Momento De Valor

Ambos estaban afónicos, se veían a los ojos con las bocas ligeramente abiertas y sin apartarse las miradas sin creer lo que veían...

Ash se puso de pie lentamente y caminó hacia ella con una mano en el aire

-E, estás empapada- Sin titubeos, quitó el agua que le escurría por la frente con su dedo índice, así se le tiñeron las mejillas de un tierno rosa

-A, Ash... Qu, qué alegría ve, verte de nuevo- En su mente sólo pasaba la precaución de no abrazarlo haciéndola tartamudear; lo dejaría empapado al igual que ella, después de todo. Pero él no tuvo cuidado alguno con ello. Le abrazó sin importarle de mucho lo mojada que estuviera. Serena susurró a su oído:

-Te vas a mojar, ¿no te molesta?- Él negó en dos gemidos y un movimiento de cabeza, entonces ella correspondió el gesto con delicadeza, a pesar de que él la estrujara algo fuerte. Sin embargo, algo le pasaba a ella que la confundía...

-Me... Me mojé- Su voz se quebró atenuándose hasta el silencio; sentía confusión. Él le causaba un mar de sensaciones, aunque para Ash, fue muy repentino oírla así, rompiéndose en llanto ante él apenas se reencontraban.

Se separó de ella en un delicado rose de manos, al alzar la vista observó sus mejillas rojas y su boca intentando sonreír; con un sollozo casi inaudible, fruncía las cejas cerrando los ojos.

-¿Qué te pasa Serena?- Preguntó en un momento de preocupación muy palpable para ambos, ella trató de calmarse separándose de sus manos no queriendo hacerlo y frotándoselas en sus ojos

-No... Es nada-

-¡Estás lastimada!- El azabache notó que su pierna estaba al descubierto con unos rasguños que dejaban salir sangre en forma de gotas

-No te preocupes...- Acabó atenuando nuevamente su voz, debido al alza del dolor que le causaba su pequeña herida, el Kantoniáno lo notó también.

Sin decir ninguna palabra la tomó por la cintura sonrojándola tanto como si de un tomate humano se tratase; la sentó suavemente en su bolsa de dormir sin molestar a su Pikachu; así removió su bota y consecutivamente su media para sacar un objeto que Serena recordaba a la perfección, dándole mucho vigor...

Ella al ver el trapo azul no evitó sonreír inconscientemente rememorando su más dulce recuerdo mientras lo veía de nuevo...

-Tú...- Comenzó a decir esbozando una dulce y tierna sonrisa en su rostro

-Así es, no lo dejé- Y Ash le complementó mientras volvía a enrollar la toallita en su pierna, sujetándola con un pedazo de tela de más debido a su pequeñez.

-Listo... ¡Fuera fuera dolor!- Realizó unos ademanes con las manos y terminó sonriéndole como niño. A ella le brillaron los ojos por saber que realmente no estaba alucinando.

-Supongo que querrás cambiarte, así que me iré afuera un rato- Dijo apenado dejando sola a la pelimiel un tiempo...

Ash era inmensamente feliz por haberla vuelto a ver; estaba lleno de emociones que le reconfortaban dulcemente por dentro... Sonreía torpemente fuera de aquella cueva, donde había dejado de llover para pasar a una breve llovizna, que muy por seguro se volvería a convertir en un aguacero. Llevó su vista al cielo buscando alguna estrella, pero las nubes no dejaban ninguna a la vista; en ese momento pensó seriamente en lo que había dicho y hasta vivido

"Valió la pena esperar y buscar"

Dentro del refugio temporal de azabache, Serena se cambiaba lentamente con un ligero dolor desde su pierna. Tampoco era la niña de antes, obviamente podía ponerse de pie por si misma, pero se sentía como tal gracias a que lo estaba volviendo a ver

"No por nada me pasaron estas cosas" Pensó sonriendo mientras veía su ropa mojada y sus medias por un lado.

"Tendré que ponerme mi pijama" Tomó su prenda rosa, pero vio que también le escurría agua al estar al último en su mochila, entonces, observó su mochila y vio un conjunto dentro de una bolsa de plástico...

-Puedes entrar Ash- El aludido oyó una confirmación salir de la cueva, y así decidió entrar.

Vaya sorpresa se llevó al ver a su amiga con una prenda que, pensaba no se la volvería a ver; su playera negra y su falda roja haciendo juego de nuevo, sólo que estaba descalza y con el cabello corto

-¿Qué tal me veo?- Preguntó pasándose una mano por la frente, recogiendo sus cabellos

-Diría que luces espléndida- Sonrió llevándose una mano a su nuca sin saber qué hacer o decir

-Me trajiste muchos recuerdos de momento, ¿sabes?- Dijo Serena rompiendo el silencio no incómodo para ambos, pero si abrumador

-¿Recuerdos?, ¿a qué te refieres?-

-La toallita, la caída... Y tú aquí en Hoenn- Con lentitud y delicadeza se sentó en una roca, cuidando que su vendado no se desacomodára

-Justo pensaba en ti antes de lesionarme y venir aquí- Alzó la mirada y vio a su persona favorita sonreírle tiernamente tal cual niño

-Y ¿qué tal te ha tratado la vida?, bueno, a parte de esto-

-De eso no puedo decir mucho- Volvió su vista abajo una vez más, como si se volviera melancólica por lo que fuera a decir

-Como vez, he estado viajando sola, y pues no he participado mas que en un concurso, en el cual perdí- Comentó moviendo su pierna con curiosidad de ver aquel pañuelo enredado de nuevo ahí, su pie imitaba la acción haciendo un círculo imperfecto en el suelo con el dedo mientras trataba de disimular lo desanimada que se encontraba

-Lamento oír eso- Pero para él no funcionaba, debido a una extraña perspicacia que había desarrollado

-No tienes por qué- Contestó aun cabizbaja, cuando el azabache se le acercó y le alzó el rostro para que lo viera a los ojos; ella se sonrojó

-¿Quién me hizo alzar los ánimos en ciudad Fractal aquella vez en Kalos?- Preguntó divertido el joven Kantoniáno, a lo que la chica reaccionó con una sonrisa dulce en clara seña de saber lo que quería hacer

-Yo- Ella lo veía a los ojos como era deseado por él, su color marrón no había cambiado en lo absoluto.

-No me lo pudiste ocultar bien- Dijo con una voz inaudible el joven de cabellos morochos

-También estoy viajando solo. Sinceramente no estoy en las mejores etapas del viaje, tampoco- En ese instante, el ratón del azabache andaba somnoliento por detrás de Serena. Ambos entrenadores lo vieron zarandearse tiernamente por el sueño. El joven en especial, observaba la sonrisa de su amiga

-Han tenido más aventuras, ¿verdad?- Preguntó ella cambiando el tema de habla, más relajada que antes cuando llegó. Pikachu ya andaba en su regazo dubitativo sobre quién veía. Ash asintió mientras daba dos gemidos aceptándolo

-Región Alola, sólo nueve meses-

*¡Pikapí!* El ratón terminó reconociendo a la chica aun somnoliento pero con la vista clara

-En realidad, más que aventura, fue como una experiencia de vacaciones- Explicó el joven

-¿Vacaciones por nueve meses?-

-Algo así... Estuve estudiando- Contestó pasándose una mano por la nuca, recordando así a sus amigos de aquel lugar. Ella lo vio divertida

-Al menos la has pasado bien- Dedujo por su sonrisa

-Bueno... Disfruto más viajar que quedarme sedentario en un solo lugar- Ambos cruzaron las miradas encontrándose los ojos del otro. Serena por su parte, vio la sinceridad que caracterizaba al muchacho en sus tiernas iris, mientras que él apreciaba con mucha dicha sus hermosos ojos azules

-Aún así... Me llena de felicidad encontrarte... Sólo he estado un mes por aquí-

-A mí también me alegra... No sabes cuanto me has hecho falta todo este tiempo- Ambos no se apartaban la vista de encima. La ya mencionada emoción se los impedía.

-¿Te... Gustaría...?- Él titubeó lo que pediría... Por su mente dubitativa, sólo un pensamiento se presentaba, el cual le decía que no era el momento, y que tenía que reorganizar su mente y pregunta.

Ella empezó a sufrir de nervios pensando lo mismo que él; respiró hondo calmándose.

-¿... Volver a viajar conmigo?- Y a pesar de la pregunta, a ella le brillaron los ojos mientras volvía a su rostro una dulce sonrisa.

No importaba para la oji azul que no hubiese sido aquella pregunta que imaginó, pero un gran alivio la embarcó a darle un abrazo como si en verdad lo fuese

-¡Claro que sí...! ¡Sí quiero!- Atenuó en su mente el dolor de su pierna, e hizo que Pikachu bajara de un salto con velocidad al tiempo que el Kantoniáno le correspondía su gesto.

-Será un gusto viajar nuevamente contigo- Comentó el azabache sonriendo internamente

••~Un Mes Después~••

En ciudad Calagua, se llevaba a cabo un concurso, luego de anunciarse sobre la causa de su temporal suspensión de casi tres meses...

Serena estaba preparándose mentalmente antes de subir a su "primera participación". Pocos la conocían por el hecho de no haberse dado a conocer antes. Sus manos temblaban y sudaban, entonces Ash llegó detrás suyo

-No te preocupes... Recuerda los Espectáculos Pokemon en Kalos- Sugirió en un intento de calmarla

-Ha pasado mucho tiempo... Que me siento insegura- Recordó en mente sus participaciones y suspiró mientras sus pokemon salían de sus respectivas pokeball sin llamado previo

-Todos confiamos en ti, Pikachu y yo te apoyaremos desde abajo- El ratón también sonrió mientras subía al hombro del Kantoniáno

-No creo que eso sea enserio, Ash- En la puerta del cuarto en el que Serena se encontraba, una chica castaña decía seria recargada en el marco de la misma

-¡¿May?!- Preguntó Ash medio afónico

-Así es, Ketchum. Supongo que le ayudas ¿no?- Ella veía al azabache y a su acompañante

-¡Pero si tu eres quien casi me gana aquella vez, hace dos meses!- Reconoció la castaña cuando vio a las espaldas del chico a la pelimiel

-¿Te conozco...?-

-Quizá no. ¿Entonces le ayudarás Ash?- El joven lanzó una carcajada no tan sonora

-Claro, moralmente- Contestó divertido con su Pikachu en el hombro. El ratón imitaba las acciones de su entrenador riéndose

-¡Claro que sí!- Detrás de ellos, Serena era apoyada moralmente por Braixen, Pancham y Sylveon.

-Entonces está decidido, ¡Será una gran participación!-

•=00=•

-El ganador del concurso es... ¡La participante Serena!- La chica sonreía mientras rememoraba su primera participación en Kalos, repitiéndose ahí en Hoenn.

Principalmente vio a Ash aplaudirle mientras chiflaba y coreaba su nombre. De inmediato se sonrojó.

•=00=•

Ella, el azabache y May cenaban el mismo día en un restaurante en el cual platicaban alegremente; la pelimiel veía de reojo al chico comer, lo disfrutaba sin duda alguna.

-¿Sabes?, sí hay alguien que siempre a tenido mi atención- Respondió ante una pregunta que Serena no había oído al estar sumida en pensamientos

-¿Y quién es Ash?, hace mucho tengo esa duda-

-Bueno... Está más cerca de lo que crees- Cerró los ojos mientras la castaña portaba una mirada sospechosa. En ese momento, Serena cambió su rostro a uno de desilusión.

Cada vez que ella intentaba sacar el tema, él lo terminaba cambiando de una u otra forma. Por ello le dolía que esa chica que recién conocía captara aún más la confianza de su amigo de la infancia que ella misma.

Al estar sumida una vez más, no captó lo que los chicos decían...

Entonces sintió en sus labios una presión que la alteró con facilidad.

De un momento a otro, Ash la besaba con lentitud y ella le había empezado a corresponder subiendo el tono un poco más y extendiendo el gesto unos segundos más

-Gracias- Dijo el de cabellos morochos

-Gra, gracias ¿porqué?-

-Por enseñarme a amar... A amarte a ti- Las lágrimas salieron de sus ojos mientras May abría la boca muy sorprendida

-Yo... ¿Lo hice?- Él afirmó en dos gemidos

-Por eso... Ante la vista de una de mis amigas, quiero pedirte que seas algo más que sólo mi amiga... Alguien que, cuando tropiece, me ayude a levantar y viceversa, que cuando la derrota me consuma, sepa cómo esfumarla, que sepa que le amo y que yo, sepa y afirme que la amo- La pelimiel se llevó sus manos a la boca intentando no hacer notables sus sollozos; a pesar que eran evidentes

-¿Serías mi... Novia?-

•=00=•

Es aquí donde termina este shot

Disculpen la demora; en esto me tomé un buen tiempo, ¿no?

¡Espero les haya gustado!

Angell0s

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