[Cap 6] Abandono

Mauro extendió su mano hacia Futaro, 30,000 yenes, esa era la cantidad que se encontraba frente al ahora único integrante de la familia Uesugi.

"¿Te ha sido suficiente este mes?" preguntó Mauro volviendo a poner su mano sobre la mesa, mientras con la otra tomaba un sorbo de su café.

"Si, ha sido lo suficiente" respondió Futaro mientras tomaba el dinero y lo guardaba en su cartera.

Mauro miró su reloj y después miró a Futaro.

"¿Cómo te ha ido en calificaciones?, ¿Han disminuido?"

"No, sigo teniendo el primer lugar de la escuela" respondió Futaro dando un sorbo a su café.

"Ya veo" respondió Mauro de manera neutral.

"Por cierto, contacté con una universidad bastante prestigiosa en el extranjero, el director es un viejo conocido mío y con gusto te aceptaran allá, simplemente tendrías que pasar el examen de admisión" dio otro sorbo de café. "Con lo que me dices, supongo que eso no será ningún problema" dijo mirando fijamente a Futaro, quien no sabía ni que decir.

"E-espera, ¿Hablas en serio?" dijo recargandose en la mesa con sorpresa y una gota de sudor.

"Sí, si aceptas te irás antes de finalizar el año escolar, tal parece que tus calificaciones son un prodigio, por ello puedes ir directamente a la universidad"

Futaro aún procesaba todo, no sabia que decir, pero respiró profundamente y más calmado se sentó nuevamente.

"Muchas gracias.. Mauro" dijo Futaro, a lo que el hombre solo se limitó a asentir, quedando todo en silencio por unos segundos.

"¿Por qué haces todo esto por mí?" preguntó Futaro de repente, Mauro lo miró.

"El dinero, ahora la universidad, ¿Por qué?" preguntó mirándolo a los ojos.

"Sabes, te considero como un hijo Futaro, te conozco desde niño, y el tú actual es la representación perfecta del hijo que siempre quise tener" respondió Mauro tranquilamente, mientras daba nuevamente un sorbo a su café.

"Entiendo" dijo Futaro con una pequeña sonrisa.

"Además.." habló de nuevo Mauro, captando la atención del chico.

"Ese día, cuando saliste de la habitación, le prometí algo a tu padre"

"¿Eh..?"







1 año atrás








"... te quiero, hijo"

Futaro salió de la habitación mientras las lágrimas recorrían sin control sus mejillas, Mauro miraba con lástima al pobre chico.

"Oye Mauro" dijo Isanari de forma divertida.

Mauro se acercó al rubio.

"Idiota, mira como terminaste" dijo Mauro, a lo que Isanari rió con dificultad.

"Lo , ¿Vaya mierda.." tosió un poco. ".. de final no?"

Mauro no supo que responder, pero por primera vez en mucho tiempo, él.. se sentía triste, de ver a su amigo así.

"Mauro"

"¿Qué sucede?"

Isanari tomó con fuerza la mano de su amigo.

"Te encargo a Futaro amigo, sabes que es un gran chico y sé que con tu ayuda llegará mucho más lejos de lo que yo pude llevarlo" tosió nuevamente y soltó su mano. "Por favor, solo quiero que tenga esa vida feliz que siempre quise darle.." dijo Isanari mientras comenzaba a cerrar los ojos.

Mauro lo miró con la boca ligeramente abierta, y después con tristeza sonrió.

"Claro amigo, yo me encargaré de que tenga un buen futuro.. tú puedes dormir tranquilo"

Isanari sonrió, así finalmente quedándose dormido, en un sueño que lo haría feliz para siempre.

Esa misma noche Isanari falleció, dejando como único deseo lo mejor para su hijo.











Presente










"Se lo prometí, por eso voy a ayudarte, y lo haré siempre en memoria de mi difunto mejor amigo" respondió Mauro.

Futaro bajo la mirada con tristeza y melancolía, extrañaba mucho a su padre.

"Sé que aún lo extrañas, pero como médico puedo decirte que incluso esa clase de heridas sanan con el tiempo, y en un futuro dejarás de verlo con tristeza y en su lugar será con felicidad, al recordar cómo fue estar con él en vida" dijo Mauro, a lo que Futaro sonrió un poco.

"Gracias" respondió, Mauro solo asintió y sacó su celular en silencio.

Se mantuvieron así por un minuto, hasta que Futaro habló nuevamente.

"Mauro.."

"¿Qué pasa?" preguntó mirándolo de reojo.

"¿Está bien responder a alguien que siempre intenta molestarte?" preguntó con mirada neutral y una gota de sudor.

Mauro al escuchar esto apagó su teléfono y lo dejó sobre la mesa, mirando fijamente al chico.

"¿Acaso alguien te está molestando?" preguntó seriamente.

"No, es simple curiosidad.. para ayudar a un amigo" respondió un poco nervioso, Mauro se volvió a recargar en el respaldo y suspiró.

"Mm, realmente no, ¿Has escuchado eso que dicen de que las abejas huelen el miedo y por eso siguen intentando picarte?"

"Si, recuerdo haberlo escuchado alguna vez"

"Bueno, pues los matones funcionan igual, responder a sus insultos y agresiones los alimenta y menos te dejarán en paz, en cambio al ignorarlos dañas su orgullo" respondió tranquilamente.

Futaro se quedó pensando e esto, pero Mauro habló una vez más.

"Aunque.."

"¿Ah?"

"Si no te dejan en paz aún así, siempre existen segundas opciones.. hay personas que simplemente no entienden con palabras o no aceptan un 'no' como respuesta" el hombre se acomodó la corbata y le dio una mirada de reojo.

"En tal caso, uno no siempre tiene que ser tan compasivo, hay veces en que una persona debe actuar mal por un bien mayor, para él mismo y para todos... solo ten eso presente, Futaro" respondió mientras se levantaba de la mesa y Futaro lo miraba con confusión.

"Tengo que irme, cuídate hijo" dijo dejando dinero para pagar los cafés sobre la mesa, comenzando así a caminar, pero se detuvo de repente.

"Ah y, Futaro" el chico lo miró.

"Avisame si alguien te molesta, ¿De acuerdo?" dijo seriamente.

"Ah, H-hai" respondió con una gota de sudor.

Mauro salió de la cafetería y dejó a Futaro solo, quien aún algo pensativo pagó ambos cafés y salió del local.

"Debería ir de una vez, solo debo desviarme un poco" dijo mirando la hora en su celular, 4:27, guardó su teléfono y comenzó a caminar.

Estaba nublado, probablemente llovería pronto, debía apresurarse si quería que el agua no lo alcanzara.

Unos minutos después llegó a un pequeño súper mercado, entró.

Si, ese lugar era bastante más pequeño que un super mercado común, pero tenía justo lo que necesitaba.

Mientras recorría los pasillos buscando los productos que serían parte de su compra, Futaro se encontraba sumergido en sus pensamientos, y en su cabeza rondaba lo último que Mauro le había dicho antes de irse.

"Avisame si alguien te molesta, ¿De acuerdo?"

"(¿Dónde... dónde escuché eso antes?)" se interrogó internamente a si mismo, al mismo tiempo que un rostro borroso aparecía en su mente, mismo rostro, que él trato de borrar de su cabeza.

Por mucho mucho tiempo.







10 años atras








"¿Futaro?"

"Hola viejo"

Un chico pelinegro se encontraba en la sala de su hogar, mientras sostenía el teléfono de casa, estando su padre del otro lado de la línea.

"Hijo, creo que hoy también llegaré tarde, y ya que #####? llegará en la mañana, duermete temprano, creo que dejé algo de comida en la nevera" dijo el hombre de forma animada.

"Tú tranquilo, estaré bien" dijo Futaro con una sonrisa, a lo que Isanari rió del otro lado.

"Jaja, bien bien confío en ti, cuídate Futaro"

"Tú también viejo"

Isanari finalizó la llamada y Futaro volvió a colocar el teléfono en su lugar.

Después de eso se recargó en la pared sin mirar un objetivo fijo, para después entrar a su habitación y recostarse sobre su futón, mirando hacia el techo.

Solo podía escuchar algunos pájaros que pasaban ocacionalmente por los alrededores de su casa, y algunos niños riendo fuera, pero en general dentro de su casa todo era, silencio absoluto.

La mayoría de días era lo mismo, normalmente siempre se encontraba solo.

Ocacionalmente cenaba con su padre, y aún más raro era pasar al menos unos minutos charlando con #####?, aunque por lo general era algo agradable.

A pesar de la poca convivencia, Futaro lo tenía bastante claro.

Él.. era feliz





Aunque claro





La felicidad no dura para siempre




















"¿No ha respondido?" preguntó el pelinegro a su padre, mientras este último llamaba por tercera vez a #####?.

"No, no responde nada desde ayer" dijo Isanari de forma un poco intranquila, mientras mantenía el teléfono pegado a su oído, dando como resultado otra llamada desviada.

"Quizás está muy ocupada, y no puede responder" le dijo Futaro dando un paso hacia su padre con una gota de sudor.

Isanari suspiró y sonrió, para después mirar a su hijo.

"Probablemente tienes razón"

Futaro sonrió y asintió.

"Ya verás que llamará en un par de horas"


















¿horas?













Han pasado 2 días desde entonces, al ver que no respondió el viejo siguió insistiendo sin éxito alguno, yo quería pensar cualquier excusa, pero ver como poco a poco perdía la calma empezó a ponerme muy nervioso.























Ya ha pasado una semana.. hace unos días el viejo la reportó como desaparecida, los últimos días después de eso ha estado fuera todo el día pegando carteles de se busca por todos lados.. siento un gran nudo en la garganta.




















Ha pasado un mes, no ha habido ni una sola puta señal de #####?... yo... no qué hacer.. el viejo sigue buscándola, sé que volverá.. yo.. lo ..






















Ya han pasado 4 meses.. creo que ella no va a regresar.. el viejo está ahí solo, quiero tocar la puerta y preguntarle si está bien pero... es obvio, ni siquiera yo lo estoy.. nunca lo dije.. jamás se lo dije pero..












Te extraño..


























6 meses después de la desaparición









Oscuridad

Era lo único que se veía alrededor en aquella habitación, donde en el centro había un chico de cabello negro sentado en su futón mirando a la nada.

No sabía qué hacer o qué pensar, su cabeza estaba repleta de miles de cosas, dónde estaría ahora su madre, qué le sucedió y cosas que le habría gustado decirle, cosas que ahora simplemente.. ya no podría decirle.

Hace poco su padre había salido de la habitación y había ido a verlo, el pelinegro podía ver claramente cómo se encontraba mal, pero eso no fue impedimento para que Isanari llevara puesto su uniforme de trabajo.

Futaro comenzó a ver la luz del día iluminar su habitación lentamente mientras Isanari abría la puerta.

El pequeño se giró hacia él y se sorprendió por el uniforme.

"¿De verdad estás..? "

Isanari sonrió.

"No, no lo estoy, ¿Pero qué ejemplo te estaría dando dejándome derrotar tan fácilmente?"

Futaro sonrió un poco.

"¿Y tú cómo estás hijo?" preguntó Isanari, a lo que Futaro bajó la mirada.

"La extraño" respondió a secas.

"Ya veo" dijo Isanari, para después recargarse en el marco de la puerta. "Yo también la extraño, pero no importa que tan fuerte te golpee la vida" se acercó a él y le tendió una mano. "Siempre te tienes que levantar"

El pelinegro volvió a mirarlo directamente a los ojos, su padre ha sabido salir adelante con cada situación difícil, y esta no había sido la excepción.. simplemente, estaba sorprendido, pero tenía una cosa bien en claro:


Él admiraba a su padre.


Futaro tomó su mano y se puso de pie, terminando por sonreír ambos a pesar de cualquier cosa.

Después de un rato Isanari salió de su casa camino a su trabajo, pasó un largo tiempo desde la última vez, pero él sabía que debía hacerlo por Futaro.

Por su parte, el pelinegro al ver a su padre con determinación por él, decidió que él haría lo mismo, ¿Era lo justo, no?

Fue a su habitación y encendió la luz. Se quedó quieto en la entrada mirando, hasta postrar su vista en algunos libros un poco empolvados, dio un largo suspiro y caminó hasta ellos, y después de tanto tiempo, volvió a hacer lo que mejor se le daba, estudiar.











Eran las 12:13 am, el sonido de la puerta de la entrada abriéndose sacó al pelinegro de su transe de estudios, se levantó y salió de su habitación para recibir a su padre.

"¿Cómo te fue viejo?"

"Ah hola Futaro, pues para estar tan oxidado me fue de maravilla" respondió con una sonrisa y el pelinegro la devolvió.

Después de eso hablaron un poco más y ambos se fueron a dormir, Isanari tenía trabajo y Futaro planeaba decirle mañana sobre su idea de volver a la escuela, así que en una noche tan tranquila nada podría evitar que durmieran.


















Futaro despertó de golpe al escuchar algo romperse violentamente. Alertado se levantó y salió de su habitación, el golpe había venido desde la habitación de su padre.

Abrió la puerta y entró rápidamente, viendo a su padre incado en el suelo y un pequeño banco de madera destrozado en el suelo.

"¡¡¿Viejo que mierda?!!"

Isanari no volteó, notó que sostenía algo en sus manos.

Futaro se acercó a él y miró lo que sea que tuviera ahí.. era... una hoja de papel, estaba toda arrugada, pero parecía tener algo escrito.

Futaro se agachó y miró la carta, vio a su padre al rostro, distinguiendo una mirada de enojo y mucha tristeza, por lo que se acercó y comenzó a leerla.

Lo lamento

Seguro tardarán una o dos semanas en encontrar esto, pero no he conseguido el valor suficiente para que lo vieran enseguida.

Seguro se preguntarán el por qué lo hize, por qué me fui sin avisar, y lamento si los hice preocuparse, simplemente creo que era lo mejor para todos.

Hay cosas que no saben, pero algún día se enterarán de toda la verdad, y si el precio para ello es que ambos me odien, es un precio que estoy dispuesta a pagar.

Cuídense mucho, los amo a los dos.

Atte: #####? Uesugi















Futaro terminó de leer la carta y quedó en shock, su mente estaba llena de miles de preguntas, pero fue su padre quien lo sacó de ahí.

"6 meses.."

Futaro miró a Isanari.

"6 meses creyendo que le había ocurrido algo malo.. y.." Isanari dio un golpe en el suelo para intentar liberar un poco del enojo que sentía.








Esa noche ninguno de los dos pudo conciliar el sueño, ambos tenían las mismas preguntas con su respectiva madre y esposa, sobre todo la razón de #####? para hacerlo.

Futaro se levantó de su futon decidido a hacer algo, el reloj marcaba las 3:11 de la madrugada.

El chico abrió sigilosamente la puerta de su habitación y miró alrededor, después salió y comenzó a caminar.

Una tenue luz provenía desde el hueco entre la puerta y el piso de la habitación de Isanari. Al mirar por una esquina vio a su padre sentado en la orilla de la cama mirando al suelo, parece que no era el único que permaneció despierto.

Después de unos minutos recorriendo la casa encontró lo que buscaba, miró aquel objeto con algo de duda, para después apretarlo y entrar al baño, dejando la puerta entreabierta.

Futaro se miró al espejo, era la viva imagen de su madre, incluso ese maldito color de cabello era exactamente el mismo, y es por eso que lo haría.

Miró el tinte que había tomado hace unos momentos, su padre se lo había comprado hace tiempo con la condición de que podría usarlo hasta cumplir los 10 años, pero, no quería esperar 3 años a que eso ocurriera.

Estaba.. nervioso, inseguro, no sabia si estaba haciendo bien o no, pero definitivamente ella no lo hizo, ¿Qué importaba si él hacía esto?, pero justo cuando estaba por hacer ese cambio, una mano lo detuvo.

"¿Qué crees que estás haciendo?" preguntó Isanari mientras sujetaba la mano del chico.

"Voy a pintarlo.. ¿No es obvio?" respondió Futaro mirandolo a través del espejo.

"¿Recuerdas la condición no?"

"¿Condición?, ¿Qué importa ahora la condición?"

"¡Te dije que tenías que esperar!"

"¡¿Y eso qué?!, ¡¿En qué te afecta que lo haga?!"

"¡¡Tu madre no quería que lo hicieras!!"

"¡¡Y ES EXACTAMENTE POR ESO QUE LO HAGO!!" gritó Futaro mientras pequeñas lágrimas se formaban en sus ojos, en ese momento Isanari lo soltó.

"No quiero seguir pareciéndome a la persona que nos abandonó.. yo quiero parecerme a ti" dijo con tristeza el chico, mientras Isanari se quedó mirándolo por unos segundos.

Isanari sonrió un poco y alboroto su cabello, Futaro lo miró confundido.

"¿Sabes que te dirán delincuente y demás cosas cierto?" le preguntó de manera divertida.

"Lo sé, y no me interesa, quiero hacerlo" dijo con determinación, e Isanari suspiró.

"En ese caso, lo estas haciendo mal, así que.." el rubio tomó el tinte y sonrió. "Déjame ayudarte"

Futaro lo miró fijamente y se secó las lágrimas de los ojos, para después asentir con una sonrisa.






















En el presente




El pelinegro salió de la tienda con las cosas que había comprado y comenzó a caminar. Estuvo sumergido en los recuerdos de su pasado durante un buen rato, y aún así no fue capaz de recordar su nombre, sabía bien que ella fue quien dijo lo que hace un rato le había dicho Mauro pero... su mente se encargó de enterrar en lo más profundo todo de ella.

El chico se detuvo en medio de la calle, eran las 4:50 y todo permanecía bastante tranquilo, aunque el cielo estaba nublado y había una brisa algo fría en el ambiente.

Miró hacia aquel lugar, aún no se sentía listo, incluso después de tanto tiempo aún no es capaz de entrar a ese lugar.

Se quedó mirando fijamente aquel cementerio donde ahora descansaba su padre, apretó el puño cerrando los ojos, y después siguió caminando.
























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En este capítulo nos olvidamos totalmente de las Nakano para centrarnos más en la historia de Futaro.

Sé que tardé demasiado, pero por la historia de Glitcher y todo lo que conlleva no tenía tanto tiempo.

Así que, ¿Qué les ha parecido?

¿Por qué Futaro actualmente es pelinegro?

Todo se responde a su debido tiempo, así que yo me despido, y nos vemos en un próximo capitulo, bai.

-Kirby

N

o pongo imagen porque el maldito internet no me deja, imaginen que aquí hay una imagen de Itsuki xD

(No voy a corregir la N ni lo de la imagen sin internet, eso se queda y nadie lo mueve de ahí xD)

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