Ha pasado un año y medio desde ese beso y su relación fue creciendo.

El hombre sin nombre y Xiao Xingchen eran muy cercanos, y cuando querían estar solos, Daozhang le decía a A-Quin una pequeña mentira sobre ir a cazar con su amigo.

Bueno, no era del todo mentira porque después de trabajar aprovechaban el resto del tiempo.

La ciega no pudo decir que no, ver a su amiga con esa sonrisa radiante la convenció y no pudo destruir esa felicidad.

Simplemente aceptó.

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Xue Yang ayudó a deshacerse de los feroces cadáveres, es más, hizo todo el trabajo, pero desafortunadamente uno de esos cadáveres malditos apareció detrás de su Daozhang con la intención de morderlo.

Pensó que no llegaría a tiempo, pero cuando lo hizo, su mirada y rabia se centraron en matar a ese desgraciado, y así lo hizo, tomó una daga que escondía dentro de su túnica, la clavó una y otra vez en el pecho y  parte de la cabeza salpicando sangre por todo el cuerpo y un poco en la cara.

Xiao Xingchen oliendo sangre, escuchar los gruñidos del menor y el sonido del arma perforando la carne sucesivamente lo alarmó.

Su mente ya imaginaba lo que estaba pasando.

Corrió y tomó a su amante por detrás, envolviendo sus brazos alrededor de él y gritándole que se detuviera, que estaba sano y salvo.

Xue Yang recuperó la conciencia al escuchar el grito de Daozhang, se dio cuenta de que ambos estaban temblando y el agarre del hombre mayor lo dejó sin aliento.  Miró el cadáver destrozado, su rostro completamente deformado.

Deshizo el abrazo y se alejó de esa escena. Vomitó. Xiao Xingchen corrió a ayudarlo y le dio unas palmaditas en la espalda.

Esto no era normal.

Cuando trabajaba con Meng Yao, muchas veces en un mal día de "trabajo" y por ataques de rabia, había matado esos cadáveres como ninguna otra cosa, como una forma de desestresarse y rara vez por diversión. Pero ahora era completamente diferente, si mataba era para poder proteger a la persona que más amaba en la vida y gracias a él también ayudar a las personas que juró matar anteriormente.

Ja.

Su Daozhang es culpable de este gran cambio y, a decir verdad, le gustó.

— ¿Estás mejor? —

— Parece que la comida de esa inútil provocó una explosión en mi estómago. — dijo el menor. Xiao Xingchen rió levemente.

— Eso significa que sí. Es mejor irse a casa, te prepararé té, seguro que te aliviará. — lo ayudó a levantarse. Xue Xiang llevó su mano buena a la mejilla mayor.

— Antes de volver vamos a limpiarte, tu cara está manchada de sangre. Si el mocoso lo ve, me atacará primero. — Xiao Xingchen asintió, y cuando dio el primer paso perdió el equilibrio. Xue Xang lo agarró por la cintura. — ¿Qué pasa? —

— Ah... me he hecho daño... o eso creo... — el criminal lo hizo sentarse en una gran piedra, se arrodilló para verificar dónde había resultado herido. Se levantó la túnica y vio que la bota derecha de su Daozhang estaba rota. Lo quitó con cuidado. — Supongo que fue entonces cuando quise detenerte, tropecé con algo y no me importó… ¿Cómo se ve? —

— ¡Oh diablos, hay mucha sangre! — gritó.

— ¿C-cómo? — el de blanco no reaccionó para nada pero estaba asustado.

— ¡Daozhang, puedo ver el hueso de tu pie! —

— A-Ah... yo no... ah ... — balbuceó con dificultad, cambiando las palabras como un niño que aprende a hablar.

— Broma. Es una lesión de tobillo. — hablo rápido.

Xiao Xingchen tardó un poco en procesar la información.  Molesto, tiró de la oreja de su amante haciéndolo quejarse.

— ¡Ouch! ¡Que sensible eres! —

— Para que aprendas a no jugar con eso. Sé que siempre me río de tus chistes pero esta vez estaba muy asustado. — su voz sonaba triste y bajó la cabeza. Xue Yang lo notó y aún en esa posición lo abrazó por la cintura y apoyó la cabeza en su regazo.

— Ya. Me salí de control... No quiero que Daozhang se enoje conmigo. ¿No me darás dulces antes de dormir? — habló con voz infantil, logró obtener una señal sonriente del hombre mayor.

— Esa pregunta no es válida, sabes que no te doy caramelos antes de ir a dormir, si lo hago tendrás pesadillas. — la mano se posó sobre su cabeza y la acarició delicadamente. — ¿Prometes no hacer bromas como esta? —

— Tenías que verte la cara, Daozhang — dijo el criminal riendo.

— Estoy esperando tu respuesta. —  gruñendo, Xue Yang asintió. Xiao Xingchen con mucho gusto lo tomó por las mejillas y lo acercó para darle un suave beso. — No te lo mereces, pero me moría por besarte. ¿Lo-Lo hice bien? —

La cara de Xue Yang estaba furiosamente sonrojada, Daozhang no era de los que iniciaba, y no importa cuánto tiempo pasara, Xiao Xingchen no sabía cómo dar o seguir los besos. Fue demasiado torpe.

— ... Maldito ciego. —

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Xue Yang caminó con el taoísta en sus brazos, de tantas quejas finalmente cedió para tomarlo.

Xiao Xingchen se sostiene con los brazos envueltos alrededor del cuello del hombre sin nombre, le preguntó si pesaba y la respuesta fue no, que a base de sopa de verduras lo hizo volver muy ligero.

Sonrió, el chico era muy fuerte.

— Cuando lleguemos a casa te compensaré. —

— Si la pequeña ciega no me mata primero. — él murmuró. Luego preguntó. — ¿Y cómo me compensarías, ciego? — habló con picardía.

— Bueno... quizás un dulce no te haga daño. —

— Hmm~... Estaba pensando en hacer cosas pervertidas esta noche~ —

Avergonzado, Xiao Xingchen negó con la cabeza.

— Jajaja. Sólo estoy jugando.  Mmm~... Quiero dos caramelos. — Xue Yang.

— Uno. — Xiao Xingchen.

— Dos. —

— Uno. —

— Quiero dos. Aparte del hecho de que te estoy cargando, tengo que frotar tu pierna. — reclamó el criminal. Daozhang frunció los labios en línea recta. 

Suspiro.

— Está bien, habrá dos, pero no más. —

— Y quiero que me mimes, hoy volveré a acostarme contigo. — él demando. Xiao Xingchen sonrió tanto que sus mejillas sonrojadas se mostraron.

— Por supuesto. —

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— ¿Mejorará Lan Jing Yi, maestro Daozhang? — la voz del más joven de la secta Jin lo sacó de sus recuerdos.

— A-Ah sí, sí mejorará. Es una lesión de tobillo. — dijo con calma.

Xiao Xingchen estaba a cargo de vigilarlos, y por si acaso llevar un kit de emergencia no estaría mal, tenía razón, ya que uno de los niños tuvo un accidente.

Comenzó a tomar un vendaje y un frasco que preparó antes de irse.  Agarró el pie del niño y comenzó a esparcir el ungüento frío y pastoso por toda la zona, masajeando y ganándose pequeñas quejas del niño, luego envolvió la zona afectada con el vendaje sin ejercer mucha presión para no contar la circulación sanguínea.

Suspiro.

Pensó que tal vez era su culpa por entrar cuando no lo llamaban.  Estos chicos insistieron mucho en que los maestros los acompañaran en una cacería nocturna, pero su líder negó tal solicitud porque dijo que tenía que hablar solo con Mo Xuanyu. Todos muestran una cara triste y aceptaron con resignación, de repente Xiao Xingchen se acercó, no era intencional intervenir pero había escuchado la conversación y se ofreció a llevar a los chicos cazadores bajo su supervisión.

— ¿Eres una niña o qué? ¿Tenemos que estar mirándote como una damisela? Qué gran pérdida, dejaste escapar algunos cadáveres, gran tonto. — dijo Jin Ling con los brazos cruzados.

— ¡Tu-! —

— ¿No tengo razón? Sabía que trabajar con ustedes como equipo no funcionaría. Los de la secta Gusu Lan son tan débiles. —

— No permitiré que insultes a mi clan. Gracias a mí estás a salvo porque si no hubiera llegado a tiempo ese feroz cadáver te habría atacado. ¡Eres solo un niño mimado! — respondió Lan Jing Yi.

Lan Sizhui se para en el medio, tratando de aliviar la tensión de ambos jóvenes ya que era su obligación como mayor, pero a veces no lograba calmarlos.

Terminando su trabajo, Xiao Xingchen se puso de pie y tranquilamente golpeó a todos en la cabeza dejándolos muy confundidos e incluso a Lan Sizhui, quien miró a ambos tocando la parte golpeada aunque no era fuerte sino suave. El taoísta, al ver su atención, habló.

— Recuerdo que recientemente hablé sobre mi situación sobre mi espada y cadáveres feroces. ¿Alguien puede decirme qué fue lo que dije? — la voz de Xiao Xingchen era tan dócil, con un toque de afecto y paciencia. Las sectas menores se miraron hasta que uno levantó la mano. — Joven Lan Sizhui. —

— Dijo que aunque hayas recuperado la vista y puedas ver entre una persona viva y un cadáver y en una situación de caza, no podrías distinguirlos, ya que tu mente y alma han sido dañadas y temes volver a equivocarte. Y aunque Shuānghuá puede detectar y señalar la energía de un cadáver feroz, la confianza que una vez tuvo en ella y en sí mismo se rompió. —

Asi es. También recuerdo haber dicho que como no tengo mi arma conmigo, eso me convierte en un individuo débil, desprotegido, un hombre común, y que ante mí tengo tres discípulos de grandes e importantes sectas para protegerme y salvarme de cualquier amenaza. — Jin Ling y Lan Jing Yi inflaron sus pechos con orgullo. — Pero hoy vi lo contrario y estoy decepcionado. — ese orgullo se ha ido. — ¿No obedecer? ¿No trabajas en equipo? —

Deja escapar un suspiro.

— Joven Jin Ling, entiendo que eres el próximo líder de la Secta Lanling Jin, ¿Crees que estás listo para ese puesto? Es mucha responsabilidad y siento que no pareces estar listo, no con esa actitud. Con orgullo y arrogancia no lograrás nada. — los dos jóvenes bajaron la cabeza. Xiao Xingchen apoya sus manos sobre los hombros de los jóvenes. — Puede si tiende a llevarse bien. Tienen buenos compañeros a su lado, pueden convertirse en excelentes amigos y siempre se ayudarán mutuamente. — sonrió levemente. — Sé que ambos tienen un buen potencial y llegarán muy lejos algún día, no tengo ninguna duda. — dio dos pasos hacia atrás sin dejar de mostrar esa dulce sonrisa. — ¿Pueden ambos disculparse ahora? —

Ambos lo dudaban, se miraron y rápidamente la desviaron, cada uno de su lado.

— Oh, lo entiendo. — miró hacia abajo con tristeza — Entonces fallé como profesor. Lo siento mucho. —

Lan Jing Yi y Jin Ling se apresuraron a negarlo, gritando que estaba equivocado. Esta pareja se miró pidiendo muchas disculpas y se llevarán bien como pidió el maestro.

La mirada de Xiao Xingchen ardió de alegría.

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Después de dejar al joven herido en su habitación, Xiao Xingchen se fue a descansar.

Dejó de caminar cuando escuchó que alguien lo seguía. Dio la vuelta.

— ¿Joven Lan Sizhui, pasó algo con su amigo? —

— No, no, está bien. Es solo que quería agradecerle por sus palabras, créanme que es difícil para mí calmar a esa pareja. Si puedo decirte, esparce mucha paz.  —

— Qué hermosas palabras. Gracias. —

— Aunque desde que llegó aquí, no ha dejado de estar triste, ¿Es por ese sujeto Xue Yang? —

Xiao Xingchen no supo qué responder, lo tomó desprevenido.

Jugó con sus manos mostrando nerviosismo, malestar. Si iba a decir que sí, ¿Cómo se lo tomaría el joven, conociendo las fechorías que cometió este criminal?

— Cl-Claro que no... Ahora... Se hace tarde, tienes que irte a descansar, la gente de Gusu Lan se acuesta muy temprano. — quería evitar ese tema a toda costa. — Buenas noches. — quería escapar.

— El maestro Mo Xuanyu me envió para decirte que tienes asuntos importantes que discutir contigo. Te esperará mañana al mediodía en la entrada principal.  Buenas noches. — el joven hizo una reverencia y se retiró.

Xiao Xingchen vino a su habitación, fue directamente a una pequeña caja de madera, la abrió y de allí sacó un collar con un pequeño colgante de rubí. Con el pulgar lo acarició y le dio un cálido beso.

— Buenas noches, A-Yang — con ese objeto en la mano se acostó y lo apretó contra su pecho.