Era el segundo día en el que Elías se quedaba solo en casa. Estaba experimentando un nuevo sentimiento, la soledad sí él sabía que era algo exagerado creer que estaba tan solo el segundo día en el que Matías se iba pero no le quedaba de otra. Espera ¿Quién dijo que no le quedaba de otra?

El pequeño ángel supo que le quedaba de otra así que buscó algo que le quedará para ir a los cielos.. o a volar por ahí. Busco algo en el pequeño armario de Matías y encontro algo. Era una camisa  rayada y pantalones tipo mallón cierto Elías se preguntaba el por qué Matías usaba mallón y se dio la idea de que su trabajo lo requería.

Mm.. para tener un cabello tan blanco y buen cuerpo esto no me va a quedar- pensaba para si mismo Elías mientras le ganaba la vanidad.

Elías tomó una tijeras de la cocina y se cortó la camisa. Pero aún no le satisfacía, al arruinar la camisa de Matías esa forma de vestir no le quedaba y menos si iba a hacer su gran presentación por las plazas humanas. Buscó algo más y encontró una playera negra, era evidente que a Matías le gustaba usar ropa pegada en casa.
Tomo la playera y la cortó más de la mitad, se la probó y sintiendo una sensación de placer al verse bien él mismo buscó algo más algo que se le viera bien con ese cambio.
Busco un rato y encontró un suéter blanco algo largo se lo probo y le encantó, iba bien con la soberbia que en ese momento se le ofrecía.

Pensó un momento en Matías

Si salgo así los humanos me reconocerán y cuando quieran buscarme irán en contra de Matías ¿No?

Entonces tomo un cubre bocas de tela y se lo puso. Así tal vez no lo reconocerían tan bien.

Se creía un maldito crédulo con ojos rojos de tanta escoria. Iba acercándose más y más a la misma muerte de ahora, salió con esos molestos rayos de sol tocándole una parte del rostro. No le incómodo, no le afecto pero le molestaba tanta luz ¡Le daban jaquecas!, Y es cierto que nunca se acostumbró a la luz de Dios y no entendía el por qué. Él solo quería ser libre pero siempre se decía que era una tontería y su trabajo era con Dios.

Esta vez no saldría disparado hacia el techo. Ni tampoco Matías lo retaría por eso, ahora necesitaba sentir el frío aire tocándole el rostro o por lo menos lo que mostraba.

Tomo impulso y como si fuera un enorme salto se elevó alto tan alto que podía ver a los gatos rondar por el techo de los apartamentos pequeños y una pequeña manzana más allá. Se dispuso a hacer algo que tenía en mente en cuanto se dió cuenta de que los humanos lo despreciarian en cuanto el cayó y lo pensó a solas el primer día de su soledad.

Pero ese daño sería para siempre en la vida de Elías y Matías....

••

Trabajé hasta tarde y me sentía exhausto después de un día de trabajo completo. Tomé un autobús que llevaba a mi calle, el autobús funcionaba con electricidad así que en algún momento creía que se iba a parar si había un corto. Pero este día nisiquiera me lo quita mi negativa ignorancia, está vez estaba pensando en que prepararle a Elías o si ya había comido. Es como un hijo para mí un hijo al que temes dejarle solo pero Elías ya es un adulto mayor que yo aunque no se note asi que.... Esta bien no?.

El autobús paró en mi calle y algunos pasajeros como yo bajamos. Busqué la llave de mi apartamento en mi bolsillo izquierdo y abrí la puerta..

En cuanto la abrí noté un olor inoportuno, creí que algo se estaba quemando pues Elías no es tan avanzado en la cocina y revise la estufa. Nada malo. Nisiquiera había una olla en la estufa ni rastros de que algo se estuviera quemando. Me pregunté si sería alguna coladera destapada del exterior hasta que escuché un ruido, sonaba como si algo se cayera ( un objeto de cerámica para ser más exactos ) volteé por sentido común hacia todos lados para encontrarme con Elías pero él no estaba por ahí.
Caminé hacia donde creí que estaría el sonido o Elías y solo me encontré con la puerta de la única habitación del apartamento abierta, tal vez Elías había dormido o algo así y se habría despertado en cuanto llegue pues era tarde de noche y yo también estaba cansado.
Miré un poco y.... Casi hago caer la mesita que estaba detrás mío, había una criatura con ropas combinadas rasgando.... Rasgando un cuerpo humano.. y no solo era ese cuerpo, al lado de la cama tirado se encontraba otro cuerpo sin ojos y literalmente sin siquiera las cuencas o las cejas. Estaba rasgado por alguna especie de cuchilla o pala que hiciera eso.

Me quedé totalmente petrificado y casi pego un grito al ver que el responsable de esos Homicidios.... Era el ángel al que yo estaba cuidando, se veía diferente tomado viceras de sus cuerpos y lanzandolas a la pared para que luego sonarán de una forma estremecedora si es que sabías que eran viceras chocando contra una pared. Temblaba temiendo de que me escuchara y me hiciera algo horrible. Tape mi boca y tome el mantel de la mesita detrás de mí, me acosté con cuidado temblando mi cuerpo en el sofá tratando de no hacer ruido alguno y me tapé con el mantel bordado de flores, seguía con la mano en mi boca y traté de dormir..

Para mi mala suerte soy de esas personas con algo de insomnio y me tocó escuchar una cuantas viceras más chocando contra las paredes....

Esto va a pasar esto va a pasar pronto- decía en mi cabeza, así por lo menos moriría durmiendo o sin miedo.... Después de una hora temblando y casi rezando .. me quedé dormido. No sabía lo sería de mí pero quería descansar después de hacer actividades pesadas hoy, tal vez morir no me quedaría mal en este momento.