Capitulo 18: buscando la esperanza en la oscuridad

El inframundo cayó........ los demonios se extinguieron, solo la sangre y restos de lo que alguna vez fueron eran ahora el recuerdo de que una vez hubo una ciudad llamada Lilith, la capital del reino de los demonios.
Maria, Sairaorg, Coriana y Seekvaira miraban lo que alguna vez fue su hogar.
Rito y Deadpool miraban serios el escenario, claramente esto les era un problema menos, pero aun así, quien había hecho esto era el problema.

Deadpool: por dios............... ¿que diablos paso aquí? (hablo para si mismo)

Rito: Issei.............. ¿en que te convirtieron? (fueron los pensamientos que rodaban por su mente al ver el resultado tan catastrófico de una mente rota)

Los muertos parecían mirarlos, dejando ver sus expresiones llenas de agonía en sus ojos vacíos, mas en los niños.
Maria a pesar de aun estar recién recuperada después de casi ser asesinada por Aniquilar, no quería tomarse un solo descanso, quería ir a por el symbionte genocida y salvar a Issei de lo que fuera que tuviera.
Basara estaba en sus brazos con su peluche negro, temblando.
Era un niño después de todo, aunque tuviera la carne y sangre de dos deidades era muy común que tuviera miedo, y como no, teniendo tan solo un año de edad estaba muy asustado como para voltear la mirada del hombro de la pelirroja quien lo abrazaba para tratar de calmarlo pero no daba resultado.
Maria comenzó a caminar entre los muertos con Basara en sus brazos.
Su mirada era sombría, su cabello no dejaba ver sus ojos Rubí, sus acompañantes comenzaron a seguirla a distancia.
El viento parecía gritar a su alrededor, todos parecían estar algo perturbados por ello incluso el mismo Deadpool.

Minutos y horas pasaron, no había ni un solo indicio de que hubiera algún superviviente, lo cual solo frustró a los tres únicos demonios quienes pensaban que al menos había una posibilidad de que su raza se salvara de la ira del asesino de la Sekiryuutei, del descendiente de Lucifer y de los 4 reyes demonios actuales.

Truenos comenzaron a cantar los cielos muertos del inframundo.
Maria seguía caminando sin rumbo con el hijo de su amado en sus brazos, Basara aparto su rostro levemente del hombro de la chica para mirar el cielo negro, y la luna de sangre.
La luz escarlata pronto pinto la lluvia que comenzó a caer, como si la sangre fuera lo que cayera del cielo.

-trueno-

Basara volvió a ocultar su rostro en el pecho de Maria quien seguía caminando con la mirada sombría.

Con los demás.

El grupo paro en uno de los parques de la ciudad, podían ver que este lugar también fue escenario para otra carnicería, sangre, órganos, pieles, cabezas cercenadas y mucho mas para el horror de las dos únicas mujeres.

Carnage quien no había hablado desde que salio después de mucho tiempo comenzó a pensar en todo lo ocurrido, había muchas incógnitas con respecto a este nuevo enemigo.

¿De donde salió?

¿Como fue que terminó dentro del cuerpo del huésped de su padre?

Muchas y muchas preguntas se circulaban por su mente tratando de armar este rompe cabezas.

Rito por su parte fue caminando por el parque para despejar su mente después de lo ocurrido.

¿Que le sucedió a su amigo?

Esa pregunta resonaba una y otra vez desde que salvo a Maria, pudo ver en los ojos de Issei la locura, el odio, la sed de sangre, pero en el fondo pudo ver.............

Miedo..........

En algo no tenía duda y era que Issei no hacia esto a voluntad, sino por obligación.

Salvalo.........

Otra vez esa palabra volvía a nacer en su mente, y ahora ya se dio cuenta de que trataba de decirle aquella voz en su consciencia, pero ya era muy tarde.
Es a Issei a quien tiene que salvar, pero no sabia si salvarlo de aquel symbionte monstruoso, o de quien fuera que lo estuviera obligando a hacer lo que hace.
Y sobre todo por que el hablo inconscientemente, y por que su voz sonó muy diferente, al igual que la de Issei siendo la de una mujer.

Estaba tan sumido en sus pensamientos hasta que sintió mas frío del que hacia en el reino de los demonios, al alzar la mirada se sorprendió por lo que veía su único ojo.

Era una estatua de Issei, quien estaba en posición de lucha, mostrando una sonrisa, y detrás de el había una gran armadura.

"En honor a un héroe, Hyoudou Issei, el Legendario Sekiryuutei"

Rito leyó aquella placa en la base de la estatua.
Volvió a mirarla, mirando la expresión decidida en su rostro y la determinación en sus ojos.
Como si fuera un fantasma, Rito vio como la expresión de la estatua cambiaba a la mirada que Issei tenía cuando se conocieron, una que mostraba desinterés, molestia e inseguridad, al igual que cambiaba a la mirada asesina que vio por ultima vez en el antes de irse.

Rito: ¿cuanto has cambiado.............. en todos estos años para dejar de sonreir Issei? (pensó mirándolo por última ves, antes de darse la vuelta y caminar a donde sus compañeros)................... voy a salvarte de esa cosa.............. tu objetivo es la eliminación de este mundo oculto, pero mi objetivo es ponerle fin cuando hayas terminado.............. lo juro........

Con Maria y Basara.

El pequeño castaño se encontraba sentado en el suelo rocoso, la chica lo había llevado a una zona alejada de la ciudad, aun abrazaba al peluche de dragón negro mirando como la Gremory miraba seria la entrada a una cueva donde extrañamente había unas escaleras yendo hacia el interior de este.

Maria aparto la mirada para ver a Basara que ladeo la cabeza haciéndolo ver un poco tierno, con una dulce sonrisa se arrodillo para acariciar la cabeza del niño removiendo su cabello castaño.

Maria: espera aquí.......... no hay peligro que te amenace mientras no este contigo......... (hablo con cariño maternal)

De un circulo mágico formado en su mano la pelirroja saco un objeto siendo un muñeco del Oppai Dragon, Basara al verlo estiró sus cortos brazos tratando de agarrar el juguete.
Maria solo río levemente, miro el muñeco por unos segundos recordando aquellos días en los que su amado vestía esa armadura para defenderlos a todos a quienes amaba.

Maria: este es tu padre............. (le da el muñeco al pequeño).......... el antes vestía esa armadura para hacer justicia en tiempos oscuros.......... (toma al niño y lo sienta en su regazo) tu papá siempre fue alguien de admirar....... su sentido de la justicia, su determinación y muchas cosas mas fueron lo que hizo que yo llegara a verlo como un ejemplo a seguir............ pero........... (Basara dejo de mirar el muñeco y vio a la chica que parecía querer llorar).......... cambió........... todo lo que el era se borro............ ya no queda nada del Issei que yo conocí............ de un héroe paso a ser el villano de esta historia.............. se........ se que aun hay esperanza en el............. se que aun hay esperanza en que podamos salvarlo de su oscuridad............ tal vez el no es quien llegues a recordar por ahora.......... pero debes de recordar que el siempre es y será tu padre.............

Basara: papá............

Maria jadeo en sorpresa......

Basara: papá..........

La Gremory miro al pequeño castaño de ojos esmeraldas sujetando el juguete con ambas manos, mientras sus ojos mostraban un brillo de alegría e inocencia mientras repetía una y otra vez su primera palabra.

Basara: ¡papá! (pone una de sus manos pasándola de arriba abajo del muñeco)

Maria abrazo a Basara con fuerza, liberando sus lagrimas.

Maria: gracias Basara..........

La Gremory dejo al niño en el suelo antes de besarle la frente e irse hacia la entrada de la cueva.

Aun había tiempo para arreglar todo el caos que se desató por la codicia de las facciones.
Aun había esperanza en que todo esto terminara.
Tal vez el destino quería que esto pasara.

La muerte ya reclamo vidas a diestra y siniestra con su nuevo siervo, pero no estaba satisfecha y muchas mas iban a ser purgadas para su deleite.

Maria sabia bien que esto no había terminado, la bestia fue liberada y busca venganza contra sus captores.
Y ella sabia de algo que podía dominar a la bestia pero para ello debía de pagar un alto precio.
Basara era la esperanza.
La esperanza en que todo puede arreglarse, y lo iba a proteger con su propia vida.

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Fin del capitulo.
Próximo cap: no pienso regresar (perspectiva de Rito)

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