Kawaki

Sí, el camino a la escuela era bastante largo para ir a pie. No obstante, la vista y tranquilidad lo recompensaba todo.

Tal vez iban muchos estudiantes por el mismo rumbo que yo, tal vez todos tenían su grupo de amigos y se saludaban enérgicamente entre ellos, sin embargo, la música en mis auriculares lo contrastaba todo.

Plena primavera y el viento sopla fuerte. Los bellos pétalos de los árboles de cerezo que están a los bordes de todo el camino al instituto caen alegres y agraciados. Un millón de ellos caen sobre nosotros y nos acogen. Es una sensación grata.

Y ahí está ella, a la misma hora y en el mismo lugar. Su uniforme se mueve con el viento y sus largos cabellos también. Ha dejado su bolso en el suelo y tiene su mano extendida, esperando que los pétalos caigan sobre su palma.

Es hermosa; cada minúsculo detalle de ella lo es. Me es imposible no contemplarla, es una persona que transmite paz y alegría por donde quiera que vaya.

Paso a su lado, aunque sé que me lamentaré después, no evito hacerle señas para que deje lo que hace y avance, pues aún falta un buen tramo de camino hacia nuestro destino y la hora de entrada está por llegar.

Himawari me presta atención  y me sonríe. Despega sus pies del suelo por pausar y corre hacia mi, dándome un abrazo.

– Hoy el clima es perfecto, ¿no lo crees, Kawaki-kun? – su vista se dirige a la mía y no puedo evitar sonreír.

– Sí, lo eres.

Chyio67