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    Bakugo preparaba el almuerzo tranquilamente acariciando su vientre levemente abultado hasta que unos gruñidos de frustración lo sacaron de su estado reconfortante. Salió de la cocina y caminó a el cuarto en proceso de el bebe varón en camino y encontró a su tonto novio en el piso con una expresión frustrada y estresada.

----¿Que pasa ahora, pelos de mierda?---- Preguntó entrado y sentandose cruzando las piernas frente a su pareja.

----¡Es este maldito mueble infernal!---- Gruñó estresado intentando armar bien las piezas de fina madera en sus manos.

----¿Ya leíste las instrucciones?----

----No parece ser tan complicado...----

    El rubio rodó los ojos y tomó las instrucciones del mueble leyendolas con detenimiendo y juntando las piezas justo y como decía en el papel.

----Solo pon esto esí y juntalo con esto, ¿Vez que no es tan difícil?----

----¿Que haría sin tí, Blasty?---- Gateó hacia el rubio y lo besó acostandolo lentamente contra el suelo y tomando su abultada cintura.

----Probablemente morirías de hambre de la picadura de una hormiga. Ahora quita de encima que se quema tu almuerzo.---- El pelirrojo soltó una risa divertida y dejó un ultimo beso sobre los rosados labios antes de dejarlo ir.

    Una vez comieron y descansaron un poco viendo la televisión, ambos se dirigieron al futuro cuarto de la criatura para seguir trabajando en él. Kirishima terminó de ubicar ese mueble mientras Bakugo terminaba los detalles finales en el mural de una de las paredes para hacer el ambiente más infantil.

    Bakugo se agachó para remojar la brocha pequeña pero se sobresaltó al sentir una potente y certera nalgada que probablemente le dejaría marca, se volteó y fulminó con la mirada al pelirrojo que se hacía el distraído en lo suyo. Eso no se iba a quedar así.

    El mural ya estaba completamente terminado y la habitación tenía lo básico a pesar de no estar completa, así que decidieron dejarlo hasta ahí por el momento y descansar lo que quede de ese día y el siguiente, ya que el lunes Kirishima tenía trabajo y Bakugo junta con Mina, Denki y Sero. Los dos últimos tan solo vivían unos pisos más por encima que ellos así que no iría muy lejos.

    Kirishima estaba secándose en sudor de la frente, viéndose extremadamente sensual para el rubio con la camisa pegada a su torso. Pero no era momento de dejarse seducir por los innegables encantos del pelirrojo, era momento de llevar a cabo su pequeña venganza.

   Bakugo solo caminó de forma casual dirigiéndose a la salida del cuarto; pero al pasar por el frente de Kirishima, tomo sus manos llevándolas a su trasero y besándolo de forma húmedamente brusca, provocando en sobremanera al pelirrojo.

    El rubio no perdió el control de las manos de Kirishima, dejándolas pasearse por su trasero pero sin quitar las suyas de encima, y tan solo a siete segundos de ese húmedo y excitante beso, el rubio se separó sin más quitando las manos del pelirrojo y siguiendo su camino con naturalidad dejándolo con las ganas.

----Mierda Blasty...quien fuera soprole para darte rico y sano todo el día~---- Soltó sin más, embrujado por el sensual caminar y el leve movimiento de las caderas del rubio llevándose una cálida explosión en la cara.

Cᴏɴᴛɪɴᴜᴀʀᴀ́....