a la chica.

—conmigo no muñeco—advierte la chica y sus ojos brillan de azul, pero de un momento a otro una aguja apareció clavada en su cuello.

—bastara para el camino—dice Björn sin expresión alguna.

—¡Eres!....er-es....un—no termina porque cae desmayada.

—buen día número Cinco—se despide el rubio y usa el maletín para desaparecer de ahí.

Cinco estaba amordazado, por lo que no pudo decir palabra alguna, solo grito.





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