◇°•「 Ꮯᾰ℘!ɬʊʆꪮ 4 」•°◇
[Narrador/a POV]
「6:25 am...」
Chosen dormía profundamente, aferrado a su cama como si su vida dependiera de ello. Después de tanto tiempo en la PC de Alan, nunca había tenido una cama, una casa, ni mucho menos un lugar al que pudiera llamar "hogar". Pero ahora lo tenía.
Y más importante aún...
"Un mejor amigo..."
Su tranquilidad se vio interrumpida por unas manos que lo sacudieron bruscamente, arrancándolo del sueño. Parpadeó adormilado y volteó a ver al culpable: Dark estaba allí, mirándolo con una sonrisa traviesa.
-¡Chosen! ¡Chosen! ¡¿Estás muerto?! -exclamó Dark, continuando con las sacudidas.
-¿Mmh...? -murmuró Chosen, abriendo los ojos lentamente. Su vista estaba un poco borrosa-. D-Dark, ¿qué haces despierto a estas horas?
Dark se sentó en la cama con entusiasmo.
-Son las seis de la mañana. Tenemos que ir al banco.
-¿A esta hora...? -Chosen abrazó una almohada y se hundió en ella-. Es muy temprano. Regresa a la cama.
-Pero ya es de día, y hay que empezar el día con acción.
-Más tarde... -farfulló, volviendo a cerrar los ojos.
Dark frunció el ceño.
-¡No! Tenemos que hacerlo ahora, apenas hay gente en la ciudad.
Chosen soltó un gruñido frustrado antes de levantarse de mala gana.
-¡Está bien! ¡Está bien! -dijo, con voz irritada.
-¡Genial! Te espero abajo -respondió Dark alegremente mientras bajaba corriendo las escaleras hacia la cocina.
Chosen se estiró mientras murmuraba para sí mismo:
-Dios mío, dame paciencia...
Unos minutos después, Chosen bajó al comedor, ya vestido y preparado para lo que sería un asalto al banco. Sin embargo, al llegar, el aroma a comida lo tomó por sorpresa. Dark estaba en la cocina, girando un panqueque en el sartén con una sonrisa triunfal.
-Buenos días, Chosen -dijo Dark, volteándose hacia él.
-"Buenos días"... Si me acabas de despertar tú -respondió Chosen, dejándose caer en una de las sillas de la mesa.
-Lo sé, pero tenemos que empezar el día con energía -replicó Dark, dándole vuelta al último panqueque y colocándolo en un plato.
Dark se acercó con el plato en la mano y lo dejó frente a Chosen.
-Aquí tienes.
-Wow... Muchas gracias, Dark -dijo Chosen, tomando el tenedor y probando un bocado-. Mmh... están bastante buenos.
Dark rio nerviosamente mientras se rascaba la nuca.
-Es mi primera vez haciéndolos, así que gracias.
-Nada mal para ser la primera vez -respondió Chosen, sonriendo entre bocados.
Dark se cruzó de brazos, inclinándose sobre la mesa.
-Bueno, al menos ya estás listo para ir al banco, ¿no?
-Claro -Chosen terminó el último panqueque y se levantó de la silla-. Vamos por ese dinero.
Dark sonrió ampliamente, arrojándole un suéter.
-Entonces, ¡a darle!
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Minutos más tarde, ambos estaban en lo alto del banco más grande de la ciudad, listos para entrar y robar. Chosen observaba a las personas caminando por las calles mientras el viento agitaba su ropa. Después, volteó hacia Dark, quien sostenía algo en la mano.
-Oye, Dark, ¿puedo preguntarte algo?
-Claro, dime -respondió él sin apartar la vista de su objetivo.
-¿De dónde sacaste estas pistolas? -preguntó Chosen, recibiendo una de las armas que Dark le pasaba.
-Las hice en casa. No queremos que nos subestimen. Tenemos que vernos geniales.
-Oh, ya veo... -Chosen cargó el arma mientras arqueaba una ceja-. Aunque no entiendo por qué usamos armas si tenemos poderes.
Dark sonrió de lado y le lanzó un suéter.
-Para vernos rudos. ¿Estás listo?
-Claro que sí.
Ambos descendieron hasta la entrada del banco, sus pasos firmes y sincronizados mientras atravesaban las puertas. Las miradas de los empleados y clientes se clavaron en ellos con miedo y curiosidad. Llegaron al mostrador principal, donde un joven cajero tragó saliva, temblando visiblemente.
-E-Emm... ¿los puedo ayudar? -balbuceó.
Dark apoyó un brazo en el mostrador y lo miró con una sonrisa maliciosa.
-Sí, puedes ayudarnos... con todo tu dinero.
-¿Q-qué...?
Dark sacó su pistola y disparó al techo.
-¡Que pongas todo el maldito dinero en la bolsa, imbécil! -rugió.
El grito desató el caos. Los clientes comenzaron a correr y a gritar mientras los empleados se agachaban detrás de los escritorios. Chosen observaba la escena con calma, su pistola en mano.
-Dark... destruye la caja fuerte -ordenó él.
-Con gusto -respondió Chosen, creando una esfera de energía en sus manos y lanzándola hacia la caja fuerte. La explosión destrozó la puerta de metal, dejando al descubierto montones de dinero y lingotes de oro.
Dark no pudo evitar sonreír mientras tomaba las bolsas y las llenaba rápidamente.
-Everybody freeze! -gritó, apuntando con su arma.
-Nobody move! -añadió Chosen, apuntando también.
Cuando terminaron de llenar las bolsas, Chosen miró a Dark.
-Vámonos antes de que lleguen los policías.
Dark asintió.
-Sí, no estoy de humor para pelear ahora mismo.
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De vuelta en casa, Dark arrojó las bolsas sobre el sofá con una sonrisa de satisfacción.
-Nuestro primer golpe -dijo, colocando las manos en su cintura.
-Nada mal para nuestra primera vez -respondió Chosen, riendo.
Dark lo miró por un momento, luego extendió su mano.
-Ven conmigo.
-¿Eh? Bueno, está bien... -Chosen tomó su mano y lo siguió.
Ambos caminaron hasta la playa cercana. El sonido de las olas llenó el aire mientras Dark guiaba a Chosen hasta la orilla.
-Es hermoso, ¿no? -preguntó Dark, mirando el horizonte.
-Demasiado -susurró Chosen, admirando la vista.
Dark se giró hacia él.
-Prométeme algo... Promete que siempre estaremos juntos.
Chosen lo miró a los ojos y sonrió.
-Lo prometo.
Dark tomó sus manos con fuerza.
-No importa qué pase. Seremos los mejores amigos... y los mejores villanos. Lo prometo.
Ambos repitieron al unísono:
-Lo prometemos.
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Con los años, Dark y Chosen se convirtieron en una fuerza imparable. Pero mientras seguían construyendo su imperio del caos, una duda comenzaba a nacer en uno de ellos.
¿Seguirían siendo villanos... o tomarían caminos separados?
---
[Continuará...♡]
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