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Estambul, año 1548.

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|♔| Narrador |♔|
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Las jóvenes fueron a los aposentos de la sultana, que estaba esperando que alguna de sus criadas encontrará a su preciada mascota y observó impaciente la puerta, escuchando como tocaban. Cuando permitió su ingresó, noto que una de las sirvientas traía a Bala en brazos y parecía estar acompañada de otra que mantenía la cabeza gacha.

— Mi sultana. -Saludo con una reverencia-

— Acérquense. -Ordeno tranquilamente- Atike Hatun, ¿Quién encontró a Bala? -Indago la gran Haseki-

— Fue esta jovencita, mi sultana. -Lo entregó a Bala-

— Ya veo… -La examinó y dejo a su mascota a cargo de Atike para que lo cuidé- Levanta tu cabeza Hatun. -Ordeno-

La castaña levantó su cabeza y observó a la sultana con una expresión serena, estando impresionada por su hermosa apariencia y trato de recuperar la compostura.

— ¿Cuál es tu nombre? -Pregunto con una sonrisa-

— Soy Jenice… mi sultana. -Contesto con cortesía y hace una reverencia-

— Está bien. -Sonrió- Recibirá su recompensa por encontrar a mi preciado Bala. ¿Qué es lo que quieres?

— Sultana… se que es mucho pedirle, pero… -Se inclinó frente a la figura de autoridad y mantuvo su mirada agachada- Ayúdeme a regresar a mi hogar… se lo imploró.

— Jenice, no puedo cumplir con tu petición. -Suspiro y la contempló con tristeza- El único consejo que puedo darte es que te adaptes y trates de sobrevivir en este palacio. -Sostuvo la barbilla de la contraria y la obligó a verla-

— Sultana… mi familia en Inglaterra me necesita.. –Dijo con lagrimas en los parpados-

— Entiendo que sea difícil, pero tendrás que adaptarte a este palacio. -Seco sus cachetes mojados- Ya no hay manera de que regreses a tu lugar de origen.

Jenice afirmó las palabras de la mayor y se levantó, mientras miraba a la sultana Bellinay.

— Entonces… no quiero nada sultana. -Respiro profundo- Si no puede concederme esa petición, no quiero nada más…

La mujer se compadeció de ella, porque también paso por lo mismo y tuvo que sobrevivir en este palacio.

— Te daré un nombre y te haré parte de mi servidumbre. -La examinó con una sonrisa-

— ¿Darme un nombré…? -Confusa la miro-

— Si, ya que desde ahora serás Zulaikhan. -Sonrió-

— ¿Que significado tiene?

— Tu nombre quiere decir “tan linda que maravilla a todos”. -Sonrió- A partir de ahora, me servirás y deberás jurarme fidelidad ¿Entiendes?

La castaña observó más calmada y asintió.

— Le seré leal sultana. -Hablo con sinceridad-

— ¡Bien! -Sonrió- Puedes regresar y descansar, ya que mañana inicias con tu nuevo cargó.

— Comprendo sultana.

En el momento, que se marchó de los aposentos y se encamino al harén, dobló en una esquina de los pasillos y termino chocando con una persona, por lo que retrocedió unos pasos y se quejo del dolor.

— ¡Debes tener más cuidado por dónde vas Hatun! -Hablo una vos masculina que parecía estar molestó-

— ¡…!

Continuara.

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