⢸ ▋ CAPÍTULO UNO
( 🌊 ) DEEP PARADISE
⸻ CAPÍTULO UNO
(SEASON 1)
1 de octubre de 2016
Habían pasado algunos días después de que anunciaran la desaparición de Bryan Maverick.
La familia había decidido mantenerse un poco alejada de las preguntas y chismes que seguirían a cualquier palabra incorrecta que dijeran, ya que tenían una gran influencia en la isla, al igual que la familia Cameron.
Marie decidió que dejaría Outer Banks con su hija para su protección, la chica a su vez sabría que no regresaría pronto, tal vez nunca, a su ciudad natal. Entonces decidió despedirse de sus mejores amigos.
Stella los abrazó uno a uno con sus ojos llorosos, al igual que los de los chicos que allí se encontraban.
—Espero que vuelvas pronto y que tú y tu madre estén bien. —dijo Kiara casi en un susurro mientras abrazaba a su mejor amiga. —No sé cómo serán las cosas sin ti aquí.
—Todo estará bien. —Stella sonrió débilmente.
La Maverick se acercó a Pope y abrazó al Heyward con fuerza, como si no hubiera un mañana, lo cual era cierto.
Entonces, se acercó a John B tan pronto como se separó del chico.
—¿Prometes que los cuidarás bien? —preguntó con una sonrisa de reojo y levantó su dedo meñique en señal de promesa.
—Lo prometo. —entonces el chico juntó sus dedos y suspiró, abrazándola fuerte.
—Te voy a extrañar, John B. Dile a tu padre que me espere y quiero escuchar sus historias cuando regrese. —cerró los ojos. —Si vuelvo.
—Se lo diré. —el chico sonrió y se separó de la Maverick.
—¿Sabes dónde está JJ? —preguntó Stella, quien ya había notado que Maybank no aparecía.
—Dijo que no podría venir hoy. —Kiara suspiró mientras los otros dos chicos la miraban. —Mira, Stella... No quiero mentirte, especialmente hoy, pero JJ no vendrá, dijo que no quería hablar contigo.
—¿Por qué? ¿Qué hice?
—No lo dijo. Sólo dijo que no quería hablar contigo.
—¿Sabes dónde está?
—Probablemente en su casa. Hoy su padre no estaría en casa. — dijo Pope.
Stella asintió y luego corrió hacia su bicicleta.
—Si mi mamá pregunta, díganle que fui a comprar una última merienda o lo que sea, inventen un cuento. —habló rápidamente.
—Stella, pero ya te vas. —John B señaló el camión de mudanzas.
—Lo sé, ya vuelvo, será rápido. —Dijo Maverick y se montó en su bicicleta, pedaleando hasta la casa de Maybank a cierta velocidad.
Stella llegó a la residencia del chico, luego rápidamente se bajó de su bicicleta, dejándola tirada en el suelo y caminó hacia la puerta, tocando varias veces.
—¡JJ! JJ, abre la puerta, por favor. — pidió mientras golpeaba. —¡JJ!
No escuchó ninguna respuesta, todo estaba completamente en silencio además del sonido de sus propios jadeos.
Stella estaba aún más preocupada de lo que ya estaba y dio la vuelta a la casa, inmediatamente viendo la ventana del dormitorio del chico cerrada, pero la luz aún estaba medio encendida.
Maverick se agachó, cogió una piedra y la arrojó contra la ventana, tal y como solía hacer Maybank cuando la llamaba para jugar por la tarde hacía unos años.
—¡JJ!
No hubo respuesta por lo que Stella ya había comenzado a ponerse nerviosa, pero entonces un sonido de hojas secas siendo pisadas llamó la atención de la pequeña, haciéndola darse la vuelta rápidamente y ver al rubio allí.
—¡Ahí estás! —ella iba a abrazarlo pero recordó lo que pasó hacía una semana, así que se quedó parada allí, mirándolo. —Kiara me dijo que tú...
—¿No quería ir a tu fiesta de despedida? Sí, no quería.
Stella sabía que tenía algunos desacuerdos con JJ, pero también sabía que incluso si él era tan arrogante e insoportable con ella, no faltaría a su despedida.
—¿Por qué?
—Porque no quiero verte ni hablar contigo. —respondió el chico, con cierta arrogancia en su voz.
—JJ, no lo entiendo… ¿qué hice?
—Deja de actuar como una idiota, Stella. —Puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos. —Lo sabes muy bien.
Maverick negó con la cabeza, sintiendo las lágrimas fluir cada vez más.
—No, no lo sé, JJ. No sé qué está pasando, ¿de qué carajo estás hablando?
—Sobre ti y Rafe.
—¿Qué? ¿Me estás tomando el pelo? Sabes que Rafe y yo sólo somos amigos. —respondió confundida.
—¿Amigos? No sé qué amistad es esa, sinceramente Stella. Anteayer los vi a Rafe y a ti juntos en la plaza, parecían novios. —dijo Maybank.
—Está bien, ¿y cuál es el problema con eso? Somos amigos, es normal que hagamos esto, al igual que yo, tú y otros también salimos a veces. JJ, no entiendo... tú mismo dejaste muy claro hace una semana que no querías tenerme cerca porque no te agradaba. —se encogió de hombros, confundida.
—¿Está bien? —él la miró. —¿Pero Rafe, Stella? ¿En serio? ¿Por qué él?
—¿Por qué no él? —preguntó, ya perdiendo la paciencia. —¿Porque al menos le agrado mucho a alguien y no me trató mal?
Entonces, Maybank se acercó a ella, todavía con los brazos cruzados.
—Terminarás herida.
—¿Y qué si lo hago? Eso no es asunto tuyo, ¿te das cuenta de lo que estás haciendo? Toda esta discusión para nada, ni siquiera te importa. Realmente ni siquiera sé por qué vine aquí... ¡no me querías cerca y aun así vine porque no sé cuándo te volveré a ver!
La chica se cruzó de brazos y le dio la espalda al rubio, alejándose.
—Eres una idiota. —dijo él, entonces la chica sintió una punzada en el pecho al girarse hacia él. —Una idiota por relacionarte con Rafe Cameron de inmediato.
—¿Y con quién esperabas que estuviera, JJ?
—¡Hay tanta gente a la que le gustas!
—Está bien, menciona a alguien.
Entonces Maybank guardó silencio mientras miraba a la chica que asintió con una débil sonrisa.
—¿Lo vez? Creo que entiendo cuál es tu problema, JJ. No tienes a nadie y tampoco quieres ver a nadie conmigo, quieres que acabe como tú. —respondió.
El rubio se quedó callado mientras miraba a la chica y asentía.
—¿Sabes algo? Nunca me gustó la idea de que te unieras al grupo, Stella. —dijo, parándose frente a ella. —Una kook mimada. Tú y Rafe realmente encajan, dos kooks idiotas. Sólo fingiste que te agradamos por tu...
Stella sintió que le salían más lágrimas y esperó a que completara la frase, pero pronto él negó con la cabeza.
—Sal de aquí. —dijo con firmeza.
El grito se quedó atrapado en la garganta de la Maverick mientras sentía que le dolía el pecho con cada palabra que salía de los labios de Maybank.
Stella asintió y luego suspiró profundamente, rezando para que sus siguientes palabras no fallaran.
—Incluso si no me quisieras cerca, JJ. Siempre he estado a tu lado y te he ayudado, porque quería ser tu amiga, desde que me uní al grupo. —la morena sintió que sus labios temblaban por el llanto. —¿Y sabes algo más? Espero no volver a verte nunca más, ni en esta vida ni en la próxima.
Luego le dio la espalda y se fue con la peor sensación del mundo, le dolía el pecho al igual que al rubio que la estaba viendo irse.
Sabía que ella nunca miraría atrás, especialmente a él, así que JJ dejó caer las intensas lágrimas sin emitir ningún sonido.
En la actualidad...
Habían pasado cuatro años y Stella todavía recordaba todos estos recuerdos en silencio, y a decir verdad, la única persona con la que mantuvo contacto mientras estuvo fuera fue Kiara.
Pero las conversaciones fueron pocas, como máximo hablaban dos o cuatro veces al año después de cumplir los 15 años.
La Maverick bajó del auto apenas llegó a su antigua casa, la cual ahora estaba renovada y había algunas personas más limpiándola porque el día anterior había pasado un huracán por allí.
—Bueno... de vuelta a casa. —Marie sonrió, acercándose a su hija mientras observaba la casona.
—Me gustaría que papá estuviera aquí. —Stella suspiró.
—A mi también me gustaría. —respondió. —Bueno… anímate y empecemos a desmpacar.
Maverick sonrió, asintió con la cabeza y fue a ayudarla con sus cosas.
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