Fugaku dejo ir a Sasuke y Hinata, haciendo como si nada hubiera pasado. Sasuke cargo a Hinata en su espalda y comenzó a caminar hacía la salida. Se dio vuelta para quedar cara a cara con sus padres y dijo.

—No quiero volver a verlos nunca más en mi jodida vida. Hagan lo que quieran de ahora en adelante, ustedes están muertos para mí.

Mikoto se acercó a Sasuke y le dio una cachetada.

—¿Cómo te atreves a hablarnos así? ¡Somos tus padres Uchiha Sasuke!— Dijo llorando, con un gran dolor en su corazón.

—¿Siquiera sabes ser una buena madre?— La miro— Una madre no ayuda a su esposo a casi matar a una chica indefensa, una madre no miente por el bien de su esposo, y una madre no le miente a su hijo con algo tan importante. Como la vida de su prometida— Sasuke la agarro del hombro— Tu ya no eres mi madre, Uchiha Mikoto.— Y la miró fríamente, tan fríamente que Mikoto sintió como cada una de esas palabras llegaba a su corazón para romperlo sin piedad.

—Sasuke...

—Adiós.

Aferro más a Hinata a su cuerpo para que no cayera y comenzó su camino hacía su casa. Dejando atrás a su maldita familia, a la bastarda verdad y a todos sus jodidos problemas.

Desde ahora en adelante solo eran Hinata y él, no había nadie más en su familia, sólo ellos dos, quienes superarían todo esto y seguirían adelante, juntos.

...

Al llegar a casa dejo a Hinata en su cama y fue por un botiquín para curar sus heridas.

Hinata quien respiraba lentamente, comenzó a llorar, estaba viva, estaba en su casa. Sasuke, Sasuke-Kun la había salvado, llego cuando ya no veía esperanzas, cuando ya no tenía fe en que viviría, pero ahí estaba, el había llegado, la había encontrado y la había salvado. Aún cuando su familia asesino a su hermano mayor y destruyó a su familia, aún cuando él le decía desperdicio, aún cuando él la odiaba y jamás la amaría. Esto era un sueño, del cual Hinata no quería despertar, nunca más.

—Aun que, la verdad, pienso que deberíamos ir al hospital. Yo te curaré pero no del todo, así que luego de esto iremos al hospital. ¿Esta bien?— le sonrió.— No llores más, por favor.

Hinata salió de sus pensamientos y negó lentamente.

—N-no Sasuke-Kun.— Dijo calmando sus lágrimas

—¿Qué dices?— se arrodilló y comenzó a curar, empezando por su rostro. Antes de que Hinata pudiera hablar se levanto nuevamente — ¡No puedo ser más bastardo! No has comido ni bebido nada en horas. Iré por comida, y alguna pastilla para el dolor, ya vuelvo.

Y Hinata no dijo nada. Sonrió como pudo, le gustaba este Sasuke.

Al volver, Hinata sólo tomó agua. No podía comer, su boca dolía como la mierda.

—S-Sasuke-Kun, no podemos ir al hospital.

—¿Qué, por qué?— la miro extrañado.

—¿Q-qué tal si piensan que tu hiciste todo esto?

—En parte yo provoque todo esto, no estarían equivocados.

—N-no Sasuke-Kun, no fue tu culpa, sino la mía.

Sasuke nego enojado.

—No, Hinata. Ahora ya no hables, debe dolerte mucho.Te curaré y luego hablaremos.

Hinata sonrió y ya no hablo más.

...

Hinata se encontraba dormida, luego de muchas horas sin poder hacerlo, finalmente a las cinco de la mañana su sueño llego. Sasuke la quería llevar al hospital hace unas horas atrás, pero Hinata se había negado rotundamente, haciendo que Sasuke se enojara para ya no seguir discutiendo sobre el tema y saliendo hacía la cocina. Volviendo una hora después para acostarse junto a ella, obviamente dejándole el espacio suficiente para que no le molestara cuando quisiera moverse. Ahora descansaba tranquilamente, sabiendo que estaba viva y a salvo. Y que ya nada ni nadie nunca más le podría hacer daño, mientras Sasuke estuviera con ella se mantendría firme y fuerte ante todo, siempre.
...

Pasaron días, semanas, no habían tocado el tema, ya que Sasuke no quería que Hinata se exigiera más de lo que podía para hablar y reaccionar. Quería que su estado estuviera tranquilo, ya que ella no había querido ir al hospital en ningún momento, y él ya no le podía decir que no.

La culpa que cargaba con todo esto lo estaba matando, pero Hinata lo mantenía con vida. Así que no quería que eso se perdiera, ella se había convertido en su todo, tan lentamente que era reconfortante. La quería, amaba, mucho ahora. Y eso ya nunca más cambiaría.

Pero, no podían omitir ese tema por mucho más tiempo.

Luego de que Hinata se recuperara al cien por ciento, le pedía perdón constantemente, a cada hora del día y noche. Sasuke solo le respondía con que no había nada que perdonar y que ella lo perdonara a él.

—Sasuke-Kun, t-todo esto fue culpa de mi familia y en parte mía. Yo me siento tan culpable que quiero arreglar todo esto, pero no puedo. Ya n-nada podrá mejorar esto.

—Hinata, ya basta. Mi hermano ya esta muerto y eso no fue tu culpa, ¿Bien? Si mis padres ya cobraron venganza o que se yo, es problema de ellos, ya no es mío ni tuyo. No eres culpable de nada. Y Itachi no regresará nunca más. Así que por favor, deja de pedirme perdón... Haces que me sienta más culpable de todo lo que te paso.— Sasuke puso su mano en su pecho— Intentaste suicidarte por mi culpa — la miró con frustración — y ellos casi te matan, Hinata... Todo esto es mi maldita culpa.

Comenzó a derramar pequeñas lágrimas y Hinata nego, para luego ir a abrazarlo, aferrándolo a su pecho con delicadeza.

—N-no Sasuke-Kun, no es tu culpa. Ambas cosas fueron mi decisión.— Lo estaba calmando, Hinata no quería ver sufrir a Sasuke nunca más — Así que esta bien, dejaré de hablar sobre eso. Dejaré de pedir perdón, mientras estés aquí, todo estará bien para mí.— Sasuke la abrazó ahora— Pero... Antes de dejar todo esto de lado, t-tengo una última pregunta.— Sasuke la miró ahora— ¿S-Sabes por qué mi familia... A-asesino a tu hermano?

Y los ojos de Sasuke se agrandaron más de lo normal, él, él no sabía eso. ¿O si?