Epílogo
El camino por la carretera hacia el aeropuerto se mantenía en silencio, ninguno quería hablar sobre lo que había pasado y aún menos sobre lo que podría pasar luego de que abandonaran Beacon Hills. Chris mantenía sus ojos en el camino, no permitiendo que su mente le jugara una mala pasada lo que podría terminar en un accidente; Isaac miraba al vacío perdido en sus pensamientos, había recuperado a la chica de la cual estaba enamorado, sí, pero también había perdido a una gran amiga. Maya miraba el paisaje pasar por la ventana, tratando de que no se le olvidara ni un mínimo detalle de la despedida que tuvo con cada uno de sus amigos. No quería olvidar nada de ellos, por si nunca regresaba. Ya que esa era una gran posibilidad, la cual estaba dispuesta a afrontar. Por otro lado, nunca pudo encontrar a Derek, era como si hubiera desaparecido de la Tierra, y tal vez era mejor que él creyera que estaba muerta, aunque sabía que Scott le contaría la verdad en algún momento.
Aspen se había ido, había cumplido con su deber y ya volvía a ser libre, entre llantos y promesas de reencontrarse cuando se necesitaran, el brujo se volvió a convertir en una lechuza para luego dirigirse hacia Argentina nuevamente. Aunque siempre estarían a una llamada de distancia.
Scott se había vuelto a aparecer en el apartamento, aunque no se encontraba solo. Stiles estaba junto a él sin saber qué decir luego de aquella discusión que ambos habían tenido el día anterior. El morocho al saber que sus mejores amigos no se atreverían a hablarse, se acercó a Maya para fundirla en un gran abrazo que se llevó sus más afligidas lágrimas y replanteándose, si debía decirle lo que Deaton le había informado sobre ella. Pero se guardó aquella información, no queriendo interponerse entre los deseos de su amiga, si ella quería alejarse de Beacon Hills, él no era nadie para detenerla.
Ambos se separaron provocando que la incomodidad volviera a llenar la sala, y la mirada de muerte de Isaac hacia Stiles no ayudaba en nada. El castaño le hizo una seña hacia su, ahora, vacía habitación, dando a entender que quería hablar a solas con ella.
Maya lo siguió para luego cerrar la puerta suavemente con miedo de lo que pasaría. El silencio siguió por unos segundos, aunque sus miradas no se apartaron por nada del mundo. Era difícil, y nadie podía negarlo. Aquellos adolescentes que alguna vez fueron habían desaparecido, dejando a dos almas en desgracia vagando por aquel mundo. Dos adolescentes causantes de tantas muertes y que, aunque todo el mundo les dijera que no era su culpa, ellos no dejaban de creer lo contrario.
— Estoy enojado— habló finalmente Stiles—. Estoy tan enojado de que te vayas, y sé que no debo sentirme así, pero lo hago.
— Lo sé— dijo la castaña sin saber qué decir. Para ella ya todo estaba dicho, aunque siendo sincera había muchas cosas que querría sacarse del pecho, pero no lo haría.
Stiles dio un paso acercándose, aunque la distancia seguía siendo mucha, al igual que en sus corazones.
— También me siento culpable, y espero que en algún momento dejar de sentirme así. Aunque no lo veo muy cercano— terminó con una pequeña risa que sonó más como un lamento.
— No eres el único que trata de perdonarse a sí mismo— contestó tan bajo que Stiles apenas pudo entenderle, pero lo hizo.
— No quiero que te vayas.
— Yo tampoco.
Al escucharla se acercó lo más posible a su rostro, que aún tenía el rastro de sus lágrimas impregnado en sus mejillas.
— Entonces quédate— murmuró al borde de derrumbarse—. Quédate, por favor.
— No puedo, debo hacer esto. Lo necesito, necesito alejarme de Beacon Hills.
— Aunque eso te aleje de todos nosotros, ¿realmente crees que lo valga?
— Lo hago, y espero que algún día puedas comprenderlo.
Stiles suspiró fuertemente antes de apoyar su frente contra la suya, queriendo que el contacto nunca terminara. Y con miedo preguntó.
— ¿Puedo besarte? — Maya boqueó tomándola por sorpresa—. Por favor, un último beso.
La chica sollozó sin poder evitar pensar en lo egoísta que eso había sonado.
— No puedo, Stiles. Ya no más.
El castaño volvió a abrir sus ojos, que anteriormente se encontraban apretados con miedo a la respuesta, asintiendo levemente.
— Entiendo— dijo, aunque no lo hacía.
Se alejó con dificultad antes de acercarse a la puerta dispuesto a irse cuando su voz lo frenó haciéndolo girar, aunque Maya se encontraba de espaldas.
— Tal vez un día volvamos a reencontrarnos, pero lo que necesitamos ahora es alejarnos por un tiempo.
[...]
Stiles despertó asustado, después de todo había tenido otra pesadilla. Sintió unas manos sujetándolo del brazo tratando de calmarlo, mientras escuchaba "Stiles, ¿estás bien?", de una voz demasiado conocida para él.
— Sí, sólo fue una pesadilla.
— Está bien, Stiles. Estoy aquí.
— Lo sé— respondió correspondiendo sus caricias, antes de caer en la realidad—. Espera, Maya. ¿Qué haces aquí? Se supone que estás en Francia.
— ¿De qué hablas? No me fui, me quedé por ti, Stiles.
— Pero pensé que habías dicho que no tenías ninguna razón para quedarte.
— Sí la tenía, te tengo a ti. Siempre has tenido razón, yo me equivoqué.
— Lo sé, pero...— se detuvo extrañado—. Espera, ¿qué dijiste?
— Dije que tenías razón, que yo me equivoqué.
— Tú nunca dirías que te equivocaste— su voz tembló al entender—. No estás aquí realmente, ¿cierto?
La imagen de la chica desapareció, mientras despertaba encontrándose con la penumbra de su habitación. Desorientado agarró su celular.
03:49 am
06 de Julio
Maya se había ido hace un mes.
Bueno este es el final de Nogitsune, espero que les haya encantado tanto como a mí. Hoy se cierra una etapa pero no crean que será la última.
Me gustaría que me dijeran que creen que sucederá próximamente, realmente amo leer sus comentarios.
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