-01- Rabia: Comando Squad
Antes de comenzar:
Personajes: Michael, Mike, Vanessa, Jeremy(Guardia), Sky, Jay, Sergio, Terry, Mark, Sophie y Alexa(Ya crecida, en la historia tiene unos 20-30 años)
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𝔈𝔯𝔞 𝔲𝔫 𝔡í𝔞 𝔫𝔬𝔯𝔪𝔞𝔩, en el que parecía que nada raro iba a ocurrir, pero la realidad les sorprendió cuando una carta les llega a cada uno de ellos, era Mike invitando a sus amigos a un hotel.
Ellos no tenían ni idea de que se iban a reencontrar en un hotel, pero Mike sí.
A Mike le pareció ver un libro algo viejo y maltratado que contaba algo de una maldición, ese libro tenía el mismo logo que el hotel, una ℜ.
El libro se llamaba ℜ𝔞𝔟𝔦𝔞, y aunque el rubio no lo llegó a comprar, lo leyó un poco y se veía escalofriante.
De todas formas, ¿Qué más dará? ¡Las maldiciones no existen!
Pero se sigue culpando de lo que pasó aquella semana, como si fuera su culpa.
Al llegar al hotel todos pusieron caras confusas, no se esperaban para nada encontrarse en aquel hotel, pero ese último año no habían hablado mucho y se echaban bastante de menos.
De repente, un hombre apareció de la nada diciendo algunas normas bastantes sencillas y que a primera vista parecen inocentes y normales.
—Os diré algunas reglas, las cuales me gustaría que las cumplierais a rajatabla.
Y empezó diciendo las normas. Las cuales eran:
1. Habitaciones individuales, una vez suene el reloj de cuco todos deberán ir a sus respectivas habitaciones. Sino, duermes fuera.
2. Siempre hacer caso al personal del hotel.
3. No irse antes de completar su estancia en el lugar, sería una pena despedirse así...
Él les dijo que podían llamarlo "el Botones".
Todos, confundidos, se acercaron a la mesa de recepción a coger las llaves de las habitaciones, por suerte, todas estaban en el mismo pasillo. Siendo la uno la primera y terminando en la veinte, pero al ser solo once personas solo ocuparon las primeras once.
Botones silbó, llamando la atención de los presentes.—En breve la cena estará servida, pueden subir a las habitaciones.
Había que decir que estaban super felices de estar todos juntos otra vez, mucho celebraban solo por la persona que le había tocado en frente o al lado.
A pesar de estar todas en un mismo pasillo, este se dividía en dos partes, de la uno a la diez una parte y de la once a la veinte la segunda parte. La persona que ocupaban la habitación once era Michael.
Bajaron a cenar una vez ya ocupadas las doce habitaciones, la cena estaba sobre la mesa ovalada en la cocina y, siendo sinceros, daba asco, la comida parecía estar medio cruda y había dos cabezas de cerdo a los dos extremos de la mesa.
Algunas velas decoraban el lugar, pero eso no hacía que se viera menos tétrico. También había un candelabro posicionado en el techo, justo encima del centro de la mesa.
—¡Vámonos! Cena de Halloween.— Bromeó Mark sentándose, a su lado se sentó Jeremy.
Sky empezó a comer, intentando no escupir la comida al instante. La comida estaba fría y las patatas parecía que estaban podridas. —Me renta más una máquina expendedora antes que esto.
Todos miraban la comida, esperando que hubiera algo medianamente comestible.
Vanessa se sirvió un poco de morcilla, su cara cambió al instante.—Bueno, al menos la morcilla está buena.
—¿Y la bebida?— Preguntó Sophie.
Un rumor se escuchó detrás de Terry, parecido al de una explosión. Mike se giró, notando que un libro había caído a suelo.
Un silencio sepulcral se hizo presente.
Mike y Terry se levantaron de sus asientos, algo asustados.
Michael también se levantó, acercándose hacía el libro.
—El libro.— Dijo.
—Cógelo, cógelo...
Michael agarró el libro, desconfiado. El aspecto de este era viejo y maltratado.
Mike agarró unas cartas que también se habían caído, todas llevaban una R, al igual que el libro.
—¿Rabia?- Sophie se fijó en la R.— ¿Esto no es el símbolo de la entrada del hotel?
—¿Y las cartas?— Preguntó Mike, pasándoselas a Sophie.
Las cartas ponían diferentes cosas, parecían las de un juego de rol.
—¡Mirad esto!— Michael sostuvo el libro, pero ahora estaba abierto.—" Precaución caminante con esta tierra de brujas, aquellos que huyen o se niegan a participar serán encontrados por la muerte".—Empezó a leer el castaño.
Y para hacer mucho más tétrica la escena estaba lloviendo, un trueno sonó de repente.
—Es algo como lo que ha dicho el del hotel, no nos podemos ir.
Michael negó con la cabeza, esto estaba yendo demasiado lejos, pero Jeremy insistía en que siguiera leyendo.
—Vale, escuchad esto: "La maldición posee a una persona y la obliga a matar pasada la media noche."— Hizo una pausa para mirar a todos y ver como reaccionaban.— " Solo hay una manera de romperla celebrando un cónclave a medio día. Un juicio donde se decide un sacrificio. Cuando el poseído sea sacrificado, la maldición se romperá. Malditos seáis, vosotros que nos cazáis, que sintáis lo que sentimos. Este es el hechizo de la triada, jamás lo leáis en alto."
El Afton se tapó la boca al leer esa última parte y la tormenta solo empeoró, hasta podría jurar que el cielo se había vuelto rojo y parte de la niebla que empezaba a formarse también.
Siendo sinceros, la última parte dejó confusos a todos, y algo paranoicos.
De repente, el botones apareció por la puerta hablando y con una bandeja.
— La tradición manda a acompañar esa lectura con el licor de la casa.— El hombre dejó la bandeja en la mesa y todos la miraron desconfiados.— Disfrútenlo.
Todos bebieron del licor aún desconfiados por lo que pudiera pasar. El sabor de los chupitos era demasiado fuerte, sin embargo, estaba bueno. O, bueno, eso creyeron hasta que lo saborearon bien y tragaron.
El cuco empezó a sonar sin parar y todos se acordaron de unas de las normas.
Salieron de la cocina y se dijeron buenas noches, dirigiéndose a sus respectivas habitaciones.
Las habitaciones eran bastante grandes, con baño incluido, de todas formas lo que más les llamó la atención fue una pequeña tarjeta de las que habían visto antes puesta en el espejo, en la mesita de noche o incluso debajo de la almohada.
A la mañana siguiente, un grito proveniente de la planta de abajo despertó a todos.
El grito fue de Mike y Sky, quienes se encontraban enfrente del cuerpo muerto de Alexa. Un charco de sangre decoraba el suelo y parte de la alfombra, todos corrieron hacía donde se encontraba el cuerpo.
—No... La maldición.— Dijo Jeremy viendo el cuerpo.
Todos vieron preocupados el cuerpo mientras Sergio agarraba una carta que estaba al lado de Alexa.
—Alpinista— Leyó Sergio un poco más calmado, pero no siguió leyendo, en su lugar, tiró la carta a cualquier parte.
Sergio se hizo paso entre los otros.—Ya estoy hasta la huevos.— Dijo, yendo hacía la entrada del hotel.
—¡No, Sergio!— Exclamó Mike.
Fueron al balcón cuando se dieron cuenta que Sergio se estaba yendo del hotel, le empezaron a gritar que no se fuera y él solo corría lejos sin escuchar nada.
Entre tanto grito llamaron la atención del Botones, quien fue al balcón a ver que estaba pasando.
—Vaya, vaya.., regla número tres: No abandonar el hotel antes de terminar su estancia en el hotel. Qué pena despedirse así.
Botones hizo una palmada y un rayo le cayó encima a Sergio, este cayó al suelo al momento.
—¡Mierda!¿¡QUÉ COÑO?!— Exclamó Mark, no se esperaba para nada eso. Nadie se lo esperaba.
—En este hotel somos un poco estrictos con las normas..— Él hizo silencio por unos momentos.— De todas formas... Tendréis un momento para acabar con todo esto a mediodía. Debéis desalojar el hotel e ir a la cueva.
—Pero... ¿Qué cueva?— Preguntó Terry.
—Las cuevas, ¿No saben dónde están? De acuerdo, les daré una pequeña pista: Medio mapa lo guarda y protege el rey, la otra mitad se esconde bajo el grito más grande que se ha dado en esta casa... De momento, ¡DE MOMENTO!— Lo último lo grito de forma terrorífica y de suspense, causando escalofríos a la mayoría.
El grupo se dirigió adónde habían encontrado el cuerpo de Alexa, esta vez no estaba ni el cuerpo ni la sangre, probaron a llamar a la policía pero nadie tenía cobertura.
Fue ahí cuando se dieron cuenta.
—Pero.. Sí Alexa a muerto significa que era inocente, pero también que uno de nosotros la ha matado. Es lo que dijo el tío, uno de nosotros iba a matar por culpa de la maldición.— Dijo Mark.
Bueno, tenía su parte de razón. Pero todo eso estaba siendo una mierda, empezaron siendo once, y ni pasó un día para que fueran nueve. No querían saber cuantos serían dentro de tres días, sí es que llegaban a sobrevivir tanto tiempo.
Mientras buscaban culpables, Botones hizo presencia en la sala.—Bravo, bravo, veo que el trabajo lo hacéis muy bien.., Si, esto lo ha hecho uno de vosotros. Pero os recuerdo que tenéis poco tiempo hasta llegar a la cueva.— Dijo con voz vaga.— ¡RÁPIDO!¿QUÉ NO ENTENDÉIS LO QUE OS ESTOY DICIENDO?— Esto último lo grito, asustando un poco a Sophie, ya que ella era la que estaba más cerca del hombre.— Es tan fácil como esto: Medio mapa lo guarda y protege el rey, la otra mitad se esconde bajo el grito más grande que se ha dado en esta casa.
Buscaron por todas partes, bajo la alfombra y por los sofás, pero nada. No fue hasta que Terry buscó bajo la melena de una estatua de león que encontró una mitad del mapa. Le echaron una ojeada y siguieron buscando, aún bajo la mirada de Botones.
Terry volvió a encontrar una parte del mapa, pero esta vez estaba escondida detrás de un cuadro.
Juntaron las dos partes del mapa para tener más claro a donde debían ir, fue cuando el Botones desapareció de su campo de visión.
Lograron ir a la cueva, se dieron cuenta que estaba más cerca de lo que pensaban, pues en menos de diez minutos ya estaba allí.
Entraron a la cueva poco convencidos, fueron al centro de la cueva cuando vieron unos farolillos puestas en forma de medio círculo.
Entre dos farolillos Botones les esperaba, comenzó a hablar una vez todo estuvieron dentro del medio círculo.
—Bienvenidos a vuestro primer Gran Cónclave.— Les saludó el hombre.— Entre vosotros, hay una bestia, alguien que acabará con cada uno de vosotros— Señaló a todos los presentes al decir "vosotros"—. Noche tras noche, a no ser que se lo impidáis— Todos compartieron miradas de confusión—. Este es el momento para poner en común vuestras sospechas y lo sacrificareis como grupo— El hombre hizo una pausa—. Es la única manera de acabar con la bestia, es la única forma de salir de aquí.
—¿Cómo nos vamos a sacrificar entre nosotros?¿Habéis perdido la cabeza o qué?— Preguntó Mike.
—De hecho, Jeremy la perdió hace mucho.— Bromeó Michael.
—Ja ja, muy gracioso.
—¿Y si muere otro esta noche?—Preguntó Sky.
—Regla número dos: Seguid siempre las indicaciones del personal del hotel, y el personal del hotel dice que sacrifiquéis a uno de vosotros. Quiero oír vuestras sospechas, quiero oír de quien sospecháis.
Mike se puso serio y aprovechó para aclarar sus pensamientos.—Haber, hay un mentiroso entre nosotros, o muere el mentiroso o morimos nosotros.
Uno de ellos preguntó que estaba haciendo cada uno cuando se escuchó el grito y cada uno dijo que estaba haciendo, uno de los sospechosos fue Mark porque este no estaba en su habitación, estaba afuera del hotel corriendo.
Todos estaban hablando cuando a Jeremy se le cruzó un pensamiento.
—Pero.. El que nos invitó aquí fue Mike.— Fitzgerald señaló al recién nombrado. Mike se cruzó de brazos y negó.— Tú eres el que nos trajo aquí.
—Yo no sabía nada, solo fue un hotel que había visto por internet y punto.
—¿Y por qué en este sitio, en esta zona?
—Se os está yendo, yo solo pillé un hotel y ya está.
—Como sigáis cayendo a este ritmo, pronto vamos a tener que celebrar el cónclave en un sitio más pequeño.
Nadie hizo caso al Botones y siguieron hablando.
—También te digo, Sky fue la que encontró el cuerpo de Alexa.— Opinó Vanessa.
—¿Y que tendrá que ver? Además, si hubiera sido yo hubiera terminado mucho peor... ¡Yo no tenía ni idea que el cuerpo de Lex estaba allí!
Jay carraspeó.—No tiene sentido que grite si lo ha matado ella de todas formas.
—Desconfió de mucha gente, ya que algunos estamos hablando pero los que no hablan... Cuidado. Cuidado con gente como Vanessa, Sky, Jay...— Pensó Mark
Botones estaba viendo que el cónclave no iba a llegar a ninguna parte si seguían así.—¿Quién encontró el mapa?— Preguntó para poner la situación más interesante.
Todas las miradas se fijaron en Terry.
—Terry... Las dos partes.
—Vale, entonces me vas a decir que me vas a matar por adivinar un acertijo que nos había dicho este hombre.-
—Pero escuchad, ¿Alguien conocía o había oído hablar de la maldición de Rabia?
Mike tragó saliva.—Yo ese libro sí que lo conocía.
"¿De qué?"
—De una tienda.. Antes de venir aquí lo vi.
Esa fue la gota que derramó el vaso.
—¿¡Y tú nos traes aquí?!— Esa fue Sophie poniéndose de los nervios.
—Os lo juro que conocía el libro, pero...
No lo dejaron terminar, Jeremy enumeró todas las cosas sospechosas que tenía Mike.
—Pero yo no quiero matar a nadie... De todas formas, no creó que sea tan fácil, un juego nunca es tan fácil.
Vale, tenía un punto.
Mike siguió defendiéndose de las frases ofensivas hacía él, hasta que Botones habló. —Vale, vale, vale.. Ya es suficiente, por favor. Veo que lo tenéis bastante claro, es hora de votar. Acertad, y seréis libres.
Uno por uno fueron yendo hasta donde estaba el Botones, agarraron una carta, "el voto", y lo echaron a una pequeña hoguera.
—La sentencia a sido dictada— Dijo Botones cuando ya todos votaron—. Vosotros habéis dictado la sentencia, deberéis llevarla a cabo. Sacrificaréis a uno de vosotros— El castaño hizo una pausa—. Y el sacrificado, por el bien del grupo, es... Mike.
El aludido se echó para atrás cuando mencionaron su nombre.
—¿Qué?¡Chicos, no soy yo!- Exclamaba el Anderson mientras era agarrado por Sky. Michael se había apartado de él, el Afton no creía que fuese Mike, pero no iba a defenderlo puesto a que no quería ser uno de los sospechosos, Terry había agarrado una piedra, le pegó con ella a Mike, dejándolo inconsciente.
Mark y Michael pusieron a Mike en una especie de saco y fueron a la orilla del lago del hotel a ahogar a Mike, cogieron un barco prestado y se dirigieron a aguas profundas. Finalmente, soltaron el cuerpo de Mike en el rio, este se hundió al instante.
Lo que nadie se esperaba es que uno de ellos usará el poder de su carta en el último momento...
Volvieron al hotel sin decir ninguna palabra, se notaba que ninguno estaba de humor para hablar de lo ocurrido.
—¿Dónde estuvieron?— Preguntó Sophie sentada en el sofá al ver llegar a los dos amigos.
—Fuimos a tirar el cuerpo de Mike al rio.
Ambos Afton se sentaron en el sofá, sin ganas de hacer nada.
—Estoy empezando a pensar que somos peores que la bestia.— Dijo Jay.
—Pues no pienses eso, porque si mañana hay muertos te sentirás peor.— Le "consoló" Sophie.
—Gracias— Jay hizo comillas al decir eso—. Hermana, me has ayudado mucho, ¡Hemos matado a Mike!-
Michael tiró el libro de Rabia al suelo con desgana y enojo y Sky lo recogió.
—Michael, relájate— Dijo—. Recordad que en el libro decía algo de esencia de bruja, solo necesitamos como conseguir eso.
Michael cogió a Vanessa del brazo y la atrajo hacía él. —Ya tenemos a la bruja, ¿Y ahora?
Una especie de pitido se escuchó, la rubia miró por ventana, saliendo de inmediato, los demás copiaron su acción.
Había un montón de antorchas que agonizaban en una mesa con tres cofres, en el suelo había piezas de un puzle, las recogieron mientras se fijaban que había en total once antorchas, de las cuales tres estaban apagadas.
Cuando estuvieron cerca de los tres cofres, se fijaron que tenían que hacer el puzle, tardaron un buen rato en hacerlo, una vez hecho, se fijaron que había escrita una frase:
"De todas las muestras de amor, el beso es la más poderosa. Quiebra maldiciones, prende fuegos y cenizas deja. Enciende las cuatro chispas."
—Un beso de amor verdadero.— Dijo Terry alejándose un poco, mirando pícara a Jeremy y Vanessa "la parejita".
—¡Vamos ha hacer como las bodas que se hacían en la escuela!— Exclamó Sky. Vanessa y Jeremy se miraban nerviosos, podrían ayudar, sí, pero no era lo que ellos querrían hacer para ayudar.
Lo cierto es que, a pesar de que habían dos parejas más, todos presionaban a los dos rubios. Al parecer, las dos parejas homosexuales del grupo pasaban desapercibidos.
Al final, Sophie se terminó estresando de tanto esperar y besó a Vanessa. Unas chispas se encendieron, eran cuatro, daban vueltas como remolinos y de vez en cuando chispas caían al suelo. Cuando las chispas se apagaron, Sky fue la única en acordarse de los cofres.
—¿Los cofres se podrán abrir?— Preguntó acercándose a la malgama de cadenas y los tres candados que adornaban los cofres— ¿Cuál puede ser la clave?
—Las chispas, eran cuatro y además no se han encendido una por una, era como si siguieran una especie de patrón.
Probaron con todos los códigos posibles, finalmente, los cofres se abrieron con el código 1342.
Dentro del hotel, el cuco había sido adelantado por Botones, pasaron de ser las diez menos cuarto, a las doce menos cuarto.
Entraron en pánico cuando oyeron al cuco sonar, Jay, Sophie y Sky cogieron los tres cofres como pudieron mientras entraban al hotel.
La bestia caminaba por los pasillos del hotel que daban a los doce habitaciones, pensando quien podría ser su próxima víctima. Con su hacha iba golpeando el suelo, seguía pensando en si matar a Michael o no, le molestaba su actitud en general. Finalmente llegó a la habitación 011, rompió la puerta y sonrió tras su máscara al ver a su próxima víctima, esta retrocedía con miedo, pero no le sirvió de nada. Su destino fue morir a manos de la bestia.
Por la mañana, todos salieron de sus habitaciones, menos Michael. Vieron el agujero en la puerta de este, entraron, la cama estaba llena de sangre, pero el Afton no estaba.
Los más afectados por su muerte fueron Sky, Jeremy y Mark. Fueron los únicos que realmente se habían acercado al cuerpo, Terry se quedo en el umbral de la puerta, petrificada, ¿Habían matado a Mike para nada? Probablemente la acusarían a ella al no tener a más sospechosos.
Sky agarró la tarjeta de de Michael.—"Bufón: Disfrutas haciendo bromas al grupo."— Leyó— ¿Esa era la carta de Mich?
Los ocho bajaron al salón, Mark se puso pensativo.
—¿Matamos a Mike... Para nada?
—Lo peor es que tendremos que matar a otro más en el cónclave, y si no acertamos, morirá otro esta noche...
Fijaron su mirada en los tres cofres encima de la mesa, se fijaron que los cofres tenían dibujos, en uno había un sol, en otro un puente y en otro una llave. Terry le había parecido ver también un árbol.
Llegaron a la conclusión de que había que ir a un puente de día.
Se acordaron del mapa, Terry lo tenía guardado, lo sacó y efectivamente: En el mapa había un puente. Solo uno.
Bajaron a la parte de abajo del puente, algunos prefirieron bajar como personas civilizadas y otros saltaron directamente del puente al suelo. Se fijaron en que había cráneos de animales colgados.
Buscaron por alrededor del puente algo parecido a un cofre, incluso por una alcantarilla que estaba justo al lado. Encontraron el cofre medio enterrado en debajo del puente, lo abrieron y cogieron la llave. Harry les acercó el cofre que habían encontrado el día anterior y también lo abrieron, estaba lleno de tierra con bichos y una botella.
La botella era de cristal, y tenía un líquido blanco en su interior (No malpensar). Vanessa la agarró.
—Hola.— Saludo el Botones de repente sentado en el puente y todos se asustaron.
—Ah, míralos, revolcándose en el barro como cerdos.— Hizo una pausa para ver lo que tenía Vanessa en las manos.— ¿Qué es eso? Ah, las lágrimas de bruja— Botones puso los ojos en blanco, en forma de desagrado—. De acuerdo, sí queréis jugar a El Caldero de los Inocentes es muy sencillo— Dijo Botones agarrando un caldero con sus manos—. Uno de vosotros vendrá a verter las lágrimas, y sabréis su verdadera naturaleza.
—Eso significa que podremos saber si uno de nosotros es inocente.— Dijo Jeremy.
—O culpable.— Añadió Mark.
—Vosotros mismos, elegid, esto puede ser divertido.
Muchas miradas indiscretas miraron a Mark, este solo miraba las Lágrimas en las manos de Vanessa, agarro la botella.— Sé que muchos pensáis que soy yo, ¿Queréis que lo haga?— Preguntó, alzando la pequeña botella.
—¿Eres consciente de que, si eres inocente, la bestia irá a por ti?— Preguntó Sky.
—Soy consciente.
—¿Y por qué no hacemos una votación?
Y eso hicieron, una votación. Acabó con Mark teniendo tres puntos, Sky dos y Terry uno.
—Lo haré yo entonces.— Dijo Mark.
—¿Seguro, Mark?- Preguntó Botones en un intento de hacer sentir a Mark inseguro.
—Seguro.
—Adelante, ven conmigo.— Dijo Botones de forma siniestra mientras Mark se acercaba a él sin vacilar.
Mientras que Mark se acerca al caldero los demás se acercan a un árbol y Jay agarró una especie de bastón que estaba apoyado en el árbol.
—¿Y si es la bestia?— Preguntó Sophie, acompañada de un montón de murmullos más.
—Fumata blanca eres inocente, rojo o negro la bestia.
Mark echó el líquido en el caldero, al instante salió fumata blanca.
—¿Veis? Al final yo no era.
—Eso significa que esta noche morirá otro más.
—Tenemos una segunda oportunidad en el cónclave. Y puede ser cualquiera.
—Al menos sabemos que Mark no es.
—Bueno, tranquilos, porque estoy oyendo al cuco silbar. Tenéis otro cónclave y sois muy pocos, asique puede que escoja un sitio más... Discreto. — Dijo Botones mientras reía como psicópata y tiraba el caldero al suelo, derramando todo el líquido que estaba adentro. Desapareciendo segundos después.
Celebraron el segundo cónclave en una iglesia al lado de un cementerio, al fondo de la iglesia les esperaba el Botones con una sonrisa.
— Bienvenidos.., a vuestro segundo Gran Cónclave. Entre vosotros, sigue habiendo una bestia que se esconde. Una persona que os está mintiendo y está acabando con vosotros, uno a uno. Eráis once, sois siete. Pero, tenéis una oportunidad, votareis al más culpable y lo sacrificareis como grupo. Acertad, y seréis libres...
Le cedieron el turno de palabra a Mark, sabiendo que este era inocente.
—Llevo tiempo sospechando de una persona...— Dijo, empezando a mirar a esa persona.
—Terry.— La aludida se sorprendió ante las palabras de Mark, no se conocían mucho, pero se llevaban bien.
—¿Por qué?
—Es sospechosa la manera en la que actúas, casi ni hablas y veo que te juntas mucho con Sky. Además, la sangre fría con la que mataste a Mike fue brutal.
—Había que matar a Mike, estábamos obligados. Ludwig también mató a Mike, ¿Por qué no desconfías de ella?— Se defendió Terry, Sky se mostro ofendida, pero guardó silencio.
De los que estaban ahí, Jeremy era de los que más atacaban a Terry.
—Jeremy— Le llamó la atención Botones— ¿Te cuento un secretito? Tu fuiste el segundo más votado en el primer cónclave. Estuviste a esto de no contarlo.
El nombrado estuvo en silencio por unos minutos.— A ver, también te digo, no echaría mierda a otros si yo fuera la bestia. Quiero decir, como bestia sería mucho mejor.
—Si que es verdad que nos estamos estamos acusando casi sin motivos.
—Es lo que él quiere. Que nos acusemos entre nosotros y nos matemos entre nosotros.
—Al menos sabemos que Mark no es.
—Es cierto que Terry ha estado muy callada.— Dijo Sophie—. Pero hablando de personas calladas, yo sospecho completamente de Sky.
—¿Por qué yo? Callada no estoy. Os estoy informando a cada rato de lo que pienso de la situación, no es mi culpa que no me prestéis atención.
—Yo al principio tenía sospechas de Jeremy, pero ahora pienso que es Vanessa. Tú el primer día incitaste demasiado a Mich a leer la puta maldición, además de que te veo muy juntita con Jeremy. Pienso que os estáis autoprotegiendo.— Dijo Jay.
—Yo soy la bestia, y Jeremy me está encubriendo, ¿Eso es lo que dices, no?
—Tu podrías ser la bestia perfectamente porque él no está muerto.
—Enseñadme las manos.— Dijo Botones, todos mostraron sus manos.- ¿Cómo se siente... Tenerlas llenas de sangre? Por qué alguien os está matando, pero vosotros no sois más inocentes.
Claro, se cargaron a Mike
—¿Qué pensaría Mike si os viera aquí, y discutiendo?
«¡Creo que lo tengo!»
Al exclamar eso Sophie miró a Terry y le dio un beso en la boca, como había echo tiempo antes con Vanessa para la prueba. Todos se sorprendieron, incluso Terry quien tenía la mirada perdida.
Sky también estaba sorprendida, ni se paró a pensar el porque su hermana había besado a su pareja.
—Nos está matando una persona y hay que hacer algo.— Dijo Sophie para relajar la tensión, siendo interrumpida por Vanessa.
La del cabello rosado fijó su mirada en el suelo, incómoda.—Creí que pasaría algo...
—Ay Sophie, eres una inocente, ¿En serio creíste que sería tan sencillo?— Preguntó Botones— Ahora que lo pienso, Sophie, siempre estás tan callada, entre las sombras... ¿Qué sucede contigo?— Siguió preguntando, disfrutando del momento— ¿Acaso tienes algo que esconder?-
La chica levantó la cabeza. —No, es solo que estoy cagadisima de miedo y no...— De nuevo, fue interrumpida, esta vez por Terry.
—Este hombre lo que quiere es que votemos a un inocente.
—Esta siempre defiende a todos, por eso nadie la acusa a ella.— Dijo Jeremy, refiriéndose a Sophie.
—¿Tú crees que él me echaría mierda a mí si fuera la bestia?
—Terry... Con esa cara de niña buena, ¿Sabes cómo estarías más bonita? Bajo tierra, ¿Crees que tus amigos no saben lo que ocultas?—Dijo Botones, como si estuviera contando una historia de terror.— Sky, ¿Crees que no es hora de confesar tus pecados? Qué pasa, ¿Qué no has pecado nunca?-
—Probablemente tenga muchos pecados, pero nada relacionado con esto.
—¿Tú crees que no?
—Probablemente no.
—Y tu, Vanessa, ¿Qué pasa? ¿Te ha comido la lengua la bestia?— Volvió a preguntar— Cuéntame como te sentiste anoche, aliviada, ¿Verdad? Estabas perdiendo a un amigo, ¿Cómo puedes sentirte así?
—La cosa es que todos la hemos cagado y todos preferimos a que muera otra persona a nosotros— Empezó a decir Jay, mirando a Jeremy—. Por que es así, preferimos otros a nosotros, es obvio.
—Hace que dudemos de todos— Dijo Mark—. Excepto de Jay.
—Es verdad, de Jay no he hablado, ¿No es sospechoso?— Preguntó— Y tú, Mark, ¿Crees que vas a sobrevivir esta noche? Ya sabemos que eres inocente, por lo tanto, ¿Por qué no te apartas y te mueres?
—Cuando salgamos de aquí acabaremos contigo, te lo aseguro.
—Es hora de votar. Adelante, ¿Quién quiere empezar?
—El cónclave a terminado— Dijo Botones, una vez que todos hubiesen votado—. El grupo a dictado sentencia, el elegido será ejecutado por todos vosotros. Lo sacrificaréis como grupo. Acertad, y seréis libres. El sacrificado por el bien del grupo es...
De repente, se oyó un golpe e la puerta, junto con el abrimiento de esta. Dentro de donde estaban entró un chico rubio, al verlo, los presentes alucinaron. Menos Mark.
—¡Mike, estás vivo!— Exclamó Sky— Pero, ¿Cómo? Michael y Mark te tiraron al río.
Mike tenía la ropa bastante desgastada, rota y mojada, además de tener el pelo hecho un asco, pero eso era lo de menos.—Me matasteis cabrones, me matasteis y yo no tenía nada que ver.
—Te ha matado Botones.— Corrigió Sky.
—¡Ah, Mike! Otro inocente, no me interesa en absoluto. Cállate, únete al grupo si quieres, pero cállate—Hizo una pausa—. La sacrificada, por el bien del grupo, es... Terry.
Terry miró a los demás sorprendida, alejándose de ellos.
—¿Por qué?¿Por qué a mí? ¿Por qué? Dadme una explicación, ¿En serio creéis que iba a delatarme por mis acciones?¿De verdad? Esta noche morirá otro, y esto os caerá en la conciencia.
Mientras Mike trataba de regular su respiración, miraba su entorno tratando de entender lo que estaba pasando.
Pero pensó que ese era el momento ideal de vengarse de quien lo había llevado a ese estado.
—Se acabó el juego para ti, Terry.— Dijo, acercándose a la peli naranja y acto seguido golpeándola— Lo siento, de verdad, pero tu acabaste conmigo.
Te tendré que devolver el favor, ¿No?
—¡Yo no soy, lo tuve que hacer! Por favor, lo juro.
Y con ese último golpe terminó dejándola inconsciente.
En el cementerio cavaron un agujero, iban a enterrar a Terry ahí, en una especie de ataúd viejo. Cuando terminaron de colocar a Terry, el ataúd se movió un poco, significaba que seguía viva. Cerraron el ataúd antes de que algo pasase mientras ella golpeaba lo que para ella era le techo del ataúd, estaba muy agobiada.
—¡Cierra el ataúd, Sky!— Exclamó Jay.
—¡Lo siento Terry, de verdad, tenemos que hacerlo!— Exclamó la pelinegra envolviendo el ataúd con cadenas mientras Terry golpeaba el ataúd con más fuerza que antes y suplicaba que la dejasen salir.
Cuando terminaron de poner la tierra encima del ataúd, dejaron las palas clavadas en la tierra. Cuando se disponían a irse, ven a Botones al lado de un árbol, por lo que se acercan. Al acercarse, notan que Botones lleva una especie de maletín consigo.
—La verdad es que nunca dejáis de sorprenderme.
—Es que no te aburres. No paras.
—Vuestra crueldad, ¿Cómo habéis podido hacerle eso a Terry?
—Nos has hecho tú hacer eso.
—La verdad es que pensaba que se lo pondrías más difícil a la bestia. Es un poco triste, la verdad. Por eso os vengo a ayudar.
—Más que nada porque me está molestando que la bestia sea tan buena matándoos y me da un poco de envida. Asique tened—Botones lanzó el maletín y Jay lo atrapó—. Cogedlo, intentad abrir el cofre de nuevo y conseguid Lágrimas.. O no.— El hombre desapareció tras decir eso.
—La luna y... ¿Un árbol?— Dudó Jay.— Sí, un árbol.
Vanessa señaló a un árbol gigante parado en dirección este. Fueron al árbol y se dieron cuenta que había dos tubas y muchas cosas colgadas, entre ellas una especie de llave encerrada en una especie de "cárcel" de palitos.
—Esto debe de ser igual a lo del puente.— Dijo Mark, Mike dudó si preguntar de lo que estaba hablando, pero prefirió no hacerlo.
Al final, lograron sacar la llave de su pequeña jaula. Abrieron el cofre con ella. Adentro estaban las Lágrimas de Bruja.
Mark agarró el bote. —Lo tenemos. Tenemos otra oportunidad para saber si alguien es inocente o la bestia.
—A ver, sabemos que Mike no es porque han habido asesinatos en su ausencia. Ni yo, evidentemente.— Mike sonrió al escuchar eso, se alegraba de que confiarán en él.
Esta vez la mayoría acusó a Jay, solo porque estaba callado la mayoría del tiempo. Sophie lo defendió, no veía lo sospechoso en él.
—¿Sabes qué, Jeremy?— Dijo Jay, cansado de la actitud del Fitzgerald— Yo creo que eres tu porque acusas a todos y a veces sin motivo alguno.
—Si quieres lo echo yo, pero vamos, que yo no soy.— Respondió Jeremy demasiado seguro de sí mismo.
Justo Botones apareció, quitándoles las Lágrimas de Bruja y tirándolas contra el árbol.
—Así será todo mucho más divertido.
El cuco sonó en ese momento y todos corrieron como si no hubiese un mañana.
Y es que realmente para uno de ellos no iba a ver un mañana.
La bestia se dirigió a un panel con un montón de palancas, accionó una y empezó a salir humo tóxico en la habitación número siete. La persona de esa habitación esperaba no ser la próxima víctima, distrayéndose de la situación escuchando música.
La persona olió el aire enrarecido, dejó de escuchar música y se tapó la nariz con su pijama, intentó salir por la puerta al ver el humo, pero estaba cerrada, rápidamente abrió la ventana e hizo una especie de cuerda con su ropa, pero justo cuando iba a escapar fue empujado hacia la muerte.
Cuando se hizo de día, todos salieron de sus habitaciones, estaban todos menos Sophie. Pero nadie notó por unos minutos que la Ludwig faltaba, prefirieron fijarse en Vanessa y Jeremy, quienes estaban juntos en la misma habitación.
Sky preguntó donde estaba Sophie, fue cuando comprendieron que muy probablemente ella había sido la víctima de esa noche.
—¡JODER!— Exclamó Jay al ver el cuerpo de su hermana en el patio.
—No fastidies...¡SOPHIE!-
Era evidente que los dos hermanos menores de Sophie fueron los primeros en bajar corriendo, pero también fueron los primeros en darse cuenta de que el cuerpo había desaparecido.
En lugar de Sophie, estaba el Botones con una fregona y un pequeño cofre al lado de él.
—Nunca he tenido a unos huéspedes tan sucios.
—¿¡Qué has hecho con Sophie?!
—¿Te gustan los macarrones? Búscala en los de esta noche— Dijo, para luego continuar:
—. Disculpadme por lo de ayer, es que acabasteis con mi paciencia. Pero hoy, os voy a dar una nueva oportunidad de conseguir las Lágrimas de Bruja. Vosotros mismos. Prometo intentar tener un poquito más de paciencia esta vez.
Mike agarro el pequeño cofre.—Tenemos que pillar a la bestia, esto se está yendo demasiado lejos.— Le dio vueltas al cofre, mirando si había alguna pista.—Hay comida y un sol, ¿Qué puede significar?
—La cocina o la despensa.
—Vamos. Vamos para allá.
Fueron a la cocina, más específicamente a la despensa. Jay entró primero. Había partes de cerdos colgadas y estaba todo desordenado, además de que olía a muerto.
Se suponía que debían buscar una llave, asique se pusieron a buscar.
Mark fijó su vista en una cosa con un temporizador, para luego sorprenderse.—¿Es.. ¡UNA BOMBA!?
La bomba marcaba dos minutos y medio.
Todos se pusieron a buscar la llave a toda prisa. No había tiempo para pensar en otras cosas, su vida podría acabar ahí.
Buscaron entre la carne, sin éxito.
3..
2..
¡1!
Ni siquiera sabían como seguían vivos, habían conseguido escapar a tiempo, pero no tenían la llave.
Un pitido sonó, dando a entender que el cónclave estaba a punto de comenzar. Esta vez fueron al patio a hacer el cónclave.
—Bienvenidos al tercer gran cónclave — Les saludó Botones—. Entre vosotros sigue habiendo alguien que se esconde, una bestia que se oculta. Que seguirá matando a no ser que se lo impidáis hoy. Cinco caídos, seis por caer.
Empezaron once, ahora eran seis.
—Es hora de poner en común vuestras sospechas. Señalareis al más culpable, y lo sacrificaréis como grupo. Podéis empezar.
—Este tiene que ser el definitivo. Aquí tenemos que sacar a la bestia.— Dijo Mark.
—Es que parece que da igual a quien votemos, siempre nos equivocamos.
—Cualquier persona que hubiera dormido con otra hubiera muerto, ¿Por qué tú no, Jeremy?— Preguntó Jay.
—Yo solo bajé un poco antes para ver si estaba bien.
—¿Pero como pudiste salir?
—Salí de madrugada— Dijo—. No me pasó nada, sí, me la jugué, pero tenía miedo de que le pasara algo.
—A ver, dejad de discutir, hay que votar a uno. Por cojones.— Dijo Mike.
—Votamos a uno y fallamos, mueren dos.
— Cuantos secretos ocultos entre vosotros..., secretos y mentiras, secretos y mentiras...— Dijo Botones— ¿Pero quién de vosotros esconde la realidad?¿Quién tiene el corazón corrupto? ¿Eres tú... Jay? Tu juego nunca deja de sorprenderme, ¿Cómo puedes seguir mirándolos a la cara?¿A quién votaste en el anterior cónclave?
—A Jeremy.
—¿Por qué?
—Fue la segunda persona más votada en el primero y yo sospecho de él desde el primero.
—Jeremy, generas sospechas, ¿Qué haces para que sospechen tanto de ti?
—Solo quedan dos casas.
¿Cuáles eran las dos casas?
Estaban Sky, Vanessa y Jeremy por un lado y Jay, Mark y Mike.
—Rivalidades entre casas. Pero tú casa a sigue intacta.
—Sería muy fácil tocar a la casa sabiendo que iba a volver.
—Uh, bien visto.
—¿Sabes también que está bien visto, Botones? Que el día que murió Mike, ese día también murió otra persona. Y el caldero demostró que Mark era inocente.
—Es verdad, cuando Mark salió inocente todos pensábamos que iba a morir, pero no, en vez de él murió Sophie... ¿Por qué?— Dijo Jeremy— Porque quizá es uno de vuestra casa. No mataríais a uno de vuestra casa, matasteis a Mike porque sabíais que podía revivir.
En parte tenía razón, en el último momento Mark uso su carta, reviviendo a Mike.
—Pero tampoco sabemos si ha sido así, no lo hemos visto.
—Y tampoco sabemos si realmente murió, porque tampoco lo vimos.
—Yo lo he visto, y estaba muerto. Se hundió.-
—Y mi pregunta es: ¿Quién odiaba más a los muertos? ¿Eras tú, Vanessa?
—No tengo porque odiarles.
—Y entonces, ¿Por qué les votaste?
—Yo no vote a.. Bueno, sí, vote a Mike.
—¡Ahí va! Una mentira que casi se escapa.
—No, porque estaba recordando la casa de Terry. Porque a él— señaló a Mark— lo tengo aquí presente y tú me estás hablando de muertos.
—De todas formas—Dijo Jeremy—, era él o nosotros.
—O tú...— Dijo Botones.
«¿Quién fue quién nos trajo aquí? Mike, por eso él era el más sospechoso.»
—Igualmente, si en teoría Mark es inocente, ¿Por qué no ha muerto esta noche?
—Eso me pregunto yo, Mark, ¿Por qué no has muerto esta noche?
El nombrado levantó los hombros.—No lo sé.
—A lo mejor porqué la bestia es uno de tu casa y prefirió matar a Sophie.
—O quizá la bestia no quiso hacer algo tan obvio, como matar al que todos pensaban que iba a morir.
De repente, Botones gritó e hizo un gesto de caerse.
—Lo siento, solo quería recordar el grito de Sophie al caerse.
Maldito bastardo
—Sé que técnicamente Mike es inocente, pero ¿No os parece sospechoso que él encontrará el cadáver de Alexa el primer día? Los demás cuerpos los hemos encontrado todos juntos.
—¿Estás diciendo que soy la bestia?-
«Otra vez no...»
—Si Mike fuera la bestia, Mark estaría más que muerto.
—Oh, vamos, no seáis tontos. La bestia no parará por casas. La bestia acabará con cada uno de vosotros, seáis de la casa que seáis. Esta noche morirá uno más, a no ser que se lo impidáis. Es así de simple, ¿Alguien quiere añadir algo antes de votar?
Mark levantó la mano.—Esta mañana, Jeremy ha amanecido con Vanessa, puede ser que sea la bestia y no le afecten las normas pero por otro lado quizás sea su poder, cosa que me hace culpar a Mike de nuevo. Si bien ha habido asesinatos en su ausencia, no lo hace inocente.
Mike lo miró mal.
—¿Y por qué no me hace inocente exactamente?— Preguntó.
—El día que supuestamente moriste oí algo en tu habitación, estaba cerrada con llave. Lo que me hace pensar que quizás no te presentaste en ese momento para no hacer que desconfíen de ti de nuevo.
—Lo cierto es que yo también oí algo.— Añadió Jay.
—Suficiente, es hora de votar.
—El cónclave a finalizado. El grupo a dictado sentencia, al elegido lo ejecutaréis. Ha habido una gran traición, y eso me gusta— Botones miró a Mark y a Mike mientras decía eso—. El sacrificado, por el bien del grupo es... Mike.
Mike se enojó con los de su casa, creía que podía confiar en ellos y al final resultaba que no.
—Traiciones Mike, traiciones...
De repente, Mark sacó una pistola cargada de su bolsillo y disparó a Mike.
—Se acabó.
Al día siguiente no hubieron más muertes, habían acertado.
Mark solo fue demasiado inocente la primera vez que mataron a Mike, reviviéndolo con su poder. Pero esta vez no cometió ese error.
Todos se asomaron por las puertas de las habitaciones.
—¿Estamos todos?
Sí, eran cinco, estaban todos.
—¡No han habido más asesinatos!¡Acertamos!
—Recoged las cosas, nos vamos.
Bajaron todos corriendo las escaleras cuando recogieron sus cosas. Botones estaba en la puerta.
—Bravo, bravo, bravo... Habéis roto la maldición, al final va a ser cierto que todos los tontos tenéis suerte. Habéis acabado con la bestia, lo prometido es deuda, sois libres.
—¿Podemos irnos?
—¿Así, sin más?
—Así es, a no ser que quieras más.— Todos negaron al escuchar eso.
—¿No hay consecuencias?
—Consecuencias... ¿Cuántos eráis?
Todos recordaron las muertes que habían visto.
Hubo silencio por unos minutos.
—No sé el final que hubiese escogido pero a sido TAAN divertido... y mira que empezó esto Mike...—El Botones rio— Largaos antes de que cambie de opinión y tranquilos, que volveremos a vernos.
Se fueron corriendo del lugar mientras escuchaban la risa de Botones a sus espaldas.
»»»Fin del Capítulo«««
Empezado: 03/06/'23
Terminado: 06/06/'23
Palabras: 6528
¿Qué les ha parecido el primer capítulo? Yo estoy orgullosa, la verdad.
Si notan que tiene errores(tanto de ortografía como de argumento) coméntenlo!
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