Naruto lo miro mal, iba a quejarse pero al mísero intento de moverse solo pudo quejarse de dolor.

Sasuke se asustó ante esto.

- ¿Te encuentras bien? ¿Que te pasa? - preguntó acercándose a él -

Y es qué, en todo el rato, no se paro del tronco en el que estaba recostado. Por lo que se sentó al frente de él.

- n-nada - musitó tratando de sonar cortante -

- ¿a sí? - respondió sarcástico - ¿entonces porque estas tan rojo?

Desde que lo vio, parece un tomate gigante.

Y a él no es que le disgusten los tomates, mucho menos los gigantes.

- n-no se de que ha-hablas

El de piel blanquecina, ya arto de escucharle, coloco con cuidado su mano en la frente acanelada.

El de menor estatura sintió su corazón dar un vuelco, esa era de las pocas veces que Sasuke lo tocaba sin pegarle o sarandearlo en el proceso.

- ¡estas ardiendo en fiebre! - afirmó sorprendido - debo llevarte con Kakashi rápido

- no es para tanto... - susurró avergonzado -

Eran contadas las personas que se preocupaban por el.

Pero no sabía si el azabache entraba en ellas.

- Usuratonkachi - llamó mientras se levantaba - deja de ser cabezón y ven

Pero cuando intentó ayudarlo y levantarlo de la mano, jamás espero  que el rubio vomitara en el pasto.