Trettende: Unos sentimientos raros
Disclaimer: La mayoría de personajes que se veían en esta historia no me pertenecen.
<Capítulo 13>
-P-Por favor. Por favor detente.
-¿Qué dices? Eres mí esclavo, eres mío, ¡y harás todo lo que te diga! Pagué mucho por ti.
-Alguien ayúdeme -susurró en su esquina completamente indefenso, temblaba de miedo mientras aquellas manos lo tocaban y estrujaban. Lágrimas salieron de sus ojos. En la celda había estado a salvo, quería estar en su celda, su soledad, donde nadie le hacía daño. Quería estar sólo, sólo escapar.
El dolor en sus labios al ser cosidos. El dolor de su torso al ser marcado por las dagas. El dolor de sus partes bajas al ser abusadas. El dolor de sus ojos de tanto llorar. El dolor de su garganta al gritar y no ser escuchado.
Despertó en un jadeo y se encontraba en su añorada celda. La pared amarilla que lo atrapaba. Estaba sólo, completamente sólo, pero a salvo. Sintió que el lugar se le hizo más pequeño y se encogió en una de las esquinas.
Los prisioneros de las otras celdas, con quienes compartió alguna vez, lo miraron incluso con lástima. Sí, ellos eran los que dijo que lo maltrataban, pero "eran sólo golpes y nada más". Ellos supieron que cuando fue esclavo era peor, y ahora se apiadaban de él en la distancia.
~•×•~
-Tony, ya me estás poniendo nervioso. ¿Quieres por favor dejar de caminar de un lado a otro?
-¡Lo siento! Pero me preocupa Loki. ¿Y si lo están golpeando? ¿Y si está con un compañero de celda que lo maltrata? ¿Y si le están haciendo algo peor? ¿Y si no ha comido? ¿Y si lo tienen drogado?
-Que no va a pasar nada de eso. Te aseguro que las celdas de Asgard son las más seguras. Si padre lo dejó allí, es porque en verdad está considerando la oferta.
Thor ya le había explicado cómo funcionan los juicios en Asgard, y en ningún momento Tony se quedó quieto en su lugar. Se levantaba, se sentaba, caminaba, golpeaba con sus dedos las cosas de forma rítmica, estaba totalmente inquieto.
-Casi no dormí en la noche por culpa de esto, mierda... Quiero mí café, y quiero ir a visitarlo.
-Una cosa a la vez, hombre de hierro. Primero tenemos que prepararte para el juicio.
-¿Y eso significa qué...?
-Las sirvientes te acicalarán y prepararán con las más finas telas de Asgard dignas de alguien de la realeza. Para padre tú eres un Lord, un príncipe guerrero de la Tierra.
-Vale... No sé si sentirme aterrado o halagado.
Las mencionadas pronto entraron a la habitación, Thor les sonrió.
-Guíen a Lord Anthony a las duchas y prepárenlo para el juicio.
Ellas asintieron con sonrisas angelicales. Un de ellas, amablemente, lo tomó de la muñeca y lo guiaron fuera del lugar hacia una habitación que parecía más un pedazo de paraíso, una cascada enorme que funcionaba como ducha.
-Puede tomarse su tiempo para entrar al jacuzzi de las santas aguas templadas.
Tony asintió aturdido por el lugar, la actitud angelical de las sirvientas, por todo en realidad, parecía un sueño.
Se desvistió rápido ante una extraña incomodidad de ser observado a pesar de que sabía que estaba sólo. Era simplemente la incertidumbre de estar en aquel lugar tan rústico pero perfectamente decorado.
El agua era agradable, demasiado. Cálida a la temperatura perfecta y un sensación en la piel como si lo acariciaran con una almohada rellena de plumas.
Se relajó poniendo su nuca recostada en el marco y juró que pudo quedarse dormido. Cuando volvió a abrir los ojos, una de las sirvientas le estaba lavando el cabello con una suavidad y destreza enorme, y otra le estaba arreglando las manos. No dijo nada, simplemente no pudo.
Una vez terminaron, se levantaron y otra sirvienta dejó unos ropajes limpios encima de una roca que decoraba el lugar rústico, y otra le acercó una toalla.
-Puede prepararse. El príncipe Thor lo espera en el pasillo. Segunda puerta a la izquierda -Tony asintió como respuesta. Era irreal esa situación, esa amabilidad genuina y la preocupación. Él ha estado en muchos spa, pero nunca lo han atendido así.
Negó con la cabeza por ese sentimiento extraño.
Logró quedarse completamente calmado, como si el agua hubiera absorbido todos sus malos pensamientos.
Se golpeó las mejillas intentando sacarse aquella sensación.
-Este lugar juega con mí mente. Tengo que salir de aquí.
Se dijo a sí mismo en murmullos.
Se vistió con la ropa que habían traído. Un conjunto parecido al que tenía Loki cuando se cambió, sólo que éste iba a juego con sus colores distintivos de Ironman, rojo y dorado, toques plateados. Ni siquiera supo cómo pudo vestirse sin enredarse en todas las telas y cinturones, pero lo logró.
El reactor de su mejor y más nuevo traje estaba justo debajo de toda la ropa, y se lo colocó abriendo un poco la parte del pecho para que se viera.
Se miró al espejo. Se veía raro, pero bien. Como de otra época. Y honestamente, se sentía como un príncipe de los cuentos antiguos.
Salió buscando el lugar que le había dicho una de las sirvientas, y allí encontró a Thor junto a una chica que no conocía. Un poco más baja que él, piel oscura y una armadura blanca, capa azul y cabello amarrado en trenzas que ocultaban los costados de su cabello rapado.
-Hola, amigo Tony. Veo que las sirvientas hicieron un muy buen trabajo contigo.
-Mientras más estoy aquí, más raro se siente -murmuró para sí mismo acomodándose el cinturón-. ¿Quién es ella?
-Es Brunhilda, la última Valquiria. Mí amiga revengadora.
-¿Enserio dejarás que tú hermano se case con un Midgardiano?
-¿Por qué siento que es un insulto?
-Tony puede ser considerado como un Lord en su planeta, inteligente, con poder, riqueza y un gran espíritu de lucha.
-Ya basta con eso, me hace sentir raro.
La chica puso ambas de sus manos en su cadera y suavizó su expresión.
-¿Cómo está Bruce?
-¿Eh?
-Bruce. El mortal que se convierte en el Hulk. ¿Está bien allá en Midgard?
-Oh, sí, sí claro, está bien. ¿Por qué preguntas?
-El grandulón fue mí amigo un tiempo.
-Sabes... Él también te mencionó. Me contó sobre una valiente guerrera, una Valquiria justamente. No molestaría una visita. Pídele a ese tal... Heimdall que te lleve a mí torre. Usualmente Bruce se encuentra allí.
-¿Tú torre? ¿Tienes una fortaleza?
-¿Por qué suenas tan extrañada?
-Es raro que los humanos tengan castillos.
-¡Me rindo! Todo este lenguaje ya me está poniendo de los nervios. ¿Cuándo empieza esto del juicio? Ya me quiero ir de aquí y ver a Loki.
-El juicio será en unas horas. Lo primero no podrá suceder hasta que se llegue a un acuerdo, pero me complace decirte que lo segundo se puede adelantar.
-¿A qué te refieres?
-Podemos ir a ver a Loki. La celdas no están tan lejos.
-Pues vamos -Tony empezó a caminar sin rumbo, luego se giró para ver a Thor con una cara neutral y a la Valquiria tapándose la boca para no reír.
-Es para el otro lado.
-Ya lo sabía.
~•×•~
-Steve, ¿estás bien?
-Sí, sí, claro.
-No Steve, no me mientas. Casi no has salido de tú habitación desde que Tony se fue.
-Sólo... Me preocupa que le suceda algo.
-Está con Thor, sabes que estará a salvo.
-Nat, ¿puedo hablar contigo un momento? -preguntó Bruce asomándose a la sala. Era como la principal, sólo que un poco más pequeña, más privada.
-Claro, vuelvo enseguida -le tocó el hombro a su amigo y fue junto a Bruce al taller-. ¿Qué sucede Bruce?
-Sé que no debería decirte, pero tú eres la más cercana a Steve y yo de Tony.
-¿A qué te refieres? -Bruce activó un holograma para mostrar una grabación de la cámara de seguridad de esa misma habitación. Aparecía Steve entrando al taller y a Tony terminando de empacar sus reactores.
-Tony, necesitamos hablar.
-¿Qué es esto? -Bruce le hizo una pequeña seña de silencio.
-Sólo mira.
-¿Ah, sí? ¿De qué me quiere hablar capitán?
-No puedes... No puedes casarte con él.
-¿Por qué no?
-Por dios, To-Stark. Intentó asesinarte. De seguro luego de usarte para escapar, te abadonará a tú suerte. Él sería capaz de entregarte a los lobos para salvarse a sí mismo.
-¿Por qué me suena esa descripción? -Natasha volvió a mirar al doctor, y él frunció los labios al igual que arqueó las cejas-. ¿Tú qué opinas?
-Stark yo...
-¿Mh? Ni siquiera sabes qué decir. Si me disculpas, tengo una boda a la que ir -la pelirroja pensó que todo acabaría allí, pero quedó atenta cuando el rubio lo tomó de la muñeca.
-Tony yo te amo -todo quedó en silencio. Natasha abrió la boca en completo desconcierto-. No lo quise aceptar hasta que fue muy tarde. No debí ocultarte nada, no debí pelear contigo. Perderte no valió la pena. Lo lamento -una carcajada triste.
-Bruce, ¿qué es esto? Explícame.
-No soy el indicado para decirte todo lo que sucedió. Los únicos apartes de este... Problema que sabemos somos Wanda y yo. Si quieres respuestas concretas tienes que preguntarle a Steve. Sólo él y Bucky saben exactamente qué sucedió luego de la pelea del aeropuerto.
Natasha volvió a mirar el video que en ningún momento se detuvo.
-Adelante, di que soy el malvado, la horrible persona que no te aceptó en su corazón. Pero lo que pasa, Rogers, es que mí corazón está demasiaso roto en tus manos. Y el único que lo puede reparar está allá afuera esperándome -señaló la puerta-.¿Qué esperabas? ¿Que luego de unas palabras bonitas y tú declaración correría a tus brazos? -volvió a reír limpiando su rostro-. Dios Steve, yo... Yo te amaba, ¿de acuerdo? Cuando terminé con Pepper la primera vez me di cuenta de eso, pero... Ya estoy dispuesto a dejar eso de lado, ya dejé eso de lado. Estoy dispuesto a continuar, no te necesité en mí vida antes, no te necesito ahora.
Natasha miró de nuevo a Bruce esperando respuestas. Él la tomó de la mano.
-Yo tampoco sabía que entre ellos había algo, sólo supe lo de la pelea. Yo hablaré con Tony cuando regrese. Tú debes hablar con Steve -dijo suavemente. La chica, lejos de alejarse, puso su mano contraria sobre la suya.
-Gracias por decirme -le sonrió y retiró sus manos con suavidad para luego salir del taller.
~•×•~
-Loki -dijo el castaño apenas reconoció su silueta.
-Ah, hola Tony. ¿Cómo va todo? -saludó el con una media sonrisa, tranquila y arrogante, parándose frente a él.
-Eso depende a cómo estés tú -la sonrisa del pelinegro pareció querer desaparecer un momento.
-Hermano, por favor... No intentes engañarlo con tus ilusiones -dijo Thor desconcertando a Tony. Él miró los ojos de Loki, eran diferentes desde luego, no en el color, más bien en el brillo.
La ilusión desapareció para mostrar a Loki en la esquina cercana al "vidrio" amarillo. Estaba abrazando sus rodillas y apoyando la mitad de su rostro en estas.
-Loki -exhaló Tony intentando acercar su mano al vidrio, pero Thor se adelantó y bajó su mano, negando con la cabeza.
-Ahora me ves.
-¿Te han hecho algo? Porque si es así no dudes que mataré a cada uno de los malditos guardias de aquí y-
-Fue mí cabeza, no pude dormir -respondió Loki mostrándose sumamente indefenzo con esos ojos que querían llenarse de lágrimas. Tony se acercó un poco más al vidrio, sin llegar a tocarlo.
-Loki mírame -el pelinegro no hizo caso de inmediato-. Por favor mírame -insistió y logró que esos ojos esmeralda se encontraran con los suyos-. Todo estará bien, en unas horas volveremos a casa -Tony puso una mano a unos milímetros del vidrio y Loki lo imitó-. Es una promesa.
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