Capítulo 31

Primera cita.

—Kook... ¿Te gustaría tener una cita? —miro al azabache quien tenía una expresión de asombro.

—¿Una... cita? ¿Tú y yo...? —estaba anonadado por aquella declaración.

—Claro, si tú quieres... puede ser... hoy—dijo rascándose la nuca nervioso.

—Si... Me encantaría...—y con una sonrisa se miraron mutuamente.

Después de eso ambos chicos se fueron a arreglar y posteriormente a arreglar la canasta donde tendrían lo necesario para el picnic que TaeHyung le había propuesto a menor.

La canasta contenía lo que sería primordial, Sándwiches tanto de jamón como de crema con frutas, jugo de naranja, agua y la inolvidable leche de plátano, algunas frutillas sueltas, el mantel, cubiertos, etc.

Una vez estando todo se fueron caminando, el trayecto fue algo callado, ninguno sabía que decir exactamente. Fueron al parque de cerezos, buscando la mejor sombra junto al mejor árbol de cerezo.

—Mira Tae, vamos a ese—señalo JungKook.

Era un árbol enorme, sus flores de cereza eran del rosa perfecto, dejando ver una excelente vista, realmente hermosa. Sin esperar más fueron hasta ahí tras hacer una pequeña carrera donde claramente gano JungKook, pusieron el mantel y se dispusieron a comer. TaeHyung decidió cortar el silencio, dijo uno que otro chiste haciendo reír al menor, cosa que le fascino. JungKook también comentaba cosas graciosas.

Cuando empezaron a comer los sándwiches de crema con frutas a JungKook se le ocurrió algo, tomo un poco de la crema chantillí y la puso en la mejilla de TaeHyung, para después darle un beso quitando la crema. TaeHyung no se quedó atrás pero en vez de la mejilla lo hizo en la comisura de los labios del contrario dándole un sonrojo enorme.

Segunda cita.

—Oye Papá, ¿me prestas el carro? —pregunto tímido.

—¿Para qué lo quieres, mocoso? —pregunto sin mirarle y seguir concentrado en su computadora.

—Es que quiero salir con alguien pero el lugar está un tanto lejos...—no había pensado en una excusa y aun no quería decir que salía con el menor, no aún.

—Así que... ¿Una cita? —decidió esta ve ponerle atención.

—Podría decirse que si...—miro a su padre inseguro.

Con un movimiento de cabeza, YoonGi le lanzo las llaves a su hijo quien las atrapo con éxito.

—Si tiene un rasguño despídete de una de tus 4 tarjetas, y no se te olvide ponerle gasolina—concluyo volviendo a su trabajo.

—Gracias papá—contento salió del lugar y fue al carro para irle a poner gasolina.

Una vez su cometido tomo su teléfono y llamo al número de JungKook.

—Hey Kookie—-

Que sucede, TaeTae? —.

—¿Estás haciendo algo importante hoy? —.

La verdad es que no, ¿Por qué? —.

—¿Quieres salir, a una cita? —.

Claro que sí, me encantaría—.

—Excelente, paso por ti en 15 minutos—.

¿Cómo? Yo puedo ir a tu habitación justo ahora—.

—Es que estoy afuera, te espero en el carro de papá—.

Bien, nos vemos—.

—Nos vemos—.

JungKook corto la llamada y tal cual como niña colegiala de 15 años se echó en su cama a chillar de la emoción. Rápido se levantó y vio en su armario que ponerse. Una vez listos tomo lo necesario y salió de su habitación dispuesto a bajar las escaleras.

—¿Adónde con tanta prisa, jovencito? —HoSeok iba saliendo de su habitación igual y verlo tan apurado lo desconcertó.

—Voy a salir Papá...—dijo apenado.

—¿Ah sí? ¿Con quién y a qué? —indago curioso.

—No puedo decirte Papá, pero es una cita...—desvió la mirada, no suele ocultarle nada a su padre pero aun no quería decir nada.

—Si eso es así... Te quiero antes de la cena aquí—sonrió en grande, si su hijo no le quería decir es por algo y lo comprendería.

JungKook le dio un abrazo y salió de ahí casi volando, al salir pudo ver el carro de su tío y sin dudarlo más se subió en la parte del copiloto para irse del lugar.

—Bingo—dijo sonriendo para sí mismo mientras regresaba a su trabajo.


Tercera cita.

—¿Me veo bien, Papá? —pregunto por cuarta vez el menor.

—Claro que si mi Kookie, ¿Vas a tener otras cita? —pregunto emocionado.

—Así es, Papá—sonrió embelesado.

—¿Cuándo sabré quien con la persona que sueles salir? —puchereo sacándole una risa a su hijo.

—No sé, pero si te puedo decir que es alguien cercano...—sonrió.

Justo le llego un mensaje a su móvil, dando a entender que lo estaban esperando, de dio un abrazo a su padre y salió de su habitación para ir con TaeHyung quien ahora lo esperaba en su motocicleta.

HoSeok Salió igual de la habitación de su hijo y se dirigió a su propia habitación, se sentó en la cama y observando un retrato en su mesita de noche, la tomo entre sus manos y acariciando el marco sonrió con melancolía.

—Mi querida Miu, espero y estés cuidado a nuestra galletita desde el cielo—beso con cuidado la foto, la dejo en su lugar y se fue a la sala de baile a despejarse, como siempre.

Por otro lado, los chicos ya habían llegado al lugar de su cita, un acuario.

JungKook se emocionó, no pudo esperar más y arrastro a TaeHyung para comprar las entradas del lugar. Una vez adentro vieron todos y cada uno de los lugares, hasta el pasillo de cristal, donde incluso en el piso puedes ver a los peses. JungKook no paraba de saludar a los pececillos y demás vida marina y TaeHyung no paraba de admirar la sonrisa y emoción de JungKook, si le preguntaban ahora ismo que es lo que está pensando todos moriríamos de ternura y alegría.

De algo estaba seguro TaeHyung, la próxima cita será la última en donde dejen de ser amigos y esperaba poder ser algo más.


Cuarta cita.

—No, no y no—negó tantas veces que perdió la cuenta.

—Por favor Papi, eres al único que puedo recurrir, tengo mucho trabajo que hacer y no puedo ir—renegaba.

TaeHyung necesitaba nuevos materiales para el proyecto que necesitaba hacer, solo podía recurrir a JiMin quien estaba en casa, aunque a decir verdad JiMin, HoSeok y JungKook. Pero más que nada, TaeHyung tiene un plan.

—Ya te dije que no, no me gusta ir solo—volvió a negar.

—¿Y si vas con el tío HoSeok? —dio la opción viendo al nombrado.

—No sé si él está ocupado...—dijo apenado.

—Dale, por mí no hay problemas, así salgo un rato de aquí y veré si compro algo de camino—dijo Sonriendo con su característica sonrisa.

—Bueno, iré, solo dame una lista de lo que necesitas—y sin más, TaeHyung se la proporciono.

Después de dársela, JiMin y HoSeok se fueron y TaeHyung rápidamente empezó manos a la obra. El encargo que le pidió a su padre iba hacer que tarde y como él y el menor eran los únicos en la casa, lo aprovecharía de buena manera. Subió a la terraza que tenía la casa, decoro lo más rápido que pudo, fue por la comida y por último, arreglarse a sí mismo.

Una vez todo listo y preparado, fue a la habitación de JungKook. Toco tres veces, JungKook abrió la puerta sonriendo al ver a TaeHyung ahí parado, aunque lo miro confundido pues a pesar de estar casual se veía muy bien.

—¿Pasa algo, hyung? —pregunto inclinando un poco la cabeza de lado.

—Si, te tengo una sorpresa—extendió su mano al menor.

JungKook la aceptó gustoso, TaeHyung lo fue guiando hasta casi llegar a la terraza. Se detuvieron y sin avisar TaeHyung le tapo los ojos al menor.

—Hyung, me voy a caer—dijo con miedo.

—Tranquilo, eso no pasara, estoy yo aquí—susurro en la oreja del menor.

JungKook se sonrojo pero accedió a tranquilizarse. Caminaban lento, pues no querían que el menos se callera. Cuando por fin se llegó al lugar, TaeHyung posiciono a JungKook de mejor manera para que pueda ver todo lo que le preparo. Lentamente quito sus manos de los ojos chocolate del menor, este parpadeo varias veces para acostumbrarse a la poca luz. Cuando al fin lo logro no pudo evitar sorprenderse, era muy lindo, algo hogareño, pero simplemente hermoso.

Ambos se acercaron a la mesita que estaba ahí y se pusieron a comer lo que el mayor cocino, se la pasaron platicando hasta que el atardecer se empezaba hacer presente. Ambos tomaban de una limonada muy fresca y rica mientras miraban al cielo. TaeHyung soltó un suspiro silencioso, estaba tomando fuerzas, metió su mano a su bolsillo derecho y apretó el brazalete que yacía dentro.

—Oye... Kook...—intentaba no sonar nervioso, intentaba porque realmente fallo.

—¿Sucede algo, TaeTae? —lo miro atento.

Ante los ojos de TaeHyung es el ser más hermoso y tierno que ha conocido en su corta vida y realmente sería un idiota si lo llega a perder así que la hora había llegado.

Tomo las manos del menos, lo miro directamente a los ojos y relamiendo sus labios empezó a hablar.

—Sé que nos conocemos literalmente de toda la vida, yo te vi crecer desde que eras un completo bebé pero desde entonces dije que siempre estaría a tu lado, no como un amigo ni como un hermano, al principio así fue pero mis verdaderos sentimiento de a poco iban creciendo—relamió nuevamente sus labios y nervioso saco el brazalete y a su vez arremango su manga mostrando el brazalete que traía. —Entiendo si me pides tiempo para pensar una respuesta o si me quieres rechazar pero ¿Quieres ser mi novio? —.

JungKook no lo creía, se sentía emocionado, conmovido, salto sobre el quedando a horcajadas. Lo abrazo por el cuello.

—Sí, sí y más sí—dijo sonriente.

TaeHyung le coloco el brazalete en su muñeca izquierda y mirándolo a los ojos, tomo lentamente su rostro, de apoco cortaban la distancia, saboreando en sus mentes los labios del contrario y sin más, se besaron.

Era un beso algo necesitado pero tierno, sus labios sincronizaba en el movimiento de manera perfecta, encajaban como piezas de rompecabezas, exactas. El beso de apoco tomo intensidad, ambos estaban perdidos en la exquisitez del otro, las cosas seguían bien entre su momento y su burbuja... hasta que hizo ¡Pop!

—¡Ya llegué, raza! —grito llegando al lugar.

Dato Curioso:
Amo hacer sufrir a mis personajes, me gusta el sufrimiento ajeno, segundo aviso.

Editado: 04/09/2021

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