Capítulo 7

Beomgyu estaba más que apurado por llegar temprano a la universidad. Debía arreglar algunas cosas para un proyecto antes de que terminara el semestre. Mientras buscaba su zapato perdido, tenía mucho cuidado de no golpear su vientre hinchado de cuatro meses y medio. Su alfa aún seguía durmiendo, sin preocuparse por llegar tarde al trabajo.

Beomgyu comenzaba a sentirse frustrado y optó por lanzar un peluche a su alfa, específicamente en el rostro. Pobre de su alfa, que se levantó de inmediato y asustado, mientras gritaba: "¡Yo no maté a mi suegro!"

─ ¡Eres un tonto, YeonJun! ¿Por qué sueñas estupideces? ─ Seguía buscando su zapato─. Mejor apúrate, falta poco para las siete y debemos llegar a la universidad a las ocho en punto.

El alfa decidió ponerse de pie y, con pocas ganas, se adentró al baño para ducharse o quizás dormirse en el retrete.

Donghan y Yohan se encontraban renegando al ver que su compañero de proyecto llegó a las ocho con diez.

─ Para la próxima, Yohan y yo pasaremos a recogerte a tu casa, y también castraré a YeonJun si haces que vuelvas a llegar tarde... ─ El alfa rubio seguía molesto, con su pareja intentando tranquilizarlo.

─ Está bien, ¿al menos has traído lo que necesitamos? Todos esos documentos sobre el caso... Bueno, ¿los trajiste o no? ─ Acariciaba el omega su vientre.

Kim Yohan desconfiaba mucho de YeonJun; sí, ambos eran amigos, pero YeonJun podría copiarles el proyecto a su grupo y no permitiría que eso sucediera.

Donghan, alfa, y Yohan, omega, tenían tres años siendo pareja. Yohan ya estaba marcado por Donghan, y éste estaba embarazado así como Beomgyu, pero Yohan dentro de poco tendría a su cachorrito.

YeonJun posó su mano en la cintura de su omega; estaba celoso de Donghan, él era un alfa muy apuesto y de seguro rompería el lazo con Yohan para intentar reclamar a Beomgyu, aunque esto no tenía mucho sentido si lo pensaba mejor.

Beomgyu sacó rápidamente una memoria USB de su mochila y se la entregó al alfa rubio.

─ ¡Wow! Su bebé está creciendo mucho, de seguro será igual de guapo que Yohan e igual de fuerte que su Donghan. ─ Acarició el omega la panza de Yohan y Donghan hinchó su pecho, orgulloso. ─ ¡Además es un lobito!

─ ¡Sí! ─ Soltó emocionado Yohan. ─ La cesárea será en cuatro semanas y, lamentablemente, tendré que faltar a la universidad, pero bueno, al menos tendré a mi anhelado cachorrito.

Los tres reían, pero YeonJun se hacía el sordo, sabía que algún día tendría que decirle a Beomgyu lo que piensa sobre el embarazo, y sobre todo en general.

Un tercer llamado por su nombre acompañado de un chasquido por parte de Donghan hizo que el más alto saliera de sus pensamientos.

─ ¿Eh? ─ Respondió YeonJun. ─ ¿Qué ocurre?

─ Te pregunté si te gustaría tener un cachorrito omega o uno alfa.

─ Lo que sea estará bien para mí... ─ No había ni una sola pizca de interés en su tono de voz.

¿Siquiera puedes disimular? Preguntó el lobo de YeonJun.

YeonJun negó levemente, respondiendo a su lobo de manera discreta.

Mientras tanto, Beomgyu jugaba con el borde de su suéter después de haber escuchado el poco interés de su pareja; Donghan tosió para intentar romper el incómodo silencio que comenzaba a formarse.

─ Bueno, Beomgyu, nos vemos luego del receso. ─ Habló Yohan. ─ Y recuerda: YeonJun no puede ir a nuestra casa para ayudarte con nuestro proyecto, aunque haga berrinche como un niño de cinco años. ¡Adiós! ─ Se despidieron de ambos y caminaron tomados de la mano hacia su salón de clases.

YeonJun solo le dio una mirada rápida a su omega, asintió y se fue a su primera clase del día: Química.

Ya era un poco normal que su alfa se despidiera así. Acarició su pancita y caminó hacia el salón de Economía.

En el camino se encontró con Taehyun y Soobin hablando cerca del salón correspondiente.

─ ¿Y dónde está HueningKai? ─ Preguntó Beomgyu al notar su ausencia. ─ Se supone que ya debería estar aquí o al menos creo que le toca ir a la clase de pintura junto con Donghan.

─ Está en celo... ─ Respondió Soobin mientras terminaba rápidamente su sándwich.

─ Oh... ─ Asintió lentamente. ─ Oye, ¿por qué cada vez que te veo estás comiendo algo? ¿No puedes hacer algo más que comer como un cerdito? ─ Soobin terminó de darle el último bocado a su sándwich y rió levemente ante las palabras de su amigo.

─ Pero bueno, Taehyun, ¿por qué tú no ayudas a HueningKai con su celo? A él te gusta, ¿tienes miedo de que te corteje? ─ Interrumpió Beomgyu, observando la evasiva de Taehyun.

─ ¡Oh, miren! Ahí viene la profesora Jessi. Vámonos al salón mejor. ─ Y corrió hacia el salón, evadiendo la pregunta que Beomgyu le había hecho.

Con la maestra entrando detrás de ellos, todos comenzaron a guardar silencio.

El aroma de la alfa llegó a las fosas nasales de todos los estudiantes del salón de Economía.

─ ¡Buenos días, clase! ─ Saludó contenta y con ánimos, recibiendo reverencias. ─ ¿Alguien puede decirme en qué parte de la clase nos quedamos la última vez?

─ Quedamos en los principales factores y problemas que abarcan la economía de Corea del Sur. ─ Respondió Soobin, levantando la mano.

Jessica olía a flores variadas con un toque de vainilla, un aroma dulce y agradable para la mayoría de los alumnos. Ella era la única alfa mujer de la facultad y a todos en su salón les caía bien por ser tan transparente y amigable.

Beomgyu comenzó a tomar apuntes sobre la continuación de la clase mientras acariciaba su pancita y se preguntaba qué estaría haciendo su alfa.

─ C6H5NO2 es nitrobenceno y C6HTBr es bromobenceno. Se nombran sistemáticamente de la misma manera que otros hidrocarburos que...

YeonJun no estaba prestando atención a la clase. Su mente estaba en otra parte: ¿Debería hablar con su omega o esperar a que nazca el cachorro?

Negó con la cabeza y miró hacia el frente, donde el profesor escribía algunas fórmulas químicas en la pizarra.

Pronto te vas a encariñar con el cachorro, dijo el lobo de YeonJun, interrumpiendo toda la atención que él había prestado a la clase.

─ Cállate... ─ Murmuró entre dientes mientras tomaba notas de las fórmulas químicas en su cuaderno. ─ ...Nada hará que cambie de opinión...

Los cuatro caminaban en grupo: Soobin, YeonJun, Taehyun y Beomgyu.

Soobin caminaba al lado de YeonJun, mientras ambos observaban a los dos omegas reír y charlar como nunca antes.

─ ¿No te emociona? ─ Rompió el silencio el beta, sin ofender al alfa.

─ ¿Qué cosa? ─ Preguntó YeonJun, confundido.

─ Lo del cachorro, de seguro ambos están felices por eso. ─ Sonrió Soobin, pateando una piedra del suelo.

─ Mmm... Sí, estamos felices.

─ Siempre creí que no te gustaría tener cachorros. Me lo habías dicho desde que éram os pequeños y mira, ya somos adultos. ─ Rió ante su comentario y miró a YeonJun, sin ninguna expresión en su rostro. ─ ¿Pasa algo?

YeonJun negó con la cabeza y Soobin asintió, sin confiar plenamente en su mejor amigo.

Sin duda, habían pasado muchos años desde la última vez que YeonJun le contaba algo importante a Soobin sin necesidad de mentirle.

Cuánto había cambiado su mejor amigo.

─ Está bien si no deseas decirlo, ¿sabes? No siempre es necesario mentirle a tus amigos. Siempre seré como un hermano para ti, pero no es necesario mentir a todos y a Beomgyu. Él es un buen omega y debes aprovecharlo. ─ Palmeó el hombro del alfa y caminó hacia Taehyun y Beomgyu.

─ Beomgyu, si quieres puedes irte a casa con YeonJun. Yo llevaré a Taehyun a mi casa por lo del celo de Kai. ─ Sonrió y el omega asintió, abrazando a ambos.

─ ¡Adiós, chicos! ─ Agitó su mano y caminó hacia su alfa.

─ Vámonos.

YeonJun caminó sin tomar la mano de su omega. Beomgyu no dijo nada, mirando ambos lados de la carretera, apurando el paso al no ver ningún automóvil acercarse. Entraron a casa y YeonJun se fue directamente a la ducha, sin dirigirle una sola palabra a su omega.

El omega tomó asiento en el sillón y miró su celular, revisando el álbum de fotografías que tenía de su alfa.

Ya no es lo mismo... Habló el lobo de Beomgyu y éste asintió inconscientemente.

Es un alfa, se supone que debe cuidar al omega y a sus cachorros...

Prosiguió el lobo del omega.

─ Esos son estereotipos, ¡pero si nos ama! Nos ama a mí y al bebé, así que mejor cállate y no te entrometas.

No lo puedo evitar...

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