Tjuetredje: Una escapatoria

    –Esta cosa es increíble —Jane observaba el Tesseracto e intentó tocarlo, pero Thor la detuvo sosteniendo su mano.

    –Mala idea, no sabemos si un mortal puede soportar tomarlo con las manos desnudas.

La chica retiró su mano casi haciendo un puchero y observó aquella gema encima de la mesa de su taller.

    –Es increíble la ciencia que no somos capaces de entender —la chica seguía mirando el Tesseracto mientras que Thor no apartaba la vista de su perfil. Ella lo notó y se giró—. ¿Qué sucede?

    –Creo que uno de los más grandes errores que he hecho es haberme ido de tú lado.

    –No empieces. Ambos teníamos responsabilidades, es difícil mantener una relación a distancia, en especial si somos de distintos mundos —y rió un poco. El rubio la tomó de la mano suavemente.

    –Aún así nunca podré agradecerte ni a ti ni a ellos lo suficiente el que nos den un refugio.

Ella correspondió y apretó su mano, sonriendo.

    –Ya te lo dije, es un favor. Además... Creo que ellos merecen un descanso. Todo lo que me contaste... Nadie merece eso, ninguno de los dos.

Thor extendió su mano y le acarició la mejilla suavemente.

    –Quien sea que logre ganar tú corazón permanentemente, va a ser alguien muy afortunado —Jane sonrió entre un sonrojo.

    –Quizás cuando se acaben todos estos problemas, puedas conocerlo —el rubio sonrió tristemente y se separó con suavidad.

    –Debo dejar el Tesseracto en Asgard, trataré de volver lo antes posible. Dejo en tus manos a Loki y a Tony, ¿si?

    –Cuenta conmigo —el rubio sonrió una vez más y salió del lugar con el Tesseracto en las manos. Alzó su martillo y la luz multicolor lo rodeó.

~•×•~

    –¿Cómo vas? —preguntó Erik al ver a un pensativo Tony mirando por la ventana.

    –Muy bien —el doctor se apoyó en el marco contrario—. No es buena idea que estemos aquí, tú seguridad y la de ellos peligra.

    –No te preocupes por eso, no es como si no nos hubiéramos enfrentado con seres de otras dimensiones antes —bromeó el mayor. Echó un vistazo a Elin, quien hablaba animadamente con Darcy—. Ellas estarán bien. Además... Ya no tengo rencor por lo que Loki me hizo ese tiempo, al menos no demasido —Tony le sonrió amistosamente.

    –Gracias, cuando reactiven mí cuenta del banco te pagaré.

    –Con que me ayudes en futuros proyectos estará bien. No necesito dinero por ahora —Tony le sonrió en respuesta.

    –Será mejor que verifique si Viernes encontró información —el contrario simplemente asintió y Tony se fue al taller, donde se encontraban Jane y Loki hablando—. ¿Interrumpo algo?

    –No, claro que no —Jane se alejó de la mesa un poco gracias a su silla con ruedas y miró al castaño—. ¿Tienes algo?

    –Eso es lo que vamos a averiguar —dijo poniéndose el auricular—. Nena, ¿me escuchas?

    –Fuerte y claro señor Stark.

    –¿Alguna novedad?

    –Ya les comuniqué a los Vengadores que ustedes están a salvo, omitiendo la dirección o pista alguna de dónde se encuentran.

    –Bien, eso es genial.

    –Ellos también me entregaron un poco de información. Intentarán buscar información sobre los de Hydra y sobre cómo pudieron averiguar sobre ustedes.

    –¿Algo más? Te noto un poco desanimada —más que desanimada era débil, como si la voz le costara pronunciar.

    –Creo que están interfiriendo con mí señal.

    –¿Qué? ¿Cómo?

    –Señor, tiene que irse, están rastreando la señal. Estoy perdiendo la consciencia.

    –Viernes, nena, no me dejes —la señal se apagó. Intentó un par de veces pero le fue imposible, la señal se corró de raíz—. Mierda.

    –¿Todo bien, Tony?

    –Sí, sí, todo perfecto. Sólo que rastrearon la señal, viene en camino alguien. Ni puta idea si es bueno o malo.

    –Yo no me quedaría a averiguarlo —mencionó la castaña levantándose.

    –¿Dónde está Thor?

    –Fue a Asgard a dejar el Tesseracto, averiguará por su cuenta —respondió el pelinegro preocupado.

    –Okey... Esto es malo —se sintieron golpes en la puerta, insistentes pero que intentaban no ser agresivos—. Y eso es peor.

    –Traeré a Elin, ustedes busquen una manera de escapar —dijo Jane rápidamente y entró a la sala de nuevo.

    –Activaré el traje.

    –Tengo que desactivar lo que sea que pueda revelar ubicaciones. Viernes ya no está, tenemos dos aliados menos ahora —Tony pasó sus manos por su cabello—. ¿Heimdall nos podrá ver?

    –¿Quieres volver a Asgard?

    –¿Tenemos opciones?

    –Buen punto.

Jane llegó con Elin en sus brazos y la dejó en el suelo—. Hay agentes en la entrada, Darcy los está distrayendo, ¿tienen un plan?

La niña fue al lado de Tony, estaba nerviosa y le temblaban las manos.

    –La verdad n-

El brillo multicolor los rodeó finalmente, rompiendo el techo del laboratorio y haciéndolos desaparecer.

    –Creo que eso es un sí —Jane miró el techo destrozado, pensando en alguna excusa.

Tony se aferró a Elin y ambos fueron sostenidos por Loki hasta que llegaron a Asgard.

Miraron al frente, Heimdall y Thor los observaban, el rubio con una sonrisa.

    –Eso fue oportuno —mencionó Tony con gracia.

    –Ridículamente oportuno y peligroso. ¿El padre de todo lo sabe?

Thor se acercó levantando sus hombros.

    –Ni siquiera sabe que el Tesseracto se había ido. Todo está bien.

Tony suspiró largamente y se tocó el pecho, luego con más énfasis.

    –¡Mierda! Dejé el traje en la Tierra, el reactor.

    –¿Eso es un problema muy grave? —preguntó Thor ladeando la cabeza.

    –¿No lo entiendes? Sin el traje estoy prácticamente desnudo. Soy humano Thor, soy suavecito y alérgico a los golpes que a ti te hacen rasguños —una mano pequeña tomó la suya y miró hacia quien lo había hecho.

    –Yo lo protegeré, señor Stark —nadie podía describir todo lo que sintió Tony en ese momento. Apenas y pudo controlar su dignidad y no abrazar a Elin fuertemente como madre orgullosa.

Sólo pudo sonreír ampliamente.

    –Quizás sea buena idea buscarles una habitación donde puedan quedarse mientras se arregla todo esto —mencionó Heimdall neutralmente.

    –Es lo mejor —asintió Loki. Tony miró a Heimdall un momento.

    –Ustedes adelántense, necesito hablar algo con él —el resto no preguntó. Elin ésta vez tomó la mano de Loki y ambos junto al rubio se fueron alejando por el puente.

    –¿De qué me quiere hablar, Lord Anthony?

Tony suspiró—. Se me había olvidado eso —se aclaró la garganta—. Tú puedes ver todo lo de los 9 mundos, ¿cierto?

    –Y más si no hay barrera que me lo impida.

    –¿Podrías... Podrías ver qué están haciendo los Vengadores? —el de ojos naranjos lo miró con curiosidad—. Tú sabes, mí... El equipo de la tierra. Te puedes guiar por la torre en Nueva York —el contrario asintió levemente y miró a la lejanía, un punto al azar sin soltar su espada en ningún momento.

    –Ya los veo.

    –¿Y...? ¿Están bien? ¿Están a salvo?

    –Sí. Están buscando algo.

    –¿Podrías ser un poco más específico?

    –Están buscando la forma de ayudarte —el moreno apartó la mirada de al frente y miró a Tony con una leve sonrisa. El le imitó.

    –Sí algo les pasa, podrías...

    –Lo mantendré informado, Lord Anthony.

    –Dime Tony.

~•×•~

    –¿Qué haces Bruce? —preguntó Natasha al verlo tan concentrado en el holograma de computadora al frente.

    –Viernes fue desactivada por los de S.H.I.E.L.D, ella pudo saber dónde estaba Tony —sacó uno de los chip de una caja, Natasha se acercó y leyó el nombre.

    –¿Helen?

    –Tony ha creado muchas inteligencias artificiales. Una de ellas puede ayudarnos si Viernes sigue desactivada hasta nuevo aviso. La creó luego de Jarvis, o algo así —conectó el chip y configuró un par de programas.

    –Buenos días. Ya estoy en funcionamiento —era una voz tranquila e inclusive con simpatía—. No detecto la presencia del señor Stark.

    –No está aquí, y por eso necesitamos tú ayuda.

    –No estoy programada para seguir órdenes que no sean de mí creador.

    –Escucha, Jarvis ya no existe y Viernes fue desactivada, si no nos ayudas puede que Tony nunca vuelva —insistió el doctor mirando la pantalla que mostraba digitalmente las ondas de la voz femenina.

    –Está bien, puedo ayudarlos con tal de traer al señor Stark.

Bruce suspiró de alivio y Natasha le tocó el hombro para que viera su sonrisa.

    –Eres increíble, Bruce —el hombre le devolvió la sonrisa tímidamente y volvió a mirar las pantallas.

~•×•~

Las noches en Asgard eran más tibias que en la Tierra. Eso Tony lo notó pues tenía que estar sólo con una manta delgada cubriéndolo.

Abrió los ojos porque sintió que el peso a su lado había desaparecido, y cuando movió su mano no sintió el frío cuerpo de Loki.

Se sentó en el colchón entreabriendo los ojos aún con mucho sueño, y vio a unos metros en el gran ventanal que conectaba con un pequeño balcón, a Loki con una mujer mayor, ella le acariciaba las mejillas maternalmente mientras que él cerraba los ojos y bajaba la cabeza.

    –Lo siento tanto, madre —dijo él con un pequeño hilo de voz.

    –Shh, no es tú culpa —respondió ella y le acarició la cabeza, peinando su cabello.

    –¿Loki?

El pelinegro se sobresaltó y la imagen de la mujer desapareció repentinamente. Se limpió el rostro al mismo tiempo que se giraba.

    –Tony, ¿qué haces despierto?

    –Eso debería preguntarte yo —se acercó para quedar más de frente a él—. ¿Estás bien? —el pelinegro siguió en silencio—. ¿Quién era ella? —su tono era suave y preocupado, lo suficiente para que Loki lo mirara a la cara, pero aún callado—. ¿Era tú madre?

    –Sí... —soltó con tristeza y casi decepción. Tony le acarició el rostrp con una mano y el pelinegro cerró los ojos un momento—. Sólo... Tuve un mal sueño, eso es todo.

    –¿Por qué no me despertaste?

    –Te noté muy cansado y dormías plácidamente. No creí que despertarte era una buena acción de mí parte.

    –Quieres... ¿Hablar de ello? —el mayor negó con la cabeza levemente luego de unos segundos—. Ven, vamos a dormir —Tony ni estaba enojado ni nada por el estilo, entendía porqué no quería hablar.

Acurrucó a Loki entre sus brazos para hacerlo sentir seguro y así ambos se quedaron dormidos.

El castaño fue despertado temprano por la luz del sol que entraba potentemente por la ventana, era el amanecer. Al levantar la cabeza tuvo que mover un poco el cuerpo, logrando así que Loki también despertara.

    –¿Qué hora es? —Tony se echó de espaldas al colchón y se restregó los párpados perezosamente.

    –Aquí la hora no es percibida como en Midgard. Aquí se resume amanecer, mediodía o anochecer a simple vista —el castaño lanzó un gruñido de pereza y se envolvió en las mantas de nuevo—. Tienes que levantarte, aquí en Asgard el día empieza temprano.

    –No para mí reloj biológico.

    –Tony, levántate.

    –Nop.

    –Tony... —no respondió. Loki suspiró—. Supongo que me daré un baño sólo.

    –Nunca te has querido bañar conmigo.

    –Wow, hablas dormido. Qué pena, justo hoy me hubiera encantado compartir la tina.

    –De pronto me siento con energía —Tony se levantó de un salto y Loki sonrió entre dientes.

~•×•~

Tuvieron que prestarle ropa a Tony, ropa parecida a cuando fue el juicio, pero menos vistosa ni arreglada, más cómoda y fácil de usar, además que conservaba su color rojo.

Encontraron a Elin hablando con Thor y Brunhilde a las afueras del castillo, ambos sonreían ampliamente. La pequeña miraba con notoria admiración al rubio, y Valquiria estaba a un lado tomando algo, no se sabría decir a simple vista qué era. A su lado había una chica rubia de espaldas que ni Tony ni Loki reconocían.

    –Señor Stark, Loki. Buenos días —saludó la niña sonriendo hacia ellos.

    –Espero que hayan tenido un buen sueño en el aposento que les logré conseguir.

    –Sí, sí, claro que sí —respondió el castaño rascándose la nuca.

   –Con que usted es Tony Stark en persona —la rubia se levantó y se volteó a verlos, rostro neutral. Debajo del poncho que tenía encima se notaba ropa terrestre, lo que más destacaba era una chaqueta de cuero marrón.

    –Uh, sí —Loki, por instinto, lo tomó de la mano.

    –El directoe Fury me mandó a buscarlo. Tienes que volver conmigo a la tierra.

Perdóm por la inactividad. Tengo un bloqueo ;-;

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