Episodio 01.

Hospital Yellow Roses, habitación 108, una chica de 15 años llamada Verónica Dorce se encontraba en la camilla, su piel era tan clara como la nieve, tan linda como una muñeca de porcelana, pelo largo y rizado, ojos grandes y azules, llenos de asombro por el mundo que los rodea.

Verónica estaba escribiendo en una hoja de papel, mientras escuchaba a su madre.

—¡TIENES QUE MEJORARTE PARA EL SÁBADO QUE VIENE VERÓNICA! —dijo su madre—. EL CAMPEONATO...NO TE ATREVAS A FALTAR, ESA MEDALLA DE ORO, DEBE SER GANADA POR UNA DORCE.

Sophia Dorce, madre de Verónica, ella es un poco... bueno, creo que ya es un poco notorio su carácter.

—Mamá, no quiero discutir por cuarta vez en el día contigo, me siento muy mal, por favor déjame descansar...

Verónica tiene clases de gimnasia rítmica, el sábado hay un campeonato importante para ella, o más bien importante para su madre. Verónica tiene dos medallas de plata, ambas ganadas en gimnasia rítmica, pues ella también tiene clases de esgrima, francés, flauta y lacrosse. Tiene cientos de medallas, pero no tiene una de oro.

—Verónica, solo quiero que ganes esa medalla, no te estoy pidiendo nada más. —dijo con una seriedad y con una mirada que la hacía ver tenebrosa—. Todos esos reconocimientos que tienes... ¡NO SON SUFICIENTES!

Verónica miró aterrada a su madre, todas las clases que ella toma, son solo para complacerla, su madre nunca le preguntó que cosa ella quería ser en un futuro... nunca lo hizo.

A menudo se pregunta si la crueldad de su madre hacia ella es por la muerte de su hermanita pequeña... o si es por el estrés en el trabajo...

Sophia Dorce vive de aplausos, reconocimientos, diplomas, trofeos, quiere tener una familia exitosa. Unida a su esposo solo por un anillo puesto en sus manos, al lado de su hija solo por más halagos, Sophia es una mujer cruel, ella es realmente cruel.

—Tú y yo somos iguales. —dijo con una falsa sonrisa su madre—. También te gustan los logros y los reconocimientos como a mí, solo debes de-

—¡TÚ Y YO SOLO COMPARTIMOS UN APELLIDO! ¡DÉJAME EN PAZ! ¡SOLO VINISTE A VERME AL HOSPITAL PARA DECIRME QUE ME MEJORE PARA COMPETIR! ¡POR DIOS!

Sophia vio a su hija con esa mirada, esa mirada característica de una Dorce cuando siente odio y enojo, pero algo pasó... al darse cuenta de su mirada sus latidos aceleraron, se sintió aterrada, varios recuerdos vinieron a la mente de Sophia, ella se desmayó. ¿Pero por qué?

•¡Errores ortográficos corregidos ^^!