O26

" Estoy buscándome otra vez, yo solía estar triste, yo solía estar lastimado, ¿Por que seguía intentando esconderme debajo de una máscara? Ahora estoy floreciendo. "

— YeoSang, ya han pasado dos meses desde que te diagnostique depresión, haz mejorado bastante, estoy orgullosa de ti.

— Gracias...

— ¿Por qué no vino tu Alfa hoy?

— J-justo de eso quería hablar... El está en celo y no pudo venir pero... Mh... Mejor nada...

— Puedes contarme lo que quieras YeoSang, recuerda que es malo guardar lo que sientes cuando puedes hablarlo con alguien, vamos.

YeoSang asistió a su cita con la psicóloga lleno de incógnitas e inseguridades recién descubiertas por su mente, el tema que no le dejaba concentrarse estaba constantemente en su cabeza sin intensiones de irse; el celo y la marca.

Por un lado se sentía seguro y contento con tan solo imaginar una relación más íntima junto a su Alfa, el entregarse en cuerpo y espíritu sería algo muy importante para la relación que tenían, darían un paso más y se demostrarían todo el amor mutuo que se tenían, eso era algo que lo emocionaba, pero al mismo tiempo causaba una gran ola de complejos.

"¿Y si se arrepiente de marcarme? ¿Y si no soy suficiente para el? ¿Y si no soy un buen Omega?" Todas esas preguntas pasaban una y otra vez por su cabecita, dándole leves temblores por los nervios.

— Quiero pasar el próximo celo de SeongHwa con el... Lo que una pareja común haría, besarse, mimarse y tener intimidad... — Su mirada se mantuvo agachada, se sentía tímido. — Pero... Yo soy estéril y si el me marca tal vez después se vaya a arrepentir porque no soy suficiente para el ni para nadie... Soy una mala persona. — De la nada esos pensamientos negativos llegaron a su cabeza, haciendo que de a poco en sus ojitos se creara una capa de lágrimas apunto de ser liberadas.

— YeoSang, párate y ven, vamos al espejo. — La psicóloga se levantó de su asiento y se dirigió donde se encontraba el castaño, negando.

— N-no quiero verme, soy feo, soy malo...

— Hey, pequeño, ¿Recuerdas el día donde practicamos respiraciones? Vamos a hacerlo, ¿Está bien? — Sonrió. — Inhala... Exhala...

El Omega obedeció, empezando a respirar lento y tranquilo, sintiendo su cuerpo relajarse después de unos largos segundos, sintió las manos de su amiga psicóloga en sus hombros donde recibía pequeños masajes, era una de las mejores sensaciones que su cuerpo podía recibir, tranquilidad y paz.

— Vamos al espejo. — Murmuró tomando a su paciente de el brazo para llevarlo a un espejo de cuerpo entero que se encontraba en una esquina de la habitación blanca. — Quiero que nos mires a ambos... Yo tengo brazos, tu también, dime más.

— T-tu tienes una nariz bonita... Yo... — No podía ver nada bueno en el, de su boca no salía algún halago para su persona, eso le hacía sentir triste.

— También tienes una nariz bonita, dilo completo YeoSanggie, reconoce lo precioso que eres. — Esbozó una pequeña sonrisa. — Mira, mi cabello es suave y huele rico, el tuyo también.

— T-tu tienes un sonrisa muy linda... Yo... Yo también... — Murmuró tímido, apretando en sus puños el borde de su playera amarillo pastel. — Tus piernas son largas y bonitas, las mías también. — De a poco una pequeña sonrisa se asomó en sus labios, había logrado hablar sin tartamudear, no pudo evitar sentirse contento, su lobito levantó sus orejitas y corrió en círculos pequeños a modo de celebración.

— Así es, ¿Te das cuenta de que somos tan iguales como personas? Ambos tenemos algo lindo con lo que destacamos en nuestro físico, porque somos únicos, pero también tenemos sentimientos, órganos, sensaciones, emociones que son inevitables de sentir, pero hay que aprender a controlarlas y siempre mirar un lado bueno de nosotros, YeoSanggie.

— Pero yo soy estéril...

— Ser estéril no está mal, no es tu culpa porque tú no decidiste eso para ti, estoy segura de que SeongHwa te va a amar tal y como eres, cuando se besen, abracen, cuando hagan el amor, el no pensará si eres estéril o no, el solo pensará en lo mucho que te ama y lo afortunado que es de tenerte. — El corazón de el castaño estaba siendo mimado, era difícil creer en esas palabras después de tanto rechazo. — Pero primero, debes de amarte a ti mismo, mírate, eres hermoso en muchos sentidos, mírate en el espejo de tu baño y habla contigo, si te sientes mal, respira profundo, no dejes que los malos pensamientos te consuman y sonríe para ti, para las personas que amas, porque tú eres fuerte, eres valiente.

YeoSang se fue dando cuenta de que el mundo no gira alrededor de el, no siempre las personas estarían mirando su ser, porque no todo su entorno sería malo, pero así como en todo lugar vive la armonía, también habitaria el rencor, la ignorancia, la cobardía y el odio sin razón, aprender a sobrellevar eso sería complicado al principio, pero el tenía ganas de ser feliz, salir adelante y mejorar como persona para su futuro. No iba a romperse, ya no.

Dentro de una hora ya estaba en la puerta de su casita, encajando la llave para abrirla. Por sus fosas nasales ingresó el aroma que tanto le traía loco, las orejitas de su lobo se pararon y su cola empezó a agitarse en el aire con emoción, chilló de felicidad al ver a su Alfa en su sillón, sin poder evitarlo corrió hasta lanzarse en un fuerte abrazo sobre su novio.

— ¡SeongHwa! Te extrañé...

— Yo a ti bebé, te extrañé un montón. — Sus fuertes y ejercitados brazos rodearon la pequeña cintura de YeoSang, apretándolo a su cuerpo para poder profundizar el abrazo. — Mi celo acabó ayer pero hoy dormí todo el día, ya sabes, quedé agotado. — Soltó pequeñas risillas.

— Siempre quedas agotado amor. — Murmuró un poco tímido sabiendo a lo que se refería su novio. — ¿Trajiste mi ropa?

— No... La ensucie un poco con... Ya sabes... La lavaré hoy mismo, lo siento.

Un rubor intenso apareció de a poco en su rostro hasta llegar a sus orejitas cuando se imaginó su ropa con la esencia blanca y espesa de SeongHwa, su cuerpo sintió fuertes cosquilleos de la emoción, no sabía cómo reaccionar, pero definitivamente no era ninguna reacción negativa.

— No hay problema Hwa, entiendo... — Murmuró atreviéndose a dejar un pequeño besito en los labios con tonalidades marrones de su enamorado. — ¿Donde está HongJoong? ¿El te abrió la puerta?

— Si, me dijo que iba al baño. — Dijo en un susurro sobre la boca de su precioso Omega, mordiendolos con suavidad en el proceso. — Compré chucherías en el camino, ¿Te parece si miramos una película? — Después de un duro esfuerzo, tuvo resultados, su sala ya estaba implementada con un televisor plasma no tan lujoso ni de última generación, pero si lo suficientemente bueno para satisfacer sus necesidades, como ver películas cada fin de semana con sus dos tesoros.

— Me encanta Seonggie. — Sus rostros estaban tan cercas al igual que sus cuerpos, por alguna razón sus alientos se encontraban tibios y calientes, al parecer el celo había dejado algunas hormonas encendidas en SeongHwa, se había quedado con las ganas de tocar a su novio desde ya hace mucho tiempo, llevaban casi cinco meses de relación y la intimidad no se hacía presente, tal vez se encontraba algo urgido.

— Espero que HongJoong se demore un poco más... — Y así, empezó a devorarse los pequeños e inexpertos labios de YeoSang que intentaba corresponder el rudo y húmedo beso que su novio estaba empezando, sus manitos viajaron a los hombros del moreno para sujetarse y apegarse un poco más, mientras que sentía su cintura ser apretada de manera posesiva.

— S-seonghwa... Ngh~ A-amor HongJoong va a venir... — Balbuceó sobre el beso, recibiendo una mordida como regaño por interrumpir el beso, la cual obviamente le gustó.

El moreno ignoró la advertencia de su pequeño, para así empezar a bajar los besos húmedos por la mandíbula y cuello de YeoSang, mientras que sus manos se internaron por la playera amarilla donde se atrevió a tocar la suave y delicada piel tibia del menor.

— Bien entonces vamos a la habitación para estar cómodos. — Su voz era gruesa y algo ruda.

— H-hongjoong duerme conmigo... — Negó ladeando su cabeza a un costado para dar más acceso a la boca contraria, su voz fue débil y aguda debido a la excitación que empezaba a sentir su sensible cuerpito. — S-seonghwa... Hay que parar.

Más el alfa no tenía ganas de aquello, estaba decidido, pero tampoco lo obligaría a nada, de todos modos iba a arriesgarse un poco más e intentar ir tan lejos como su pequeño se lo permitiera. Una de sus manos bajó al pequeño y firme trasero que YeoSang lucía pocas veces con el, lo estrujó entre su palma, amasó como si fuera un delicioso bizcocho suave y esponjoso, escuchando los suaves gemidos que su Omega dejaba escapar.

— Te gusta, mh~ — Su voz sonaba grave, el hecho de que su pequeño se comportara como un bebé sumiso le hacía endurecer más rápido su miembro.

— S-seonghwa~ — Gimió con timidez, fue en ese momento en el que se dio cuenta de que su zona erógena tal vez, era su cuello, sentir mordidas y los lengüetazos de su caliente Alfa ponía su cuerpo cada vez más tibio, sus mejillitas palpitaban por lo rojas que se encontraban, a la vez que su entrepierna también, iba a mandar al carajo el hecho de que HongJoong estuviera cerca, estaba a punto de hacerlo.

— YeoSang Hyung...

— ¡H-hongjoong! — Sus ojos se abrieron como platos, se separó de su Alfa de inmediato y se reincorporó en el otro lado de el sillón, con una sonrisa nerviosa.

— ¿Ibas a tener sexo con SeongHwa Hyung?

YeoSang casi se desmaya, estaba tan avergonzado, había estado besuqueandose de manera pervertida con su novio delante de un pequeño que no tenía que ver aún cosas como esas.

— HongJoong yo... No es así, solo nos dábamos besitos, ¿Verdad Seonggie? — Dió un leve codazo en el brazo de su moreno, soltando pequeñas risas nerviosas, se sentía como un niño pequeño siendo regañado.

— Si, solo besitos HongJoong. — SeongHwa le siguió la corriente a su rojito novio quién ahora se encontraba más calmado, la reacción de el pelinegro no había sido tan escandalosa, eso sí que ayudaba mucho.

— Bueno... YeoSang Hyung... Mi celo va a llegar. — Sus ojitos se cristalizaron, aún no había empezado a soltar sus feromonas, pero ya podía sentir las dolorosas punzadas en su vientre bajo levemente hinchadito, necesitaba de el aroma de un Alfa y mimos, tal vez... Menta dulce.

— Corazón, vamos a la habitación, ¿Si? No llores haré un mate para ti, así no duele. — Guió a su menor hasta el cuarto, recostándolo en la cama con mantas, arropando su pequeño y enano cuerpo.

— Me duele mucho... — Empezó a sollozar por dolor, su último celo había sido intenso, pero no tan doloroso como lo estaba siendo este, y eso que apenas comenzaba. — H-Hyung me duele...

YeoSang sacó de el buró un spray neutralizador para que las feromonas no vayan a afectar a su novio, se acercó a HongJoong con preocupación para así tocar sus mejillas, tenía fiebre, ver así a su osito lo llenaba de angustia, su pequeño estaba experimentando uno de los celos más fuertes y azotadores, eso solo sucedía cuando su lobo estaba templado por algún Alfa y le urgía solo un aroma en específico, sin embargo, no le cabía en su cabeza que Tae ya se haya relacionado con algún otro lobo, a menos que sea en su escuela.

Se quedó mimando por unos minutos la pancita esponjosa y regordita de el castaño, quién cada vez soltaba sollozos más fuertes, sentía que moriría pronto, también empezó a sentir como su entrada empezaba a lubricar en chorros, humedeciendo así las toallas que YeoSang ya había colocado bajo las caderas como prevención.

— ¡Me duele! — Ahogó un chillido entre sus manitos.

El castaño salió de la habitación con los nervios de punta y corrió a la cocina, empezando a preparar el mate relajante que le preparó a su menor cada vez que el celo llegaba, pero incluso ya no tenía esperanzas de que ese mate funcionara. Incluso había olvidado que su novio estaba ahí.

— Bebé...

— Perdón amor, no podremos ver películas... HongJoong está muy mal, su celo está siento muy doloroso... — Murmuró con suaves temblores en sus manitos, iba a empezar a llorar también.

— Mira... Podemos llamar a MinGi para que intente calmar a HongJoong, el necesita mimos de algún Alfa...

— No quiero que Song se acerque a HongJoong cuando está en celo, el es capaz de... Ah, no, SeongHwa no.

— No lo hará YeoSanggie, él sabrá controlarse, HongJoong está sufriendo y sabes que eso puede ser peligroso. — Se acercó para abrazarlo y así intentar calmar a su angustiado novio. — Vamos, di que sí.

Suspiró. — Llámalo, no me gusta ver a HongJoong llorar... — No estaba seguro del todo, pero si eso haría que su osito dejara de llorar, lo permitiría.

Pasaron diez minutos, la puerta sonó y el castaño corrió como flecha a abrirla, ahí estaba el encantador Alfa de nariz respingada, con una sonrisa en sus labios, hoy era noche de follar.

— Me dijeron que un jovencito entró en celo y necesitaba mi ayuda...

— No quiero que tengas relaciones con el, tampoco quiero que lo beses en los labios, ni que lo toques con dobles intenciones, MinGi Hyung, solo tiene 16 años... Porfavor haz que se calme, le duele mucho, confío en ti. — Habló haciéndose a un lado para dejar pasar al Alfa más alto.

Era la primera vez después de tanto tiempo que Song pasaría un celo sentimental con alguien que no haya sido su expareja, la cuál ahora descansaba en paz en una tumba abandonada del cementerio general en Los Ángeles, iba a ser muy difícil, ya se había acostumbrado a follar en un celo, no a ser cariñoso.

— YeoSang yo...

— Porfavor MinGi, el está pasando el celo más doloroso... — Ahora habló SeongHwa.

No se podía negar.

Giró la manija de la puerta de aquella habitación una vez estuvo frente a ella, al ingresar, pudo sentir como por su nariz ingresaba una ola de feromonas traviesas y dulzonas, junto al aroma de café acaramelado, sus puños de apretaron, sentía su miembro endurecer con una rapidez extraordinaria, no se había sentido así hace años.

Vio como en la cama yacía un pequeño bultito cubierto por mantas polares, se sentó en el borde de el colchón y con su mano tocó la pequeña espalda que miraba hacia el.

— HongJoong... Soy MinGi... — Comenzó a retirar las mantas con timidez, mordiendo sus belfos al notar el físico del pelinegro, su frente estaba perlada, las mejillitas rojas al igual que la nariz y eso labios, labios rosas que se veían mojaditos y apetecibles. — Ven aquí, te daré mimos. — Habló con más confianza.

Con delicadeza y ternura tomó el cuerpo pequeño de HongJoong, atrayéndolo al suyo hasta dejarlo encima, así tuvo más libertad para dar mimos en la espalda, muslos y cintura, mientras que su otra mano acariciaba el cuero cabelludo sudoroso del pelinegro, acostando la cabecita en su cuello para poder soltar su aroma y que así el pequeño Omega se sintiera más tranquilo.

— ¿Como se siente? ¿Te gusta?

— Minky Hyung... M-me duele aquí... — Con sus deditos señaló su vientre, el Alfa casi muere de ternura cuando llevó su grande mano en esa zona y sintió la esponjosa pancita, acarició en círculos hasta entibiar la zona, calmando de a poco el dolor. Siempre le había gustado los cuerpos que cumplieran los estándares de estética, muslos y trasero gordito, cintura pequeña y delgada, HongJoong era todo lo contrario a delgado, pero no le importó, incluso le empezaba a gustar el hecho de acariciar un cuerpo rellenito como el del Omega pelinegro.

Repartió besos cariñosos primero por las mejillas sonrojadas de HongJoong, después en la barbilla, nariz, frente y  cabello, sin importarle el hecho de que el pequeño estuviera sudoroso, incluso su lobo se sentía emocionado y satisfecho sin la necesidad de tener sexo, era como si hubiera necesitado por mucho tiempo dar cariño a alguien.

— Cosita, ¿Sigue doliendo? — Esbozó un pequeña sonrisa al observar como HongJoong mantenía sus ojitos cerrados y su naricita pegada en la curvatura de su cuello, donde soltaba todo su aroma.

— N-no mucho... Me gusta la menta dulce Hyung... — El Omega se sentía en la gloria con tan solo recibir pequeñas caricias y poder respirar el delicioso aroma de MinGi, su lobito estaba contento.

— A mi me encanta tu aroma, HongJoong, eres una obra de arte.

Bueno, al fin al cabo esas palabras bonitas solo eran por el momento de calentura. ¿O no?

" Arroja lejos el miedo que está en tus ojos, rompe el techo de cristal dónde estás atrapado, hasta el día de la victoria, no te arrodilles, no te desmorones. "

2/5
esperen pronto el siguiente capítulo, tal vez lo suba en unas dos hora o más. Sí hay algún error por favor díganme. se les quiere mucho ♡

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