Alegría

Si puedese describir cual era el sentimiento que habitaba en todas las personas que se encontraban jugando, sería ese, alegría, euforia, emocion.

Sus hijos Monterrey y Juárez lo habían sacado de su trabajo, obligandolo a divertirse y a descansar de todo el papeleo que cada día debía hacer sin falta. Tan solo iba a eso, a divertirse.

Las luces por parte de aquellas máquinas para apostar iluminaban todo lo que se encontrara en su camino, haciendo ver aquel casino un muy hermoso lugar.

Se adentró pasando su mirada por todos lados observando cada detalle de tan hermoso lugar, siendo acandilado por tan brillantes máquinas.

En esos momentos sus hijos se encontraban con él, acompañandolo por todos lados hasta encontrar algun juego que fuera de su agrado, solo era un momento alegre.

O al menos eso creían

El fuerte olor a humo inundó sus pulmones, ocasionando que tosiera tratando de buscar aire puro; no era el único que se encontraba de ese modo, ya que todas las personas en aquel lugar corrían con desesperación buscando una salida.

Buscó a sus hijos con la mirada hasta encontrarlos.
Los tomó de la mano y salió lo más rapido posible de aquel lugar que se encontraba en llamas. No sabía como, no sabía porqué, no sabía en qué momento había comenzado, pero ocurrió, aquel lugar estaba en llamas.

Los fuertes gritos de las personas que aún estaban en el interior resonaban con fuerza en su cabeza, provocando que cayera en el suelo de rodillas, mientras grandes lágrimas resbalaban por sus mejillas hasta perderse en el suelo.

Miraba aquel horrible y espantoso espectaculo sumido en un completo shock.

El fuerte sonido de las sirenas por parte de los bomberos y los policias comenzó a escucharse a lo lejos, mas su mirada seguía puesta en aquel lugar, hasta que . .

Despertó

Su respiración estaba demasiado agitada y de sus ojos salían pequeñas lágrimas que recorrían sus mejillas, tan solo se abrazó a sí mismo mientras susurraba pequeños 'fue mi culpa' de por medio.
Hasta que finalmente el sueño volvió a vencerlo, cayendo tristemente en los acogedores brazos de morfeo. Totalmente solo.