dos
Estoy harto de esa chica.
Estoy harto de esta farsa.
Hasta aquí llego mi límite.
...
Sasuke salió más que furioso de su casa, corrió hacía su antiguo hogar lo más rápido que pudo, al llegar entro sin tocar la puerta y subió a encerrarse en su antigua habitación. La paz que necesitaba estaba aquí, sin su cama, sin sus cosas, vacía, totalmente vacía.
Se sentó en el suelo y cerro sus ojos, olvidándose de todo, por exactamente diez segundos.
Mikoto escucho el portazo en la habitación de su hijo, creyó por un leve instante que se trataba de un fantasma, por lo que, tomó valor y subió a revisar. Se encontró con la habitación cerrada con seguro, la golpeó lo más fuerte que pudo, rompiéndola, al entrar se sorprendió mucho. Ahí estaba su hijo, no un fantasma como había creído.
—Sasuke, ¿Qué estás haciendo aquí?— preguntó sin siquiera decir hola.
—Hola también, madre.— la miro — sólo quería estar en mí habitación. ¿No puedo?
—Ya tienes tu casa y tu habitación allá con tu esposa.— dijo seria.
—¿Qué esposa? ¿Qué casa? Este es mi hogar.— sonrío con sarcasmo.
—Sasuke Uchiha, no vengas con tus tonterías. ¿Sucedió algo con Hinata? ¿Acaso se pelearon?— dijo preocupada.
—Como si esa tipa hablara.—rió más fuerte.
Mikoto no dijo nada más y se acercó a él, lo agarró de la oreja y lo llevó afuera de la casa. Lo dejo en el patio y fue a buscar su auto, al estacionarse frente a Sasuke lo obligo a subirse.
Lo llevo de nuevo a su casa.
Hinata estaba sentada en el sofá, triste. Sasuke la había tratado muy mal estos meses que llevaban juntos, ella ni siquiera decía algo y ya tenía un insulto por parte de él. Aún ninguno de los dos sabía por qué los habían obligado a casarse.
Y eso era muy molesto, para ambos.
Hinata escuchó la voz de Sasuke y la de su madre en la entrada, fue a abrir.
—S-señora Uchiha, bienvenida — sonrió impresionada.
Mikoto le agradeció con una sonrisa y entro con Sasuke, aún agarrado de la oreja.
—Hinata cariño, ¿Ustedes dos pelearon?— preguntó soltando a Sasuke.
Hinata la miro con dudas, ¿A qué se debía esa pregunta?
—Disculpe, ¿Por qué lo pregunta?
—Sasuke llego hecho un lío a casa. Tuve que usar la fuerza bruta que nunca uso.
Hinata rió tiernamente.
—Oh, ya entiendo.—sonrío— P-pero no, no hemos peleado — mintió, de nuevo.
—¿Segura?
—Sí.— afirmó tranquilamente.
Sasuke la miro enojado.
—Me voy a mí habitación.
Se fue dejando a las dos Uchiha. Mikoto sorprendida y Hinata, ya estaba acostumbrada.
—Sasuke... ¿Te trata bien?
Al oír eso Hinata se congeló. No sabía que decir, la verdad, era obvio. Pero...
—Sí.—respondió
—Mm... Hinata escucha... Si él te levanta la voz o la mano, no dudes en decírmelo, ¿Si? Conozco muy bien a mi hijo, y cuando no quiere algo, o no acepta algo... Esta de mal humor, siempre. — dijo preocupada.
—Si, pero descuidé, esta todo bien.
Mikoto sonrió.
—Me alegra oír eso.
—Mm... Señora Mikoto... ¿Usted sabe por qué nos obligaron a casarnos?— preguntó muy nerviosa.
Mikoto no dijo nada. Por muchos minutos, hasta que, por fin hablo.
—Sí, lo sé.—la miro— pero... Tengo prohibido decírselos. Lo siento.
Hinata se sorprendió.
—¿Qué?— pausó— ¿Por qué?
—Es por su bien.— Dijo Mikoto rápidamente.
Hinata quería llorar ahora, ¿La casaron con un idiota y no podían decirle el por qué? Esto no podía estar pasando.
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