¹²: ᴱˢᵗá ᵇⁱᵉⁿ.
"—Tenía mucho miedo, te lo juro. Fue una de mis experiencias más traumáticas —dijo la peli rosa para después quedarse callada viendo un punto en específico, pensando en las palabras que diría—. No..., esa situación fue en su tiempo la más traumática que había vivido, sin embargo, después hubo más.
—¿Por qué? —preguntó Edward interesado dándole una sonrisa para que prosiguiera con su relato.
—¡No te lo imaginas, Edward! —exclamó alegre, abriendo un poco más sus ojos mientras se mostraba emocionada por lo que diría—. Ahí estaba yo, con la boca totalmente abierta mientras la sentía cada vez más dormida y el hombre me enseñaba otra inyección más que me iba a poner para dormir más mi boca —comentó con mucha rapidez que él no logró comprender completamente todo lo que ella dijo, inclusive, sintió que lo que Lilith debería de transmitir, él lo había recibido de manera equivocada—. Fue una pesadilla —susurró mirándolo con diversión—. ¿Quieres saber más de esta historia?
—Sí.
—Pues bien, todo sucedió como... una película de terror...
Y así fue como Lilith comenzó a hablar sin parar, contándole su historia con mucha emoción mientras que hacía diversas expresiones divertidas cuando hablaba, como también movía sus manos con cada palabra que decía para que él pudiera entender mejor la historia, pero lo único que lograba con aquello, era que él se perdiera en esta.
Lilith hablaba mucho, que era imposible mantenerla callada, pero a él le gustaba más cuando hablaba, porque cuando se mantenía callada era cuando lo estaba viendo fijamente, y eso era, en ocasiones, un poco extraño para Edward.
Ella usualmente le hablaba de las cosas que sucedían en el mundo de las personas, diciéndole sus experiencias tanto buenas como malas, pero sólo lo hacía con un propósito; para animarlo a ir allá. Sin embargo, Edward no caería en sus palabras, porque cuando él tuvo el privilegio de ir abajo, al pueblo, todo fue muy confuso y difícil. Simplemente Edward trataba de adaptarse y entender las situaciones que se le presentaban, quería seguir las indicaciones de los libros que le leía su creador, pero simplemente no podía.
Nunca llegó a terminar de encajar ahí del todo.
Los recuerdos que tenía de ahí son tan amargos, y el único que fue realmente bueno fue cuando descubrió el amor... cuando por primera vez se comenzó a sentir vivo de verdad... cuando comenzó a apreciar a Kim. Porque la presencia y la voz de aquella rubia había sido algo muy lindo para él, y, a pesar de que de repente desapareció de su vida, ella aún seguía permaneciendo en su memoria. Y, a pesar de los años, Edward seguía haciendo figuras sobre ella por el lugar mientras transcurrían los días y el castillo en donde solía vivir se volvía en ruinas.
En ocasiones, Edward pensaba en ella, pero trataba de despejar su mente sobre esos pensamientos y trataba de seguir su vida un día a la vez, mientras disfrutaba cortar los arbustos a su modo, hasta que un día, dejo de hacer la figura de Kim. Pues aquella cosa que había comenzado a sentir por ella, había desaparecido de forma tan extraña, pero Edward lo agradecía, porque, aunque él no era del todo una persona, con el tiempo identificó que quizá ella no sentía lo mismo que él... Y por eso siguió su vida. Siguió disfrutando de la soledad y de la oscuridad que le ofrecía la vida, hasta que un día, una persona colorida lo invadió; una persona muy inusual...
Era demasiado curioso como Lilith podía transformar sus cabellos a colores tan extravagantes, y también era tan llamativo y tan original que hacían a Edward estar bien consigo mismo, ya que no era el único raro del mundo.
Ella le trajo paz y compañía.
Ella se había convertido en alguien importante, como Kim lo había hecho en su tiempo. Y por eso, sin falta esperaba que ella llegara, pero, realmente no entendía por qué la esperaba. No tenía sentido. Sí, a Kim la llegó a buscar en varias ocasiones, y la intentó cubrir en sus conflictos con tal de cuidarla, pero, ¿qué tenía Lilith que le causaba intriga y le provocaba querer esperarla todos los días con ansias? Era extraño, Edward no lograba entender lo que le sucedía del todo, porque lo que ella lograba hacerle sentir, era diferente a lo que provocó Kim en Edward en el pasado.
—¿Edward?
La voz de Lilith lo hizo volver, y la miró con una sonrisa poniendo nuevamente su atención a ella, quitando la mirada seria de su rostro que había estado haciendo desde que ella comenzó a hablar.
—Un día te llevare al dentista —soltó con una sonrisa divertida, provocando que Edward la mirara con confusión y negara de inmediato con la cabeza—. Bien, no iremos con el dentista —aclaró soltando una risita—. La verdad, es que planeo nunca volver.
Y le sonrió mientras el viento soplaba en su rostro moviendo su cabello rosado, destacando una vez más con su singular forma de ser."
Edward no paraba de pensar en Lilith, ya que ella no había regresado por varios días. Eso lo preocupaba, pero, a pesar que estaba tan desesperado, no quería ir al pueblo a buscarla.
Él esperaba que ella volviera, él esperaba que, regresara su Lilith, que ella estuviera bien y que nada en aquel cruel mundo la destruyera, pues la vida ya había sido demasiado hostil con ella.
Entre cuchillas, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧
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