◇°•「 Ꮯᾰ℘!ɬʊʆꪮ 28 」•°◇

[Narrador/a POV]

Al entrar en la habitación de Viro, ambos notaron que el pequeño estaba profundamente dormido, con una expresión tranquila en su rostro. Su respiración era suave, casi inaudible, como si estuviera disfrutando de un sueño reparador. Chosen se acercó con cautela, no queriendo interrumpir su descanso. Observó por un momento, asegurándose de que Viro estuviera bien. Dark lo miraba desde atrás, con una expresión más relajada de lo habitual.

-Parece que está descansando profundamente. -dijo Chosen en voz baja, como si hablar en voz alta pudiera despertarlo.

Dark, al ver a Viro en ese estado, también se acercó lentamente y, sin pensarlo demasiado, acarició la cabeza de Viro con suavidad. Luego, mirando a Chosen, asintió.

-Sí. Parece que finalmente encontró algo de paz. -dijo Dark, con una ligera sonrisa que no era del todo visible, pero sí se notaba en su tono.

Sin decir una palabra más, ambos se inclinaron al mismo tiempo, dándole a Viro un beso en la frente. Chosen lo hizo con cariño, asegurándose de no despertarlo, mientras que Dark hizo lo mismo, aunque con una ligera reserva en su actitud. Era un gesto pequeño, pero significativo, algo que reflejaba la complejidad de la relación que tenían con él.

Una vez que se apartaron de la cama, Chosen dio un último vistazo a Viro y luego salió de la habitación, seguido de Dark. El silencio que se instaló en el pasillo era cómodo, como si todo hubiera vuelto a un equilibrio. Cuando llegaron a la sala, Chosen finalmente rompió el silencio, mirando a Dark con una ligera expresión pensativa.

-¿Qué pasó mientras no estaba? -preguntó Chosen, su voz suave pero curiosa. -Te vi un poco... diferente.

Dark miró a Chosen por un momento, como si estuviera evaluando si debía decir algo o no. Había algo en sus ojos, una mezcla de incomodidad y aprehensión, pero también una extraña calma.

-Nada que no sea lo usual. -contestó Dark, encogiéndose de hombros, pero sus palabras no coincidían del todo con la seriedad de su mirada. -Solo... estaba pensando en algunas cosas.

Chosen no insistió, pero sí notó el cambio en el comportamiento de Dark. Había algo más, algo que no estaba siendo dicho completamente, pero decidió no presionar por ahora. El ambiente, aunque tenso en algunos puntos, parecía estar relajándose, y eso era lo más importante.

-Está bien. -dijo Chosen con una pequeña sonrisa, mientras se acomodaba en el sofá. -Solo... me alegra verte bien.

Dark asintió, aunque sus pensamientos seguían dando vueltas, dándole vueltas a todo lo que había sucedido, a lo que podría suceder, y a lo que en realidad quería. Pero en ese momento, por primera vez en mucho tiempo, la presión que sentía comenzó a aliviarse un poco.

Tal vez las cosas no eran tan malas como las había pintado. Tal vez, con el tiempo, podrían encontrar un camino distinto, un camino donde no todo estuviera lleno de resentimiento y rencor. Pero eso aún estaba por verse.

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Dark se sentó en el sillón, mirando fijamente a Chosen, como si estuviera tratando de medir las palabras que iba a decir. Finalmente, suspiró y le respondió con tono serio.

-Freedom vino... -comenzó, su mirada fija en el suelo por un momento antes de volver a alzarla. -Dijo que algún día se lo iba a llevar, que te iba a sacar de aquí. No sé qué tan serio sea, pero parece que tiene sus intenciones claras.

Chosen frunció el ceño, preocupado por lo que eso significaba. Su mente empezó a dar vueltas, buscando una forma de lidiar con la situación. Al mismo tiempo, sentía una mezcla de incertidumbre y molestia, pues la idea de ser arrancado de su nueva vida no le agradaba para nada.

-¿Qué más dijo? -preguntó Chosen, tratando de obtener más detalles. Sabía que Dark no era precisamente alguien que se dejara llevar por las palabras vacías de los demás, por lo que su versión de los hechos era crucial.

Dark se pasó una mano por el rostro, visiblemente incómodo al recordar la conversación.

-Mencionó algo sobre... si estábamos juntos, si éramos pareja. -dijo Dark, evitando mirar directamente a Chosen. -Y, por supuesto, me lo negó. Pero me dijo que algún día se llevaría a alguien importante para ti... y creo que ese alguien soy yo.

Chosen lo miró, confundido y pensativo. La idea de que Freedom tuviera tan claro su propósito lo hizo sentir incómodo, pero también lo preocupaba que Dark pareciera afectado por lo que Freedom había dicho.

-Eso... no tiene sentido. -dijo Chosen, cruzando los brazos mientras procesaba la información. -¿Y tú qué piensas de eso? ¿Te importa lo que Freedom diga?

Dark suspiró, mirando al frente con una expresión que cambiaba entre la frustración y la indiferencia.

-No. -contestó finalmente, pero su tono no sonaba tan firme como normalmente lo hacía. -Solo... no me gusta que se meta en lo que no le concierne. Pero no voy a dejar que te lleve. Ni aunque lo intente.

Chosen asintió, aliviado de escuchar esa firmeza en la voz de Dark. No sabía qué le deparaba el futuro, pero al menos en ese momento, sentía que no estaba solo en la lucha contra todo lo que amenazaba su estabilidad.

-Lo importante es que estamos aquí, ahora. -dijo Chosen, con una sonrisa tenue, tratando de calmar el ambiente tenso. -Y no pienso irme con Freedom ni con nadie más. No hasta que esté listo.

Dark lo miró, con una expresión algo más suave en su rostro, aunque no completamente relajado. Su mente seguía trabajando, pero en el fondo sabía que no podía permitir que Freedom se interpusiera entre lo que estaba empezando a reconstruir.

-Bien. -respondió Dark, con un leve asentimiento. -Entonces, no hay de qué preocuparse. Solo... ten cuidado con lo que hagas, ¿vale? No quiero perderte.

Aunque Dark no lo dijo de una manera emocional, las palabras fueron sinceras. Chosen asintió, sabiendo que a pesar de la tensión, ambos estaban en el mismo equipo.

-Igualmente. -dijo Chosen, un poco más tranquilo, aunque sus pensamientos seguían dándole vueltas a las palabras de Freedom.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, sabiendo que el futuro aún estaba lleno de incertidumbres, pero por lo menos, estaban dispuestos a enfrentarlas juntos.

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Chosen, con el rostro un poco más sonrojado de lo normal, decidió sacar el tema que llevaba rondando en su cabeza desde la noche anterior. Se giró hacia Dark, que estaba recargado en el sillón, y habló con una ligera sonrisa en los labios, como si aún estuviera procesando lo que había pasado entre ambos.

-Oye... -empezó Chosen, nervioso al principio, pero tratando de mantener la calma. -Ayer, casi... casi nos besamos, ¿no?

Dark levantó la mirada, su rostro se endureció por un instante, pero no dijo nada al principio. El tema lo ponía incómodo, aunque sabía que no podía evitar hablarlo si Chosen lo sacaba. Finalmente, suspiró, intentando ocultar la tensión.

-Sí... -respondió Dark, con una voz baja y algo tensa. -Casi lo hicimos. Pero no lo hicimos.

Chosen lo miró, viendo cómo Dark se veía un poco más molesto que incómodo. No sabía si la situación lo había afectado de la misma forma que a él, pero pensó que debía aclarar las cosas, aunque fuera incómodo.

-Lo sé... pero, no pude evitar pensar en eso. Quiero decir, ¿qué pasó realmente anoche? -preguntó Chosen, ahora mirando fijamente a Dark, buscando una respuesta. No quería hacer suposiciones, pero algo en su interior lo impulsaba a saber lo que realmente sentía Dark al respecto.

Dark, aún mirando hacia adelante, se cruzó de brazos, luchando con sus pensamientos. Sabía que Chosen tenía derecho a preguntar, y aunque no quería admitirlo, la cercanía que hubo entre ellos lo había dejado con una sensación extraña, algo que no podía ignorar.

-¿Qué pasó? -repitió Dark, como si la pregunta lo desconcertara. -Tú y yo... estábamos cerca, casi sucedió, pero no lo hicimos. No te confundas con eso. Yo no...

Dark no logró terminar la frase, ya que las palabras se quedaban atrapadas en su garganta. No sabía cómo explicarle a Chosen lo que realmente sentía, sin complicar aún más la situación.

Chosen, a pesar de lo que Dark había dicho, no pudo evitar sonreír un poco. Sabía que Dark estaba luchando con sus sentimientos, lo veía en su rostro, en la forma en que evitaba mirarlo directamente.

-No me confundí, Dark. Solo... -Chosen se rió nerviosamente, rascándose la nuca. -Solo pensé que quizás, en algún momento, podríamos haberlo hecho. Y, bueno, no sé. Me quedé pensando en eso.

La atmósfera entre ambos se hizo más densa, pero también más suave. Aunque el tema de lo sucedido la noche anterior los hacía sentirse incómodos, había una cierta calma al saber que al menos se estaban entendiendo.

Dark miró finalmente a Chosen, y por primera vez en la conversación, su mirada se suavizó.

-Tal vez... tal vez fue un error no hacerlo. -murmuró Dark, casi en un susurro, como si no estuviera seguro de si debía decirlo. -Pero no sé... no estoy listo para enfrentar todo eso ahora.

Chosen, al escuchar sus palabras, se sintió aliviado de cierta forma. No era una respuesta clara, pero al menos sabía que Dark no estaba tan distante de él como pensaba.

-Está bien, Dark. No tienes que tenerlo todo resuelto ahora. -dijo Chosen con una pequeña sonrisa. -Lo importante es que estamos aquí, ¿no? Podemos seguir adelante y ver qué pasa.

Dark lo miró por un momento, como si estuviera evaluando las palabras de Chosen, y finalmente asintió, aunque aún con una ligera frustración en su rostro.

-Sí. Vamos a ver qué pasa. -respondió Dark, antes de volver a mirar hacia el frente, con pensamientos que aún quedaban en el aire.

Ambos se quedaron en silencio por un rato, pero algo había cambiado. No había respuestas definitivas, pero sí una sensación de que, a pesar de todo, algo seguía entre ellos.

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Chosen, con una sonrisa traviesa, decidió romper el silencio incómodo y poner un poco de humor en la situación. Miró a Dark con una expresión juguetona, como si estuviera a punto de decir algo que podría hacer que todo se volviera aún más extraño, pero divertido.

-Entonces, ¿qué? ¿Esta vez sí se cumple? -bromeó Chosen, levantando una ceja y cruzando los brazos, como si estuviera desafiando a Dark a tomar la iniciativa.

Dark se quedó en silencio un momento, mirando a Chosen con una mezcla de desconcierto y una sensación extraña en su estómago. Lo que había sucedido la noche anterior había quedado en su mente, pero aún no entendía lo que sentía exactamente. ¿Cómo podía hacer algo si no estaba seguro de lo que realmente quería?

Suspiró, pasando una mano por su cabello con frustración, y respondió, aunque con tono serio.

-No lo sé, Chosen. ¿Por qué lo haría? Si no siento nada, ¿por qué lo haría? -dijo Dark, sin mirarlo directamente, como si la pregunta lo confundiera más de lo que ya estaba.

A pesar de su tono directo, Chosen no pudo evitar sonreír un poco, sabiendo que Dark estaba tratando de escapar de sus propios sentimientos. No era que Chosen tuviera una respuesta clara tampoco, pero no podía evitar bromear con la situación.

-Tal vez no se trata solo de "sentir" algo, ¿sabes? -respondió Chosen, dándole un toque en el hombro a Dark con suavidad. -A veces solo pasa. Y ya sabes, las cosas se vuelven más claras cuando menos las piensas.

Dark se quedó en silencio un momento, sus ojos fijos en el suelo. Aunque su actitud era distante, algo en sus palabras le había llegado. ¿Sería posible que solo necesitara dejar de luchar contra lo que estaba sucediendo? Pero aún le costaba admitirlo, incluso consigo mismo.

-Quizás... -murmuró Dark, sin estar completamente convencido. -Pero aún no estoy listo para hacer algo que no entienda.

Chosen se encogió de hombros, sin dejar de sonreír.

-Está bien, Dark. No tienes que entenderlo ahora. -dijo con un tono amable, pero aún bromista. -Pero, ya sabes, las oportunidades no esperan para siempre.

Dark no dijo nada más. La conversación había tomado un giro inesperado, y aunque seguía dudando, algo dentro de él le decía que, quizás, el momento de enfrentarse a lo que sentía ya no estaba tan lejos como pensaba.

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Chosen se acercó lentamente a Dark, un brillo travieso en sus ojos. Algo dentro de él le decía que había una oportunidad, tal vez una pequeña provocación, para ver si Dark realmente lo consideraba, o si simplemente seguiría con su actitud distante. Sin embargo, su mirada era más curiosa que desafiante, aunque su voz sonó un tanto juguetona.

-¿Solo quieres experimentar? -preguntó Chosen, un tono suave pero lleno de intención en su voz, mientras se acercaba un poco más. -No tienes que entender todo, solo vivirlo... ¿No te da curiosidad?

Dark se quedó inmóvil por un momento, sus ojos fijados en Chosen mientras una sensación extraña se formaba en su estómago. La tentación estaba allí, pero también lo estaba su confusión. ¿Era solo un juego para Chosen? O, ¿había algo más? La cercanía de Chosen y el modo en que lo miraba lo hacían cuestionar aún más sus propios pensamientos y sentimientos.

-No sé si esto es algo que quiero... -murmuró Dark, pero sus palabras no sonaban tan firmes como antes. Había algo en el aire que lo hacía cuestionarse a sí mismo.

La sonrisa de Chosen se amplió un poco al escuchar la vacilación en la voz de Dark, y dio un paso más cerca, apenas separándolos.

-¿Y si lo pruebas solo por esta vez? -insistió Chosen, ahora con un tono más bajo, casi como un susurro, creando más tensión entre los dos. -No todo tiene que ser tan complicado, Dark. No tienes que darle sentido ahora. Solo... déjate llevar un poco.

Dark estaba completamente tenso, su mente luchando entre su deseo de mantenerse firme en su postura y la necesidad de entender lo que realmente pasaba entre ellos. Sentía que algo estaba a punto de cambiar, algo que ni siquiera él mismo entendía. Y eso le daba miedo.

Finalmente, tras un largo silencio, Dark respiró hondo y miró a Chosen a los ojos, como si estuviera tomando una decisión importante. Sin embargo, aún mantenía una pequeña barrera que no estaba dispuesto a cruzar.

-Solo porque... no quiero que pienses que soy tan fácil de tentar... -respondió Dark, intentando mantenerse firme, pero con un leve tono nervioso. Aunque se estaba resistiendo, una parte de él ya quería ceder.

Chosen sonrió con más fuerza, satisfecho por la reacción de Dark. Sabía que el juego no había terminado, y que había logrado darle algo en qué pensar.

-No es de tentar... es solo... vivir un poco -dijo Chosen, sus ojos brillando con diversión y una pizca de complicidad.

Dark, aunque aún dudando, no se apartó. Sabía que estaba cerca de tomar una decisión, pero si se rendía, ¿qué pasaría después?

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Chosen, con una sonrisa juguetona y una mirada llena de determinación, dio un paso más cerca de Dark. El aire estaba denso con la tensión que ambos sentían, y por un momento, todo lo demás desapareció. Chosen no dijo nada más; sus ojos brillaban con una mezcla de curiosidad y emoción mientras se acercaba lentamente.

Antes de que Dark pudiera decir una palabra, Chosen lo besó, suavemente, un beso tierno y lleno de calma. Era un beso que hablaba de la curiosidad por lo nuevo, de la intimidad compartida sin presiones, de dos personas explorando una conexión que tal vez ni ellos mismos entendían del todo.

Dark se quedó quieto al principio, sorprendido por el gesto. El beso no era lo que esperaba, pero algo en él comenzó a cambiar, como si el simple acto de compartir ese momento lo desarmara por completo. No hubo urgencia, no hubo necesidad de explicaciones, solo el roce de labios que duró lo suficiente como para que ambos pudieran sentir la cercanía del otro, sin palabras, solo emociones compartidas.

Cuando Chosen se separó ligeramente, con una sonrisa aún en su rostro, miró a Dark a los ojos, buscando una reacción.

-¿Ves? No todo tiene que ser tan complicado -dijo con suavidad, como si su beso hubiera sido una invitación a dejarse llevar, a disfrutar de lo que estaba ocurriendo entre ellos sin darle demasiadas vueltas.

Dark, aunque todavía con el corazón latiendo fuerte, no podía evitar sentirse confundido. El beso había sido simple, pero al mismo tiempo, había dejado una marca. No sabía cómo procesarlo, pero tampoco quería apartarse de la cercanía que sentía con Chosen. Finalmente, se cruzó de brazos, mirando a Chosen con una mezcla de frustración y algo más.

-No sé si esto es... lo que pienso -dijo Dark, aunque no podía negar que la tensión había cambiado entre ellos.

Chosen, divertido y satisfecho con la reacción de Dark, simplemente se encogió de hombros.

-Quizás lo entenderás más adelante. O tal vez no. -Y con una sonrisa más amplia, se alejó lentamente, como si estuviera jugando con las emociones de Dark.

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Dark no pudo más. Había intentado resistir, mantener el control de sus emociones, pero la mezcla de provocación y sinceridad en Chosen lo había desarmado por completo. Antes de que pudiera pensarlo dos veces, lo tomó del brazo con firmeza pero sin brusquedad, jalándolo para que se sentara a su lado en el sofá. La cercanía entre ambos era palpable, y Dark no dejó que Chosen dijera una sola palabra.

Sin previo aviso, lo besó. Esta vez no fue un beso tierno como el de antes; fue más intenso, más cargado de emoción, como si todo lo que Dark había estado reprimiendo finalmente se desbordara. Su mano se apoyó en la nuca de Chosen, acercándolo más mientras el mundo a su alrededor parecía desvanecerse.

Chosen se quedó inmóvil por un segundo, sorprendido, pero luego se dejó llevar, correspondiendo el beso con la misma pasión. Había algo liberador en ese momento, como si ambos estuvieran cruzando una línea que llevaban tiempo bordeando. Las inseguridades, las dudas, incluso el rencor que habían sentido antes, se desvanecieron en ese instante. Solo eran ellos dos, compartiendo algo que ninguno de los dos había planeado, pero que ahora parecía inevitable.

Cuando finalmente se separaron, ambos estaban sin aliento, sus rostros sonrojados y sus miradas cargadas de emociones que no necesitaban palabras. Dark, todavía procesando lo que acababa de hacer, apartó la mirada por un momento, incómodo pero incapaz de negar lo que sentía.

-Esto no significa nada -murmuró, aunque el tono de su voz no tenía la fuerza suficiente para sonar convincente.

Chosen, recuperando el aliento, sonrió con esa típica expresión suya que mezclaba travesura y calma. Se acercó un poco más, apoyando su frente contra la de Dark.

-Claro que no, Darksy. Absolutamente nada. -La ironía en su tono hizo que Dark lo mirara con una mezcla de exasperación y diversión.

Ambos permanecieron en silencio por unos segundos, compartiendo una tranquilidad inesperada. Sin embargo, dentro de ellos, algo había cambiado. Aunque ninguno lo admitiera en voz alta, ese beso era mucho más que un simple momento de debilidad. Había marcado un antes y un después...

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Los ojos de Dark ardían de deseo mientras miraba a Chosen. No pudo resistir más el impulso.

Con un movimiento rápido y fluido, Dark extendió la mano y agarró con suavidad pero firmeza las caderas de Chosen, acercándolo más. Chosen jadeó de sorpresa, sus ojos se abrieron de par en par al sentir las fuertes manos de Dark sobre él. El corazón de Dark latía con fuerza en su pecho mientras guiaba a Chosen para que se sentara en su regazo, sus cuerpos apretados fuertemente juntos. Podía sentir el calor de la piel de Chosen a través de sus ropas, y eso le enviaba escalofríos de anticipación por la columna vertebral.

Las manos de Dark se deslizaron por los costados de Chosen, sus dedos trazando los contornos de su cuerpo mientras exploraba el músculo magro debajo. La respiración de Chosen se entrecortó cuando las manos de Dark vagaron sobre él, su propio cuerpo respondiendo al toque íntimo. Podía sentir el calor acumulándose entre ellos, el aire crepitando por la tensión.

Los ojos de Dark se clavaron en los suyos, oscuros de necesidad y deseo. Incapaz de contenerse más, Dark se inclinó y capturó los labios de Chosen en un beso abrasador. Su boca se movió ávidamente contra la de Chosen, su lengua hurgando profundamente para saborearlo.

Chosen gimió suavemente, sus manos subieron para enredarse en el cabello de Dark mientras se rendía al beso. Las manos de Dark continuaron su exploración, deslizándose hacia abajo para ahuecar el trasero de Chosen, acercándolo aún más.

Mientras el beso se profundizaba, las manos de Dark se deslizaron hacia el trasero de Chosen, agarrándolo con firmeza y acercándolo más hasta que sus caderas se presionaron firmemente juntas. Chosen podía sentir la evidencia de la excitación de Dark a través de sus ropas, y eso envió un escalofrío de excitación a través de él.

La lengua de Dark exploró cada centímetro de la boca de Chosen, saboreando y provocando, mientras sus manos amasaban la carne del trasero de Chosen. Las manos de Chosen se enredaron en el cabello de Dark, tirando ligeramente mientras jadeaba y gemía en el beso. Sus caderas se movieron por su propia cuenta, frotando contra la erección de Dark, buscando fricción. Dark gimió en la boca de Chosen, sus caderas se levantaron para encontrarse con las embestidas de Chosen.

Las manos de Dark se deslizaron debajo de la camisa de Chosen, sus dedos extendiéndose sobre la piel cálida de la espalda de Chosen. Podía sentir los músculos ondularse bajo su toque, y eso le hizo querer explorar cada centímetro del cuerpo de Chosen. Chosen se arqueó ante el toque, sus propias manos se deslizaron por el pecho de Dark, abriendo los botones de su camisa.

Cuando las manos de Chosen se movieron más abajo, Dark rompió el beso, sus labios recorrieron la mandíbula y el cuello de Chosen. Mordisqueó y succionó la piel sensible, marcando a Chosen como suyo. Chosen inclinó la cabeza hacia atrás, dándole a Dark un mejor acceso mientras jadeaba y gemía, su cuerpo temblaba de deseo.

Mientras los labios de Dark se deslizaban por el cuello de Chosen, el cuerpo de Chosen se tensó. De repente sintió una oleada de nervios que lo invadía y rápidamente se alejó de Dark, levantando sus manos para empujar el pecho de Dark.

-Espera, detente -dijo Chosen sin aliento, con los ojos muy abiertos por la incertidumbre.

Dark se congeló, sus manos cayeron a los costados mientras miraba a Chosen con preocupación.

-¿Qué pasa? -preguntó, su voz suave y tranquilizadora.

-Yo... solo necesito un momento -dijo Chosen, su voz apenas por encima de un susurro. Se levantó del regazo de Dark, poniendo algo de distancia entre ellos mientras pasaba una mano por su cabello

-Lo siento, solo... necesito recuperar el aliento.

Dark se quedó quieto, parpadeando mientras intentaba procesar lo que acababa de pasar. Todavía sentía el calor del cuerpo de Chosen en su regazo, pero ahora estaba vacío. Confundido, alzó la mirada hacia Chosen, quien parecía nervioso, caminando de un lado a otro, evitándole la mirada.

-¿Qué pasa? -preguntó Dark, tratando de sonar calmado, aunque la frustración era evidente en su voz-. Pensé que... esto era lo que querías.

Chosen se detuvo, pero no lo miró directamente. Sus manos temblaban un poco mientras las metía en los bolsillos de su camisa, buscando algo con lo que distraerse. Respiró hondo antes de responder.

-Lo quería... o al menos eso creía -dijo con voz baja, casi como si hablara consigo mismo. Finalmente, levantó la mirada y la clavó en Dark-. Pero esto... no es el momento, ni el lugar.

Dark frunció el ceño, todavía intentando entender. La incomodidad de Chosen parecía auténtica, pero al mismo tiempo sentía que algo más lo estaba deteniendo.

-¿El momento? ¿El lugar? -repitió Dark, su tono más frío, casi molesto-. Entonces, ¿qué era todo eso? ¿Solo un juego?

-¡No, Dark! -Chosen alzó la voz, girándose rápidamente hacia él-. No fue un juego, ¿ok? Solo que... esto no puede pasar ahora.

El silencio llenó la habitación mientras ambos se miraban. Dark estaba claramente molesto, pero algo en los ojos de Chosen lo detuvo. Había una mezcla de duda y vulnerabilidad que no solía ver en él.

-Mira... yo no quiero que esto sea solo un momento impulsivo. No quiero que después lo lamentemos o que tú lo uses para decirme que "no significó nada". -Chosen bajó la mirada, sus hombros tensos-. Porque sé cómo eres, Dark.

Dark se quedó callado por un momento, sus palabras atrapadas en su garganta. Había verdad en lo que Chosen decía, y eso lo hizo sentir incómodo.

-No lo lamentaría -murmuró finalmente, rompiendo el silencio. Su voz era más baja esta vez, casi suave.

Chosen levantó la mirada, sorprendido.

-¿Qué?

Dark apartó la vista, incómodo, rascándose la nuca.

-Digo que... no lo lamentaría, ¿ok? -repitió, con el ceño fruncido-. Pero si quieres que me detenga... lo haré.

El alivio en el rostro de Chosen fue palpable, aunque había un dejo de tristeza también. Dio un par de pasos hacia Dark, pero mantuvo cierta distancia.

-Gracias. -Su voz sonó honesta.

Dark asintió, sin mirarlo directamente. Algo en su interior se retorcía, no era común para él retroceder o ceder, pero sabía que, esta vez, era lo correcto.

-Deberías irte a dormir -dijo finalmente, levantándose del sofá y caminando hacia la puerta-. Mañana será un día complicado.

Chosen lo miró en silencio mientras se alejaba. Había algo más que quería decir, pero no encontraba las palabras. Antes de que Dark saliera por completo, finalmente habló.

-Dark... gracias por entender.

Dark hizo una pausa, giró un poco la cabeza pero no lo miró directamente.

-No lo arruines, Chosen. -Y con esas palabras, salió de la habitación, dejando a Chosen solo con sus pensamientos.

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Dark caminaba por el pasillo hacia su habitación con pasos pesados, su mente todavía dando vueltas. Cerró la puerta detrás de sí y se dejó caer contra ella, soltando un suspiro largo y frustrado. ¿En qué demonios estaba pensando? Todo había pasado tan rápido que apenas podía procesarlo. Pasó una mano por su cabello, despeinándolo más, mientras intentaba calmar el ardor que aún sentía en su pecho.

Por otro lado, Chosen se quedó en la sala, inmóvil, mirando al suelo con los brazos cruzados. Su respiración estaba agitada, y sentía las mejillas ardiendo. "¿Qué acaba de pasar? ¿Qué estaba haciendo?" Cerró los ojos con fuerza, intentando tranquilizarse. Se obligó a respirar profundo, pero su corazón seguía latiendo como si acabara de correr un maratón.

Dark, en su habitación, intentaba distraerse mirando su celular, pero la pantalla apenas tenía sentido. Cada vez que parpadeaba, las imágenes del momento anterior volvían a su mente. El calor, la cercanía, la mirada de Chosen... Apretó el celular con fuerza, frustrado consigo mismo.

-Maldita sea, Chosen... -murmuró entre dientes, dejando el celular a un lado y enterrando el rostro en sus manos.

Mientras tanto, Chosen había decidido moverse. Caminó hacia la cocina, buscando agua para refrescarse. Su mente también estaba atrapada en lo que había pasado. La cercanía de Dark, el momento en que casi cruzaron esa línea. "¿Por qué no me detuve antes?" pensaba mientras tomaba un vaso y lo llenaba de agua. Bebió de un solo trago, como si eso pudiera calmar la sensación en su pecho.

Después de unos minutos, Chosen finalmente se dirigió al cuarto de Viro para asegurarse de que el pequeño seguía dormido. Lo encontró acurrucado bajo las mantas, respirando tranquilamente. Chosen se quedó observándolo por un momento, el peso de lo que casi hizo con Dark empezando a disiparse un poco.

"No puedo dejar que esto me distraiga," pensó mientras se inclinaba para ajustar las mantas de Viro. Luego salió del cuarto en silencio, cerrando la puerta detrás de sí.

De vuelta en la habitación, Dark había decidido ducharse para despejar su mente. El agua caliente corría por su cuerpo, pero no podía deshacerse de la sensación de los labios de Chosen tan cerca de los suyos, del calor que había entre ellos. Golpeó la pared de la ducha con un puño, intentando sacarse esos pensamientos.

-Esto es ridículo... -se dijo a sí mismo, cerrando los ojos y dejando que el agua lo envolviera.

Al salir del baño, se secó rápidamente y se vistió con ropa cómoda. Ya se sentía más tranquilo, aunque seguía molesto consigo mismo por haber perdido el control. Se dejó caer en la cama, mirando al techo, y decidió que lo mejor era no pensar en ello. "Esto no significa nada," se repetía, pero había algo en su pecho que no le dejaba convencerse por completo.

Chosen, por su parte, decidió sentarse en el sofá de la sala y simplemente cerrar los ojos. El silencio de la casa lo ayudó a calmarse poco a poco. Aunque todavía estaba confundido por lo que sentía, sabía que tenía que concentrarse en su misión. Dark dependía de él, y no podía dejar que sus emociones lo distrajeran.

Ambos, en sus respectivos espacios, intentaron ignorar el pequeño pero persistente pensamiento que seguía rondándolos: "¿Qué habría pasado si no me hubiera detenido?"

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El sol iluminaba suavemente la casa mientras Viro corría descalzo por los pasillos, lleno de energía. Era temprano, y tanto Chosen como Dark seguían profundamente dormidos, cada uno atrapado en sus propios sueños. Viro, en cambio, no podía quedarse quieto, así que decidió salir al jardín. El aire fresco de la mañana lo envolvió, y él respiró profundamente, sintiéndose más ligero que nunca.

Dio vueltas entre los árboles cercanos, disfrutando de la sensación del césped bajo sus pies. Se quedó mirando el cielo por un momento, pensando en lo tranquilo que estaba todo, hasta que algo captó su atención a lo lejos. A la distancia, una figura conocida se acercaba por el sendero que llevaba a la casa.

-¡Hangman! -gritó Viro con entusiasmo, corriendo hacia él.

Hangman levantó una mano en señal de saludo, con su expresión tranquila y esa aura misteriosa que siempre lo acompañaba. Sostenía una bolsa de galletas, y en cuanto Viro lo alcanzó, se inclinó un poco para ofrecerle una.

-¿Despertaste temprano? -preguntó Hangman con voz serena mientras le extendía una galleta.

Viro la tomó sin dudar y dio un gran mordisco, asintiendo con entusiasmo.

-¡Sí! Chosen y papá todavía están dormidos, pero yo no quería seguir en la cama. Es aburrido.

Hangman dejó escapar una pequeña risa mientras revolvía el cabello de Viro con suavidad.

-Bueno, entonces es un buen momento para disfrutar el aire libre. ¿Quieres acompañarme a dar una vuelta?

Viro asintió emocionado, sujetándose de la mano libre de Hangman. Mientras caminaban, Hangman no pudo evitar mirar hacia la casa. Sabía que, tarde o temprano, tendría que hablar con Chosen y Dark, pero por ahora prefería disfrutar de la compañía inocente de Viro.

-¿Por qué viniste tan temprano? -preguntó Viro mientras mordisqueaba su galleta.

Hangman miró al cielo por un momento antes de responder.

-Tenía algo que entregar. Pero creo que me quedaré un rato para asegurarme de que todo esté bien.

-¿Con Chosen y papá? -preguntó Viro con curiosidad.

Hangman solo asintió, aunque en el fondo sabía que las cosas con ellos eran más complicadas de lo que podía explicarle a Viro.

Ambos siguieron caminando un poco más, disfrutando del silencio de la mañana, antes de que Hangman se detuviera frente a un árbol y se girara hacia Viro.

-¿Listo para volver? No quiero que se preocupen si se despiertan y no te encuentran.

Viro asintió y tomó otra galleta de la bolsa antes de empezar a correr de regreso a la casa, riendo con esa energía inagotable. Hangman lo siguió con pasos calmados, su mirada volviendo a posarse en la casa mientras se acercaban. "Hoy será un día largo," pensó para sí mismo.

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Chosen despertó con el sol entrando por la ventana de su habitación, iluminando suavemente el desorden de mantas en la cama. Su corazón latía con fuerza, como si aún estuviera atrapado en la intensidad de lo que ocurrió anoche. Se llevó una mano al rostro, suspirando profundamente.

-¿En qué estaba pensando? -murmuró para sí mismo, sintiendo el calor subir a sus mejillas.

Sabía que había sido él quien empezó todo, que fue su provocación la que desencadenó lo que casi sucedió. Y aunque Dark no dudó en seguirle el juego, Chosen sabía que también se había dejado llevar más de lo que debería.

"¡Dios! ¿Cómo voy a mirarlo a la cara ahora?" pensó mientras se pasaba la mano por el cabello, aún desordenado por el sueño. Cada vez que cerraba los ojos, los recuerdos de la noche anterior regresaban: los besos, las manos de Dark sujetándolo, la sensación de perder el control... Era demasiada información para procesar.

Se levantó de la cama, evitando mirar el espejo. Tomó una camisa cualquiera y unos pantalones mientras intentaba distraerse con pensamientos menos complicados, pero nada funcionaba. Dark seguía ocupando su mente. "Él no dijo nada después... ¿Qué estará pensando ahora?"

Mientras bajaba las escaleras, podía escuchar a lo lejos la risa de Viro. Eso lo tranquilizó un poco, pero en cuanto pisó el último escalón, se detuvo en seco. Dark estaba en la sala.

Estaba de pie junto a una de las ventanas, sosteniendo su celular y con la mirada fija en la pantalla. Parecía distraído, pero para Chosen, su mera presencia era suficiente para acelerar su pulso.

"No puedo huir. Tengo que enfrentarlo." Respiró hondo y caminó con pasos vacilantes hacia la sala, intentando actuar con normalidad.

Dark levantó la mirada al escucharlo entrar. Por un momento, sus ojos se encontraron, y Chosen sintió que el aire a su alrededor se volvía pesado. Sin embargo, Dark no dijo nada. Su expresión era neutra, como si todo lo de anoche no hubiera ocurrido.

-Buenos días... -dijo Chosen en voz baja, sin saber qué más decir.

Dark arqueó una ceja, guardando su celular en el bolsillo y cruzándose de brazos.

-Buenos días -respondió con un tono relajado, aunque su mirada parecía estudiarlo cuidadosamente.

El silencio que siguió fue incómodo, casi insoportable. Chosen se quedó quieto, incapaz de mirar a Dark directamente, mientras su mente buscaba desesperadamente una forma de cambiar de tema.

-¿Dónde está Viro? -preguntó finalmente, esperando que eso lo ayudara a distraerse.

Dark señaló hacia la cocina.

-Está desayunando con Hangman.

-Ah... genial. -Chosen asintió, aunque evitaba el contacto visual.

Dark notó su nerviosismo y dio un paso hacia él, inclinando un poco la cabeza como si intentara leer su mente.

-¿Estás bien? -preguntó con un tono más serio, lo suficientemente bajo como para que no lo escucharan desde la cocina.

Chosen se tensó ante la pregunta. Su primer instinto fue mentir, pero sabía que Dark no se dejaría engañar fácilmente.

-Sí, estoy bien -respondió rápidamente, aunque su voz no sonaba convincente.

Dark dejó escapar un suspiro, bajando los brazos.

-Chosen... sobre anoche...

-¡No! -Chosen lo interrumpió, levantando las manos como si quisiera detenerlo. Su rostro se puso rojo en un instante, y empezó a hablar apresuradamente-. No digas nada. No quiero hablar de eso ahora, ¿okey?

Dark lo observó en silencio por un momento antes de asentir lentamente.

-Como quieras.

Aunque aceptó, la forma en que Dark lo miraba hacía que Chosen se sintiera aún más incómodo. Sabía que eventualmente tendrían que hablar de lo que pasó, pero no estaba listo. Por ahora, lo único que quería era mantener las cosas lo más normales posible, aunque fuera una tarea casi imposible.

---

Hangman entró a la sala con una sonrisa despreocupada, sosteniendo una taza de café en una mano y una galleta en la otra. Apenas vio a Chosen, su rostro se iluminó aún más.

-¡Chosen! -exclamó mientras se acercaba rápidamente.

Antes de que Chosen pudiera reaccionar, Hangman le dio un beso en la mejilla y lo envolvió en un abrazo cálido. Chosen, aunque un poco sorprendido, terminó correspondiendo al gesto con una sonrisa tímida.

-Buenos días, Hangman -dijo Chosen mientras le daba unas palmaditas en la espalda antes de soltarse del abrazo.

Dark, que había estado observando todo desde su lugar junto a la ventana, rodó los ojos con una mezcla de fastidio y desdén.

-Qué efusivo... como siempre -murmuró en voz baja, lo suficiente para que Chosen lo escuchara.

Chosen lanzó una mirada rápida hacia Dark, notando la expresión de evidente irritación en su rostro. Por un segundo, pensó en decir algo, pero decidió ignorarlo. No tenía energía para lidiar con los comentarios pasivo-agresivos de Dark tan temprano en la mañana.

-¿Cómo has estado, Hangman? -preguntó Chosen, volviendo su atención al recién llegado.

-Bien, bien -respondió Hangman, llevándose un trozo de galleta a la boca-. Aunque no puedo decir lo mismo de ustedes dos. La tensión aquí es tan densa que casi puedo cortarla con un cuchillo.

Dark soltó una risa sarcástica desde su lugar.

-¿De qué hablas? Todo está perfectamente tranquilo aquí.

Hangman arqueó una ceja y cruzó los brazos, claramente divertido por la actitud de Dark.

-Claro, Dark. Totalmente tranquilo... como un volcán a punto de hacer erupción.

Chosen no pudo evitar soltar una pequeña risa, pero rápidamente se corrigió al ver cómo Dark lo miraba. Hangman le guiñó un ojo a Chosen antes de volver a centrarse en su café, como si estuviera disfrutando del ambiente incómodo que había creado.

Dark, por su parte, no dijo nada más, pero el ligero tic en su mandíbula dejaba en claro que no estaba del mejor humor. "¿Por qué tiene que ser tan exagerado con Chosen?" pensó mientras apartaba la mirada, intentando no darle demasiada importancia al asunto.

---

Hangman no era del tipo que ignoraba detalles, y su mirada penetrante se clavó en el cuello de Chosen mientras daba un sorbo a su café.

-Así que... -empezó, haciendo una pausa dramática mientras Chosen lo miraba sin entender-, ¿quieres explicarme qué pasó anoche?

Chosen frunció el ceño, confundido, pero antes de que pudiera responder, Hangman señaló con la barbilla hacia su cuello.

-Eso, Chosen. Ese chupetón que llevas ahí como si fuera un trofeo.

La sangre abandonó el rostro de Chosen antes de que volviera en forma de un rojo intenso. Instintivamente llevó una mano a su cuello, sintiendo el pequeño moretón que había olvidado por completo.

-¡Maldición! -exclamó, alarmado-. Se me olvidó...

Dark, que había estado observando desde su lugar con aparente desinterés, se tensó al escuchar las palabras de Hangman. Rápidamente miró alrededor para asegurarse de que Viro no estuviera cerca. "Si Viro escucha esto, no habrá manera de callarlo...", pensó, con una mezcla de pánico y frustración.

-Hangman, cállate -dijo Dark, cruzándose de brazos, pero su tono traicionó su nerviosismo.

Hangman sonrió de lado, claramente disfrutando de la situación.

-¿Por qué? ¿Miedo a que el pequeñín escuche? -bromeó, antes de mirar a Chosen con una expresión que se suavizó un poco-. Bueno, no te preocupes, Chosen. Puedo ayudarte a cubrirlo.

-¿Qué? -Chosen lo miró, confundido y aún más nervioso-. ¿Cómo?

-Con maquillaje, obviamente. No es mi especialidad, pero creo que puedo evitar que parezcas el centro de atención de un escándalo. Y si quieres, te llevo a mi casa. Allí tengo mejores cosas para ocultarlo.

-No creo que sea necesario... -intentó protestar Chosen, pero Hangman levantó una mano para detenerlo.

-Créeme, Chosen, lo es. No quieres que alguien más se dé cuenta, ¿verdad? Especialmente Second o, peor aún, Viro.

Dark soltó un gruñido, frustrado por la intervención de Hangman, pero no podía negar que tenía razón. Si alguien más notaba el chupetón, las cosas se complicarían.

-Haz lo que quieras -murmuró Dark, volviendo a cruzarse de brazos-, pero no tardes.

Chosen suspiró, resignado, y aceptó la oferta de Hangman. Mientras este último le guiñaba un ojo y le hacía señas para salir, Chosen no pudo evitar mirar de reojo a Dark. Por un momento, Dark parecía estar en su propio mundo, perdido en pensamientos que no compartió con nadie.

---

Mientras Hangman y Chosen se preparaban para salir, Viro apareció en la sala, restregándose los ojos, como si acabara de despertar por segunda vez. Su mirada se posó en Chosen, específicamente en su cuello, y ladeó la cabeza con curiosidad.

-Chosen, ¿tienes un chupete? -preguntó, con la más absoluta inocencia.

Dark, que estaba apoyado en la pared, tensó los hombros al instante y puso una expresión neutral mientras Chosen se ponía más nervioso que nunca.

-¿Un qué? -preguntó Chosen, tratando de ganar tiempo mientras sus mejillas enrojecían de inmediato.

-Un chupete -repitió Viro, señalando el cuello de Chosen-. Allí, tienes algo morado.

Dark, reaccionando rápido para evitar que Viro preguntara más, se acercó y se inclinó ligeramente hacia él con una sonrisa que intentaba parecer despreocupada.

-Nah, Viro. Eso no es nada. Solo... -Dark hizo una pausa, buscando una excusa, y chasqueó los dedos como si hubiera tenido una brillante idea-. Chosen se golpeó con algo anoche, ¿verdad, Chosen?

Chosen asintió rápidamente, aunque no muy convincente.

-Sí, sí, eso fue. Me golpeé con... eh, la esquina de una puerta.

Viro arrugó el entrecejo, claramente confundido.

-¿La esquina de una puerta? ¿Cómo haces eso en el cuello?

Dark se llevó una mano a la cara, suspirando, mientras Chosen tartamudeaba intentando responder. Hangman, que observaba la escena con diversión, decidió no intervenir todavía.

-Bueno, ya sabes cómo es Chosen -intervino Dark al final, cruzándose de brazos-. Puede tropezarse hasta con el aire.

Viro lo miró, aún dudando, pero finalmente se encogió de hombros.

-Supongo que sí -dijo, aunque su tono no parecía completamente convencido. Después de todo, había visto cosas extrañas en esa casa antes.

-¿Por qué no vas a desayunar algo? -sugirió Dark, dándole una palmadita en la cabeza para distraerlo-. Tenemos cereal, galletas, lo que quieras.

Viro asintió lentamente y se dirigió a la cocina, aunque seguía mirando a Chosen de reojo con curiosidad.

Cuando Viro estuvo fuera de vista, Dark se giró hacia Chosen con una mirada seria.

-Necesitas cubrirte eso ya mismo. Hangman, haz lo que tengas que hacer antes de que este niño inocente arme un interrogatorio completo.

Hangman soltó una carcajada mientras tomaba a Chosen del brazo.

-Vamos, príncipe del desastre. Esto va a ser divertido.

Dark se quedó atrás, dejando escapar un largo suspiro mientras se pasaba una mano por el cabello. No estaba seguro de cuánto tiempo podría mantener ese tipo de situaciones bajo control.

---

Cuando la puerta se cerró tras Chosen y Hangman, Dark dejó escapar un profundo suspiro y se dejó caer de espaldas en el sofá, cubriéndose los ojos con un brazo. Todo lo ocurrido la noche anterior, sumado al caos de esa mañana, lo tenía agotado mentalmente.

Mientras intentaba despejar su mente, Viro apareció en su campo de visión, pero no estaba caminando. No, el niño había desplegado sus patas de araña, esas extrañas extensiones que surgían de su espalda, y ahora intentaba trepar la pared de la sala con ellas.

Dark arqueó una ceja, incorporándose ligeramente mientras observaba la escena.

-¿Qué demonios estás haciendo, Viro?

-Estoy practicando, papá -respondió Viro, sin apartar la vista de la pared. Sus patas de araña se clavaron en la superficie con pequeños chasquidos, y poco a poco empezó a elevarse con cierta torpeza.

Dark se frotó la sien, intentando procesar lo que estaba viendo.

-¿Practicar para qué? ¿Para convertirte en una decoración de Halloween?

Viro se giró ligeramente para mirarlo, aunque su equilibrio vaciló y casi cayó al suelo.

-No, para ser más ágil. ¿No crees que sería genial si pudiera trepar cualquier cosa? Como un ninja.

Dark soltó un bufido, recostándose de nuevo en el sofá mientras cruzaba los brazos detrás de la cabeza.

-Claro, porque eso es exactamente lo que necesitamos. Un ninja-araña corriendo por las paredes de la casa.

-Podría ser útil -replicó Viro, con un tono inocente pero decidido, mientras seguía subiendo lentamente.

Dark lo observó en silencio por un momento, admitiendo para sí mismo que, a pesar de lo absurdo de la escena, el chico tenía determinación.

-Solo no hagas agujeros en la pared, o Chosen me echará la culpa a mí cuando regrese -murmuró finalmente, cerrando los ojos y dejando que el sonido de las patas de araña llenara el aire.

Viro no respondió, demasiado concentrado en su tarea. Dark sonrió apenas, aunque no lo admitiría, había algo tranquilizador en la inocencia de Viro en medio de todo el caos.

---

En casa de Hangman, el ambiente era mucho más tranquilo. Chosen estaba sentado en una silla frente a un pequeño espejo, mientras Hangman le aplicaba cuidadosamente maquillaje en el cuello para ocultar el chupetón.

-Quédate quieto -dijo Hangman, frunciendo el ceño mientras trabajaba.

-Lo intento... -respondió Chosen, pero el rubor en sus mejillas era imposible de ocultar. Estaba completamente avergonzado por toda la situación.

Hangman sonrió con picardía, inclinándose un poco más para asegurarse de que el maquillaje cubriera bien.

-Entonces... ¿cómo te fue anoche? -preguntó, intentando sonar casual, aunque el tono curioso era inconfundible.

Chosen abrió los ojos de par en par y desvió la mirada al espejo, claramente incómodo.

-No pasó nada... -respondió rápidamente, pero al ver la expresión incrédula de Hangman, suspiró y decidió ser honesto-. Bueno, casi pasa algo, pero me detuve antes de que... ya sabes.

Hangman arqueó una ceja, claramente intrigado.

-¿Casi? -repitió, deteniéndose un momento para mirarlo directamente-. ¿Qué tan "casi"?

-Lo suficiente para que me arrepintiera en el momento -murmuró Chosen, llevando una mano a su cuello por reflejo, aunque Hangman se la apartó para seguir maquillándolo.

-¿Y por qué te detuviste? -insistió Hangman, mientras sonreía de lado, divertido con la conversación.

Chosen bajó la mirada, evitando el reflejo en el espejo.

-No lo sé... Tal vez no estaba listo o... tal vez porque sentí que no era el momento.

Hangman asintió lentamente, volviendo a enfocarse en el maquillaje.

-Es entendible. Aunque, honestamente, me sorprende que Dark no insistiera más. ¿Qué hizo cuando te detuviste?

-Se quedó confundido, pero no dijo nada... -Chosen dejó escapar un suspiro al recordarlo-. Fue como si respetara mi decisión, lo cual es raro en él.

Hangman rió entre dientes mientras guardaba el maquillaje y daba un paso atrás para admirar su trabajo.

-Bueno, por raro que sea, al menos tienes eso. Aunque, si te soy honesto, no sé qué están haciendo tú y Dark. Parece que no tienen ni idea de lo que quieren el uno del otro.

Chosen lo miró con una mezcla de vergüenza y frustración.

-Yo tampoco lo sé... -admitió, pasándose una mano por el cabello-. Es como si todo se complicara cuando estoy cerca de él.

Hangman le dio una palmada en el hombro y le sonrió con calidez.

-Tal vez deberías tomarte un tiempo para aclarar lo que sientes. Aunque, por lo que vi esta mañana, parece que las cosas se están calentando bastante entre ustedes.

-¡Hangman! -exclamó Chosen, poniéndose aún más rojo.

Hangman rió a carcajadas mientras recogía sus cosas, dejando a un Chosen completamente avergonzado, pero también pensativo sobre lo que realmente estaba pasando entre él y Dark.

---

Hangman terminó de guardar el maquillaje y se cruzó de brazos, mirando a Chosen con una sonrisa que mezclaba picardía y curiosidad.

-Es impresionante, ¿sabes? -dijo, inclinándose contra el borde de la mesa-. Tú y Dark han pasado por tantas etapas que ni siquiera sé en qué punto están ahora.

-¿A qué te refieres? -preguntó Chosen, aunque en el fondo sabía perfectamente lo que Hangman iba a decir.

-Bueno... -empezó Hangman, levantando un dedo para enumerar-. Primero amigos, luego mejores amigos, después enemigos mortales, y ahora... ¿amantes?

Chosen lo miró con los ojos abiertos de par en par, la confusión reflejada en su rostro.

-¡No somos amantes! -dijo rápidamente, levantando las manos como si intentara defenderse de esa idea-. Dark me lo ha dejado claro muchas veces. Dice que no siente nada y que todo lo que pasa entre nosotros no significa absolutamente nada.

Hangman lo miró en silencio por un momento, evaluando sus palabras con una expresión más seria.

-¿Y tú? -preguntó finalmente.

-¿Qué hay conmigo? -Chosen desvió la mirada, fingiendo no entender la pregunta.

-Tú sabes perfectamente a qué me refiero. Puede que Dark diga que no siente nada, pero, ¿qué hay de ti? ¿Realmente crees que no significa nada?

El silencio que siguió fue pesado. Chosen bajó la mirada al suelo, jugando nerviosamente con el borde de su camisa.

-No lo sé... -murmuró finalmente, su voz apenas audible-. A veces siento que sí significa algo. Otras veces creo que todo es un error... como si estuviera leyendo cosas que no están ahí.

Hangman suspiró y caminó hacia él, colocando una mano firme pero reconfortante en su hombro.

-Mira, Chosen, yo no estoy aquí para decirte qué deberías sentir o hacer, pero lo que sí sé es que esto que tienes con Dark... no es nada simple. Sea lo que sea, ambos necesitan aclarar las cosas antes de que uno de los dos termine lastimado de verdad.

-¿Y si ya estoy lastimado? -preguntó Chosen en un susurro, levantando la mirada hacia Hangman con ojos cargados de incertidumbre y, quizá, un poco de tristeza.

-Entonces será mejor que lo enfrentes -respondió Hangman con firmeza, pero con un toque de compasión en su voz-. Porque pretender que no te importa solo hará que duela más.

Chosen asintió lentamente, dejando que las palabras de Hangman se hundieran en su mente. Sabía que tenía razón. Pero enfrentarse a lo que sentía y, peor aún, a Dark, era una tarea que le aterrorizaba más que cualquier otra cosa.

---

Hangman suspiró y cruzó los brazos, adoptando una expresión seria mientras miraba a Chosen.

-Mira, Chosen, hay algo que necesitas entender -dijo, inclinándose ligeramente hacia él-. Si sigues dejando que esta relación sea tan ambigua, puede terminar en dos cosas.

-¿Dos cosas? -preguntó Chosen, frunciendo el ceño con curiosidad y, al mismo tiempo, temor.

-Sí -afirmó Hangman, alzando dos dedos-. Primera opción: tú sigues dándole vueltas a tus sentimientos, pensando que tal vez haya algo más, pero Dark no da señales claras, así que terminas desgastándote emocionalmente. Y créeme, eso no es algo bonito de experimentar.

Chosen bajó la mirada, sus manos apretándose sobre sus piernas.

-¿Y la segunda opción? -preguntó en voz baja.

-La segunda... -Hangman dejó caer una mano sobre el hombro de Chosen- es que Dark también esté confundido y termine lastimándote sin darse cuenta. O peor, que ambos terminen alejándose porque ninguno se atrevió a hablar de lo que realmente sienten.

-¿Y qué se supone que haga? -dijo Chosen, sintiendo cómo una ola de frustración y nerviosismo comenzaba a crecer dentro de él-. Dark no es exactamente el tipo de persona que se abre fácilmente. Y además, él ya me ha dicho que no siente nada, entonces...

-¿Y tú le creíste? -interrumpió Hangman, alzando una ceja.

Chosen se quedó callado. No sabía qué responder.

-Mira, Chosen -continuó Hangman, su voz más suave-. Las personas como Dark no siempre son sinceras con lo que sienten, incluso consigo mismas. Puede que de verdad crea que no siente nada, o tal vez tiene miedo de admitirlo porque eso lo haría vulnerable. Pero lo que importa aquí no es solo lo que él siente, sino lo que tú sientes.

Chosen lo miró con una mezcla de confusión y miedo.

-¿Y si me equivoco? -susurró-. ¿Y si todo esto realmente no significa nada y yo solo estoy... imaginando cosas?

Hangman sonrió con amabilidad, dándole un suave golpe en el hombro.

-Entonces será mejor saberlo ahora que seguir arrastrando esta incertidumbre, ¿no crees? Hablar las cosas no es fácil, lo sé. Pero es la única manera de aclarar todo este lío antes de que las cosas se compliquen aún más.

Chosen suspiró profundamente, tratando de asimilar las palabras de Hangman. Sabía que tenía razón, pero enfrentarse a Dark era una montaña que no estaba seguro de poder escalar.

---

Hangman terminó de aplicar el maquillaje en el cuello de Chosen y le dio un par de toques finales con una sonrisa satisfecha. Luego, guardó los productos y se giró hacia él.

-Bueno, creo que ya estás listo. Nadie notará nada, ni siquiera el muy observador de Dark -dijo, con cierto tono burlón.

Chosen suspiró, aún avergonzado por todo lo que había pasado.

-Gracias, Hangman... de verdad.

Hangman le guiñó un ojo mientras se ponía de pie.

-No hay problema, pero será mejor que te lleve de vuelta a casa antes de que Dark empiece a ponerse paranoico. Ya sabes cómo es... y si se pone celoso, puede ser insoportable.

-¿Celoso? -preguntó Chosen, confundido y ligeramente nervioso, mientras se levantaba también-. ¿Por qué estaría celoso?

Hangman rió suavemente, como si la respuesta fuera obvia.

-Vamos, Chosen. Dark puede decir mil veces que no siente nada por ti, pero sus acciones dicen otra cosa. ¿O acaso crees que ese chupetón fue un simple accidente?

Chosen sintió el calor subiendo a su rostro otra vez y evitó la mirada de Hangman.

-No lo sé... Él dijo que no significaba nada...

-Sí, claro -respondió Hangman, rodando los ojos-. Y yo soy un ángel caído del cielo. Mira, no te estoy diciendo que Dark esté completamente enamorado, pero hay algo ahí, Chosen. Algo que ni siquiera él quiere admitir.

Chosen se quedó callado, procesando las palabras de Hangman, mientras este le daba un suave empujón hacia la puerta.

-Anda, vamos. No quiero que Dark me culpe si empiezas a tardar demasiado y piensa que estoy haciendo algo contigo.

-Eso sería ridículo... -murmuró Chosen, aunque una pequeña parte de él no estaba tan seguro.

-¿Ridículo? Tal vez -dijo Hangman con una sonrisa traviesa mientras ambos salían-. Pero estamos hablando de Dark. "Ridículo" es básicamente su segundo nombre.

Chosen soltó una pequeña risa mientras caminaban juntos de regreso a casa. Sin embargo, en el fondo, las palabras de Hangman seguían resonando en su mente, dejando una mezcla de incertidumbre y esperanza difícil de ignorar.

---

Mientras caminaban de regreso, Hangman miró a Chosen de reojo con una sonrisa divertida.

-¿Sabes? Hay algo que he estado pensando, y creo que deberías saberlo -dijo Hangman, con un tono que hizo que Chosen lo mirara con sospecha.

-¿Qué cosa? -preguntó, notando la expresión traviesa de su amigo.

Hangman se acercó un poco más, bajando ligeramente la voz como si estuviera compartiendo un gran secreto.

-Hay un rumor sobre... los dominantes, especialmente aquellos como Dark. Dicen que cuando marcan a alguien de esa forma -señaló el cuello de Chosen, donde antes estaba el chupetón-, es una manera de reclamarlos. Como si estuvieran diciendo: "Eres mío".

Chosen se detuvo en seco, sus ojos abriéndose como platos mientras su rostro se ponía completamente rojo.

-¿¡Mío!? -repitió, su voz temblando por la mezcla de sorpresa y vergüenza.

Hangman asintió, disfrutando de la reacción de Chosen.

-Sí. Es como una declaración territorial, ¿sabes? Algunos lo ven como marcar su cena... otros, como marcar a su pareja. O, en este caso... -Hangman hizo una pausa intencionada, dejando que las palabras flotaran en el aire- a su otro macho.

-¡¿Qué estás diciendo?! -exclamó Chosen, cubriéndose el cuello instintivamente, como si eso borrara la evidencia.

Hangman soltó una carcajada al ver lo rojo que estaba Chosen.

-Tranquilo, es solo un rumor... aunque, viendo cómo actúa Dark contigo, no sé si sea tan falso.

Chosen se quedó sin palabras, incapaz de procesar todo lo que acababa de escuchar. Su mente era un torbellino de pensamientos: ¿Dark lo había hecho intencionalmente? ¿De verdad lo estaba "marcando"? ¿Eso significaba algo más de lo que estaba dispuesto a admitir?

-B-Basta, Hangman... Estás diciendo tonterías -murmuró, tratando de ocultar su sonrojo mientras volvía a caminar.

Hangman lo siguió con una sonrisa, claramente divertido con toda la situación.

-Tonterías o no, Chosen, sería interesante ver qué opina Dark al respecto... Aunque, si te soy sincero, creo que él ya tiene su respuesta.

Chosen no respondió, pero su corazón latía con fuerza mientras las palabras de Hangman seguían repitiéndose en su cabeza.

---

Cuando Hangman y Chosen llegaron a la casa, la escena que los recibió fue completamente inesperada. En la sala, Dark estaba agachado junto a Viro, quien estaba tratando de trepar el techo con sus extrañas patas de araña. Aunque la situación parecía algo inusual, lo que realmente llamó la atención fue la manera en que Dark estaba ayudando a Viro.

Dark, con su habitual actitud seria y estoica, estaba cuidadosamente sujetando a Viro por las caderas mientras lo ayudaba a treparse con más facilidad. Era una escena tan simple, pero en la manera en que Dark actuaba, había algo reconfortante, incluso protector.

Viro, por supuesto, estaba disfrutando de la atención y no paraba de reírse, sus patas arañas moviéndose rápidamente mientras Dark lo guiaba, dándole instrucciones para asegurarse de que no cayera.

Chosen observó la escena, sin saber cómo reaccionar. Durante un segundo, pensó que se estaba imaginando cosas, pero al ver a Hangman sonriendo de manera cómplice, se dio cuenta de que no estaba solo en esa observación.

-¿Estás viendo esto? -le susurró Hangman a Chosen, con una sonrisa traviesa.

Chosen, sin poder evitarlo, sonrió también. Había algo en la forma en que Dark cuidaba a Viro que no solo era protector, sino... cálido. Tal vez, sin quererlo, Dark también estaba mostrando una faceta más suave, algo que Chosen nunca se había atrevido a imaginar.

-Parece que Dark realmente sabe cómo cuidar a los suyos -dijo Hangman, como si leyera los pensamientos de Chosen.

Antes de que Chosen pudiera responder, Dark se dio cuenta de que los otros dos habían llegado. Dejó a Viro trepar por su cuenta y se giró hacia ellos con una mirada que no mostraba mucho, pero sus ojos brillaban con algo que Chosen no pudo identificar.

-¿Se divierten? -preguntó Dark con su tono habitual, como si no hubiera nada extraño en lo que acababa de hacer.

Viro, que ahora estaba completamente aferrado al techo, miró hacia abajo con una gran sonrisa.

-¡Sí! -exclamó, visiblemente contento.

Chosen miró a Dark, aún con la sensación extraña de la conversación con Hangman, pero ahora también con una nueva perspectiva. ¿Realmente Dark podía ser tan... amable con los demás? ¿Lo sería también con él si se lo permitiera?

No estaba seguro de qué pensar, pero esa pequeña escena le había dado mucho en qué reflexionar.

---

Chosen saludó a Dark con una sonrisa tímida, sintiendo un leve alivio al ver que Dark no parecía molesto. Había algo en la atmósfera que se sentía un poco más ligera después de lo que había sucedido antes, pero aún había un nudo de nerviosismo en el estómago de Chosen.

Dark lo miró detenidamente, notando algo. No había rastro del chupetón en su cuello, lo que le causó un alivio inmediato. Aunque no lo mencionó, era evidente que estaba contento de no tener que preocuparse por más preguntas o problemas relacionados con eso.

-Me alegra ver que todo está bien -dijo Dark, con una ligera sonrisa que no era común en él, pero que en ese momento parecía genuina.

Chosen asintió rápidamente, sintiendo que la tensión entre ellos se aliviaba un poco, aunque aún quedaban muchas cosas no dichas.

En ese momento, Hangman se acercó, listo para irse. Miró a todos con una sonrisa amplia, como si hubiera estado disfrutando del caos, y les lanzó una mirada cómplice.

-Bueno, chicos, me voy por hoy -dijo Hangman, guiñando un ojo a Chosen. -Pero no se olviden de lo que hablamos, ¿eh? -añadió con tono travieso.

Chosen solo asintió, un poco avergonzado, mientras Dark no parecía tan impresionado por las palabras de Hangman. Sin embargo, había algo en su mirada que insinuaba que, aunque no lo demostrara, probablemente estaba prestando atención a lo que Hangman había dicho.

Hangman se despidió con un último gesto amistoso, luego salió de la casa, dejando atrás una atmósfera de confusión y tensión que quedaba flotando en el aire.

Ahora, con Hangman fuera de escena, Chosen y Dark se quedaron en silencio, sin saber muy bien qué hacer después. El aire estaba cargado de preguntas no formuladas, pero por un momento, parecía que ninguno de los dos estaba dispuesto a romper ese silencio incómodo.

---

[Continuará...♡]




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