I. "Par de Adolescentes Sobrenaturales."
— ¡Chicos, despierten! Se les hará tarde para ir a la escuela.
La voz del Sheriff Stilinski sonó estridente por toda la casa despertando a los dos adolescentes acaramelados que se encontraban en la habitación de su hijo. La noche anterior fue despertado en el medio de la madrugada por los gritos desesperantes de Stiles, quien había tenido una horrible pesadilla de la cual no quiso hablar con él. No habían pasado siquiera cinco minutos cuando la puerta de su casa había sido abierta de un portazo y los golpes a la madera de las escaleras producidas por unos pies descalzos se escucharon dándole la bienvenida a una Maya completamente preocupada por el bienestar de su novio, quien antes de abrazar a Stiles con todas sus fuerzas, le prometió comprar una cerradura nueva para la entrada.
Debía admitir que el que la chica estuviera ahí había relajado a su hijo por completo, lo cual agradecía profundamente. Sabía que Maya era buena para Stiles y deseaba que eso nunca terminara, no sólo porque destruiría a su hijo, sino también porque ella era todo lo que quería para Stiles en un futuro, alguien que lo ayude, lo ame y sobretodo lo mantenga a raya y con los pies en la tierra.
Maya abrió los ojos lentamente y, a diferencia de Stiles, no se levantó de la cama en un brinco, sino que se quedó allí esperando que La Muerte viniera por ella. Stiles la veía algo molesto, mientras él en menos de diez minutos se había bañado, cepillado los dientes, cambiado y armado la mochila, Maya seguía intentando levantarse, pareciendo una tortuga volteada, aunque luego de cuatro intentos se rindió volviendo a acostarse.
Y ella es la mujer lobo, pensó Stiles mientras bufaba.
— ¡Vamos! No podemos llegar tarde, especialmente con tu asistencia— Maya desde su posición horizontal hizo cara de perrito esperanzada de que su novio aceptara su silenciosa oferta de quedarse durmiendo por el resto del día—. No hagas esa cara, sabes que si pudiera me quedaría en la cama contigo.
— Y entonces, ¿por qué no lo haces?
— Porque por si lo olvidaste, lo cual no sería una sorpresa, tenemos examen de Español.
— Oh, Señorito Stilinski— comenzó a decir con una perfecta pronunciación, mientras sostenía su cabeza con su mano— ¿No cree que podríamos pasarla bien aquí todo el día juntos en la cama?
Stiles no entendió ni una sola palabra de lo que dijo, sólo quedó embobado por la pronunciación de su novia. ¿Quién hubiera dicho que el español era el idioma del amor y no el francés? O al menos eso creía Stiles, luego de eso.
— Lo único que entendí fue mi nombre, "pasarla bien" y "cama". Y no creo que hayas sugerido que nos quedáramos en la cama jugando al Scrabble.
Maya rió mientras se levantaba para luego comenzar a hacer su camino hacia la salida de la habitación, pero fue detenida por Stiles.
» ¿Acaso saldrás así vestida? ¿Y sin tu mochila? «
Maya bajó su vista hacia su atuendo, un buzo de Stiles color naranja el cual le llegaba hasta la mitad de las rodillas, un short el cual no se veía por la prenda anterior y pantuflas de patas con garras color violeta. Según ella, perfecta.
— ¿Cuál es el problema?
— N-Ninguno sólo creí que querías cambiarte.
— Nah, si a alguien no le gusta que haga su denuncia a "NoMeImporta@muérete.com". Y con respecto a mis cosas, sé que Scott me prestará.
— ¿Por qué siempre eres tan hostil?
— Lo obtuve de Derek.
Stiles asintió estando de acuerdo y juntos bajaron hasta el Jeep para luego subir, y encendiéndolo para dirigirse a la escuela.
— Suerte con Lydia y esa ropa.
Y ahí fue cuando el mundo de Maya se fue abajo.
[...]
Scott armaba su mochila, guardando dos lapiceras ya que sabía que Maya le pediría una, cuando la puerta de su habitación se abrió revelando a Isaac.
— ¿Vas a la escuela?
Scott frunció el ceño extrañado.
— Sí.
— Bien, también yo.
— Genial— dijo el castaño sin saber qué decir.
—¿Puedo preguntarte una cosa?
— Claro.
— ¿Estás enojado conmigo?
— No— contestó sabiendo a dónde se dirigía.
Allison.
— ¿Estás seguro?
— No.
— ¿Eso qué significa?
— Que no estoy muy seguro de lo que siento.
— ¿Me odias?
— No, por supuesto que no.
— ¿Quieres golpearme?
— No.
— Creo que deberías golpearme.
— No quiero golpearte.
— ¿Estás seguro?
— ¿Por qué querría golpearte? Tú no hiciste nada, ¿o sí?
— N-No, bueno... ¿A qué te refieres?
— Que no la besaste o algo así.
— No, por supuesto que no.
— ¿Querías hacerlo?
— Oh sí, mucho.
Lo próximo que se escuchó fue el duro golpe de un cuerpo contra la pared del pasillo y el grito enojado de Melissa.
— ¡Oigan par de adolescentes sobrenaturales! No pongan a prueba mi nivel de paciencia que no es nada sobrenatural.
— ¿Te sientes mejor?
[...]
— Stiles, ¿no crees que debes dejar de escuchar las llamadas de la radio policial de tu papá? — le dijo Maya mientras caminaban hacia la escuela–. Ya te estás volviendo paranoico.
— ¿Paranoico? Prefiero el término "curioso".
— Como digas, Jorge el Curioso.
— ¿Estás diciéndome "mono"?
Cuando Maya dirigió su cabeza hacia el estacionamiento rodando sus ojos pudo ver como Scott prácticamente corría viendo su sombra asustado.
» ¡Oye! ¿estás bien? «, le preguntó sujetándolo de la campera, deteniéndolo bruscamente.
— No te ves muy bien, Scott— agregó Stiles.
— Estoy bien— contestó ignorando el atuendo de Maya.
— No, no lo estás. Te está pasando también.
Maya se quedó con las palabras en la boca al escuchar a su novio.
— ¿Cómo que "también"? — le preguntó con una ceja alzada y los brazos cruzados.
— Estás imaginando cosas.
— ¿Cómo sabes?
— Porque les está pasando a los tres— dijo Lydia metiéndose en la conversación a un lado de Allison y Aspen—. Vaya, miren quién dejó de ser la loca.
— No estamos locos— le contestó Allison.
— ¿Alucinaciones? ¿Parálisis del sueño? — la siguió Aspen burlándose—. Sí, están de maravilla.
— Bueno, morimos y revivimos, debe tener efectos secundarios— comentó Scott, siempre positivo.
— Nos mantendremos vigilados, ¿de acuerdo?
Todos asintieron ante la propuesta de Stiles, para luego dirigirse a su primera clase del día.
— Y Lydia no disfrutes tanto esto— le sugirió Maya.
— Oh, querida, claro que lo haré. Y no creas que no me di cuenta de cómo estás vestida.
Todos se sentaron en grupo como era costumbre y aguardaron a que el nuevo profesor de Historia se presentara.
— Hola a todos, soy el Sr. Yukimura, tomaré el antiguo lugar de su maestra de historia. Mi familia y yo nos mudamos aquí hace tres semanas y estoy seguro de que ya conocen a mi hija, Kira o tal vez no ya que ella no ha mencionado a nadie de la escuela y aún no lleva a nadie a comer a casa.
Un fuerte ruido proveniente del golpe a una mesa del fondo se escuchó, dejando ver a una chica asiática, muy hermosa, siendo humillada por su padre. Maya le sonrió amistosamente, al igual que Scott y Aspen, las cuales todas fueron correspondidas.
El profesor comenzó a hablar, pero Maya no le prestó atención, ya que de un momento a otro no se encontraba allí.
Estaba oscuro, tanto que su vista sobrenatural no funcionaba, al igual que estas últimas semanas, una única luz la iluminaba desde arriba de un lugar inexistente. Una puerta blanca se apareció frente a ella y dudosamente se acercó a abrirla, no tardó mucho en reconocer el lugar, era el Hospital de Beacon Hills, pero destruido. Las luces apenas funcionaban y el techo se caía a pedazos.
"Maya"
Unas voces comenzaron a llamarla y sin poder controlar sus pies, caminó hacia ellas adentrándose en la morgue, frente a ella había dos cuerpos: una mujer y un hombre. Los cuales se levantaron de las camillas y giraron sus cabezas de una forma imposiblemente humana para mirarla fijamente.
Eran sus padres.
"Maya"
Su madre se encontraba como murió, con las garras de Peter incrustadas en su cuello, al igual que su padre con la tanza de El Darach. Ambos se encontraban ensangrentados y con la mirada distante hasta que de un momento a otro comenzaron a correr hacia ella, quien no pudo contener el grito desgarrador que salió de su garganta.
Al volver a la realidad pudo ver como todos la miraban asustados por su estridente grito, Stiles se inclinó en su asiento para susurrarle.
— Maya, tus ojos.
En ese momento, se dio cuenta de que sus garras estaban afuera y sujetas firmemente a la mesa por su parte inferior. Suerte para ellos que al resto de sus compañeros no les importara el bienestar del resto, ya que sino hubieran notado su cambio.
Toda la manada en la habitación se preguntaba lo mismo.
¿Por qué Maya tuvo una alucinación cuando ella no fue sacrificada?
Espero que estén tan ansiosos por el inicio de esta temporada al igual que yo, finalmente mis vacaciones de invierno llegaron, por lo que tal vez me verán más seguido por aquí en Wattpad. Espero que les guste el capítulo.
• Besos, alexubell •
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