Era de noche, Killer acomodaba el sillón donde nightmare se quedaría a dormir, había puesto primero una sábana calientita y un par de cobijas para que no pasara frío.

Mientras que los niños, jugaban arriba en el cuarto.

StarCross-. Te digo que yo sí se poner esta cosa. - decía mientras conectaba cables a lo loco, los cables de su consola.-

Crescent-. ¡Star, ya apúrate! - dijo sosteniendo los controles con aburrimiento, ya harto.-

StarCross-. Cómo eres desesperado, mira, ya lo logré, creo. - miraba como la tele daba algunos parpadeos de luz, con algo de desconfianza.-

Crescent-. - le mueve un poco a los botones de los controles.- pues, no se ve ningún juego.

StarCross-. Bueno, en casos como estos, tendremos que jugar a la antigüita.

Ambos salieron del cuarto para dirigirse a dónde tenía Killer algunos detergentes y cosas así.

StarCross-. Somos, los científicos reales, y tenemos que descubrir una cura... ¡¡Para la calvicie en esqueletos!! - tocaba el cráneo del de tentáculos con gracia.-

Crescent-. ¡Cureme doctor, cureme! - reía un poco.-

StarCross-. Lo voy a curar de inmediato, ¡No sé preocupe! - empezó a mezclar varios químicos, junto con un poco de pegamento.-

Hicieron al parecer un líquido viscoso de color verde, el cual lo puso encima de Crescent simulando cabello.

StarCross-. ¡Ahora eres bello! ¡Mira esa cabellera!

Crescent-. - posa y lanza besos.- obvio que lo soy, soy muy bello

StarCross-. Ahora te vamos a quitar eso - intentó quitar aquel líquido viscoso, pero era demasiado pegadizo, y se habían quedado muchos restos en las manos de este y de su compañero.- Eh... Crescent te vamos a tener que bañar la pelona

Crescent-. ... Miércoles.

Ambos fueron en dirección a dónde había agua, para posteriormente, meter el cráneo de Crescent dentro del agua y masajear este mismo para retirar aquel líquido.

Cuando ya no había nada más de aquel líquido, StarCross secó la cabeza ajena con su propia manga.

StarCross-. Listo, ahora quedaste limpio.

Crescent-. Siento mi cabeza muy fría

StarCross-. ... Pos chido, vámonos a tú casa para que estés calientito - tomó la mano de este para guiarlo a la casa del de cuencas negras.-