22
Unos tacones resonaban por la loza blanca del piso, se encontraba furiosa aquella alfa, razones tenía, pues su esposo hizo de las suyas mientras se mantenía fuera del país.
Sin siquiera tocar, entro al despacho de su esposo quien al ver qué se trataba de su esposa se levantó de su silla con una sonrisa nerviosa.
—Kim SeoJoon.
—Amorcito, ¿Cuándo llegaste? El bolso es de la colección de Prada ¿No?
—Más vale que me explique ahora mismo porque obligarte a mis tesoros a casarse—su potente voz de mando resonó por el lugar.
SeoJoon solo pudo encogerse de hombros ante la sumisión.
—Reina, era necesario, quiero que mis hijos sean exitosos. ¿Qué mejor que hacerlos que se casen con otras personas exitosas? —
—¿Apoyarlos a crecer de manera individual? Dios SeoJoon tú y yo habíamos hablado de no hacer a nuestros hijos infelices, y TaeHyung está sufriendo porque encontró a su alfa y tú lo has estado haciendo sufrir—Mentira, pero la verdad lo haría las veces que sean para poder cuidar a su hijo.
SeoJoon no dijo nada más.
—Seo me prometiste no hacer los mismo que tu madre, ¿qué paso cariño? ¿Realmente querías esto?
—No—puchereo.
Hwasa abrió los brazos y abrazo a su omega dando caricias y soltando algunas feromonas para relajar y dejar de escuchar esos sollozos.
—¿Por qué lo hiciste?
—Me preocupa su futuro, quiero que cuando los vean digan que son increíbles, que son gente importante, quiero que sean felices.
—Pero realmente no lo son Seo, SeokJin vive con el miedo de que a NamJoon le puedas hacer algo. TaeHyung se lleva la peor parte, necesito que termines ese matrimonio, por tus hijos, mi vida.
Asintió desenfrenadamente.
—Pero... TaeHyung me odia, de seguro no me perdonara.
La alfa lo pensó determinadamente, le pedirá a su hijo mayor invitar a su padre a la boda, faltaban poco menos de 6 meses, así en ese tiempo SeoJoon tenia que esforzarse por su pequeño.
—Mi osito no es rencoroso, pero lo hiciste hacer algo que no quería, pero lo hizo para que SeokJin fuera feliz. Te doy exactamente 5 meses para que arregles esto. Pero solo te doy horas para arreglar que separes a TaeHyung de él.
—Si amorcito, lo juro.
—No me lo jures, hazlo.
—Si, pero ¿me das un besito?
La alfa solo soltó una riza para poder darle un beso a su omega, solo esperaba que con esto la vida de sus hijos mejorara.
—Ahora serás castigado por hacer sufrir a mis bebés
—Ay...
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