treinta
—¿Aló? ¿Quién habla?
—Hola querido Sasuke, habla tu padre.— los ojos de Sasuke se abrieron rápidamente— ¿Cómo has estado? ¡Ahhh, Sasuke-Kun! ¡A-ayudam...!— Sasuke cayó al suelo— ¿Todo bien, hijo?
Esa era Hinata. No podía ser nadie más.
—¡Viejo de mierda!
—Se te ha escapado la chica, ven por ella.— sonrió — antes de que sea demasiado tarde.
Sasuke dejo caer su celular, se colocó sus zapatillas y salió en busca de Hinata, corrió lo más rápido que pudo. Tenía que estar en su casa, no podía ser en otra parte.
...
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