Tyvende: Un anuncio

Fácilmente pasó una semana en aquellas vacaciones, Elin estaba logrando comportarse como una verdadera niña, pero seguía siendo demasiado respetuosa y bien hablada, a la par de demasiado obediente y a veces, cuando veía a alguno de ellos enojado o serio, se asustaba de sobremanera o se ponía muy ansiosa.

    –¿Elin ya se durmió?

    –Sí, creo que caminamos demasiado, estaba muy exhausta —Tom se sentó al lado de Tony. May y Peter ya estaban en sus respectivas habitaciones, ajenos a ellos.

    –Bien, eso es bueno —le dio un trago a su licor y miró por la ventana.

    –Te pasa algo.

    –Yup —exclamó con una sonrisa que confundió demasiado a Loki. Se levantó y fue al ventanal, lo abrió y se apoyó en el barandal para mirar el cielo estrellado que se veía perfectamente desde aquel pequeño balcón.

    –¿Me dirás o tengo que obligarte?

Tony rió sin entender muy bien el porqué, estaba nervioso y eso Loki lo notó a leguas de distancia—. Pensar que antes éramos enemigos y nos queríamos matar mutuamente.

    –Tony... ¿Qué estás pensando?

    –Llevamos pocos meses y nos casamos en Asgard, jaja, y casi probablemente morimos a manos de Odín o del otro tipo, antes de eso con Killian y pude ver tu azulito bonito. Hemos pasado por muchas cosas, ¿no lo crees?

    –Está bien, ahora sí que estás actuando raro.

Tony se rascó la nuca y dejó el vaso encima de una pequeña mesa de decoración que había allí.

    –¿Tú recuerdas lo que dijo Thor, no? Sobre lo de casarnos aquí en tradición midgardiana, qué locura ¿No? —Loki guardó silencio y lo miró inexpresivo—. Ya me fui a la mierda —murmuró para luego tomarle de las manos—. Mira Loki, sé que mí vida es corta, pero no me importaría arrodillarme ante ti para esto —sacó algo de su bolsillo, era una pequeña caja y cuando la abrió allí estaba el anillo midgardiano de compromiso matrimonial—. No me importaría pasar el resto se mí mortalidad al lado de ti.

El pelinegro miró el anillo un corto rato y luego al castaño, quien estaba impaciente pero con una sonrisa.

    –Tony... Yo no puedo envejecer, no puedo envejecer contigo, ¿eso no te causa molestia?

    –Para nada. Ya te dije, estoy dispuesto a entregarte mí mortalidad a cambio de que nunca te vayas de mí lado —hubo silencio y Stark ya se estaba poniendo nervioso.

    –Levántate —dijo suavemente y él obedeció. Lo tomó suavemente del rostro y le dio un largo beso en los labios—. No sé por qué los humanos son tan complicados y simples a la vez, me confunde... Pero obvio acepto tú propuesta. Nos casaremos a modo midgardiano.

Luego de un par se besos más decidieron que ya era hora de dormir. Aunque el destino les tenía otro camino.

Por primera vez sintieron el valor se cambiarse de ropa en la misma habitación, o al menos Loki.

Tony pudo ver esa delgada espalda con la columna marcada levemente, al igual que aquellas cicatrices de abuso. Estiró su mano y la acarició brevemente.

    –¿Qué haces?

    –Nada, es que... Creo que es la segunda vez que te veo sin camisa —Loki se giró y ahora Tony no pudo evitar mirar su pecho, igualmente llenos de cortes y marcas que quedarían para siempre en su piel. Esta vez el pelinegro tocó el pecho del contrario, en la enorme cicatriz de donde estaba el reactor y acarició con el pulgar la marca horizontal del escudo.

    –Y yo creo que es la primera vez que veo con detalle esto —dijo mirando su pecho por un rato y luego sus ojos.

Se acercaron para poder besarse. Loki agarró con firmeza el torso de Tony y éste colocó sus manos en sus hombros y lo separó un momento.

    –Espera, ¿estás seguro?

    –Sí... ¿Y tú? —postró un beso en su palma y Tony rió.

    –Nunca he ido abajo.

    –¿Quieres ir arriba entonces? —Tony lo abrazó por el cuello y apoyó su frente en la suya.

    –No me importa. Has lo que a ti te guste. Pero debemos estar callados.

Loki asintió y lo volvió a besar, poco a poco empezó a bajar en los besos para atacar su cuello y tirarlo encima de la cama suavemente. Postró profundos besos en las cicatrices de su pecho, centrándolos en el círculo que se le formaba.

El pelinegro actuaba como Tony esperaba, como alguien de experiencia y maestría, movimientos suaves y caricias llenas de lujuria que recorrían su cuerpo. Jadeos silenciosos y besos que ahogaban los gemidos. El fino y helado tacto de sus manos al entrelazarse con las suyas y la comodidad de por fin dormir abrazados y desnudos.

Tony se despertó sin Loki a su lado, pero no le preocupó demasiado, total la gran mayoría de veces él se quedaba dormido hasta tarde y el pelinegro no se molestaba en despertarlo. 

Se puso su pijama con tranquilidad y una sonrisa en su rostro. Estaba abrochándose la camiseta cuando un grito lo alertó, uno femenino y el sonido de un vaso roto.

Corrió fuera de su habitación a pies descalzos sólo para ver a May con un sartén apuntando a Loki, quien estaba en el suelo con las manos levantadas, no tenía su apariencia.

    –¡Seños Stark!, qué bueno que llegas, encontré a este en la cocina, y... —notó la marca de beso de Tony en su cuello y su cabello más desordenado de lo usual, luego miró a Loki, y después a Peter quien se había asomado desde su habitación y tenía una mirada más de nerviosismo que de susto o sorpresa. Elin estaba a su lado, mirando todo con confusión—. Esperen...

    –Puedo explicarlo... —dijo el castaño dando unos pasos. Tomó su "arma" con delicadeza y se la quitó de las manos. El pelinegro se levantó y se puso unos pasos atrás de Tony casi para protegerse.

    –¡¿Pero qué carajos?! —gritó ella. Enseguida Elin se escondió detrás de Peter y se abrazó a él buscando protección. Gracias a eso May pudo contenerse un poco—. Expliquen.

    –Sí, él es Loki. No me mates.

    –Pero el-

    –Llegó a la torre de los Vengadores casi muerto y el señor Stark lo salvó, tía May.

    –¿Lo sabías?

    –Cuando lo supe también creí que venía a hacer daño, pero él fue quien me encontró en la fortaleza de Killian. El no es malvado, él me salvó —Peter dio un paso al frente y Elin se separó para ahora abrazar a Loki, casi intentando protegerlo a él más que a sí misma.

May miró cada uno de sus rostros, identificando cada una de sus emociones. Preocupación, tristeza, esperanza, nerviosismo.

Suspiró pesadamente.

    –Me hubiera gustado que me lo dijeran antes.

    –Lo sentimos tía May, no sabíamos cómo lo tomarías.

    –Uh, ¿igual que cuando te encontré a ti usando tu traje de Spiderman? Jodidamente suportiva —sonrió finalmente logrando tranquilizar a los otros. Puso sus manos en su cadera—. Así que... Puedes cambiar de forma.

Loki asintió lentamente—. Me distraje ahora y se me olvidó que ustedes también estaban aquí.

    –¿Con qué?

    –Por nada, quiero mí café —interrumpió Tony yéndose a la cocina. May miró al pelinegro a los ojos y levantó una ceja, notó la marca de mordida entre su hombro y cuello y rió levemente, pero no dijo nada.

    –¿Enserio no estás molesta? —preguntó Peter suavemente y con temor. May se cruzó de brazos y miró a Elin aún abrazada al pelinegro protegiéndolo.

    –Sólo no me gustó que me mintieran. Pero él te salvó y eso es suficiente para mí.

    –¿Eso... Significa que ya no tengo que decirle Tom?

    –Al menos con ella no —respondió el pelinegro.

~•×•~

El día en que tuvieron que volver llegó. Loki y Elin estaban relajados, pero Tony estaba bastante nervioso.

Entraron a la torre y subieron al piso de las habitaciones. Y pasó bastante rato en desempacar nuevamente y aubir a la sala en común.

    –Ya era hora que llegaran —dijo Natasha con simpatía desde la sala. Wanda estaba a su lado. Elin miró a Tony, quien asintió con una leve sonrisa. La menor dejó la maleta y fue a abrazar a Wanda para saludarla.

    –Veo que les fue bien —siguió Wanda con una sonrisa.

    –Te traje algo —Elin metió sus manos en uno de sus bolsillos y sacó una pequeña caracola blanca—. Se lo puedo regalar, ¿cierto?

    –Claro que sí Elin —respondió el castaño con un poco de frustración muy en el fondo. Lo que más quería era que Elin fuera una niña normal, que lo desobedezca un poco incluso.

    –Muchas gracias —la chica recibió el obsequio con ternura.

    –¿Todo bien con Peter y su tía?

    –Salió mejor de lo que esperaba, se... Tomó todo muy bien.

    –Osea que lo sabe.

    –Fallo de cálculo —rió Tony.

Justo en ese momento, Clint, Bruce y Visión. De nuevo, Elin miró a Tony y Loki nuevamente, y el castaño le hizo un gesto con la cabeza, ella sonrió.

    –También les traje regalos para ustedes —sacó otras tres caracolas de sus bolsillos, todas hermosas y coloridas y se las entregó a cada uno.

Clint estaba fascinado y reaccionaba de la misma manera como si fuera su hija regalándole un dibujo. Bruce estaba nervioso, sin saber muy bien como comportarse o decir. Y Visión prácticamente analizó el regalo.

    –Muchas gracias Elin —dijo Barton.

    –De nada tío Clint —el hombre sonrió pero luego supo lo que dijo, miró a Tony y Loki. El pelinegro simplemente sonrió y el menor se cruzó de brazos.

    –No te emociones, fue ella la que decidió llamarte así.

~•×•~

El celular de Tony sonó luego de un largo rato, era más bien un mensaje, pues cuando apenas vio la pantalla se levantó.

    –Loki, tenemos que irnos.

    –¿Sucedió algo malo? —preguntó Bruce rápidamente. Tony negó con un movimiento de mano.

    –No, no, tu sabes. Nada de qué preocuparse.

    –Oh... —el doctor supo a lo que se refería, igual que Wanda y Visión.

    –Romanoff, te quedas a cargo de la torre. Cuiden a Elin, volvemos en dos horas —Tony parecía nervioso, tomó la mano de Loki y salieron del lugar rápidamente.

Bruce y Wanda intercambiaron miradas, Visión estaba concentrado en intentar entender los garabatos de Elin en el papel.

    –¿Qué acaba de pasar? —preguntó Clint. Natasha suspiró al notar las miradas del doctor y la chica, entendiendo lo que pasaba.

    –Creo que es mejor no permitir que Steve vea las noticias por un tiempo.

~•×•~

    –Sabes que puedes evitar a la prensa si quieres. No es como si estuvieras obligado.

    –Quiero evitar que los rumores se tornen por un lado que nos perjudique, eso es todo.

    –¿Cómo nos podría perjudicar? —Tony guardó silencio.

    –Con... Con Elin. Si la prensa cree que sigo con mí vida de playboy luego de haber terminado con Pepper, puede que algún centro de cuidado de niños venga y nos la quite, ya muchos problemas tengo con eso por ser parte de los Vengadores. Además... No podemos tenerla oculta en la torre siempre, y no confío en dejarla en Asgard...

Loki sonrió ampliamente.

    –Osea que lo confirmé. Cuando tienes oportunidad cuidas a los demás y más aún cuando son niños.

    –Soy un guapo desastre que cuida a los demás porque nos sabe cómo cuidarse de sí mismo.

Happy entró al lugar.

    –Ya están esperando.

Tony asintió con una sonrisa. Tal y como sus demás amigos, él ya sabía la verdad, y como tiene cierta cercanía con una mujer, no tuvo demasiados problemas en aceptarlo.

    –Gracias Happy. Espera aquí la señal —le guiñó el ojo al pelinegro y salió.

Se produjo un silencio incómodo entre Happy y el dios.

    –Así que... Se casaron ya antes.

    –Pues sí, en Asgard.

    –Claro... En Asgard —de nuevo silencio—. Wow, no esperaba esto tan incómodo.

    –Yo sí.

~•×•~

    –Tengo un importante anuncio que hacer. No cómo Ironman, sino como Anthony Stark —dijo el castaño hacia los micrófonos ante la mirada de la prensa y público en general—. Como ustedes sabrán hace unos meses hice público mí compromiso con la señorita Virginia Potts... Pero era para ocultar algo.

Todos los presentes empezaron a murmurar en tono alto con sus pares. Tony hizo un gesto con sus manos.

    –No niego que mí relación amorosa con ella haya sido una mentira en un principio, pero terminó por ser más mí mejor amiga que sigo amando mucho —hizo una pausa—. Mí compromiso con ella fue para evitar sospechas sobre mí nueva pareja. Hoy confirmo formalmente mí relación con Thomas Hiddleston y mí verdadero compromiso de matrimonio con él.

    –Creo que ésta es tú entrada —dijo Happy palmeando su hombro. Él se cambió de apariencia a su forma humana y salió para ponerse a un lado del castaño.

    –Ya me cansé de esconderme por esto. Sé que causará polémica y me importa un comino —lo tomó de la mano reafirmando sus palabras. Bastantes personas levantaron sus manos para preguntar o simplemente gritaban sus dudas. Loki empezó a estresarse con el ruido de tantas voces intentando llamar su atención, y apretó más fuerte su mano mientras tragaba saliva. Tony negó con su mano hacia el público al darse cuenta—. No, no, sin preguntas. Era un anuncio nada más. Chao.

Apenas quedaron solos, Loki deshizo la ilusión y suspiró.

    –Lo lamento.

    –No, no lo hagas. Es normal que te estrese un ambiente así, tranquilo —dijo el castaño acariciando su espalda.

    –Si quieren yo los llevo.

    –De todas formas te lo iba a pedir. Vamos.

~•×•~

Era inevitable. El mundo del rubip se vino abajo con sólo escuchar la noticia cuando estuvo a punto de ir a la sala.

Lo había perdido.

Voy ahora a subir capítulos cuando el anterior tenga 15 vistas, porque si lo hago de 10 se me secará el cerebro y las ideas.

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