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"Había una vez un niño pequeño a quien le gustaban mucho los dulces, pero como no tenía padres ni dinero, nunca podía comerlos. Por eso él soñaba con que alguien le diera un dulce todos los días.
Cada vez que abría los ojos imaginaba que estaba bajo un techo, con el fuego y calor que emanaba la chimenea y con un frasco de dulces en su pequeña mesa de estar, pero al reaccionar, veía que no había techo sino el cielo gris, no había calidez sino un frío insoportable que no era capaz de sentir aunque sea partes de sus dedos y al lado de él no había un frasco de dulces sino un montón de basura podrida y maloliente. Eso era todos los días."
— Ya para, por favor... — Xiao Xingchen
"Un día en la ciudad de YueYang, el hambre del niño pequeño lo hizo levantar, su pequeño estómago gruñía constantemente. Este pobre niño pequeño se vio obligado a deambular por las calles buscando algo que comer, pero cada vez que se acercaba a un puesto y pedía una pequeña porción, los comerciantes le respondian con insultos o le empujaban."
— Ya no quiero saber más. Te ordeno que te detengas. — pero Wei Wuxian prosiguió.
"Triste y cansado se fue a sentar en unas escaleras de un lugar como era habitual, esperando que una persona se apiade de su situación.
Nadie vino.
¿Quién se acercaria un niño mugriento, escuálido, sucio de pies a cabeza y sin zapatos con que andar?
Milagrosamente alguien lo llamó y captó su atención de inmediato. El hombre le hizo un gesto para que fuera. El niño desconcertado e inocente caminó hacia aquel hombre con buena apariencia y este le dijo que si quería ese plato de dulces pasteles tenía que llevar un recado a cierta habitación y como recompensa los obtendría."
— "Chang Cian" — meditó el sacerdote.
"El niño pequeño aceptó con alegría, tanta alegría que sus ojos grises brillaron al ver esos pasteles calentitos y de buen aroma. Se fue apresurado a entregar ese pedazo de papel, y no se puso a curiosear lo que decía ese mísero papel ya que él no sabía leer.
Al llegar, un hombre la abrió de golpe, el niño pequeño le tendió el papel sin borrar su alegría y emoción por haber cumplido su deber "
El semblante sombrío de Wei Wuxian apareció.
"Fue recibido por una violenta cachetada, fue tan fuerte el golpe que al niño pequeño le abrieron una herida en la comisura de su labio y lo hizo caer. El sujeto radiante de rabia le preguntó a gritos que quien le había enviado esa humillante carta, y el niño, con mucho miedo y aún mareado por el choque, se tambaleo y respondió que el hombre quien le dio el papel se encontraba en una licorería."
"Cegado por la ira, ese sujeto agarró y arrastró del cabello del pobre niño pequeño hacia la licorería y al arribar allí, elevó con tirones el cabello del muchacho e interrogó en donde estaba ese susodicho. La mirada del niño estaba opaca y cansada, aseguró que él se encontraba ahí, pero el hombre cobardemente ya se había ido hace mucho tiempo.
Lloraba en silencio."
"Enojado, tiró al niño como trapo sucio y comenzó a voltear algunas mesas antes de irse muy furioso alertando al camarero de dicho sitio. Después se fue.
Con sus pocas fuerzas después de tantas palizas. el niño se levantó y preguntó al camarero que en donde estaba su postre que le prometieron dar pero este no estaba de humor y sumando más cachetadas en el rostro sangriento del niño, lo sujetó de sus pobres ropas y en insultos lo sacó de lugar."
"El pobre niño con apariencia horrible con golpes en su rostro y cuerpo volteó y, para su sorpresa, frente a él estaba el tipo que le había engañado para que fuera a entregar esa maldita carta. Se sintió agraviado y ofendido, pero eso no importaba ya porque estaba tan feliz que corrió hacia el otro y con su carita empapada en lágrimas que manchaba el traje de ese despiadado cultivador dijo que al haber entregado la carta, su recompensa no fue dada, que no importaba ahora pero que por favor le diera los bocadillos que le prometió."
"El despiadado cobarde y cruel hombre, había tenido un encuentro con su enemigo, su mejilla herida estaba hinchada, ¿Acaso aquel mocoso no entendía que sus problemas eran más importantes que las suyas? y no queriendo soportar su mugrienta presencia lo pateó y se largó directo a su carro con bueyes dando la orden de irse inmediatamente de allí."
"Con la última fuerza, el niño se levantó y persiguió al carro, si le prometieron unos ricos pasteles ese señor tenía que cumplir su promesa. Alcanzando ese carro agitó sus débiles brazos con la señal que se detuviera, pero el hombre ya cansado de ese chiquillo dio la orden al chofer de no parar, que tomando el látigo sin permiso del otro, elevó su brazo y con ese objeto arremetió justamente al menor mandando inmediatamente al suelo. El tiempo se detuvo ante los ojos del pequeño, las ruedas del carro con bueyes había pasado sobre pequeños dedos de su mano izquierda, provocando que un dedo fuera machacado en ese instante."
"El carro continuó su viaje sin siquiera detenerse, los gritos desgarradores del niño pequeño se escucharon por toda la aldea pero la gente de reojo lo miraban y seguían su camino. Solo era otro mocoso más haciendo berrinche. Su vida no importaba... uno menos con quien lidiar."
Xiao Xingchen creyendo que era el final de la historia y sabiendo en como terminó y con un sabor amargo en la boca se levantó del pasto verde donde estaba sentado y se dispuso a ir, pero la voz de Wei Wuxian lo detuvo al dar el primer paso.
"Han pasado dos años de aquel trágico y desdichado accidente, y a la edad de nueve años todo seguía igual, a duras penas llegaba a robar dinero con buenas tácticas para no lo descubrieran, de eso se alimentaba, pero más fueron sus gastos en sabrosos dulces."
"Una noche, un fuerte viento junto a una fuerte lluvia cubría la ciudad de Yueyang, todas las tiendas cerraron sus puertas, la gente corría directamente a sus hogares a refugiarse, el niño también buscaba un lugar y al hacerlo se metió debajo un techo de paja algo estable con pequeños agujeritos donde caían gotitas agua, eso debería durar. Se sentó y abrazó sus piernas protegiéndose del frío mientras miraba la lluvia caer. De pronto algo llamó su atención, fue un movimiento que provenía de una caja, unas orejas aparecieron fuera de ésta, al niño lo asustó un poquito pero no detuvo su curiosidad, aun así se acercó."
— ¿Blanco? — pensó el taoísta.
Una vez recordó que Xue Yang lo había comparándolo con un animalito de su infancia; blanco, suave y muy cacheton, pero por cosas de la vida desapareció y nunca más supo de ese animal. ¿Será ese mismo?
"A ese animal le faltaba el ojo derecho, tenía pequeñas manchitas de suciedad en su pelaje. El niño al verlo le hacia dicho que eran muy parecidos a falta un un dedo y un ojo.
Lo tomo en sus brazos y lo abrazo dándole un pequeño dulce para que lo lamiera. Desde ese momento lo adoptó."
"Con el pasar de los días, el niño compartía lo que robaba con su pequeño amiguito, con porciones justas y sabrosas. Por las noches se acurrucaban juntos cubriéndose con papeles como mantas."
"Cuando al pequeño lo pescaban con las manos en la masa, obviamente recibía castigo, y cuando regresaba a su guarida, el animalito lamía sus heridas."
— Fueron los mejores amigos. — Wei Wuxian. El ex patriarca no continuó la historia.
¿Ese fue el final?
Xiao Xingchen intranquilo toma el borde de la túnica del menor y la jala suavemente.
Wei Wuxian apretó sus labios, no estaba tan seguro de continuar.
Xiao Xingchen lo notó.
— ¿Qué sucede? No termina bien... ¿Verdad? — Xiao Xingchen reposó su mano en el hombro del contrario.
El ex patriarca cerró los ojos y suspiro. La mano que estaba apoyada en su hombro la tomó y la apretó.
Xiao Xingchen se tensó.
— Xiao Xingchen, lo que te estaré a punto de contar es... lo que trato de decir es... es la razón por la cual Xue Yang se volvió un asesino frío y despiadado. —
Aún no preparado, Xiao Xingchen asintió.
"Una de las noches como cualquiera, el pequeño niño iba regresando de recoger comida de un basural, la idea de comer junto a su amiguito le daba más emoción por llegar."
"Al llegar a su guarida, el pequeño niño llamó a su amiguito muchas veces pero no escuchó el maullido que siempre recibía al entrar. Confundido salió de nuevo, pensó que por ahí estaría jugando. Entonces escuchó unos ruidos en el otro lado del callejón, era raro porque nadie sabía de este lugar ya que ninguno pasaba por ahí por ser un lugar horrible y pobretón."
"Tomando valor comenzó a caminar paso a paso, cada vez que se acercaba el ruido se hacía más fuerte. Ya a la esquina saca su cabeza para asomarse a ver, y lo que vio lo dejó completamente helado."
Al taoísta le empezaba a temblar las manos.
"La escena de su gatito muerto por tantas pisadas lo dejó con ganas de vomitar, aún el hombre lo pateó por última vez y tomaba su botella de licor al terminar."
— Xue Yang... —
" Gritó y gritó, corriendo se fue hasta ese maldito monstruo comenzando pegarle aunque débil estaba y los golpes no doliesen al mayor."
"El niño al subir la mirada en lágrimas, no esperó otra sorpresa más que ver a ese hombre."
"Ese sujeto apestaba a licor. El pequeño niño con ira lo empujaba sacándolo de quicio."
"Pero esto no se iba a quedar así, el hombre lo jaló de sus cabellos y lo tiró al suelo, no es necesario decir que ese niño recibió las palizas más crueles que nadie de podría imaginar... pero eso no terminaba aquí, el niño boca abajo sintió otro peso sobre él y una mano aplastaba su cabeza contra el suelo sucio y mugriento. Entonces..."
Sacudió la cabeza.
— Ya no puedo, es muy doloroso para mí contarte esto, Xiao Xingchen Daozhang. Por favor no me hagas ir más allá. — suplicó el ex patriarca.
— ¿Qué sucede? ¿Qué pasa con Xue Yang? ¡Necesito saberlo! —
— Créeme que me gustaría contártelo para que entiendas su sufrimiento... ¡Pero no puedo!. — vio que Wei Wuxian tenía intenciones de llorar. — ¡Era solo un niño! —
— ¿¡Qué le sucedió!? — con las manos apretaba los hombros del menor. — ¿¡Qué demonios pasó con Xue Yang!? —
Wei Wuxian explotó.
— ¡Fue violado! ¡Ha sido violado por Chang Cian! — gritó — ¡Su cuerpo ha sido abusado de las peores formas posibles, y no solamente pasó esa trágica noche, pasó muchas más desde ahí entonces!... Pa-Pasó más... —
Xiao Xingchen tapó su boca con la mano, horrorizado por lo que escuchó.
— ...Hasta que Jin Guangyao lo encontró y lo acogió. — bajo la mirada — Jin Guangyao se aprovecho vulnerabilidad, llenandole la cabeza para que dedicará a estudiar y prácticar, que con todo el esfuerzo podría ser un gran y poderoso cultivador demoníaco, y así poder vengarse de todas esas personas quienes ha hecho su vida un infierno. —
El Daozhang no podía mover nada de las extremidades de su cuerpo, su mente quedó en blanco y solamente sintió las ganas de vomitar.
Sabia que el mundo de abajo estaba lleno de caos, desorden y confusión. Que siempre aprendería algo nuevo y si podía brindar ayuda y salvar a las personas lo haría, solo por hacer un mundo mejor.
Pero se equivocó, las personas eran crueles con mente perversa. Como ese desgraciado de Chang Cian.
Pero... ¿Por qué Xue Yang no le contó nada? ¿Será por vergüenza? ¿Será por qué no le tenia tanta confianza después de tantas muestras de cariño y amor?
No negaba que se sentía herido por pensarlo.
Ahora entendió todo y el rencor de Xue Yang contra el mundo, esa era la razón por la cual él no se dejaba pisotear por nadie, mostrando esas sonrisas y risas para tapar su dolor, matando a esas personas para descargar su furia.
Esa gente lo transformó en ese ser maligno.
Que lastima que no llegó a tiempo, tal vez las cosas hubieran sido muy diferentes. Era una pena que él no se cruzó con Xue Yang primero.
— ¿Xiao Xingchen Daozhang? — Wei Wuxian lo llamó preocupado. El nombrado subió su mirar.
— Se me revuelve el estómago... - fue lo poco que pudo decir. Rápidamente el chico se lo llevó lejos de la habitad de los conejos, se fueron detrás de un árbol, había recogido su cabello y le pidió que vomitara todo lo que tenga. Xiao Xingchen lo hizo, vomitó bilis, era obvio porque no comió nada en todo el día. El sabor amargo y ácido lo comprueban.
Terminando, se sientan cerca de la orilla de río, toma un poco de agua y lo moja en el rostro del mayor.
No dice nada, quería que Xiao Xingchen tuviera su tiempo en procesar toda la historia. Este se apoyó en el pecho del menor.
— ¿Hay más? — preguntó susurrando.
— Si... pero te lo contaré en otro momento. Aún recupérate. — Wei Wuxian.
— ¿Por qué me lo contaste? ¿Quieres que regrese con Xue Yang? — levantó su mirada.
— Si quieres regresar con él es tu decisión, y el motivo era solamente para que veas que qué o quieren nos convierten en lo que somos. A Xue Yang nadie lo salvo, nadie le tendió una mano de ayuda. Nadie debe jugar sin saber primero que lo llevó para convertirlo así. —
Xiao Xingchen volvió a ocultarse en su pecho, pensando que hacer ahora.
— ¿Tu ibas a terminar como él? —
— Claro que si... — suavemente acarició su cabello.
— Es incorrecto volver con él, después de todo él me engañó... —
— Pero en el fondo lo deseas, Xiao Xingchen Daozhang, nadie es dueño de tu vida. —
— Mató a Song Lan, lo convirtió en un cadáver feroz y aún así ¿Es correcto regresar a sus brazos? — sacudió la cabeza, se apartó del menor para pararse y darle la espalda. — Mi decisión ya fue tomada. Song Lan me necesita, sufrió bastante por mi culpa... —
— ¿Estas seguro que es completamente tú culpa? — aquella pregunta asombró al taoísta. — No me meteré en tus decisiones pero- —
— ¡Suficiente! A-Ah... Toda la culpa es mía, no debí abandonarlo. —
— Song Lan te culpó de algo que no hiciste y el te abandonó, no tú. Sé que te sientes responsable pero no es así, no lleves toda la carga tu solo. —
— Dejemos este tema por la paz... Me retiro...— se abraza el mismo y se va.
Wei Wuxian suspiró pero no iba a darse por vencido, en el fondo sabe que Xue Yang aprovechara la segunda oportunidad que se le dio, para mejorar y tener tranquilidad para si mismo, algo que nunca tuvo.
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En la habitación de Xiao Xingchen, el hombre cierra la puerta, se queda ahí unos momentos apoyándose en esta, deslizándose hasta estar en el suelo, atrayendo sus piernas a su pecho, abrazandolas y oculta su rostro en ellas... y llorar.
Su pobre Xue Yang, fue presa fácil de ese vil humano.
Pero por más que quisiera volver, ser envuelto por esos brazos que una vez se sintió protegido y bien cuidado, ser comido por esos besos apetecibles y demandantes y sentir el aliento electrizante en su cuello, no podía...
Perdonarlo tampoco...
Se apartó de sus rodillas y buscó algo dentro de su manga, el collar perteneciente a su antiguo dueño. Lo miraba fijamente mientras lo acariciaba, limpio las lágrimas de sus blancas mejillas.
Su corazón aceleraba al pensar en él, sus mejillas se calentaban hasta notarse.
¿Que haría? Tomó la decisión pero aún así dudaba.
— Si algún dia nos encontramos, ¿Caería a tus brazos tan fácilmente? — beso ese dije rubí con amor. — Espero que te encuentres bien, comiendo algo saludable en vez de caramelos. — sonrió.
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En la humilde casa de los ancianos, el hermoso hombre ciego terminaba de dejar los platos en la alacena. Llamó a su esposo para que se fueran a dormir pero este le dijo que era imposible, que el mocoso se encontraba aún en el taller.
— Pero ya es muy noche... — dijo preocupado. Pidió que lo llevaran a donde estaba, y así fue, su esposo lo cogia del brazo y lo guiaba a donde Xue Yang.
Entraron y el hombre ciego lo llamó
— Hijo ¿Por qué tan tarde? — se acercó palmeando el brazo del chico.
Xue Yang se río mientras se limpiaba el sudor de su frente.
—Bueno~ se me ocurrió hacer algo para Xiao Xingchen cuando nos vayamos a vivir juntos. —
— ¿Qué es? — preguntó el hombre mayor de la casa.
— Es una cuna. — dijo contento. Ambos mayores se sorprendieron. — si Xiao Xingchen es una persona especial, me aseguraré de que tengamos lo necesario para formar una familia, y que mejor que hacerlo yo mismo. —
— Cariño, es mejor que no te ilusiones tanto, aún nos sabemos si estamos en lo cierto y sobre todo no sabemos si él querrá verte — acaricia su mejilla. — lo que menos queremos es que salgas lastimado, A-Yang. ¿Entiendes? —
— Escuchalo, chico, hacer esto precipitadamente esta mal, apenas te recuperas de todo lo sucedido. —
— ¡Sé que es una persona especial! ¡Y nuestro hijos serán hermosos como él! — posó su mano sobre la cálida mano del anciano ciego. — Estaré bien. Si no quiere saber nada de mi, lo venderemos... —
— Ese tono de voz me indica que te estás decayendo. No tratamos de que bajes los ánimos, queremos lo mejor para ti. — sonrió. — Oye, ¿De qué color tenes pensarlo pintarlo? — preguntó el ciego.
Xue Yang sonrió animado.
— Color caoba oscuro, adornarle con dibujos de las flores favoritas de Xiao Xingchen y su cama será las más suave. Y también se me ocurre construir una mecedora para que cuando Daozhang quiera descansar o darle de comer al mocoso, que más cómodo que ese sillón. — imaginarse todo eso hacia que sus ojos brillarán. El anciano mayor tocó su hombro.
— Aún continuo diciendo que es una mala idea, pero admiro tu trabajo. No dejes los demás trabajos abandonados que tenemos muchos porque entregar, muchacho engreído. —
— No lo haré, viejo gruñón. —
El hermoso anciano río por eso.
— Venga que ya es hora de dormir. A-Yang, como ya es muy tarde, no dejaré que te vayas, hay un cuarto disponible al fondo ,las frazadas están dentro del armario. Abrígate bien ¿De acuerdo? —
— En un momento iré. — queriendo volver a su trabajo, el ciego tomó su herramienta. — Oy- —
— Dije que ya es hora de dormir. Ve a darte una ducha ahora, este taller se cierra. No me hagas llevarte y bañarte yo mismo, jovencito. — agarro el brazo de su esposo.
— De-De acuerdo. — contestó Xue Yang nervioso.
El mayor se río por la amenaza que mandó su delicado esposo. Ya lo conocía bien y si daba miedo cuando se ponía de malas.
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Xue Yang ya cambiado y el cabello semi seco, se acuesta en la cama bien abrigado por el frío. Apagó la vela dejando que la luz de la luna iluminara toda la habitación.
Colocando los brazos detrás de su cabeza, se queda mirando el techo con una radiante sonrisa e imaginando a sus futuros hijos y los nombres que querría que llevaran.
Estaba seguro que Xiao Xingchen era una persona espacial, su corazón lo confirmaba. Haría lo imposible por brindarle todo su amor, su protección y le daba más empeño por ser alguien diferente a lo que era antes.
— Lo único que tengo de recuerdo, son el sabor de tus suaves y deliciosos labios, Xiao Xingchen. Y tú hermosa sonrisa. — cerró sus ojos. — deseo poder abrazarte otra vez... —
Otra vez...
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