Capítulo 21

Tanjiro empieza a cocinar papillas para sus cachorros. Saori y Tamaki ya tienen 6 meses, por lo que tienen que aprender a comer otra cosa además de leche materna y formula. Tamaki está más acostumbrado a las papillas, sin embargo, en el caso de Saori es una batalla para hacer que coma, aunque siempre Giyu gana, ya que Saori es muy pegada a papá, por lo que siempre obedece al azabache.

Con un poco de berrinche pero lo obedece.

La pequeña pelirroja extiende sus pequeños brazos para ir con papá y escapar de la comida, el azabache ríe al saber el porque quiere huir de su mami.

-Nada de eso, si no comes no duermes con papá y mamá hoy- dijo Giyu besando la coronilla de su cachorra.

Tanjiro observa a Giyu mientras termina de darle la última cucharadita de papilla de fresa a Tamaki.

-Jejeje- una risa cantarina escapó de su labios -se ven tan lindos juntos- el pelirrojo cargó a Tamaki en brazos -¿No es así, Tamaki?-

El pequeño azabache sólo balbuceaba en lo que Tanjiro volvia a ponerle su chupón en la boca.

Y así siguieron, cuidando a los cachorros hasta que llegó la noche, donde podían tener un tiempo de calidad.

Giyu sienta a Tanjiro en sus piernas mientras olfatea sus hebras pelirrojas. Tanjiro por su lado ronronea gustoso con los mimos.

-Giyu hagámoslo-

-Está bien, ¿pero compraste condones?-

-Sí, los compré hoy cuando fui por pañales a la farmacia-

El alfa quitó la camisa de su omega en cuestión de segundos, dejando varias marcas de mordidas en su pecho y pezones. El pelirrojo respondía con gemidos ante el acto, trataba de hacer el menor ruido posible, pues los bebés estaban durmiendo, y Tamaki es el que más fácil se despierta.

-Ahh~ Gi-Giyu~- el azabache movía dos de sus dedos en forma de tijeras, estirando y estimulando su anillo muscular.

Giyu estaba concentrado en lo que hacía, sus dedos estaban cubiertos del lubricante natural que expulsaba la entrada del omega.

-Voy a acabar~ Giyu~-

El pelirrojo terminó por liberar su semen dentro de su short, ensuciandolo de ese líquido espeso, soltando un agudo gritito, lo que provocó que el pequeño Tamaki despertara.

El bebé como pudo se agarraba de la barras de la cuna en la que dormía para así ponerse de pie y mirar a sus padres.

-Tanjiro... despertaste al cachorro...-

-Mierda...-
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