Koro y su amigo

El albino se encontraba caminando por aquel lugar, mientras tarareaba una canción, a lo lejos pudo ver un chico de cabellera verde con una cámara en manos, el chico parecía tomar fotos en donde eran los encuentros, Koro entusiasmado se acercó.

¡Ey! ¡Ey! ¡Ey! Chico del pelo de color limón -Diria bastante animado y entusiasmado, olvidando por un momento que su vida era una mierda-.

-El mencionado solo ladeo su cabeza, volteo a los lados y después miro a Koro, el chico se señaló a sí mismo, como queriendo decir si hablaba de el-.

Si ¡Tú! ¿Pues quien más? Eres el único con pelo de limón -Con una pequeña risita acompaño su oración, después de eso se acercó a aquel que llamó su atención- ¿Qué haces aquí? ¿Eres fotógrafo?

Emm, soy un participante más -Murmuro un poco, algo avergonzado, como si odiara que el contrario estuviera ahi-.

¿Y por qué tienes una cámara? -El chico se acercó a ver la cámara, aunque tiempo después se alejó de golpe, pues el flash de la cámara lo aturdio, su contrario rio un poco, pues el había ocasionado eso- ¡Oye!

Eres fotogenico -Tenia una sonrisa de oreja a oreja aunque después rio- Bueno, tengo pasatiempos para olvidar la mierda de este lugar ¿Y usted?

Yo también los tengo... amo escribir -Sonrio- Me llamo Kokoro ¿Y tú?

¿Ese es el nombre de luchador?, Yo soy planta venenosa -Mencionaria mientras ladeaba la cabeza-.

¿Emm? Pero... que nombre tan raro ¡Ah! Hablabas de tu apodo ¡Esa cosa que gritan! El mio es guadahacha ¿Sabes por qué? ¡Por qué uso una guadaña y una hacha! -Soltó una carcajada, por eso- ¿El tuyo es por tu pelo verde o por que usas veneno! ¡Oh! ¡Oh! ¡Ya se! ¿¡Ambas cosas?!

-El peli-verde solo río- La verdad no sé pero... Cre-No acabo de hablar ya que sonó una campana- Tengo que irme

¿En serio? ¡Nos vemos después!

Con el pasar del tiempo aquellos chicos empezaron a convivir más seguido, algo lo cual era bueno pues se habían vuelto amigos, ambos chicos se llevaban bien, los dos compartían sus pasiones mutuamente, también hablaron un poco de su vida, ellos dos eran casi de la misma edad, el oji-morado era un año mayor que Koro, pero aún así no lo aparentaba tanto.

Todo iba tan genial, todo iba estupendo, pero tuvo que llagar el día, sabían que era posible, pero ¿Por qué así?

Vaya... Pensé que no lo harías... Mejor dicho me sorprende que tú arma sea una Katana -El albino se encontraba mirando a su contrario, el cual parecía tener la mirada perdida, todos los demás a su alrededor se veían emocionados, cómo si anhelarán aquella pelea, pero los otros dos chicos parecían maldecir todo lo que estaba pasando a su alrededor- No quiero pelear contigo. . . Me caes bastante bien -Mencionaria el chico mientras movía su hacha, en verdad no quería hacerlo, pero era eso o simplemente olvidarse de que una familia lo estuviera esperando, pues siendo sinceros, si moría nunca iba a cumplir ese objetivo- ¿Por qué lo haces? Ya sabes lo de matar -Se acercaba a el cuidadosamente, todos los demás parecían estar algo decepcionados, aquellos chicos eran conocidos por acabar las peleas de un golpe rápido y limpio, sin rodeos, aunque tal vez ver cómo ambos se volvían más humanos también los entretenia-.

Y....o ¿No lo sé? -El chico también se acercó a Koro, a paso lento y dudoso, miraba a su alrededor, hasta que fijo su vista en el podio, en la zona donde estaban los del "alto mando" fijaba su mirada ahí, en una persona, la miro a los ojos y solo sintió un escalofrío, después miro a Koro, y al final la katana que portaba, tal vez no quería hacerlo, nunca lo quiso hacer, ni siquiera vivir le parecía agradable, pero aún así, lo quería seguir haciendo, para así poder "Ser querido"- ¡Koro lo siento! -El chico agarró su katana con fuerzas, después dirigió su corte a la mano del contrario, a su mano izquierda, pues sabía que está no era su dominante, y si el caso del que el muriera, su contrario podría seguir escribiendo, el sabía que escribir era su manera de alejarse de la realidad-.

-El chico quitó su mano lo más rápido que pudo, tan solo logro quitarle el corte de su contrario su dedo pulgar- ¡Oh vamos! Si no supieras, no me atacarias así como así -El chico estaba sonriendo aunque después agarró su hacha- ¿Quieres pelear? ¡Peleamos! No quería esto, me caes bien... Pero bueno, cómo ya diste el primer corte ¿¡Por qué no seguir?!

Empezaron a pelear, el peli-verde era ágil con su katana, algo que no podía igualar Koro y su capacidad para controlar su hacha, ambos chicos se generaban golpes, pero el chico de la katana lo hacía mejor, todos apuntaban a que el ganaría, todos gritaban "¡Katana venenosa ganará!" "¡El estúpido chico de la katana ganará!" Se veían seguros de eso, hasta que el "ganador" soltó un grito de dolor.

¡Mi ojo! -El chico soltó su katana, después de eso con su mano se la puso en su cara, estaba sangrando, no podía ver bien- Oh... Creo que me lo merezco, te quite un dedo con el cual podrías escribir... Ahora tú me quitas lo que me hace tomar fotografías ¿Estás feliz? -Tenia una leve sonrisa, parecía estar lleno de satisfaccion, y más porque probablemente el moriría, estaba desprotegido a cualquier ataque- Koro Tanaka Sakura ¿Te gustaría acabar con mi miseria? -Le dedicaba una aún cálida sonrisa, en verdad ya quería morir y cuando menos se dio cuenta había caído al piso, sangrando, estaba sonriendo, lo último que escucho fue "¡El chico de peli-verde ganó!' "¡La apuesta ya está desicidida! El peli-verde ganó" "Tal vez el albino lo mato, pero el peli-verde le dio más golpes!" "¡En tu cara Tanaka!" Pero ¿Por qué? El había muerto-.

El peli-verde estaba herido, pero lo dejaron ahí votado en el lugar de la pelea, Koro caminaba un poco desesperado, se sentía mal, había matado a su amigo para que al final el acabará perdiendo, tal vez el otro se sentía igual, había muerto para que al final el fuera el vencedor, era patético todo ahí, pero los hombres mayores siempre disfrutaban de eso, de su sufrimiento sin fin, de sus caras de desesperación a la hora de morir, pero aún así, aunque pensaran que dejaran aquel lugar, la vida terrenal la vida nuevamente los sorprendía, con una nueva oportunidad, aunque otra vez una oportunidad de mierda.

-El albino se paró y empezó a bostezar, miraba la habitación en la que estaba, se paró y fue donde estaba las rejas de la habitación- ¿No morí? Que molestia, acabe en la cárcel -Suspiro mientras veía su mano izquierda- Y no tengo el meñique.... mate a pelo verde¿No? -Se veía ligeramente triste, aunque después agarró su pelo y empezó a jugar con sus rizos- Me siento mal ¿Eh? -Volteo a ver al frente y vio que un chico de pelo verde estaba ahí, delante de el, con su ojo izquierdo tapado, dejando ver solo un ojo morado a la vista, piel pálida, parecía como un zombie, era el- ¡CHICO DE PELO VERDE! -Grito alegremente, mientras saludaba la mano-.

¿¡K-okoro?! -También se veía feliz, tenía una sonrisa de oreja a oreja- ¡Pensé que estabas muerto! -El chico hubiera seguido hablando de no ser de que unos hombres los sacaron de ahí e hicieron que caminarán por unos largos pasillos-.

¿A dónde nos llevan? -Hablo Koro con alegría, mientras veía a los señores los cuales no contestaron- Si que son malos ¿No pelo verde? -Miraba a su contrario el cual solo agarraba de la mano a Koro, tímidamente lo hacía, pero se veía que no quería perderlo de vista-.

Y siguieron caminando, por aquellos largos pasillos con techo blanco, pero con el piso de madera la cual probablemente estaba podrida, volteabas a cada lado y habían celdas, las cuales probablemente tenían más personas de mierda como ellos, seguían caminando, hasta que llegaron a una gran sala.

Empezaron a hablar y hablar, sobre normas patéticas, sobre que significaba casa cosa, lo que les harían ahí adentro, cosas olvidables para Koro, pero para el pelo verde no lo harían, nunca lo harían, pero tal vez la palabra "experimentos humanos" fue lo único que se le grabo en la cabeza, iban a ser vilmente ratas de laboratorio, ya que más daba, no es como que su vida haya sido la mejor.

No paso nada interesante durante unos días, tan solo hablaba con el pelo-verde, esperen un momento, ¿Cómo se llama el pelo-verde? Nunca lo había dicho, y era buena hora para saberlo.

Oye Koro -El peli-verde lo veía seriamente- ¿Me pones nombre? -Lo decía un poco bajo y tímido, sonaba raro, pero era verdad, el no tenia un nombre- Esque yo lo he intentando y pues.., no he podido hacerlo... es difícil imaginarme un nombre para mi... y pues... creo que sería lindo que me pusieras nombre... si quieres.

...
...
...

¿Koro estas ahí? -El pelo-verde se acercó a Koro, el cual parece que estaba en un trance, aunque después sonrio-.

¡Yuudai! ¡Gran héroe! Ya sabes, porque eres grande y los héroes siempre llevan katana ¿No? -Se le veía feliz, no le había molestado, le parecía agradable que le hubiera dado ese honor-.

Los de las katanas son samurais.. pero gracias -Sonría levemente, estaba un poco sonrojado- Me gusta, seré Yuudai...gracias Kokoro -El chico abrazo a su contrario con una leve pero alegre sonrisa-.

Quita una "Ko" en mi nombre... así me llamo mi hermano... y Tanaka Sakura son mis apellidos... mi padre hizo que me olvidara de eso, pero no puedo... es el bello nombre que me dio mi hermano y el apellido de mi madre -Acepto el abrazo de contrario con gusto, aún estaba algo melancólico por el tema de su familia, pero seguía sonriendo, así siempre había sido su personalidad-.

Ya veo Koro, es lindo saber que por lo menos tus padres te pusieron un nombre -El chico miraba el piso, algo triste, tenía razónes para estarlo- Mi mamá biologica me abandono, después una abuela me adopto pero después la mataron y a al final tenemos al tipo ese -Se veía molesto, pero seguía abrazando de Koro- Me gusto mucho conocerte, eres un recuerdo muy bonito -Dijo con una sonrisa en su rostro-.

¡Aww! Que tierno Yuudai -Sonrio un poco- Me alegra ser un recuerdo muy bonito -Seguia sonríendo de una manera alegre mientras acariciaba la cabeza de Yuudai- Eres muy tierno Yuudai.

<_..._> •

Oh, deja veo si entendí -Sonreía- ¿Hablar mientras cuento mi día? ¡Fácil! ¿No? Veamos, me llamo Kokoro, tengo doce años, me gusta leer y escribir, los libros son geniales ¿No? Me gusta ver los mundos que la gente imaginaba, cuando escribo todo es bello -Estaba sonriendo, mientras miraba la camara, jugaba con su pelo- Este lugar es interesante, nos dan comida, nos ponen a prueba físicamente, mentalmente y no se que más, podemos hablar con otros compañeros y pues, ya, a veces nos pegan pero pues todo normal banda -Solo río un poco-.

• <_..._>

La vida aquí es normal, te dan comida envenenada, pero normal, estamos vivos, eso es normal,mno hay mucho que decir, la vida aquí es muy bella, bueno es mala, pero ¡Ey! Estamos vivos, eso es bueno ¿No?

<_..._>

Oh no lo , cada día soporto menos los golpes, cada día las torturas son peores, papá creo que era un poco más bondadoso, no lo se ¿Qué dicen? ¿Por qué hablo? ¿Quién me escucha? Solo me obligan a hablar, y ya está. Las torturas, ya no las soporto, ver como nos cortan como si fuéramos simples comidas, patéticos.

<_..._> •

No tengo mi mano derecha ¿¡Ahora como escribiré?!, Yuudai esta preocupado, pero a mi no me importa, simplemente me siento un poco mal, ya no se como escribiré mi mundo de fantasía ¡Iba en el clímax! Oh tal vez no lo esta, pero ¡Ey! Estoy aquí, aprenderé a escribir con la otra mano,

<_..._>

Ambos chicos estaban en el techo, Koro estaba viendo al suelo, parecía verlo con una sonrisa aunque después volteo a ver a Yuudai.

¡Yuudai! ¿Es lindo el cielo? ¿No? — El chico sonaba un poco más alegre de lo normal, el chico se subió a la pequeña muralla que estaba ahí— ¡Yuudai! ¡Yuudai! ¿Te cuento un secreto? ¿¡Si?! ¿Puedo? ¿¡Puedo?!

—El peli-verde estaba confundido, pero asintió un poco nervioso— ¿C-laro?

Es raro ¡Lo se! Pero cuando mi padre me dio ese botellazo... Me sentí ¿Bien? —Hablaba con un poco de melancolía, cómo si tuviera un nudo en la garganta— Ya no quería vivir, pero... me siento culpable ¿Sabes? Pero, no le digas nada a mis hermanos.... Me gustaría ser un ave

—No entendía nada de lo que decía Koro, sentía un poco de miedo y pánico a la vez, quería ayudarlo pero su mente se quedó en blanco, después agarró su cámara y jalo a Koro— Seamos aves juntos volemos lejos de aquí, pero si vamos a ser aves, me gustaría tomarnos una foto.

—El chico solo callo y después río— Me agrada mucho la idea Yuudai.

Y así fue, Yuudai les tomo una foto a el y a Koro, ambos tenían una sonrisa una poca falsa, pero se notaba un poco de tranquilidad y calma en parte, sus pobres almas por fin podrían descansar.

Listo Yuudai —Sonrie y después se sube en la pequeña división— Salimos bien, seremos increíbles aves... Pero si quieres no puedes hacerlo.

No lo harás solo, soy tu amigo... Y mi vida sin ti es una mierda... Alegraste mi vida desde el primer momento.

Ambos chicos se voltearon a ver se dijiero un "Te quiero" y después de eso estaban dispuestos a tirarse al vacío, pero aquellos señores los habían jalado antes de tirarse.

Yuudai perdió su pierna por eso mismo y Koro perdió por completo el brazo derecho.

¡No! Estás loco —El peli-verde le estaba gritando a un señor más grande— ¡No lo matare!

¿Eres idiota? —Menciono un hombre con traje, pelos rojos y ojos del mismo color, tenía una mirada penetrante que daba miedo hasta al más valiente de los valientes, piel pálida pero bien cuidada, jugaba con una pelota, mientras fijaba su mirada en Yuudai— Lo harás o si no morirás.

¿Así de fácil me convences? —El chico seguiría hablando pero después se callo en seco— lo haré, lo matare...

Eres obediente peli-verde ¿Ya pensaste en tu nombre? —El hombre fue a acariciar el cabello de Yuudai, el cual se notaba incomodo—.

Yuudai —Diria en un susurro mientras fijaba su mirada a otro lado— Me voy, hoy lo tendrás muerto.

En la noche Yuudai había logrado sacar a Koro de la jaula, el señor antes mencionado le había dado las llaves, Koro seguía a Yuudai el cual se veía extremadamente agitado.

—Yuudai había parado en seco y volteo a ver a Koro con los ojos llorosos— Me mandaron a matarte o si no moriría —Hablaba con un nudo en la garganta—.

—Koro solo ladeo la cabeza un poco confundido— ¿Y lo harás?

¡No! —El oji-morados se acerca a Koro y le toma la mano— Te juro que nunca más te volvería a dañar.... no te quiero matar —El chico hablaba sinceramente, no parecía tener malas intenciones y eso lo noto Koro, el cual lo abrazo—.

Pero si no lo haces vas a morir —Como podía lo abrazaba, se le dificultaba a no tener un brazo y a penas dos dedos— No quiero que mueras tampoco Yuudai.

Y no lo haré —Salió del abrazo y empezó a caminar— Vamos a salir de aquí vamos a escapar —Empezó a caminar hasta que fue embestido por una chica de cabello azul y unos ojos de color verde— ¡Ah una loca!

¡No soy una loca! —Hablaria la chica mientras se levantaba— Soy Amelie, la única chica de este lugar ¿Escaparan? ¡Llevenme!

—Koro solo la veía— Es rara la chica, supongo que está bien —El chico solo sonreía, aunque después veía a Yuudai preocupado—.

P-.ero... no es seguro —Se veía nervioso, el solo contemplaba el escape de el y Koro, no de otra loca— ¿Por qué lo haríamos?

Aún estoy a tiempo de acusarlos y que mueran —Solo sonreía un poco, se veía que haría todo para poder salir de ese lugar de mierda— Vamos, le serviré mucho.

.... —Yuudai solo se le acercó a Koro, después de eso lo abrazo y le susurro si era buena idea, Koro solo asintió con una sonrisa—.

El trio de chicos estaban caminando, Koro y Amelie seguía a Yuudai el cual los encaminaba a un lugar, el cual se volvía cada vez más oscuro, tenía demasiada humedad, seguían caminando a un paso tembloroso, los chicos temían que fueran descubiertos, en eso Yuudai paro en seco y habló un poco tembloroso.

U-ustedes no deberían de estar aquí —El chico se alejó de ahí mientras veía a los hombres, les decía a los otros que se fueran, pero lamentablemente los hombres mayores los agarraron, iban a morir, eso nadie lo iba a negar, todo por un descuido—.

No no no no no no no, no podemos hacerlo, no pueden, no que ahora estamos cerca, ¿verdad? lo prometiste chico de pelo verde, nos sacarías de aquí, pero ya veo que rompes tus promesas —La pelo azul se encontraba en un estado de shock, estaba tan sorprendida que tan solo empezó a hablar sin sentido alguno, tal vez se sentía enojada, tal vez no, pero sus ojos lo único que demostraban eran la esperanza perdida—.

Ya veo Yuudai, supongo que esto tenía que pasar jajaja, pero ¡Ey! No te sientas mal, esto tenía que pasar, de todos modos ya había perdido la esperanza —Hablaba con un tono de voz bajo, tembloroso, con la cara volteando a otro lado, debia de admitir que también había perdido la esperanza,pero no la había perdido ahí, la había perdido desde hace mucho tiempo y eso le dolía admitirlo, pero le dolía más que Yuudai pensara que era su culpa, intentaba sonreír, siempre lo hacía, era tan patético por eso pero no quería preocupar a los demás, por sus errores, por sus pensamientos, por lo que no debía pensar—.

¿De qué hablan mocosos? No los dejaremos morir, son los mejores de aquí a decir verdad, tal vez un poco ingenuos, pero eso nos gusta, veamos si pueden sobrevivir a las pruebas —Había hablado aquel señor con un semblante frío y a la vez tenso que daba  miedo, aquellas pruebas sonaban como un infierno y tal vez lo eran, pero qué más daba, ya no tenía nada que perder, solo tenían que cumplir con esas pruebas y verían cómo su vida se volvió un verdadero infierno— Habrá un premio, el que salga vivo de esas pruebas le cumpliremos lo que sea que anhele —Un poco de esperanzas, sonaba bien pero, ¿En verdadlo iban a cumplir? o ¿Solo se quedarían en promesas? ¿Tal vez morirían en el intento?—.

Y así siguieron, empezaron a caminar, habían llegado a una sala grande, la cual era totalmente blanca; había un pequeño árbol. Aquellos señores les dijeron las indicaciones, eran simples simples, tenían que correr hasta la otra esquina, mejor dicho llegar al árbol, todos pensaron que sería fácil, Yuudai tenía miedo, no tenía su pierna no iba a correr como los demás y su temor se hizo mayor cuando les dijeron que tenían tiempo, Koro se ofreció a ayudarlo no lo iba a dejar solo, no más sabiendo que era su único amigo.

La prueba empezó todos corrían, empujaban, lanzaban maldiciones  y parecía que no eran niños, Yuudai había llegado milagrosamente con la ayuda de Koro, los señores no se dieron cuenta de su ayuda y eso era bueno, pues al acabar el tiempo había empezado lo peor; Aquellos que no habían logrado llegar fueron matados de un disparo en la cabeza, una escena espantosa pero sabían algo importante, si perdian las pruebas morirían, también Amelie estaba ahí tenía una cara asustada, tal vez tenían razón en tenerla, era la más pequeña de todos, era la única mujer ahí.

Siguieron con las pruebas con miedo, ambos chicos lo lograban hacer de una manera satisfactoria, hasta que llegaron las pruebas en equipo, fue un maldito infierno, tuvieron que agarrar Amelie, pues era la única medianamente decente ahí y que obviamente los aceptaba por sus obvias incapacidades físicas, pasaron las pruebas en equipo y llegaron al final ahí estaban parados, viendo quien sería el ganador de aquella prueba infernal, no se sentían bien ,en ese lugar uno quería morir, el otro quería estar con aquel que quería morir y la otra solo quería salir de ahí.

Simplemente se tienen que matar, aquel que salga victorioso de aquí será, el que tendrá su valioso deseo, que estoy seguro que es la libertad —Había hablado mientras cerraba la puerta, el lugar era oscuro, ahí estaban sus armas, podían atacarse en cualquier momento, pero no lo hacían, Koro no podía agarrar nada, Yuudai solo agarró su katana y Amelie tomó aquellas cosas que parecían ser garras, solo se miraban fijamente hasta que Amalie rompió el silencio—.

Bueno ¿Ustedes por qué llegaron al otro lugar? Ya saben donde nos ponían a pelear y todas esas cosas —Hablaba con tranquilidad, parecía no afectarle mucho, tenía la certeza de que ella ganaría, no es como que sus contrarios tuvieron muchas ganas de vivir—.

—Y ambos al unismo contestaron— No se.

Pero ¿¡En verdad?! —Se veía bastante decepcionada— Esperaba más...

—El peli-verde estaba jugando con su katana y después miro a Amelie— ¿Y tú? ¿Qué haces aquí? —La miraba fijamente a los ojos—.

Mi madre se quedó sin dinero —Susurro un poco y después apretó sus puños— Me vendió a mi y a mi hermano... después de eso tuvimos que pelear y...gane —Se veía que quería llorar pero se notaba más que quería maldecir a su madre—.

Oh lamentablemente mucho eso —Hablo sinceramente con Amalie, en verdad lamentaba mucho su situación— Mi madre tenía trece años, fue violada, al nacer... me dejó en la calle... una abuela me confundió con gato y me metió en su casa... después de eso la mataron y acabe con un señor de mierda —Hablaba con la voz rota, odiaba poder recordar eso, las personas normales no lo hacían ¿Por qué el si?—.

Pero ¿¡Cómo recuerdas eso?! —Se veía sorprendida aunque después vio como Koro solo miraba su guadaña y hacha— ¿Tu siquiera estas oyendo? O ¿Te haces el pndejo?

Emm, lo siento me perdí —Solo rio por eso aunque al ver la cara de Yuudai y Amalie se calló— Perdón... me pierdo con facilidad... pero bueno, solo entendí que hablaban de su vida, perdí las ganas de vivir a los seis años, soy el tercer hijo de cuatro, mellizo de la menor... mi padre me obligaba a matar y me mato, eso recuerdo... No recuerdo mucho la verdad.

—Solo los miraba y rio— Son amigos y son tan diferentes —Soltó una pequeña risa hasta que vio como Yuudai le quería clavar la katana a Koro— ¿¡QUE HACEN?!

¡Suicidio doble! ¿Te unes? —Estaba sonriendo felizmente, en verdad parecía que quería morir, aunque siempre estuviera sonriendo, sus ojos lo delataban—.

Si no esta el ¿Yo por que también? El ya no quiere vivir, y yo ya no lo quiero desde hace mucho, morir juntos suena bien —Hablaba tranquilamente mientras le extendía la mano a Amelie cómo diciendole que la muere es la única solución en la vida—.

Pero —La chica se veía dudosa, aunque después miro una salida— Creo que podemos salir por ahí, está abierto.

Es una trampa —Hablaba Yuudai mientras iba a la puerta, aunque dio un paso, al ver qué no pasaba nada sonrió— Son idiotas, no cerraron está puerta.

—El peli-blanco solo ladeaba la cabeza aunque después empezó a ir a la puerta, al ver qué no pasaba nada sonrió— ¡Amalie es seguro!

—La peli-azul sonrió y empezó a caminar hacia la puerta— ¡Genial esto es genial! —Al poner un pie en el lado de la otra sala, la puerta se cerró cortando en el camino la pierna izquierda de Amalie, la chica solo gritaba y lloraba de dolor, los chicos fueron con Amalie para evitar el sangrado, la chica agitaba la cabeza de manera de negación al saber que perdió la pierna—.

Sabía que era una trampa —Susurraba Yuudai mientras intentaba parar el sangrado, Koro había roto su camisa para poder hacer que el sangrado parara un poco— Necesitamos salir de esto rápido... Vas a morir a este paso.

—Amalie solo tenía una cara demasiado asustada y de igual manera temblaba mientras lloraba— Pero... ¡Vámonos de aquí! —Se apoyo del hombro de Yuudai, sería difícil caminar así— sin pierna izquierda, mano derecha, ojo izquierdo y oreja derecha ¡Ja! —Queria llorar pero se aguantaba las lágrimas—.

No creo que sea fácil —Diria mientras veía el lugar el cual en las paredes tenía escrito "Si llegaron aquí las reglas rompieron, ahora luchen por su vida mientras esté lugar se vuelve cenizas"— Hoy amanecimos muy amigables —Solo río por eso mientras empezó a caminar de manera rápido— Huele a quemado...

Oh estos tipos están dementes —Solo río un poco, cojeaba, esperaba que por lo menos llegarán a salir de ahí y el fuego no los mataran—.

El trio de chicos comenzaron a caminar, se sentían mal, cada vez el fuego empezaba a ser mayor y en un parte empezaba a caerse el edificio, la vida nunca les sonreía si son sinceros; Seguían caminando hasta que vieron que en una parte el piso se caía, Koro había caído e Yuudai aventando a Amalie agarró el brazo de Koro.

¡Koro resiste! Te sacare de aquí —Estaba luchando para poder volver a subir a Koro, aunque el fuego se hacía mayor y las cosas empezaron a caer más, Amalie solo los miraba, queriendo decir que se apuraran y después se fueran— No te voy a dejar ¿Sabes? ¡No te dejare! ¡NO TE DEJARE!

—Koro solo le sonreía y hablo en un susurro— Yuudai ¿Te acuerdas del libro que te di en la prueba? Por favor, si puedes... Publicalo.. me gustaría que los demás lo vieran.. si encuentras a mi familia, les podrías decir que siempre los ame ¿Si? En este punto soy una carga, este lugar se está llendo al carajo... Y lo sabes.. deja de luchar por mi vida —Solo sonreía, no quería dejarlo, tal vez antes quería morir, pero después recordó algo importante, Yuudai nunca tuvo el cariño de una familia, y por lo menos, Koro queria que vivíera para poder sentirlo— Yuudai... Fuiste mi mejor amigo... Nunca te olvidaré —Despues de eso se desprendió del agarre de Yuudai, cayendo en el piso de abajo, el cual estaba lleno de fuego—.

¡KORO! —Queria volver a jalar su brazo, pero ya era tarde, ya no podía hacer nada por su único amigo, mejor dicho, su única familia, miraba a Amalie, la cual le había obligado a pararse y seguir adelante, Yuudai aún estaba alterado por la repentida muerte de Koro y como podía seguía caminando—.

Caminaban y caminaban, hasta que por fin salieron de ahí, Amalie se sentía bien, le decía una y otra vez a Yuudai que deberían de ir al hospital y a la policía, todo para denunciar y ser tratados, pero Yuudai aún veía aquel lugar quemarse, cómo pudo dejo a Amalie y salió corriendo de ahí, iba a ayudar a su amigo, costará lo que costará, aunque acabará con quemaduras de por vida, no lo iba a dejar ahora, lo iba a salvar, pues el era su amigo, pero Amalie lo hizo entrar en razón.

¡No seas idiota! —Exclamo la chica— El ya está muerto —Le dolía decirlo— No se que era para ti, pero ese chico te dio la oportunidad de salvar tu vida, deberías de aprovecharla y no desperdiciarla.

Pero ese chico —Hablaba un poco bajo Yuudai— Era mi único amigo, mi estúpida familia completa —Se veía que lloraba y era verdad, lo hacía, no tenía consuelo alguno, solo sentía que debía de olvidar todo e irse de ahí lo más pronto posible, pero no podía hacerlo tan fácil, a pesar de todo el podía recordar cada detalle de su vida y eso le jodía demasiado, aunque Amalie tenía razón, le habían dado una oportunidad, no la debía de desaprovechar. Tomo a Amalie e inmediatamente fue al hospital más cercano, no iba a dejar que alguien más muriera—.

Tal vez Koro salió vivo de esa, se volvió demonio y probablemente podría ver a todos los que quizo y ligar todo aquello que anhelaba, el problema esque no recordaba nada.

Se volvió humano y a penas recordaba algunas cosas, inevitablemente olvidó aquel que se volvió su amigo durante mucho tiempo, olvidó todo lo que habían vivido juntos.

Yuudai, tal vez nunca pudo superar la muerte de aquel que tanto estimaba y eso lo hacía estar mal, muchas veces intento matarse pero no podía, no sabiendo que iba a quitarse la vida, una vida que fue salvada por una oportunidad.

Tal vez Amalie e Yuudai salieron vivos, pero no era para nada fácil vivir, constantemente recibían burlas por sus prótesis (Las cuales al final fueron pagadas por los mismos que habían experimentado con ellos) Se sentía extraño, pero era mejor estar así sin tener nada.

Yuudai perdió un año de escuela, era mayor que Koro por un año, tenía un poco de fe que el estuviera vivo y si se lo permitia la vida volverlo a encontrar, tal vez en la escuela, en la calle, en una tienda, dónde sea, pero el aún anhelaba volverlo a ver, a su única familia de verdad, a aquel que dio su vida por la suya.

Palabras: 4975

Yo: De las mil palabras no paso 🤡

Yo nuevamente: De seguro no me pongo triste 🤡

Yo también: Lo acabo el lunes sin pedos 🤡

En fin, en fin, Yuudai mi niño, no te merecías esto 😞

Y que Koro se vaya a la chingada XD ¿verdad?

Ese we de arriba es mi niño Yuudai 👆

Y bueno, ahí le dejamos ya que tengo que acabar la tarea.

Si se lo preguntan si se vuelve a encontrar con Koro XD.

Luego hago cap de eso e info de Yuudai.

Ahí se me cuidan

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