https://youtu.be/ziLfq_J_ptc

"Tengo ganas de ser aire

Y me respires para siempre
Pues no tengo nada que perder

Todo el tiempo estoy pensando en ti
En el brillo del sol en un rincón del cielo
Todo el tiempo estoy pensando en ti
En el eco del mar que retumba en tus ojos, soñé

Solo para revivir
Derretirme una vez más
Mirando tus ojos negros"

Soñé de Zoe.

Harry Potter y el prisionero de Azkaban.

De una manera seguida, Remus fue a verla y Genevieve siguió conversando con él de manera seguida. El hombre lobo siguió conociéndola y la muggle siguió preguntándose en su cabeza sobre la misteriosa procedencia del hombre, sin embargo, a pesar de no saber casi nada de Remus, Genevieve no paraba de pensar en él como él en ella.

Para la mujer, el no saber del hombre con el que conversaba, le abría las puertas para tener fantasías sobre quién era y convertir un poco de su rutinaria vida, a una más fascinante. Sin contar que, estar con él, hacía que el interés hacía Remus incrementará, haciendo todo más excitante.

Remus la comprendía, Remus la escuchaba. Genevieve no lo trataba como un monstruo, Genevieve era amable.

Pero, pese a los encantos que tenían cada uno de ellos. Remus no paraba de pensar que lo mejor era sólo tener una amistad a escondidas, sin hablar de él ni de su mundo. Cada vez el mundo mágico se tornaba más oscuro y con la reciente salida de Sirius de Azkaban lo hacían recordar viejos tiempos que, tenía miedo que quizá, el que no debería de ser nombrado volviera y tal vez debería ejecutar el Oblivate con Genevieve para que no la buscaran. Aunque probablemente el hombre lobo ya estaba exagerando.

Genevieve, por su parte, no paraba de notar el deterioro de las vestimentas y del aspecto de Remus. Eso la hacía cuestionarse qué tan grave era el padecimiento de Remus que ocasionarán que él tuviera una escasez de trabajo. Sin embargo, no quería obligar al hombre a decir algo que él aún no estaba listo. Pero ella nunca había sido de prejuicios, también por eso le dolía que el hombre no confiara en ella.

Un día, Genevieve no soporto más y le contó a su mejor amiga Camille del hombre. Y cuando lo hizo, Camille decidió ir a la cafetería todos los días a las mismas horas para ver en algún momento a ese tal Remus y dar su aprobación.

Cuando el día llegó, Camille —la cual era una squib— decidió correr del negocio al hombre lobo y él salió sin despedirse de Genevieve. Y aunque la pelinegra se molestó con su amiga por sus pésimas actitudes con el hombre, Camille rápidamente dijo que él era un hombre peligroso y que no debía acercarse a él. Que Remus podía hacerle daño, tarde o temprano, y Genevieve no entendió a lo que se refería.

Para Remus aquello fue muy penoso y deseo con toda su alma que Camille no dijera nada sobre él y su condición.

En Hogwarts, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧