Sjuende: Él no lo merece

Disclaimer: La mayoría de personajes que se veían en esta historia no me pertenecen.

<Capítulo 7>

Tony estaba desesperado.

Ya había llamado a la policía, pero poco o nada podían hacer por su interno por la beca.

Loki, o más bien Tom, no se apartó de su lado mientras hablaba con los agentes. Les dio toda la información, estaba angustiado, enojadoy cegado por la incertidumbre se pensar que ese niño estuviera ya muerto o siendo torturado.

De nuevo estaban en el taller ya era completamente de día y Tony seguía intentando buscar información. Mandó trajes a buscar por los alrededores de la cuadra y por toda la ciudad, pero ninguna señal de Peter.

    –Te traje donas.

    –Sí, gracias —ni siquiera volteó a mirarlo y seguía mirando perdido el holograma. Puso a reproducir la llamada saltándose la parte donde Peter gritaba, no lo soportaría de nuevo—. Hijo de puta.

    –¿Encontraste algo?

    –Aldrich Killiam, modificó su voz en la llamada. No tiene sentido, murió hace años, le explotó un maldito misil en la cara.

    –¿Quizás se salvó de alguna manera? ¿Quizás era más resistente que el humano promedio?

    –El extremis —jadeó Tony—. Mierda... No de nuevo —se tomó el pecho, estaba teniendo un ataque de ansiedad severo. Empezó a jadear y sudar, al igual que sentía el corazón latirle hasta las orejas.

    –Escucha, estás bien, estarás bien, respira... —dijo Loki suavemente tocando su hombro. Tony apoyó su cabeza en su pecho para ser rodeado por sus brazos.

    –No puedo perderlo, Loki, no quiero... no puedo perder a alguien más.

    –No perderás a nadie más, tranquilo. Él estará bien, te lo juro que estará bien —se mantuvieron así unos segundos.

-Señor, tenemos una emergencia. Alguien desactivó mis censores, hay 3 individuos en la planta baja. Entraron a la fuerza.

    –Ya voy —intentó caminar pero el cuerpo le pesaba, y esto Loki lo notó.

    –No, tú te quedas aquí. Yo iré a revisar.

    –Pero-

    –Te ordeno a quedarte aquí hasta que Viernes te diga que te recuperaste.

    –Te fabriqué unas armas, están a tú derecha —dijo Tony logrando estabilizar poco a poco su respiración. Las armas eran unas dagas echas con nanotecnología, es decir, cuando accionabas salía una hoja afilada que era capaz de regenerarse.

Loki salió y esperó al ascensor creando una ilusión para que pareciera que no había nadie. Los que salieron del ascensor no eran nadie más que Steve, Natasha y Sam.

    –Steve, sigo pensando que es una mala idea.

    –¿Entonces por qué viniste?

    –Cállate Sam.

    –Chicos, sólo quiero hablar con Tony.

Loki suspiró. Guardó las armas y activó la puerta del taller para fingir haber salido de esta al momento en que miraban alrededor y no al frente.

Sonrisa encantadora y mirada curiosa, se acercó a ellos.

    –¿Se les ofrece algo?

    –Queremos hablar con Tony.

    –El Señor Stark no puede atenderlos en este momento.

    –¿Por qué?

    –Tiene asuntos más importantes que atender. Pero puedo hacerles una reservación para cuando se desocupe —frunció un poco el ceño, pero seguía con una sonrisa amable. Steve apretó la mandíbula sintiendo celos de esa sonrisa tan encantadora.

    –¿No lo entiendes? Necesito hablar con él.

    –Si su recado es muy urgente, puede relatarlo a mí y yo le enviaré el mensaje.

    –Claro... Te crees muy importante ahora que eres pareja de Tony —Steve se acercó y Loki puso una de sus manos disimuladamente detrás de su espalda.

    –Steve, no creo que sea buena idea que- —Sam intentó tocar su hombro, pero él se quitó de un movimiento brusco.

    –Pero nosotros somos su equipo y eso no lo podrás cambiar con nada.

    –¿Son... O eran? —Loki inclinó la cabeza evidentemente sin intimidarse ante él—. Que yo sepa ustedes ya no son Vengadores.

    –Escucha —Steve lo tomó del cuello de la camisa y lo movió bruscamente—. Ya me estás hartando. ¿Quién te crees que eres?

    –Alguien como ustedes, alguien que Tony le ha salvado la vida, pero yo no lo voy a traicionar. Creo que eso nos diferencia.

    –¡Steve no-!

El rubio tomó impulso y golpeó a Tom fuertemente en el rostro, tanto que cayó al suelo. Deshizo la ilusión de su apariencia mientras se tomaba la nariz.

    –¡Sabía que algo malo estaba pasando! Estás controlando a Tony. ¿Dónde está?

    –Lejos de ustedes, donde está seguro. Se tienen que ir.

    –¿Enserio piensas que nos iremos? —Loki se terminó de levantar y sacó sus armas, los tres se quedaron completamente quietos y con la guardia arriba. Parecía dudar unos segundos si mantenerse así, y en un movimiento que no esperaban, las dejó a un lado.

    –No pelearé. No quiero darle otro problema a Tony. Pero necesito que se vayan.

    –¿Irnos luego de lo que hiciste? Mataste a muchas personas. Intentaste conquistar Nueva York —exclamó Natasha seriamente.

    –Creo que no somos muy diferentes en uno de esos aspectos, Natasha —eso fue un gatillo literal. La rubia sacó su pistola y disparó. Estuvo a punto se disparar una segunda vez pero un traje de Ironman más delgado se puso en medio.

Éste apuntó hacia ellos con los láseres ya listos para disparar.

    –Bajen las revoluciones —Natasha frunció los labios y bajó las armas. El traje bajó las manos y se dio vueta hacia Loki, quien se agarraba el hombro. La bala había atravesado su clavícula—. Estarás bien, no es grave.

    –Tony, él te está controlando. Recuerda a Barton, te está usando para quién sabe qué cosa —dijo Steve molesto y a la vez preocupado.

    –Primero: Nunca más en tú vida me vuelvas a llamar Tony. Segundo: No me está controlando. Tercero: No recuerdo a Barton, sólo su maldita traición —se levantó y ayudó a Loki a sostenerse. Deshizo su casco para mirarlos con ojos vidriosos por tanta ira—. Y cuarto: Vuelvan a ponerle un dedo encima y no volverán a respirar.

    –¿Nos están amenazando?

    –Les estoy haciendo una promesa. Ahora largo antes de que llame a las autoridades, eso sí es una amenaza.

     –Tony. Él es un criminal, es muy peligroso que esté en la ciudad.

    –¿Y? Ustedes también son criminales y, ante los ojos del gobierno, peligrosos.

    –Por favor Tony, deja de ser tan-

    –¿Tan qué? ¿Egoísta? Sí, ya lo sé, me lo han dicho tantas veces que perdí la cuenta. Váyanse. Estoy ocupado.

    –Esto es exactamente por qué no se consideramos un héroe.

    –Sam, no-

    –¡Fue su culpa que el equipo se rompiera, él mismo lo reconoció cusndo fue a la celda! Le dije que fuera como amigo y atacó a Steve y a Bucky.

Tony detuvo el paso y Loki lo miró con lástima. Aún de espaldas a ellos decidió hablar.

    _Me dicen el villano —soltó una risa triste-... Hice un gran error, y ahora mis errores me representan, ¿acaso el resto no importa? —se volteó para desaparecer su traje y los miró con los ojos llenos de lágrimas y la garganta destrozada—. Di todo pero nunca fue suficiente, di absolutamente todo. Mí casa, mí hogar, mí vida, mí pasado, mis secretos, mí corazón. Y ahora me llaman monstruo —apretó los puños con rabia llegando a hacerse daño con sus uñas—. Me traicionaron. Me destrozaron en mil piezas. Ustedes... Ustedes me enseñaron qué se sentía tener una familia... Me usaron y me dejaron.

    –Tony... —dijo Steve con lástima. Tony se levantó la camiseta hasta la parte del pecho, donde estaba la marca donde estaba el reactor y una fea cicatriz horizontal.

    –Debiste golpear más fuerte, debiste incrustar ese escudo más fuerte en mí pecho. Un milímetro... Un milímetro más y hubiera bastado para que ésta persona, éste millonario egoísta que tanto odian hubiera muerto de un paro respiratorio —no rompía contacto visual, bajó de nuevo la camiseta—. Éste hombre que no es nada sin su traje... Más que un maldito egoísta.

    –Tony, yo-

-Señor, el detective Ross está en el ascensor.

    –Mierda. Salgan por la escalera de emergencia y no vuelvan —dijo Tony rápidamente.

    –Tony, por fav-

    –¡Ahora Rogers! —el grupo calló y salieron de la sala. Tony suspiró mientras se tomaba el pecho.

    –¿Estás bien?

    –Debes esconderte. Intenta curarte, en unos minutos te atiendo, ¿vale? —iba a replicar, pero se sostuvo mejor el brazo y se encerró en el taller privado de aquel piso.

Tony suspiró nuevamente y neutralizó su expresión en segundos.

    –Agente Ross —saludó Stark con cortesía cuando cruzó la puerta del ascensor junto a dos investigadores más.

    –Señor Stark, ¿cómo ha estado? —se dieron la mano. Tony levantó los hombros.

    –Pues ya ve, Spiderman está desaparecido. ¿Han encontrado algo?

    –El último avistamiento fue hace 10 horas. El joven Parker se vio hablando con un desconocido, pero las cámaras no logran divisar su rostro.

    –No es necesario. Analicé la llamada, su voz es la de Aldrech Killian.

    –Creí que había muerto.

    –Creímos mal. Dijo que no le haría nada al chico si yo hacía todo lo que pedía.

    –¿Y le ha pedido algo?

    –Nada, no ha llamado de nuevo —Ross asintió.

    –Bien. Mis hombres están registrando esa zona. Usted podría usar sus trajes para sobrevolar la zona.

    –Eso haré —asintió Tony—. Y gracias por ofrecerte a buscar al chico.

    –Es un placer. Además que desde la ruptura de los Vengadores es necesario todos los super héroes posibles legales —sonrió el contrario-. Lo dejo señor Stark. Le aviso cualquier información extra y usted-

    –Los mantengo al pendiente. Claro, gracias de nuevo.

    –Nos vemos.

Y salió finalmente.

De nuevo un suspiro. Tony caminó dentro del taller buscando a Loki, y lo encontró con el botiquín hecho un desastre frente a él.

    –¿Necesitas ayuda? —bromeó Tony. Se acercó y le quitó las vendas de sus manos. Sacó aguja e hilo de la caja. Revisó la herida—. La bala atravesó, estarás bien, pero se arruinó tú camiseta —Tony empezó a vendarlo y Loki puso una mano encima de la suya.

    –Tony... ¿Estás bien? el mencionado asintió con una sonrisa, pero poco a poco las lágrimas acumuladas en sus ojos empezaron a caer por sus mejillas. Empezó a sollozar sin remedio y Loki lo abrazó con un brazo, ya que el otro estaba entumecido por el dolor.

    –Ya... Suficiente, hay que encontrar a Peter —dijo luego de un rato secándose el rostro con sus manos.

    –Iré a prepararte un café, ¿si? -Tony asintió-. Vuelvo enseguida —Loki bajó usando el ascensor, pero en la cocina se encontraban el equipo del capitán, parecían hablar—. Creí que se habían ido, es peligroso que ustedes estén aquí si los busca la ley.

    –¿Lo mismo no aplica para ti? —Loki movió los hombros y se dirigió hacia la cocina para preparar el café. Steve apretó la mandíbula por la rabia.

    –Para el resto de humanos sigo siendo el asistente y pareja de Tony. Ustedes siguen siendo los Vengadores traicioneros —puso el agua caliente y los granos de café a la máquina.

    –Aún no confiamos en ti.

    –Lo sé, y no me importa demasiado.

    –Sabemos que estás controlando a Tony —el pelinegro suspiró y miró a la rubia.

    –La única razón por la que pude controlar a tú amigo fue porque tenía el cetro, sin él poco o nada puedo hacer. Además piensen. Si hubiera intentado asesinarlo, él lo hubiera echo primero fácilmente. De todos ustedes, él es el más poderoso.

    –Entonces lo engañas. ¿Por qué otra razón serías su pareja si no es para engañarlo?

    –Porque el me dio un hogar cuando nadie más lo hizo. Fui torturado en Asgard y terminé en su torre cuando escapé. Tony tiene un corazón muy noble a la par de roto, me asistió y cuidó hasta que me enamoré. Y por diversas circunstancias terminamos como pareja.

    –Te vas a aprovechar —gruñó Steve.

    –No, no lo haré. No soy como ustedes —estuvieron a punto de replicar—. Le agradezco todos los días, indirecta o indirectamente, por dejarme vivir en su casa, por haberme ayudado. ¿Ustedes lo han hecho?

    –No directamente pero...

    –Mh, ya veo. Nunca le agradecieron y terminaron por apuñalarlo por la espalda. Porque ustedes saben que Tony Stark es un millanario egocéntrico que sólo piensa en él. Y por eso casi dio su vida al salvarlos del misil midgardiano y estuvo dispuesto a hacer acuerdos con el gobierno rogando para que ustedes estén felices —sirvió el líquido en una taza.

    –Nosotros estamos agradecidos por eso, siempre lo hemos estado.

    –Por eso lo tratan horriblemente mal. Por eso Natasha lo traicionó y lo acusó de egoísta. Por eso Wilson le dijo que era la primera vez que reconocía un error. Por eso el hombre que amaba casi lo mata por un amigo y le mintió sobre algo que lo perseguía hace más de 30 años —guardaron silencio—. Él era capaz de dar la vida atrapando una bala con su cuerpo para protegerlos a ustedes, cuando ustedes mismos eran quienes sostenían el arma —de nuevo silencio—. Él es capaz de dar la vida por un mundo que nunca lo quiso —nadie sabía qué decir—. Si en verdad se preocupan por él, déjenlo en paz y váyanse -tomó la taza con café recién hecho y salió del lugar sin mirar atrás.

Wow, 2 capítulos en 1 día.

Sí, reviví a Killian y me fui a la segura con ese villano. No quería arriesgarme con duende verde o yo qué sé.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top