cincuenta y tres

Los minutos siguientes y los siguientes minutos eran realmente eternos, parecían horas y horas, en los que su corazón estaba plácidamente destruido y el de su querido Sasuke-Kun estaba muerto, inmóvil... sin pulso. Este maldito día era tristemente eterno y parecía como si no quisiera acabar jamás, pero santo dios ¡Esto debía acabar y terminar ya! De esta pesadilla tenia que despertar ya. No es justo para él ni para nadie estar de esta manera,,

- ¿P-por qué esto debe estar...hmp... de esta forma? – Seguía apoyada en la tumba de su esposo, llorando cada vez más sin sentido de nada más que tristeza.

Todos querían que esto no estuviera pasando realmente o que termine de una vez por todas. . .

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Sugumi y Sasuke finalmente querían comer, Hinata debía ir a verlos, pero, Mikoto no tuvo el corazón de obligarla a ir. Así que les fue a hacer una leche en biberones, de esa que era para bebes sin lactancia materna. Fue rápida y llego ahí enseguida, tomo a ambos bebes en brazos y se sentó, pero se dio cuenta que no podía con los dos, así que tomo a Sugumi primero, esta tomo rápidamente y muy hambrienta tratando o eso pensó Mikoto, que ella tomaba rápido para que ella pudiera alimentar a su hermano también, porque su ceño fruncido en forma de orgullo era notorio... Jajaja, ella sin duda es igual a su hijo Sasuke, y tiene un cierto parecido con Itachi también, la sangre Uchiha es muy fuerte sin duda jaja. Actuando como una hermana mayor, dulcemente. Ya había terminado así que ahora le toca al pequeño Sasuke... Dejo a la pequeña en la cama ahora y acurruco a Sasuke en sus brazos, el agarro el biberón en un instante junto con sus pequeñas manitas, Mikoto rió, él sin duda es idéntico a Sasuke, el mismo caracho y gestos jaja.

Ya ama a estos niños con todo su roto corazón.

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La noche llego por fin y Hinata finalmente se había dormido en ese mismo lugar, Mikoto la tomo como pudo y se la llevó a la habitación de ella y Sasuke. Hinata por supuesto no se dio cuenta, estaba tan cansada que ya no sentía ni su entorno, solo la dulce voz de Sasuke-Kun que en su mente se encontraba... "Oh querida, no sabes como te hecho de menos... no puedo creer que ya no, Hinata, te amo mucho... realmente eres todo para mí, cuida bien de ti y de los niños... Baka... no hagas nada tonto, ¿Sí? "Y Hinata afirmaba con su cabeza aún cuando él no le respondió devuelta... Te amo Sasuke-Kun, tu eres mi universo eterno, entero, todo para mí... jamás te podre dejar ir, lo siento mucho en verdad.

Las tinieblas van... creciendo ya.

Mikoto finalmente llego a la habitación y la acostó al lado de sus nietos, ella necesitaba tanto descansar y dormir que Mikoto se sentía tan feliz en este momento, de igual manera ahora por fin... podría bajar para estar con su querido hijo que tanto extrañaba y anhelaba ver más que nada en la vida, más que nunca.

Donde se unen, viento y mar... un río lleva, mil memorias que hay... vuelve ya por favor, te necesito... a tu hogar has de volver, ,

Sasuke y Itachi, mis queridos hijos, mamá se siente nada sin ustedes...

Mikoto llego ahí y se sentó en dónde Hinata había estado todo el día y se coloco de la misma manera en la que la joven estaba, ambos brazos y la cabeza agachada hacía el cristal que las separaba de él, al menos él seguía con su misma carita, intacta, su expresión en el rostro, esa serenidad que él mostraba cuando dormía. Estando de esa manera se sentía realmente cerca de él, tanto que sentía incluso como si él estuviera en sus brazos, abrazándola tal y como lo hacía cuando era pequeño, cuando corría después de la escuela para abrazarla felizmente, tan alegre como nunca más lo fue,

Oh,, no, no puede ser cierto, dios mío, maldita sea... no puedo, no puedo, no puedo, te necesito hijo mío, sal de aquí, sal, sal ya de una vez . . .

donde se unen viento y mar, a tu hogar has de volver, crece junto a nosotros querido hijo, no te vayas, no me dejes...

Fugaku se acerco para abrazarla, ella solo necesitaba a su hijo, pero, él no podía regresárselo... Pero no se atrevía a llorar ni derramar ninguna lagrima, no enfrente de su hijo. Eso jamás pasaría.

...

Sugumi esta muy feliz, Sasuke al fin había sonreído, cuando ambos notaron que Hinata, su querida madre ya se encontraba ahí con ellos, abrazándolos tal y como quisieron desde el momento en que la vieron por primera vez, esto sin duda era la mejor sensación de estar afuera de esa gran oscuridad, en donde mamá y papá les hablaban día y noche, les daban de comer cosas muy ricas, realmente todos eran tan, felices. Por supuesto lo pensaban a su manera, pero, ya querían conocer al portador de la otra voz que les hablaba desde su antiguo hogar, el que les hablaba todo el tiempo, jugaba con ellos, tocando sus piecitos cada vez que ellos pateaban a mamá jugando, ¿En dónde se encontraba ese ser?

Ya querían conocerlo.

...

La mañana ya había llegado dando inicio al ultimo día de su hijo y el esposo de Hinata en esta casa, este día seria otro de los peores días de esas tres personas.

Algo, tan difícil.

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